Para empezar esta reflexión, hay 2 consideraciones que quisiera exponer:
- Toda la Escritura es plenamente inspirada (y exhalada) por Dios » Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» 2ª de Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura nos enseña; otra cosa es que sepamos ver y extraer la enseñanza para nosotros, la aplicación al hoy y al ahora.
- La Biblia es la auto revelación progresiva de Dios. Dios ha decidido revelarse a la humanidad, de una manera Progresiva, en un momento determinado del espacio y el tiempo. La Biblia tiene una cohesión completa, unos libros de la Escritura te llevan a otros y nos conceptos conectan con otros, TODA es necesaria, y el A.T. es el trasfondo por medio del cual el N.T. se pone en el contexto adecuado. Lo que a su vez debemos tener claro es que la Biblia es Cristocéntrica (Cristo es el tema y el hilo conductor de Toda ella). Con lo cual sabemos que en toda la Escritura, se encuentra Nuestro Señor Jesucristo, de una manera o de otra.
En Génesis podemos observar primeramente el trato de Dios con toda la Humanidad.
Si sigues avanzando observas cómo Dios, empieza a tratar con los patriarcas de la Nación de Israel:
En Éxodo, tras haber sido esclavizados en Egipto, Dios se manifiesta como un Dios de Poder, libertando al pueblo que ÉL había determinado para manifestarse al mundo. Dios NO se realiza por medio nuestro, DIOS ES, ES ETERNO, GLORIOSO Y SUBLIME.
Lo que ÉL realiza por medio de los seres humanos, es expresarse al Mundo, de ahí la suma importancia de Predicar SU Evangelio al Mundo.
Su Oferta Universal de Salvación es para TODO aquel que crea en Nuestro Señor Jesucristo.
Una vez libertado el pueblo de Israel, de la esclavitud en Egipto, Dios les enseña cómo servirle a Él.
Con ellos llegamos al libro de Levítico.
A los pies del Monte Sinaí, Dios iba a darles instrucciones precisas de cómo ofrecer el servicio de Adoración.
La Palabra que mejor definiría este libro es SANTO (de Santidad).
La Santidad es un atributo inherente de Dios sumamente importante, que tristemente NO se suele tener claro del todo.
Cualquiera expresa que Santo es consagrado o apartado, Pero vayamos más allá, la definición de Santo es LIBRE DE TODA CULPA. La Santidad es un atributo de Dios, NO se encuentra en la creación.
Nuestra Santidad NO viene de nuestra forma de vestir o de ninguna costumbre, nuestra Santidad viene de Nuestro Estar EN Cristo.
El vestir observando el decoro es consecuencia de ello, pero no parte de nuestra Santidad; y muchas personas piensan que «son más santas» por simplemente vestir de una u otra manera, debo decir que NO; Ninguna prenda de ropa te hace Santo.
No se es más Santo por imponer una forma de cuidarse o imponer qué es lo que no debe comer otra persona. De ello no parte nuestra Santidad.
Nuestra Santidad parte de Dios. Parte de nuestro estar EN Cristo.
Pero ¿Qué ocurre?
Que existe un viejo hombre, una vieja naturaleza de la cual nos debemos ir despojando.
¿Cómo? Pues mediante nuestra dedicación al Señor, no conformándonos a este siglo, a esta sociedad, y renovando nuestra mente (entendimiento) para comprobar SU Voluntad, la cual es perfecta como dice Romanos 12:2.
Pues con esto conecto con el libro de Levítico. El cual se puede Dividir en 2 partes:
- 1.- El Sacrificio (capítulos del 1 al 17)
- 2.- La Separación (capítulo del 18 al 27).
Como bien sabemos el pecado en nuestras vidas tuvo unas consecuencia, no sólo en nosotros, también obviamente en el pueblo de Israel.
¨Hechos a la imagen de Dios¨ Fuimos creados para tener una relación íntima con ÉL… y cuando ese compañerismo se rompe, quedamos incompletos y necesitamos restaurarlo.
¿Qué lo rompe, lo rompió y lo romperá?
El Pecado, pues es la fuerza más destructiva que existe.
El libro de Levítico, es un libro de Adoración a Dios, y la base de esa Adoración es una comunión íntima con ÉL.
¿Cómo podía un pueblo impío acercarse a Dios?
Pues había que tratar con el Pecado, por eso las primeras páginas de Levítico se dedican a ello.
EL SACRIFICIO ES EL CAMINO A DIOS.
Es el que abre el camino a Dios. Todos ellos sombras (como dice Colosenses 2:16-17) del SACRIFICIO ÚNICO, PERFECTO Y SUBLIME que habría de venir, EL SACRIFICIO INIGUALABLE de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario…
Hebreos 7:26-27 RVR 1960
26 «Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía: Santo, Inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
27 que NO tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. »
El Sacrificio nos abre el camino a Dios y el vivir consagrados para ÉL nos mantiene con ÉL.
Conforme camino con ÉL me voy separando de lo que ÉL NO tiene ni es.
Levítico trata acerca de mantener, cultivar, nutrir, una relación con Dios, que comenzó con la Liberación. Aplicado a nosotros, Nuestro Señor Jesucristo nos liberta de la esclavitud del pecado y en nuestro caminar con ÉL, en esa relación, poder profundizar en ÉL, en su Palabra, en Oración y largo etc, se nos van despegando las cosas pasadas.
El primer bloque de sacrificios que trata el libro de Levítico es el HOLOCAUSTO, la ofrenda quemada, olor agradable para Dios.
Holocausto significa ¨Enteramente Quemado¨ quemado completamente (Capítulo 1 de Levítico). Allá donde lo veamos de las Escrituras, su sentido es ese.En Hebreo tiene que ver con ¨lo que sube¨.Es como enteramente dedicado. Quemado en su totalidad por ese motivo. El humo producto de lo que se está quemando en el altar, sube a Dios y le agrada.
Las ofrendas necesitan unos requisitos, que al igual que ellas en sí, también apunta Cristo.
Se podía ofrecer ganado vacuno, ovejuno, incluso aves, todo siempre SIN DEFECTO.
La ofrenda que se presentaba ante Dios, debía ser sin ningún defecto. LO MEJOR PARA DIOS. Todo era quemado menos la piel. Simbólicamente, el animal es el ¨pago¨ que se realiza, la piel del animal es de lo que el animal está revestido.
Servía para ¨Expiación¨ del que lo presentaba. El oferente, ponía su mano sobre la cabeza de la ofrenda y luego lo degollaba.
¿Y aplicado a Cristo? Cristo fue nuestra ofrenda y sacrificio que se ofreció a sí mismo en olor fragante, para expiación de todos nosotros (Efesios 5:2).
Pero como hemos observado antes, había una ofrenda y un oferente.
¿En Cristo quién es el Oferente? Dios Padre, obviamente en su caso ÉL es Santo completamente.
Quiso y le agradó. Vimos que la ofrenda tenía que ser perfecta. Cristo fue la ofrenda 100% perfecta, que únicamente Dios (Jehová Jireh) podía proveer y proveerse.
Hemos visto también que el oferente ponía su mano sobre la cabeza de la ofrenda. Eso era una señal de como este soy yo, aquí está mi pecado, aquí está el pago y luego lo degollaba.
En Cristo, Dios Padre puso sobre ÉL ¨su mano¨ depositando los pecados de toda la humanidad, pasados, presentes y futuros. Él es el único que podía depositar todos los PECADOS de la HUMANIDAD.
Aquí está el representante de la Humanidad, los sustituye, muere por ellos.
Y lo degolló (Isaías 53:6 y 10); Simbólicamente diremos que el Cuchillo de la Ira completa de Dios, lo recibió Cristo.
Fijémonos que en el sacrificio de Cristo, perfecto, completo, definitivo, Ofrenda y Oferente, SON DIOS MISMO.
En el sacrificio definitivo, solamente podía ser así.
Para nosotros, el sacrificio definitivo ya fue hecho, la ofrenda provista por Dios ya fue hecha, el olor fragante ya subió hasta ÉL. Pecados pasados, presentes y futuros ya están perdonados. ARREPENTIMIENTO Y FE es lo necesario.
Nosotros NO somos perfectos y libres de toda culpa, por lo menos YO. Somos Libres de toda culpa en el momento de Arrepentirnos y de tener Fe en Jesucristo. Ahí es cuando Dios nos puede mirar como libres de toda culpa y como perfectos, NO por nuestra Justicia, sino por la de Uno que vivió perfectamente la vida que debíamos vivir, y murió obedientemente la muerte que merecíamos morir: CRISTO.