El Apóstol, como bien nos tiene acostumbrados, termina y finaliza esta preciosa epístola con su despedida y saludos finales, así como con una bendición general, pero añadiendo un claro y marcado énfasis en fomentar una unidad que se estaba viendo amenazada por la disensión encabezada y liderada por Evodia y Síntique. Pablo quiere ante todo romper con barreras y estatus, y no hace distinción alguna entre receptores o colaboradores. Pablo nuevamente deja bien claro que ellos no deben buscar sus propios intereses, sino en la unidad de la comunidad de creyentes.
Filipenses 4:21-23 «Saludad (de parte mía, Pablo y de los que están conmigo) a todos (uno por uno a cada uno de ellos) los santos en Cristo Jesús (a todo el pueblo santo, los que son y están en Cristo). Los hermanos que están conmigo (desde Timoteo hasta los más anónimos colaboradores de él) os saludan (os envían saludos).Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César (los de la casa del emperador, el palacio imperial. Esto es una clara evidencia de que esta epístola se escribió en Roma). La gracia (favor inmerecido o amor desinteresado de Dios en Cristo) de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros (con el espíritu regenerado de ustedes). Amén (así sea).»
Es su deseo y su anhelo poder saludar de manera efusiva, particular y persona a cada creyente de Filipos como ya expuso en 2:23, de la misma manera que es su intención hacer partícipe en los saludos a todos y cada unos de sus colaboradores; Timoteo, Epafrodito, Tíquico (Efesios 6:21), Aristarco (Hechos 19:29), Onésimo, Jesús «el justo» (ver Colosenses 4:7-11),… así como los de la casa del terrible, cruel y malvado emperador Nerón (54-68 dC), quien pocos años después ejecutaría al autor, a Pablo mismo.
«La casa de César» alude o hace referencia esclavos y conciudadanos paganos al servicio del emperador, en labores asistentes personales, siervos para probar la comida y la bebida, cocineros, príncipes, jueces, custodios soldados, albañiles, contadores,… a los cuales Pablo les predicó el evangelio de salvación.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE Y NOTORIO ESTE AÑADIDO DE PABLO?
Porque para muchos de ellos era un gran honor y privilegio que Filipos fuera colonia de Roma (Hechos 16:12), y ese pensamiento bien pudiera desarrollar una raíz de orgullo o soberbia, a la vez que menosprecio sobre los paganos, pero Pablo (por si acaso) va a romper con tal separación y distinción y les va a decir que ellos, que son sus hermanos en Cristo, aunque hayan sido paganos o esclavos antes, ahora han sido declarados justos, limpiados de todo pecado, y le mandan saludos a ellos. Las cadenas de la prisión fueron el púlpito de Pablo para anunciarles un evangelio de verdad y de poder. Es motivo de gozo ver que en la casa del emperador pagano muchas almas se habían entregado al Reino de Cristo.
La iglesia de Filipos padeció persecución especialmente por su devoción y adoración a César, y en ese contexto es que irrumpe un mensaje mucho más poderoso, el evangelio, donde el epicentro y el estandarte de este ya no es César es Señor, sino Jesús es Señor.
SI PABLO ESTABA EN LIBERTAD, TRASTORNABA EL MUNDO (Hechos 16:7), PERO SI ESTABA PRESO, TRASTORNABA LA CASA DEL CÉSAR.
Filipenses 1:13 «Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio (la guardia pretoriana del palacio sabían que Pablo estaba preso por ser un predicador de Cristo), y a todos los demás.»
Hechos 28:16 «Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase (encarcelado y custodiado por soldados quienes se turnaban cada 4 horas a fin de custodiarle, atándose y encadenándose junto a él.)»
ELLOS PASARON A SER DE ESCLAVOS DE CÉSAR A ESCLAVOS DE CRISTO EN ROMA, Y A SER DIGNAMENTE RECORDADOS POR LOS HERMANOS EN FILIPOS
Romanos 2:11 «porque NO hay acepción de personas para con Dios»
Gálatas 2:6 « Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios NO hace acepción de personas, a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.
Efesios 6:9 «Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para ÉL NO hay acepción de personas.»
Pablo, en su bendición final, finaliza exactamente con la misma forma con la que empezó la carta en 1:2, esto es, haciendo referencia a la Gracia del Señor Jesucristo, esa misma gracia que llamó a Pablo camino a Damasco, que lo transformó de Saulo el celoso y perseguidor fariseo a Pablo el Apóstol, que lo comisionó y envió a los gentiles, que lo inspiró a componer 13 cartas neotestamentarias, que lo sostuvo, preservó, guardó y cuidó en todo ese proceso, que lo estaba santificando y que finalmente lo glorificará.
Filipenses 1:2 «Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.»
Romanos 16:24 «La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.»
Dios, en Cristo, es nuestra provisión y nuestro disfrute, y es transmitido a nosotros mediante la suministración del Espíritu Santo, quien mora, vive y habita en cada creyente.
Filipenses 1:19 «Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación»
TODA LA VIDA CRISTIANA ES POR GRACIA, DESDE EL INICIO HASTA EL FINAL
[…] XX.- DESPEDIDA FINAL DE PABLO A LOS FILIPENSES (Filipenses 4:21-23) […]