Los 3 oficios de Jesús, ya anunciados y desarrollados en el Antiguo Testamento, pero que en ÉL adquieren una trascendencia inigualable, pues ÉL cumple y llena a la perfección y a la vez las 3 funciones.
Si en el Antiguo Testamento los oficios mediadores de Profeta, Sacerdote y Rey eran ejercidos por distintas personas y a todas ungían, en JESÚS, el UNGIDO (en Griego «Christos» y en hebreo «Massiah»), NO sólo son ejercidos por ÉL mismo, sino que además son ejercidos de una manera completa, total, perfecta y suprema; y es imposible comprender ala perfección la Obra de Cristos si lo consideramos simplemente como un profeta, un sacerdote o un rey.
Salmo 110:1 «Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a Mi Diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de Tus Pies.»
ÉL es el hijo y descendiente de David, pero también el Señor de David. ÉL es el Sacerdote, pero también es el Rey. ÉL es el Cordero inmolado y sacrificado, pero también es el León de la tribu de Judá.
Es sumamente importante hacer esta distinción, para así contrastar el rol y papel del Postrer Adán con el Primer Adán inocente, ya que éste fue investido, a imagen de Dios, con conocimiento de Su Voluntad (Profeta), con santidad (sacerdote) y con dominio (rey).
- Necesitamos ser liberados de la terrible ignorancia del pecado, y tenemos a Cristo el Profeta.
- Necesitamos ser liberados de la culpa del pecado, y tenemos a Cristo el Sacerdote
- Y necesitamos ser liberados de la esclavitud y del dominio del pecado, y tenemos a Cristo el Rey.
I.- JESÚS COMO PROFETA
Un profeta era alguien elegido por Dios para hablarle y exponer SU Voluntad de parte de ÉL (solían decir: «Así dice El Señor…»), como un representante o mensajero suyo, al Pueblo, es decir, su función principal (al igual que hoy) era transmitir la Palabra de Dios, y quién mejor para transmitirla que la propia Palabra, el Verbo, el Logos mismo.
ÉL es la «Última Palabra», la revelación especial y final de Dios a una ignorante humanidad necesitada de conocimiento, de guía, de luz, de instrucción, en definitiva, de alguien que nos enseñe, y que mejor maestro, que el Maestro, que Cristo.
Como Profeta, ÉL revela y da a conocer la Verdad, viene a ser la luz en este oscuro mundo que carecía de sabiduría y conocimiento de Dios, que estaba en tinieblas, a oscuras y con el entendimiento entenebrecido.
Juan 1:18 «A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.»
Hebreos 1:1-2 «Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo (…)»
Un Profeta en el Antiguo Testamento era como un mediador entre Dios y el hombre, concretamente entre Dios e Israel; y podemos pensar en el más grande profeta del Antiguo Testamento, Moisés, quien dijo (y escribió) en Deuteronomio 18:15 lo siguiente, aludiendo de Jesús, el Mesías aún por venir 1500 años después: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios, a ÉL oiréis”. Y es por eso, que Pedro, tras la sanidad del hombre paralítico en la puerta «La Hermosa», se dirigió a la gente en Hechos 3:20-23 para declarar que ÉL, Jesús, era el profeta prometido en la profecía de Moisés.
Como Profeta fue el más grande de Todos, ya que expuso como nadie la Voluntad y la Palabra de Dios, de hecho, ÉL es la Palabra misma; quien trajo el Mensaje de Salvación (Marcos 1:15)
Sus palabras fueron infalibles, SU Mensaje es Eterno, pues antes pasarán el Cielo y la Tierra (Mateo 24:35), y como profeta, hizo milagros y señales a la vista del pueblo, aunque muy superior en número y poder a todo lo anterior visto, para certificar y atestiguar que ÉL es el Mesías, el Profeta esperado.
Cristo mismo, en la Sinagoga de Nazaret, citó una profecía mesiánica de Isaías 61:1, la cual se aplicó a Si Mismo, diciendo que había sido ungido para dar Buenas Nuevas a los pobres .
JESÚS NO VINO ÚNICAMENTE A PREDICAR EL EVANGELIO DEL REINO, ÉL VINO A FIN DE QUE HUBIERA UN EVANGELIO, Y UN REINO.
Y es por eso que cuando los seguidores y enviados de Juan «El bautista» le preguntan si era ÉL (en clara referencia mesiánica) o si debían esperar a otro, ÉL simplemente les dice que vayan a Juan y le hagan saber lo que han visto y oído, los ciegos ven, los cojos andan,… dando a entender que ÉL es cumplimiento de Isaías 35.5-6 e Isaías 61.
ÉL es el Profeta de Dios por excelencia, pues ÉL, Su Persona misma y Su Obra, fue el objeto y el sujeto de la profecía, fue punto el punto principal de la profecía veterotestamentaria.
Hechos 3:17-26 «Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes.Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y ÉL envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a ÉL oiréis en todas las cosas que os hable;y toda alma que NO oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo.Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días.Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.»
Para los oyentes contemporáneos de Jesús, quienes con fe le escuchaban, NO había duda alguna para ellos de que ÉL era un profeta de Dios (Mateo 21:11, Lucas 7:16, Juan 4:19)
ÉL cumplió los 3 requisitos que calificaban a alguien como Profeta:
- Elegido, enviado y comisionado por Dios (Juan 12:49)
- Su Misión fundamental era revelar la Voluntad de Dios (Juan 6:38-40)
- Tenía que ser infalible en nombre de Dios (Mateo 24:35)
ÉL ERA UN PROFETA, PERO ERA MUCHO MÁS QUE UN PROFETA, ERA Y ES DIOS MISMO ENCARNADO.
II.- JESÚS COMO SACERDOTE
Desde el Antiguo Testamento, Dios instituyó la función sacerdotal para que representara al pueblo ante Dios; es decir, un sacerdote hablaba a Dios como representante del pueblo, actuando ante ÉL en lugar y en favor del pueblo, pero igualmente ofrecía, de forma continua y regular, sacrificios a Dios.
EL SACERDOTE OFRECE SACRIFICIOS A DIOS, A LA VEZ QUE INTERCEDE POR EL PUEBLO ANTE DIOS.
Aunque Dios escogió a Israel para ser una nación sacerdotal, esta función fue dada a Aaron, hermano de Moisés (Números 18:1), y posteriormente a la Tribu de Leví (Números 18:2). Su labor consistía en ofrecer sacrificio por el Perdón de los pecados del Pueblo, en el Lugar Santísimo, tras haberse purificado antes, en el Día de la Expiación (Levítico 16).
Mientras los demás sacerdotes del Antiguo Testamento trabajaban constantemente en el Templo ofreciendo sacrificios que NO perdonaban los pecados, sino que los cubrían temporalmente en anticipación a la Cruz, el Sacerdocio de Cristo, quien NO descendía de Leví, sino de Judá, fue Uno, perfecto para siempre, y luego se sentó en el trono a la diestra del Padre, mientras que los sacerdotes NO se podían sentar, pues NO habían sillas en el Templo, ya que debían ofrecer continuamente sacrificio tras sacrificio.
La obra sacerdotal del sacerdocio levítico tenía virtud sólo porque en la consumación de los siglos, en el cumplimiento perfecto del tiempo, el Sacerdote Perfecto vendría y ofrecería no un sacrificio, sino EL SACRIFICIO (Hebreos 10)
¿CUÁLES ERAN LAS CARACTERÍSTICAS DEL SACERDOTE?
Hebreos 5:1-3 «Porque todo sumo sacerdote (1) tomado de entre los hombres es constituido (2) a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, (3) para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados; para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad; y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo.»
Un sacerdote debía ser tomado de entre los hombres para ser su representante, designado por Dios y debía realizar ofrendas y sacrificios por los pecados para propiciar a Dios. Además Levítico 21:6-8 nos dice que debía ser santo y consagrado al Señor
Cristo es el perfecto y mejor Sumo Sacerdote quien (únicamente ÉL) satisfizo la Justicia de Dios con una Vida en Obediencia Perfecta, siendo Santo y Puro (y por eso NO ofreció nunca sacrificios por sus pecados, como los demás sacerdotes), y que, debido a ello, le capacitó para ser el Sacrificio y pagar el precio por nuestros pecados, ofreciéndose, una vez y para siempre, al castigo de la Ira de Dios para que nosotros obtuviéramos SU Justicia, estableciendo la reconciliación por los pecados de su pueblo, toda vez que intercede continuamente por ellos, de una manera continua y perpetua (Hebreos 7:25), NO como el sacerdocio levítico que era temporal y discontinua debido a que morían
ÉL INAUGURÓ UN NUEVO Y MEJOR PACTO, UN NUEVO Y MEJOR SACERDOCIO.
Primeramente el Sumo Sacerdote se despojaba de sus ropas sacerdotales, tipificando a Cristo, quien se despojó a Si Mismo; luego el sumo sacerdote se quedaba sólo con una túnica de lino blanco, tipificando la pureza y santidad de Cristo; y por último, tras ofrecer el sacrificio, volvía a vestirse con sus ropas sacerdotales, tipificando que Cristo, tras Su Muerte, volvería al Padre para retomar Su Gloria (Juan 13:4-5)
ÉL hizo el Sacrificio de un valor eterno, porque ÉL mismo se sacrificó, satisfaciendo la Justicia de Dios, y Su Valor es eterno; ÉL era la Ofrenda y el que ofrendaba.
Jesús en el Calvario pasó a ser nuestro Gran Sumo Sacerdote; siendo en la Cruz, y a la vez, el sacrificio y el sacerdote, proviniendo de la Tribu de Judá, ÉL es Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec (Hebreos 5:6), quien hizo rasgar con SU Muerte el velo del Templo de arriba abajo (Mateo 27:51) para así dejarnos entrada y acceso libre al Padre, sólo y únicamente a través de SU Persona, y poniendo fin al sacerdocio del Antiguo Testamento.
Ya NO hay necesidad alguna de sacerdote terrenal, pues ahora tenemos un Perfecto Sacerdote en los cielos, quien representa intercede y media por nosotros, Su Pueblo, haciendo peticiones y ruegos especiales a Dios en favor nuestra; tampoco de un templo físico o terrenal, ni de una casta o «élite» sacerdotal que intervenga ante Dios por nosotros, ahora el camino ha sido abierto y podemos entrar al Lugar Santísimo por la Sangre de Jesucristo (Hebreos 10:19-22).
ÉL es nuestro Abogado, y es Su propia Presencia en sí, una intercesión por sí misma, ya que es un recordatorio perpetuo de la expiación que se ha hecho, de la propiciación que se ha ofrecido
1ª Juan 2:1-2 «Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y ÉL es la propiciación por nuestros pecados; y NO solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.»
Romanos 8:33-34 «¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.»
Hebreos 7:24-25 » Más éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.»
Nuestras oraciones NO tendrían sentido ni efecto si no tuviéramos un abogado para con el Padre, un Mediador ante el Trono de la Gracia, siempre que ese Mediador fuera un hombre como nosotros, para así representarnos
Ahora está «vestido» con una humanidad glorificada (Hebreos 2:14-16), siendo nuestro Sacerdote, Mediador («uno que está en medio o entre 2 partes») y Abogado defensor e Intercesor («uno que alega y defiende una causa.
NO satisfizo el requisito de ser parte del sacerdocio de Aarón, pero fue un sacerdote muy superior, uno para siempre, según Melquisedec, del que NO se habla genealogía, ni tuvo principio ni fin.
Melquisedec significa «Rey de Justicia», y como era Rey de Jerusalén, su título significa «Rey de Paz»; Jesucristo es el Perfecto Rey de Justicia (Isaías 32:1), a la vez que es el Príncipe de Paz (Isaías 9:6)
Ver estudio tipológico de Melquisedec: https://detalmanera.com/melquisedec-tipo-de-cristo/
Hebreos 5:5-6 «Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres Mi Hijo, YO te he engendrado hoy. Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.»
Salmo 110:4 «Juró Jehová, y NO se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.»
Isaías 53:12b «(…) Habiendo ÉL llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.»
El Catecismo Mayor de Westminster, en su pregunta 55 responde lo siguiente en cuanto a la intercesión de Cristo.
«Cristo intercede apareciendo en nuestra naturaleza continuamente delante del Padre en el cielo, por el mérito de su obediencia y sacrificio en la tierra, por declarar Su voluntad de haberlo aplicado a todos los creyentes, por responder a las acusaciones hechas contra estos, en procurarles la quietud de conciencia a pesar de las caídas diarias, así como el acceso con toda confianza al Trono de la Gracia, y la aceptación de sus personas y servicios.»
Louis Berkhof dijo lo siguiente: «Cristo se presenta a Sí Mismo delante de Dios como nuestro Representante. Su Perfecta Humanidad, Su Carácter oficial y Su obra consumada ruegan por nosotros delante del Trono de Dios. Todo lo que el Hijo de Dios encarnado es, y lo que hizo en la tierra, ÉL es y ÉL hizo por nosotros; para que Dios pueda otorgarnos el favor que le es debido a ÉL. Su presencia, por lo tanto, es una intercesión perpetua y predominante con Dios a favor de Su Pueblo, y asegura para ellos todos los beneficios de Su Redención»
III.- JESÚS COMO REY
Tras realizar Su Perfecta Obra Expiatoria Redentora, no sólo ascendió al Cielo, sino que además fue exaltado a la posición de más alto honor y autoridad a la diestra de Dios, ya que ganó ese derecho, y allí está coronado de gloria y honor, una gloria y un honor que ÉL mismo dejó a un lado y se despojó, para tomar la bajeza de nuestra humanidad y ser clavado en una Cruz.
Mientras que los reyes de Israel eran ungidos por Dios para tal labor (1ª Samuel 15:1), ÉL es el verdadero ungido («Mesías) de Dios para gobernar a la Nación, a SU Pueblo y sobre Todas las cosas; es decir, el descendiente de David que tendría un reinado eterno (2ª Samuel 7:12-13).
Todo Rey que hay o que haya habido son meros y débiles sombras de Su Persona y Oficio, del REY, un título-oficio que denota soberanía, poder, realeza, nobilidad y majestad.
Génesis 49:10 «No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a ÉL se congregarán los pueblos.»
Como REY, Jesús tiene realeza (dignidad y honor), reinado (duración, autoridad y modo de ejercerla), y un reino, donde nosotros somos los súbditos de Su Reino, quienes mediante la proclamación del Evangelio del reino en el Poder del Espíritu Santo, hacemos avanzar y crecer este Reino, el cual se accede o entra naciendo de nuevo, de lo alto, de arriba (Juan 3:3-5), mediante la fe y el arrepentimiento (Marcos 1:15)
Con el Evangelio, rescatamos a hombres y mujeres del reino de Satanás, y son llevados al Reino de Cristo.
Colosenses 1:12-13 «Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo»
Ver estudio Detalmanera al respecto: https://detalmanera.com/ieosus-kyrios/
Salmo 95:1-3 «Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos. Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses»
En la época del Antiguo Testamento, ya era el Rey futuro que se sentaría en el Trono de David, y cuyo Reino sería eterno (2ª Samuel 7:12-13, y después en Isaías 9:6-7)
En pleno contraste con la triste y decadente situación que Jeremías vivió y sufrió, Dios da una inmensa promesa
Jeremías 23:5 «He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.»
Si bien es cierto que nunca se llamó a Sí Mismo Rey, la profecía como tal lo anunció al entrar humildemente sobre un pollino en la capital del Reino (Zacarías 9:9), los sabios le adoraron como tal (Mateo 2:1-2), Herodes temió por su corona y su trono (Mateo 2:3-4), las multitudes lo aclamaron como tal (Mateo 21:9-15, Marcos 11:9-10, Juan 12:13), Sus discípulos le consideraron y vieron en ÉL al Rey (Juan 1:49), aún Sus enemigos le acusaron de ello, y se burlaron (Lucas 23:2, Juan 19:2), pero no obstante, Pilato, quien confirmó que era Rey de los judíos (Mateo 27:37), escuchó de ÉL mismo que Su Reino NO era de este mundo (Juan 18:33-37). Pero antes de ese momento, en el Sanedrín, ÉL manifestó que es y sería el perfecto cumplimiento de la Profecía de Daniel 7, y que regresaría ante ellos como un Rey (Marcos 14:62). Aún en su humillante y gloria muerte, un título estaba sobre su cabeza, y en ella ponía y remarcaba su realeza (Juan 19:19), y ÉL mismo se comportó como un rey ante la agonizante petición del mal hechos «acuérdate de mí cuando vengas en Tu Reino» (Lucas 23:42)
Tras resucita, EL dijo que toda potestad le fue dada en el Cielo y en la tierra (Mateo 28:18), y en Su Ascensión, fue coronado e investido como tal, con todos los honores que merece
ÉL es el heredero real de una Nueva Creación quien nos conducirá a un Reino Eterno de eterna Luz y Amor.
El Ángel anunció el nacimiento de Jesús, del Rey, a María como una gran proclamación real:
Lucas 1:31-33 «Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino NO tendrá fin.»
Su Reinado que ha sido inaugurado (Marcos 1:15), aún NO ha sudo plenamente consumado e instaurado, pues ahora mismo está sentado en el Trono Celestial, a la diestra del Padre (Colosenses 3:1), y Sus enemigos van a ser puestos bajos sus Pies, pero esos mismos pies, afirmarán en el Monte de los Olivos (Zacarías 14) y lo partirá por el medio, creando un gran valle, en Su 2ª Venida para acabar con toda oposición y se sentará en el trono de David para gobernar por 1000 años, estableciendo la Paz universal, pues ÉL es Príncipe de paz.
Mateo 25:31 «Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con ÉL, entonces se sentará en Su Trono de Gloria»
ÉL ES EL REY DE REYES, EL SUPREMO SOBERANO, QUIEN REINARÁ Y JUZGARÁ.
Apocalipsis 15:3 «Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.»
Apocalipsis 20:6 «Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con ÉL 1000 años.»
Su Reino abarca todas las esferas, estableciendo leyes y principios que rigen cada una de ellas:
- Reino de la naturaleza (el mundo material creado por Dios, desde los astros y las galaxias, hasta las plantas y los insectos)
- Reino de los vivientes (hombres y mujeres de toda raza, nación o época.
- Reino de los gobiernos humanos (ÉL pone y quita reyes, los usa o endurece el corazón)
- Reino de los muertos (el alma del ser humano muerto se separa del cuerpo físico iban al Seol o Hades, hasta Su Gloriosa Resurrección)
- Reino o esfera de los demonios (Han sido vencidos, destronados, humillados y exhibidos públicamente en la Cruz, y aunque hoy tiene Poder y control soberano y permisivo sobre ellos, en Su 2ª Venida, Satanás, quien los comanda, será atado 1000 años)
- Reino de los ángeles (querubines,serafines o arcángeles le sirven día y noche sin cesar)
ÉL ha sido coronado como el más grande REY de los cielos y de la tierra, y su cetro, como acabamos de ver, gobierna sobre todo y sobre todos, según Su Perfecta Sabiduría, Su infinito Poder y Su absoluta Justicia.
Salmo 2 NVI «¿Por qué se sublevan las naciones, y en vano conspiran los pueblos? Los reyes de la tierra se rebelan; los gobernantes se confabulan contra el Señor y contra su ungido. Y dicen: «¡Hagamos pedazos sus cadenas!, ¡Librémonos de su yugo!. El rey de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos. En su enojo los reprende, en su furor los intimida y dice: «He establecido a mi rey sobre Sión, mi santo monte». YO proclamaré el decreto del Señor:«Tú eres mi hijo», me ha dicho;«hoy mismo te he engendrado. Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones;¡tuyos serán los confines de la tierra! Las gobernarás con puño de hierro; las harás pedazos como a vasijas de barro». Ustedes, los reyes, sean prudentes; déjense enseñar, gobernantes de la tierra. Sirvan al Señor con temor; con temblor ríndanle alabanza. Bésenle los pies, no sea que se enoje y sean ustedes destruidos en el camino, pues Su Ira se inflama de repente.¡Dichosos los que en ÉL buscan refugio!»
Ver estudio Detalmanera sobre el Señorío de Cristo: https://detalmanera.com/senoriodecristo/
Cristo debía ser profeta para salvarnos de la ignorancia del pecado; sacerdote para salvarnos de la culpabilidad del pecado, y rey para salvarnos del dominio del pecado.
Como PROFETA es el Mejor y verdadero MOISÉS, quien habla al pueblo, iluminando a las naciones, no sólo de parte de Dios, sino como Dios Mismo que es, proclamando y portando el Mensaje, las Buenas nuevas de salvación e instituyendo un nuevo, eterno y mejor Pacto.
Como SACERDOTE es el mejor y verdadero AARON, quien le habla a Dios de parte del pueblo, siendo plenamente hombre y siendo en Sí mismo el representante de la humanidad, y habiendo ofrecido el Perfecto y único sacrificio para hacer expiación por los pecados, hoy se sienta tras Su Obra, para interceder por nosotros.
Como REY es el mejor y verdadero DAVID, ungido por Dios para gobernar con Poder, Gloria y Autoridad a Su Pueblo, haciéndolo eternamente, siendo el REY DE REYES Y EL SEÑOR DE SEÑORES, quién posee el Cetro de Justicia y equidad.