EL ya había afirmado SU Rostro para ir a Jerusalén, donde iba a darse a sí mismo; PERO en ese trayecto, y antes de la Entrada triunfal, se produce un ENCUENTRO, un encuentro a unos 25-30 Km. de la Cruz.
El Punto de inflexión, donde se cruzan ambas miradas, la del Todopoderoso Creador y la de éste desesperado e inmerecido estafador, es un Árbol Sicómoro.
Efectivamente, hablamos de ZAQUEO, jefe de los publicanos y rico.
Su nombre, Zaqueo, poco o nada tiene que ver con su estilo de vida ANTES de ese cruce de miradas con EL Maestro, pues significa «Puro» o «Justo».
Aunque también tiene otra connotación, y puede significar un diminutivo de Zacarías, «Dios se acordó».
¿Acaso NO vino a eso nuestro Señor? ¿Acaso NO se acordó de esta Humanidad perdida?
Lucas 15:3-7 «¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso, y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.»
SALVAR LOS PERDIDOS FUE Y ES EL PROPÓSITO DE SU VENIDA.
Eso mismo hará con ese Recaudador de Impuestos.
Jesús irrumpe en Jericó, y desde ahora hay una serie de desventajas e inconvenientes para nuestro protagonista, Zaqueo.
Lucas 19:3-4 «procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.»
¿Qué observamos en estos versículos, que poco parece que nos dice?
Zaqueo era rico, pero sumamente insatisfecho.
Zaqueo tenía abundancia, sin llegar a tener absolutamente nada.
Él era el jefe de los publicanos, de los recaudadores de impuestos, es decir gente judía que cobraba impuestos altos a su propio pueblo, a su nación para dárselos al Imperio Romano, y muchas veces lo cobraba por la fuerza.
Probablemente Zaqueo se enriqueció al cobrar más de la cuota exigida por Roma.
Si ya de por sí eso era terriblemente malo (contra la Ley de Moisés), las consecuencias que le acarreaba ello eran casi peores aún, y es que Zaqueo era muy odiado y repudiado por su pueblo; es más, NO lo consideraban de los suyos, NO lo tenían por un hijo de Abraham.
Casi con toda seguridad, Zaqueo era la persona mas odiada de Jericó, ya que robaba dinero a los suyos para favorecer y enriquecer a la nación que encima los tenía oprimidos.
Vivía en pecado, vivía apartado, vivía señalado y condenado tanto por la Ley, como por el Pueblo.
PERO DIOS…..
Me encanta, me fascina y me apasiona leer que sólo las dos primeras palabras de Efesios 2:4 cambia por completo una realidad descrita en 3 largos versículos anteriores (Efesios 2:1-3), y ésto se ilustra a la perfección en la vida de cualquier creyente En Cristo, y también en Zaqueo.
Lucas 19:5-6 «Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.»
Zaqueo veremos que es un ejemplo bíblico e ilustrado del Arrepentimiento Genuino para Salvación; es decir, un arrepentimiento que involucra un cambio en la mente, el Corazón y en la voluntad, que te lleva a Dios, pero te lleva con unos frutos dignos de arrepentimiento.
Este arrepentimiento comienza con la Convicción de pecado.
Es curioso que es el 1er y único caso en La Palabra donde Jesús se «Autoinvita» a una casa.
Jesús, 100 % Dios, sabía y conocía a la perfección el corazón de Zaqueo, es más, conocía su nombre tan sólo mirándolo.
Jesús sabía que halló ARREPENTIMIENTO Y FE en zaqueo, pues él supo que necesitaba a Jesús, y simplemente puso todo su empeño hasta conseguirlo, aún a pesar de los obstáculos y barreras que se opongan
Es tan fácil como eso.
Su FE en EL, su mirada puesta y fija en EL hizo que venciera los obstáculos.
¿Que hay una multitud?
No pasa nada, NO me rindo y sigo luchando, por que La Palabra de Dios dice en Mateo 7:7: «BUSCAD Y HALLARÉIS»
Ahora, por un minuto, imagínate a Zaqueo , con lo odiado y repudiado que era en medio de una multitud, ¡Si yo creo que se subió al árbol para que allí no lo lincharan!
¿Que era bajo de estatura?
Tampoco pasa nada, mientras haya árboles para treparlos.
Zaqueo demostró ser de estatura pequeño, pero de inmenso corazón; un corazón humillado, arrepentido que busca desesperadamente a Jesús.
¿Qué hizo Zaqueo ante la «autoinvitación» de Jesús?
Descendió Corriendo, y con Gozo; con alegría, con paz, pues le espera bajo ese árbol sicómoro, el Príncipe de Paz.
Abraham se dió prisa para preparar el alimento en Génesis 18:6-7.
Lot se dió prisa para salir de Sodoma y Gomorra en Génesis 19:22.
Y ahora, este defraudador del pueblo, baja del árbol corriendo, para permitir que el Señor de la Gloria entre a su casa.
¿Cuál fue la reacción del Pueblo?
Murmuración, crítica, orgullo ciego….
Ahora viene la clave, la evidencia de ese arrepentimiento genuino.
Lucas 19:8 « Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.»
Acaba de llamar Señor a Jesús,….
Él NO dijo que si lo llevaban a juicio daría la mitad de sus bienes, no; dijo que lo haría sin más, que renunciaba ya al Pecado que antes cometía.
Zaqueo, el que tanto estafó y engañó vulnerando la Ley, AHORA (tras el encuentro con Cristo) va a ir más allá de lo que estipula la Ley al respecto a los fraudes, es decir, NO va a devolver lo defraudado más la quinta parte (Lev. 6:5 ó Núm 5:6-7)
Zaqueo NO se consideró un estafador o defraudador, sino que fue más allá, el se consideró directamente un ladrón (Fue severo consigo mismo)
Él dio 4 veces lo defraudado, pues ese era la exigencia legal del Robo; Pero NO sólo eso, sino que además dio la mitad a los pobres.
Zaqueo acababa de encontrar en Cristo, una riqueza inmensamente mayor, y NO le importó perder su riqueza material, para disfrute de esa riqueza espiritual.
Dios nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús, quien siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos (espiritualmente hablando) a nosotros.
Zaqueo fue salvo, NO lo digo yo, lo dice EL SALVADOR, a quien lo llama SEÑOR.
Lucas 19:9 «Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham»
Es lo mismo que Pablo les dijo a los Gálatas en Gál. 3:7 «los que son de fe, éstos son hijos de Abraham»
A continuación, El salvador, El Señor hace una de las mejores y más espectaculares afirmaciones de Sí Mismo, de Su Ministerio:
Lucas 19:10 «PORQUE EL HIJO DEL HOMBRE VINO A BUSCAR Y A SALVAR LO QUE SE HABÍA PERDIDO»:
Creo sinceramente en mi corazón, que cuando Jesús dice la Parábola del Fariseo y del Publicano, en Lucas 18:9-14, EL está pensando en Zaqueo; aquel publicano que se encontraría con El Señor, sólo un capítulo más tarde de esta parábola.
EL puso cara y nombre, y se acordó de Zaqueo cuando pronunció Lucas 18:13 «Mas el Publicano, estando lejos, NO quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.»
Una ÚLTIMA COSA: Jesús JAMÁS volvió a Jericó, ¿Qué quiero decir con ésto?
Que al igual que a Zaqueo, Jesús hoy te dice a través de Su Palabra: «DESCIENDE, DATE PRISA, PORQUE HOY ES NECESARIO QUE POSE YO EN TU CASA.»
Imagínate que Zaqueo hubiese desaprovechado esta oportunidad….menuda tragedia para él hubiera sido.
Después de este Encuentro con Zaqueo, Jesús fue al Monte Calvario, a la CRUZ.
Allí, y de una vez por todas, y para siempre, EL llevaría sobre SÍ el castigo, la condena y la pena de toda la vida de Zaqueo, y de mi vida, y de la Humanidad entera.
Allí Dios juzgó, sentenció, condenó y aplastó el pecado de Todos nosotros, y lo hizo en Aquel que llamó a Zaqueo por su nombre.