¿DÓNDE ESTABA JESÚS ANTES DE SU NACIMIENTO?
¿COMENZÓ A EXISTIR JESÚS EN BELÉN, HACE MÁS DE 2.000 AÑOS?
¿DESDE CUÁNDO FUE CONSIDERADO CRISTO EL HIJO DE DIOS?
¿QUÉ NOS DICE LA BIBLIA SOBRE JESÚS ANTES DE SU ENCARNACIÓN?
Iniciamos la lectura bíblica con las palabras de un Dios Trino Creador, que es trascendente y muy por encima de Su Creación, donde se nos dice que «En el Principio creó Dios los cielos y la tierra…»
Es en otro comienzo, éste ya en el Nuevo Testamento, donde hallamos palabras similares, ya que el Apóstol Juan nos dice que precisamente en ese principio, en ese comienzo aludido por el primer versículo de la Biblia, Génesis 1, «era (habla en pasado estaba ya) el Verbo, y el verbo era con Dios, y e Verbo era Dios (…) y ese Verbo fue hecho carne y habitó ente nosotros (…)»
Ese Verbo («Logos» en el griego original, de donde procede la palabra lógica), ese concepto griego, abstracto y filosófico que explicaba el orden y el origen de todo el Universo, esa palabra, pensamiento o concepto inicial, NO era un principio filosófico ajeno, sino que era una persona, y esa persona es CRISTO.
Ya antes del inicio creador de Dios en Génesis 1, Cristo el Verbo, el Logos, la Palabra de Dios no es solamente que estaba junto o cara a cara en íntima comunión con Dios, sino que además era Dios, y ahora en el tiempo se hizo carne.
Hablar de Jesús es hablar de una persona (ÉL es pleno y verdadero hombre) distinta a cualquier otra que jamás haya existido, pues es Eterno y poseedor de Vida propia.
ÉL es pre-existente, es decir, ÉL existía mucho antes de nacer en Belén hace más de 2000 años
NO hay duda alguna de la deidad de Cristo, pero si debemos escoger un versículo donde podamos hallar la Eternidad de Cristo, sin duda debemos ir a Isaías, quien vivió 700 años antes del nacimiento de Jesús.
Isaías 9:6 «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.»
Aquí el profeta Isaías hace una clara distinción entre Nacido y Dado; entre Niño (naturaleza humana) e Hijo (Naturaleza Divina).
- 1.- “NIÑO nos es NACIDO”, Como hombre humano nació, y tuvo comienzo en un pesebre de un humilde poblado llamado Belén hace más de 2.000 años. Su Humanidad sí tuvo un claro inicio.
En medio de la oscuridad de la noche, en aquel Pesebre de Belén, nació la Luz del Mundo.
- 2.- “HIJO nos es DADO”, como Hijo de Dios, El Padre nos lo dio, nos lo entregó; ÉL NO tuvo comienzo ni principio, ÉL existía desde la Eternidad pasada. Pero no sólo eso, sino que si acabamos de leer este espectacular versículo tan leído y meditado en fechas navideñas veremos que dice igualmente de ÉL; Dios Fuerte y Padre Eterno.
ÉL NO FUE CREADO, ÉL SIMPLEMENTE VINO A LA TIERRA, DESCENDIÓ DEL CIELO.
El Apóstol Pablo nos dice algo similar en la carta dirigida a los habitantes de Galacia, escribiendo en el capítulo 4, que cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley (Gálatas 4:4).
Dios no tomó a un hombre que ya había nacido y lo envió; él envió a su propio Hijo Divino para que fuera humano, al igual que el dueño de la parábola de la viña, quien envió en última instancia a su hijo (Marcos 12:6).
El Padre, como bien el versículo que da nombre a esta web (Juan 3:16) ha dado a Su Hijo Unigénito para que todo aquel que en ÉL crea no se pierda, más tenga vida eterna.
ES INDUDABLE QUE CRISTO EXISTIÓ AÚN ANTES DE QUE SE HUBIERA ENCARNADO, ÉL EXISTÍA DESDE LA ETERNIDAD PASADA.
Si Cristo es Dios, ÉL es Eterno, y viceversa, si ÉL es Eterno, ÉL es Dios, y NO un dios o un ser creado como creen y afirman la secta de los Testigos de Jehová o los Mormones.
Pero estas herejías lejos de ser novedosas no son sino una continuación de la herejía del siglo III dC conocida como arrianismo (de su líder Arrio), donde dice que Jesús fue creado por Dios Padre y que por tanto tuvo un inicio y un principio, no siendo por tanto Dios.
Arrio negaba su deidad, su preexistencia, su eternidad, su igualdad con el Padre, y eso es una terrible herejía.
JAMÁS EXISTIÓ UN INICIO, UN COMIENZO, UN PRINCIPIO SIN QUE CRISTO NO EXISTIERA YA, PUES ÉL ES EL DIOS ETERNO.
Esta herejía fue tan dañina que provocó, por parte de la Iglesia, en el año 325 dC (entre el 20 de Mayo y el 19 de Junio del mismo año) el Concilio de Nicea para enfatizar y reafirmar la creencia bíblica de la preexistencia y eternidad de Dios Hijo, quien es igual al Padre, ambos de la misma sustancia.
La frase que resumen dicho concilio bien pudiera ser la siguiente: «Engendrado del Padre antes de todos los siglos»
¿Es Cristo pre-existente? SÍ, pero esta respuesta igualmente la podría dar un arriano, o un testigo de Jehová, ya que todos ellos creen que Jesús antes de su encarnación y nacimiento ya existía, de hecho pre-existente significa que existía antes de algo, es antes de ese tiempo…Pero Cristo mucho más allá ya que es anterior a todas las cosas, aún el tiempo, de hecho no puede ser medido por el tiempo, pues no tiene ni principio ni fin.
Preexistencia NO implica necesariamente eternidad, pero eternidad SÍ implica preexistencia, por lo cual, para referirnos a Cristo es necesario verlo como ETERNO (en hebreo «Olam»), antes y mejor que como Preexistente.
Ser Eterno igualmente implica ser el Creador, y NO un ser creado, y aunque los ángeles existían en la pasada eternidad, ningún ángel es Eterno porque ser Eterno implica necesariamente ser el CREADOR.
Si Jesucristo es Dios, entonces Él tiene que ser eterno. Dios no tiene comienzo. Nunca hubo un tiempo en que ÉL no existiera en toda la plenitud de quién es ÉL. “Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, TÚ ERES DIOS” (Salmo 90:2).
¿ES JESÚS UN SER CREADO, O ES EL CREADOR?
Volvemos a Juan, quien nos lo dice muy claramente, ÉL estaba junto a Dios porque es Dios, y como ÉL es Dios, es que realizó las Obras creadoras de Dios, ya que ÉL es el Creador.
Juan 1:3 «Todas las cosas por ÉL (Cristo) fueron hechas, y sin ÉL (Cristo) nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.»
ÉL es el Dueño, Soberano y Heredero de todo, por cuanto es el Creador de todo el Universo y todo aquello que hace su funcionamiento.
Hebreos 1:2 «En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo»
El autor de la carta a los hebreos, para argumentar a unos creyentes de origen hebreos que piensan en regresar o volver a la religión judía, aplica a Cristo el Salmo 102:25-27 para manifestar claramente que ÉL es el Creador.
Hebreos 1:10 «Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.»
El Apóstol Pablo, para contrarrestar la insignificancia de los ídolos, les dice a los corintios que hay un Dios y un Señor («Kuryos»), quien es el creador, hacedor y sustentador de todas las cosas, mostrando la igualdad y unidad entre el Padre y el Hijo.
1ª Corintios 8:6 «para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
Pablo, a los colosenses les dice que ÉL es el agente ejecutor, la corona de la creación, la causa y el fin o clímax de la misma, siendo anterior a todas ellas. De estos 2 versículos deducimos muy claramente que ÉL es el Creador (versículo 16) y Eterno (versículo 17), ÉL es superior a todo y a todos.
Colosenses 1:16-17 «Porque en ÉL fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de ÉL y para ÉL. Y ÉL es antes de todas las cosas, y todas las cosas en ÉL subsisten»
ÉL SIEMPRE HA EXISTIDO, EL EXISTE, Y EL EXISTIRÁ, POR ESO ÉL DICE «YO SOY EL QUE SOY»
Este nombre con el que Dios se identifica a Moisés en Éxodo 3:14 denota e implica Su Autoexistencia y Eternidad, ya que etimológicamente sería como decir «Yo Soy el que fui, el que soy y el que seré»
Jesús mismo se identificó en varias ocasiones con este término tan sumamente importante para los judíos, tan sagrado como era YHWH («YO SOY»), para identificarse con el único Dios vivo y verdadero, el Dios Eterno.
Juan 8:56-58 «Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún NO tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, YO SOY.«
Para ellos había 2 opciones: O Jesús, quien tenía unos 30 años, realmente tenía más de 2.000 años de edad (Abraham vivió unos 2.000 años antes de esta palabras), o ÉL es eterno, ÉL es Dios sobre todas las cosas.
¿Cuál fue la reacción de los oyentes? conocedores que se estaba claramente identificando a Dios Eterno, y estaba diciéndoles que ÉL es Eterno, que es Dios, ellos tomaron piedras para arrojárselas, ya que lo consideraban una gran blasfemia, tal como decía Levítico 24:16.
ÉL mismo, en la famosa oración sumosacerdotal antes de Su Pasión, pide al Padre que le glorifique con la Gloria que ya ÉL tuvo y que compartió antes con El Padre, antes de que el mundo fuese
Apocalipsis 1:8 y 22:13 «Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.»
El Alfa y la Omega corresponden a la primera y la última letra del alfabeto griego, dándonos a entender que ÉL es la Palabra, el conocimiento supremo, y sobre todo, es Eterno.
Un anciano y desterrado Juan recibe, en la Isla de Patmos, la revelación del Apocalipsis, de las cosas que ha visto (pasado), las que son (presente) y las que han de suceder (futuro), y tras oír una voz, se gira para contemplar y ver, y ve en una visión a Jesús.
Apocalipsis 1:17-18 «Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.»
El mismo Juan emplea las mismas palabras con las que inició su evangelio para decirnos nuevamente que en el principio Jesús ya era, ya estaba
1ª Juan 1:1 «Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida.»
¿DESDE CUANDO CRISTO ES EL HIJO DE DIOS?
Salmos 2:7 «Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres TÚ: YO te engendré hoy.»
ÉL era el HIJO antes de ser engendrado, antes de Su Encarnación. La relación de Padre e Hijo ya estaba marcada desde al Pacto de Redención, antes de la pasada eternidad, y es en la encarnación donde queda demostrada tal relación entre las 2 primeras personas de la trina deidad.
ÉL siempre fue el Hijo de Dios, y es por eso que Isaías dice «Hijo nos es dado», pues NO llegó a ser el Hijo cuando nació de María, o cuando se identificó con nosotros en Su Bautismo, en la Cruz o en la Resurrección.
ÉL, por ser El Creador, es distinto a todo lo creado, Él está exaltado muy por encima de ella, de todo lo creado.
ÉL es Eterno, como sólo Dios puede serlo, siendo el Cristo desde Antes de la Encarnación.
700 años antes de que este Eterno y Creador se hiciera pleno y verdadero hombre, un profeta contemporáneo de Isaías cuyo nombre significa «EL QUE ES COMO JEHOVÁ». Miqueas tiene un claro mensaje de juicio inminente para el Reino Sur de Judá por la corrupción religiosa, idolatría, injusticias sociales, codicia, …
El Pueblo de Dios ha quebrantado la Ley de Dios, ha violado el pacto, y van a ser juzgados por ello, y en el capítulo 5 les insta a que se rodeen de muros, que se agrupen y formen en tropas porque van a ser asediados, serán sitiados, y van a ser destruidos con vara.
El mensaje de Miqueas es «arrepiéntete, hay juicio, pero luego habrá restauración»
En definitiva, le dice que se prepare para la guerra. ES UNA PROFECÍA DE DESTRUCCIÓN, donde se alude a la caída del Reino Sur de Judá unos 30 años más tarde (en el 586 aC) de manos de Babilonia, donde capturaron al rey Sedequías, quien vio morir asesinados a sus propios hijos en su presencia de manos de Nabucodonosor.
Miqueas 5:1 «Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al juez de Israel (Rey Sedequías concretamente).»
En medio de esa terrible e inminente profecía de destrucción resuena un «PERO TÚ…», hay una nota de esperanza, una luz en medio de la mas oscura situación para el pueblo de Dios.
Miqueas está profetizando la mayor desgracia y ruina para el pueblo de Dios, pues serán sitiados, destruidos, deportados y exiliados, pero a continuación lanza la profecía más sublime, importante y espectacular de todas.
El eterno se hará como uno de nosotros, el Anciano de días será un bebé, y este nacerá en un pequeño poblado de Judá, el mismo que vio nacer a David, un lugar insignificante y pequeño para muchos, pero que vería nacer al Creador, la Luz del Mundo, y que hoy (2000 años después) es universalmente reconocido y lugar predilecto de peregrinaje.
ÉL es el Señor, el rey Eterno, quien da sentido y significado al nombre de Miqueas, pues ÉL VERDADERAMENTE ES COMO EL SEÑOR, y siempre lo fue, pues es Eterno, desde antes del principio, desde antes de la eternidad.
Miqueas 5:2 «Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad»
Podemos ver a Cristo en el Antiguo Testamento no solo en tipos, anuncios, profecías o prefiguraciones, sino también en teofanías, en cristofanías, es decir, en apariciones o manifestación antes de su Encarnación, como el Ángel del Señor, como Melquisedec (Génesis 14:20), el Ángel que luchó contra Jacob (Génesis 32:22-30), el Príncipe del ejercito de Jehová quien se presentó a Josué (Josué 5:13-15) o el 4º varón dentro del horno de fuego en Daniel 3:25, …
Aquel quien siempre ha existido, aquel quien nunca ha tenido principio ni origen, Aquel quien todo lo ha creado se ha manifestado a los hombres.
ÉL ES EMANUEL, DIOS CON NOSOTROS.