Hoy, 19 de Mayo de 2024, si hacemos caso al calendario litúrgico, éste nos dirá que hoy es Pentecostés. Y de alguna manera, a nivel mundial, la Iglesia en general, evoca, reflexiona o celebra este acontecimiento trascendental que cambió el devenir, no sólo de la iglesia, sino del mundo. NO es malo ni negativo que, al menos un día (más allá de calendarios), la Iglesia medite y reflexione en el papel y rol del Espíritu Santo. Si Pentecostés marcó el inicio y el nacimiento de la Iglesia, y lo unimos a que hoy la Iglesia Bautista Reformada de Murcia celebra su primer año, su primer aniversario, creo que es muy apropiado hablar y tratar de exponer lo que sucedió y lo que implicó este evento de Pentecostés.
Es un pasaje clave, crucial, determinante, un pasaje de transición entre el fin de lo antiguo y el inicio de lo nuevo. Es el cambio más grande que vemos en toda la Biblia, y este evento ha sido (sobre todo este último siglo) muy confundido, muy malinterpretado y sometido a errores, debates y polémicas. Yo no he venido a dividir ni a rivalizar, sino a tratar de exponer lo que dice la Biblia.
INTRODUCCIÓN
La última noche de Jesús, siendo hombre, en la tierra, apenas escasas horas antes de subirse a la Cruz, ÉL les dice unas palabras sumamente importantes. ÉL les promete que no les dejará solos, que enviará otro Consejero como ÉL (Jn. 14:16). Les dice que el Espíritu de Verdad, el que el mundo no conoce, estará en vosotros. Que éste les guiará a toda verdad y, sobre todo, le glorificará. Tomara las cosas de Cristo y nos lo hará saber.
Es curioso (y parece hasta contradictorio), que justo antes de marcharse, de irse, de dar Su Vida, les dice a ellos que no les dejará huérfanos. Es más, mientras les está dejando, les dice “Yo estoy con vosotros todos los días…” Y les da la última promesa en Hechos 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” Tras estas palabras, fue alzado al Cielo, desde donde vendrá otra vez.
10 días después, es decir, 50 días después de Su Resurrección, nos hallamos en la capital, Jerusalén, en una de las 3 grandes y obligadas festividades anuales judías, la Fiesta de Pentecostés. Allí celebraban las primicias de las cosechas, y sobre todo, que Dios le dio a Moisés la Ley en el Sinaí, y esto coincide 50 días después de la salida de Egipto, es decir de la Pascua.
Con lo cual tenemos que en la Pascua, Jesús, el verdadero y perfecto Cordero pascual muere, dando un significado a esa fiesta, y ahora en Pentecostés, con todo el mundo agolpado en Jerusalén, Dios va a actuar dando un nuevo significado a esa fiesta. Es la agenda o la cronología de Dios:
- Jesús muere el Día de la fiesta de la Pascua.
- Jesús resucita el Día las Primicias.
- La Iglesia nace el Día de la Pentecostés.
Si en el cumplimiento perfecto del tiempo (Gál. 4:4), Dios envió a Su Hijo, ahora, en ese mismo tiempo perfecto, Dios envía al Espíritu Santo. Si en Belén nace o se encarna Cristo, es en Jerusalén donde nace la Iglesia. Jesús cumplió Su Obra y regresó al Padre, y ahora envían al Espíritu Santo para cumplir Su Obra. Hoy estamos en la Era del Espíritu Santo.
I.- LA IGLESIA NACIENTE (Hechos 2:1-12)
En Hechos 1 vemos a la iglesia preparándose, esperando, aguantando, y de repente, en Hechos 2, cuando llega el Espíritu Santo, vemos la Iglesia naciente, empoderada, poderosa, equipada y enviada a testificar al mundo. Hechos 1 esperan la Promesa, Hechos 2, reciben la Promesa. Vamos a verlo:
Hechos 2:1-4 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos (10 días después de ascender y siguen juntos, como una piña). Y de repente (cuando y como Dios quiso, NO en respuesta a nada ni nadie) vino del cielo un estruendo como de un viento recio (con gran sonido y poder) que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas (idiomas humanos, el contexto es sumamente claro), según el Espíritu les daba que hablasen.”
Hubo manifestaciones y señales sobrenaturales de origen celestial. Era lógico que así fuera, debido a la magnitud, importancia y trascendencia del evento y del significado. Al igual que en el Monte Sinaí hubo señales (temblor, fuego, voz audible del cielo). Al igual que en en Río Jordán hubo señales sobrenaturales (paloma, voz audible del cielo)
Hubo un viento recio, no un silbo apacible. Fue impetuoso, como el sonido de un huracán. Es el mismo Aliento de Dios. Hubo lenguas como de fuego. Está es la evidencia de que vino el Espíritu Santo. Ambos, viento y fuego, son símbolos bíblicos comunes del Espíritu Santo o la presencia de Dios
Versículos 2-3 tenemos el Bautismo del Espíritu Santo, que ocurre una única vez. NO es una experiencia. Se trata de colocar a todos los creyentes dentro del cuerpo, la Iglesia, en unión unos con otros y, sobre todo, con la Cabeza, Cristo.
- No hay un versículo donde se nos ordene o mande a buscar este Bautismo. Es más, sí hay un versículo donde se dice que fuimos todos (no algunos) bautizados por un mismo Espíritu (1ª Cor. 12:13). Decir que unos están bautizados en el Espíritu Santo y otro no, es lo opuesto a lo que vino a hacer, que es unir el Cuerpo de Cristo (y no dividirlo)
- El Bautismo se da una vez en la vida, ¿Cuándo? cuando crees en Cristo, cuando eres acepto, cuando pones tu confianza ÉL. Entonces eres bautizado, sumergido y unido a Cristo, y a los demás en una unión viviente.
- Es un acto secreto, misterioso y se recibe por fe. Toma a un creyente en el momento de la salvación y la coloca en Su Cuerpo, junto con los demás creyentes, en unidad, otorgándole el Espíritu santo, que mora y habita en él para siempre. Es posicional y es para siempre
Versículo 4, tenemos la Llenura (o Plenitud) del Espíritu Santo. El Espíritu Santo, dice el texto, que llenó toda la casa, pero sobre todo, los llenó a ellos.
- Esto sí es experimental y práctico, y sí se nos ordena a buscarlo constantemente.
- Ser lleno del Espíritu es equivalente a vivir una vida en total dependencia y sumisión a la Palabra de Dios. Es ceder el control de nuestra vida al Espíritu Santo, el que inspiró la Biblia.
- La llenura es algo que debemos buscar, que puede darse varias veces en la vida. Ellos, al igual que nosotros, necesitaban ser llenos del Espíritu Santo, ser empoderados para testificar con denuedo, con autoridad.
- Es por eso, y para ello que se nos mada a «No apagar el Espíritu» (1ª Tes. 5:19), a «NO contristarlo» (Ef. 4:30), y a «andar en ÉL» (Gál. 5:16)
Efesios 5:18 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu (“manténgase llenos”)”
Todo cristiano tiene al Espíritu Santo desde que cree en el Señor, pero otra cosa muy diferente es que ese cristiano ceda completamente a su poder o no. La cuestión no es si hemos recibido el Bautismo del Espíritu Santo, que por supuesto lo hicimos al creer. La cuestión es si estás experimentado la llenura del Espíritu, si has cedido totalmente al dominio de ÉL, si la Palabra de Cristo mora en abundancia y estás saturado de ella, y eres dominado por ella en cada acción, decisión, omisión. Si estás siendo controlado por ella….Todo esto es “ser lleno” del Espíritu Santo.
Es importante distinguir ambas realidades bíblicas. Muchísimos errores se derivan de no distinguirlos, o de creer que es lo mismo. El Bautismo sucede una única vez cuando eres salvo, pero la llenura se repite, o debiera repetirse. De hecho, en Hechos 4:8, se nos dice que Pedro fue nuevamente lleno del Espíritu Santo, y no se cayó, no habló lenguas raras o balbuceos, no bailó, no gritó ni dio vueltas. NO sopló… ¿Qué hizo? Predicó con fidelidad, con denuedo, con poder y autoridad la Palabra de Dios.
Si leemos Hechos 2:5-12 veremos que las lenguas, sin ningún tipo de duda, eran idiomas humanos reales, y no las glosolalias o balbuceos ininteligibles y sin sentido que tanto abundan en el día de hoy. Imagina la gente escuchando en sus idiomas, en sus dialectos, las maravillas de Dios. Estarían en shock, atónitos, perplejos. 120 personas hablando las maravillas de Dios a la vez en más de una decena de idiomas que ni ellos mismos conocían.
Habiendo distinguido entre Bautismo y la Llenura del Espíritu Santo, debemos dar 2 conclusiones acerca de estos 4 primeros versículos:
- Todos los cristianos poseemos el Espíritu Santo, ÉL vive, habita y mora en nosotros, y decir lo contrario, decir que hay cristianos sin el Espíritu Santo es no entender lo que pasó aquí. Esto es algo nuevo en el Nuevo Pacto, que el Espíritu Santo ahora estaría en todo creyente, y no en algunos. Y que además estaría no con los creyentes, sino en ellos, y de una forma permanente.
Romanos 8:9 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de ÉL”
El Espíritu Santo está en todo creyente para: sellarte, consolarte, para ser tu ayudador, tu abogado, para darte guía e iluminación, para darte instrucción, para guiarte a la verdad, para santificarte y hacerte cada vez más como Cristo, para equiparte y darte poder y dones para que puedas obedecer a Dios, glorificar a Dios en tu vida, y puedas testificar de ÉL.
- El libro de Hechos, el evento de Pentecostés, NO es un patrón o modelo repetitivo a seguir ni a buscar, donde primero eres creyente y luego eres bautizado en el Espíritu Santo en un momento posterior diferente (para hacerte un creyente Top) que debes anhelar, desear y buscar, NO. Este es un hecho y un momento aislado, único, excepcional, irrepetible y de transición entre el Antiguo y el Nuevo Pacto, entre Israel y la Iglesia, entre una época y otra, entre la Ley y la Gracia. Es la mayor transición teológica de la historia, y fue tan difícil de asimilar o aceptar para ellos, que incluso Pedro necesitó una visión de Dios para poder entrar a casa de Cornelio, un gentil.
Alguien puede decir; “Sí, pero si leemos Hechos de los Apóstoles, vemos que se repite este evento”. NO, Lo que sucede son prolongaciones, extensiones o repeticiones del mismo evento de Pentecostés a grupos concretos, únicos y excepcionales que por sus características especiales era necesario que así fuera para que todos tuvieran la certeza de que estaban incluidos en la Iglesia, el cuerpo único, el Pueblo de Dios:
- Samaritanos (Hch. 8:14-17)
- Gentiles (Hch. 10:44-48)
- Ex discípulos de Juan “El Bautista” temerosos de Dios (Hch. 19)
La Iglesia NO sería lo que es hoy sin Pentecostés. Se ha roto y derribado cualquier barrera para ser el Pueblo de Dios; judíos, gentiles, samaritanos….TODOS.
El orden es el siguiente: Fueron bautizados en el Espíritu Santo, injertados en el Cuerpo vivo. No sólo eso, además fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a glorificar a Dios, hablar, a testificar con Poder a la gente. La iglesia ha nacido, ha sido equipada y empoderada para cumplir con la tarea, ¿Qué tarea? Testificar, proclamar, predicar.
NO quiero abandonar este primer punto sin antes decir lo siguiente, que cuando sentimos, percibimos, experimentamos lo que dice Romanos 5:5, que el “Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones”, nos llenamos de gozo, y ese gozo se expresa y se debe expresar en alabanza a Dios. Somos reformados, amamos y proclamamos las verdades bíblicas heredadas de la Reforma, las doctrinas de la Gracia, pero debemos (con más razón que nunca) adorar, alabar al Señor.
Ellos eran galileos incultos, gente del vulgo, no preparados. Y están hablando en varios idiomas. El Espíritu Santo puso el foco, concentró la atención de todos, unos estaban asustados, otros expectantes y otros se burlan, y de repente Pedro (y los 11) se ponen en pie…
II.- LA IGLESIA TESTIFICANTE (Hechos 2:14-36)
La razón, la consecuencia inmediata de esa llenura. Veamos nuevamente el versículo clave del libro de Hechos.
Hechos 1:8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. “
Poder para testificar con autoridad, denuedo, convicción. Aunque la llenura o Plenitud del Espíritu se refleja en todas las áreas de la vida, la señal inequívoca en Hechos es predicar con denuedo la Palabra de Dios.
- ¿Qué hizo Esteban cuando fue lleno del Espíritu Santo en Hechos 6:5-8 o 7:55? Predicar con fe y poder la Palabra de Dios, el Evangelio de salvación, y fue tan poderoso que los incrédulos no lo podían soportar ni tolerar, y lo apedrearon y mataron.
- Capítulo 9:17, Pablo es lleno del Espíritu Santo, y 3 versículos después nos dice que enseguida predicaba a Cristo.
Hermanos, somos llenos de Espíritu Santo y eso se evidencia e una vida santa, consagrada y obediente, llena del fruto del Espíritu, de dones, de oración, de comunión, pero sobre todo y principalmente, somos llenos para ser testigos, para testificar de las maravillas gloriosas de Dios. Es imposible estar lleno del Espíritu Santo, sin estar rebosando de la Palabra que inspiró precisamente el Espíritu Santo. La razón es proclamar el Evangelio, ser testigos. Y es por eso que se maravillaban y decían: ¿Cómo es posible que gente sin letras y del vulgo, sin educación, pudieran predicar con esa autoridad, con ese conocimiento? Porque fueron llenos del Espíritu Santo.
Y aquí, ante ustedes, el primer sermón evangelístico de todos. Aquí dio comienzo a todo. Es el mensaje que Dios le da a la Iglesia, para que la Iglesia se lo dé al mundo.
Hechos 2:14-21 “Entonces Pedro (el primer sermón de Pedro. Yo no quiero ni imaginarme cómo me fue a mí la primera vez que prediqué), poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque estos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día (9 am.). Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
(Joel 2:28-32) Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto; y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
La pregunta que retumbaba en toda Jerusalén era: ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?
Pedro: “Es cierto, ha habido señales evidentes, ha habido manifestaciones sobrenaturales hace unos momentos, ¿Cómo va haber 120 borrachos juntos a las 9 de la mañana? Eso es imposible. Ésto es precisamente lo que estaba escrito y se esperaba. Se acaba de cumplir la profecía que escribió el Profeta Joel hace 800 años”
Hasta aquí todo bien, ellos son judíos, tienen, conocen y aman la Ley y los Profetas, tienen el Tanak, el Antiguo Testamento. Pedro les expone el Antiguo Testamento, y aunque estaban desconcertados por las señales que acaban de ocurrir, Pedro les lleva al Profeta Joel, y les dice que se ha producido el derramamiento del Espíritu Santo que él dijo que pasaría. Joel (800 aC) profetizó sobre el juicio que iba a venir al antiguo Israel. Pero entre las muchas advertencias de juicio, Dios tambié nuna promesa de bendición futura, como el derramamiento del Espíritu Santo.
Los judíos podían pensar “Bien, fantástico, esto es suficiente. tenemos la Profecía y el cumplimiento” Pero no, aún falta lo más importante.
Y todo aquel que invocare el nombre de Dios, ya sea judío o gentil, será salvo. Se está consumando el Nuevo Pacto: Ahora el pueblo de Dios está bajo Cristo, la cabeza, y todo aquel que deposite su fe en ÉL, es sumergido, bautizado en ese cuerpo vivo. Pero Jesús dijo que cuando viniera el Espíritu Santo, ÉL le glorificará a ÉL.
Pedro, primero reprendió a Jesús, escasas semanas atrás, para que no fuera a la cruz “¿Morir en una cruz tú? Ni hablar. Nada de eso acontezca”. Luego le negó 3 veces cuando finalmente fue a la cruz. Además lo hizo maldiciendo y jurando (Mt. 26:69-75). Ahora, 50 días después ha sido lleno del Espíritu Santo, y está imparable. Es el instrumento humano y poderoso que Dios va a usar para introducir el Evangelio en el periodo de la Iglesia
Y todo el que invocare el nombre del Señor, será salvo. Ahora Pedro va a hablar acerca de ese Señor, va a describirlo.
Hechos 2:22-36 “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de ÉL, como vosotros mismos sabéis (sanidades a ciegos, leprosos, paralíticos, milagros, resurrecciones, como la de Lázaro, apenas 10 kilómetros de allí…); a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole (esto era algo muy ofensivo, indignante y fuerte para ellos); al cual Dios levantó (este era Su mayor Milagro, Su Propia Resurrección), sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.”
Hermanos, tu testimonio es importante, pero créeme que el de Cristo es mucho más.
¿Qué dice Pedro? Que desde antes de la Creación del Mundo, desde antes de todo, la cruz era el único Plan de Dios, que era el Salvador desde antes de la Fundación del mundo, y lo demostró, tanto por las Escrituras como por la señales que ÉL hizo.
1ª Pedro 1:19-20 “sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,”
Apocalipsis 13:8 “Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.”
Lo que habéis hecho, no fue un accidente, un error o algo casual en la historia del mundo, sino que, siendo ellos totalmente responsables, fue el cumplimiento perfecto del Plan de la Trinidad en la eternidad pasada.
“Vosotros tenéis la culpa, pero era el Perfecto Plan Eterno de Dios”.
Me encanta una frase de un teólogo español llamado Francisco Lacueva, que decía: “Antes de decir Sea la Luz, Dios dijo, Sea la Cruz”. La Muerte de Cristo es el mayor triunfo de todos. La Cruz es el Plan de Redención. La aparente derrota, fue en realidad la victoria suprema.
Fue un plan profetizado por Dios:
- Puedes leer el Salmo 22, escrito hace unos 1.000 años.
- Puedes leer Isaías 53, escrito unos 700 años antes.
- Puedes ver los sacrificios del Cordero en la Pascua, del Día de la Expiación…
- DIOS nos lo estaba diciendo continuamente…
PERO NO SOLO LO PLANEÓ, SINO QUE ADEMÁS LO EJECUTÓ
Isaías 53:6 “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en ÉL el pecado de todos nosotros.”
Isaías 53:10 “Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento….”
Luego les dice, casi 2 meses después de haberle crucificado, a ellos mismos y en su cara, que han asesinado al Salvador, al Mesías. “Le prendistéis y matasteis”. Esto era algo muy duro de asimilar para ellos, algo indignante. Ellos cargaron todo su odio, su maldad contra Jesús, y ahora resulta que, ¿Era ÉL, que ÉL es el Salvador?
Primero les dice que ese Salvador vino al mundo, se encarnó, luego que ese Salvador fue ejecutado por ellos, que murió, y finalmente los va a llevar al clímax, al punto más alto: LA RESURRECCIÓN. Aquí le dedica 9 versículos. Dice literalmente que es “imposible”. Hoy, triste y trágicamente, no es popular ni siquiera en los púlpitos de la Iglesia. Y en Hechos fue el punto crucial, la clave del Mensaje del Evangelio. Sin resurrección, NO hay mensaje, no hay evangelio, no hay fe, no hay Cristo, no hay cristianismo, no hay absolutamente nada.
Pablo llega, en Hechos 17, al Areópago de Atenas y su mensaje es acerca de Cristo y sobre todo de la resurrección de Cristo. Se burlaron de él. No importa Pablo ni fracasó ni va a cambiar ni adaptar su mensaje porque es poder de Dios.
Más tarde por la providencia de Dios se pone frente a Felix, el procurador romano de Judea, y le dice lo mismo. Le deja, se va para volver a escuchar los días después con su mujer Drusila. Había días después al terminar de escucharlo dice la Biblia que le mandó que se fuera, se espantó.
Luego se pone ante un rey, el Rey Herodes Agripa, bisnieto de Herodes El Grande. Nuevamente le dice exactamente lo mismo, que estaba preso por creer y predicar la resurrección (Hc. 26:7-8). Agripa le dijo: «¡Pablo, estás loco…!. Eres bueno, por poco me persuades, lo reconozco!»
Si le preguntas, o hablas con cualquier persona fuera, te dirá que la Resurrección es un absurdo, un sin sentido, algo ilógico, te dirá que es imposible. Y Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dice a todos que lo que es absolutamente imposible es que la muerte pudiera reclamarle algo al autor de la vida, que la muerte pudiera retenerlo. La muerte es consecuencia del pecado (Rom. 6:23), ÉL es Dios, ÉL es Santo, jamás ha pecado. Es imposible que reclamase potestad sobre el Hijo de Dios, eso es lo que es imposible.
Aquí, en la Resurrección, está tal vez la mayor diferencia entre el cristianismo y otras religiones: Abraham y Moisés murieron, Buda murió, Mahoma murió el 08 de Junio del año632 dC y está hoy sepultado en Medina (Arabia Saudí), allí miles de musulmanes se reúnen para lamentar su muerte. Nosotros nos reunimos cada domingo como hoy, sí, pero para celebrar el triunfo, la victoria de nuestro Señor sobre la muerte.
“Porque David dice de ÉL: Veía al Señor siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, y aun mi carne descansará en esperanza; porque no dejarás mi alma en el Hades (seol, infierno), ni permitirás que tu Santo vea corrupción (es absolutamente Santo). Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia.
Aquí Pedro les expone el Salmo 16:9-11, para apuntar, aplicarlo e interpretarlo en Jesús. A continuación, Pedro los va a desafiar.
Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy (les dice que David nunca resucitó, que él no es el cumplimiento del Salmo 16). Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:
Dijo el Señor (Dios Padre) a mi Señor (Cristo): Siéntate a mi diestra (al lugar de gloria y honra), hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Muchos de ellos no vieron a Jesús resucitado, por eso Pedro les abre las Escrituras, para mostrarles que aún mismísimo David, quien murió, está enterrado y su cuerpo quedó sepultado expuesto a la corrupción, habló de la Resurrección de Jesús, y cita 2 Salmos, el Salmo 16 y el 110. Pedro da una clase magistral de homilética, de cómo predicar expositivamente: Coge la Palabra, en este caso el Antiguo Testamento, lo explica, lo aplica, lo dirige a Cristo y exige o demanda una respuesta.
Como si dijera: “David, 1.000 años antes de Jesús, ya habló proféticamente de ÉL. Si habla de la Resurrección y él murió y su cuerpo está enterrado, ¿A quién se refería entonces?” Habla y apuntaba a alguien mucho mayor que David, al Mejor y verdadero Rey David, Cristo. Tras exponer la Resurrección, Pedro les lleva a la exaltación de Cristo. Les va a dar la respuesta directa de a quién se refiere esos salmos mesiánicos
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.”
Pedro, quien fue cobarde la noche de la cruz, ahora está imparable y vuelve a señalarles, a apuntarles. Él no dice, “bueno, esto los va a confrontar, los va a ofender mucho… Creo que es mejor predicar de un Dios de Amor que los ama…”
“Vosotros lo juzgasteis falsamente, lo acusasteis con testigos y pruebas falsas, promovisteis la pena capital, lo clavasteis en una cruz, pero Dios lo ha exaltado haciéndolo el Señor de todo y de todos. Os pensabais que era un criminal, y resulta que es Dios mismo.”
Hoy el mensaje popular te dice que tú hagas a Jesús el Señor, pero ¡NO!. Dios ya le ha hecho Señor, ÉL ya lo es. A nosotros se nos pide que nos sometamos a Su Señorío.
III.- LA IGLESIA CONFRONTANTE (Hechos 2:37-38)
Hubo una fuerte exhortación a responder al mensaje de Pedro
Hechos 2:37-38 “Al oír esto, se compungieron de corazón (Lit: “su corazón fue punzado, acuchillado. Aquí vemos la acción poderosa del Espíritu Santo), y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? (Parece que aquí ya no hay burlas. Parece un ruego urgente. Se sientes culpables, desesperados y con dolor) Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo…”
Es mucho mejor decir hoy, ahora: “¿Qué haremos?”, que no, cuando ya sea demasiado tarde, “¿Qué hice?”. Aún hoy hay salvación.
Hemos visto la doble reacción cuando se expone y se predica fielmente el Evangelio. Primeramente, ante las evidentes señales sobrenaturales, algunos se burlaron, creyendo que estaban borrachos (2:13), otros se preguntaban qué quería decir o qué significaba eso que estaba aconteciendo. Nadie quedó ajeno, nadie quedó igual. Así pasará en la vida de todas las personas:
- O Jesús será tu Salvador, o será tu Juez, pero ÉL va a marcar la diferencia en tu vida y va a ser determinante en ella, aunque te burles o ÉL sea indiferente para la tuya.
Es un error pensar que porque la gente rechace el evangelio, el predicador fracasa o falla, aún si es fiel, NO. Si fuera así, el Profeta Jeremías sería el mayor fracasado, pues predicó 40 años y solo obtuvo rechazo, negación, burla y persecución. Pero como no entendemos esto, ¿Qué hacemos? Suavizamos el evangelio, lo endulzamos. Hermanos, no tenemos derecho a eso.
¿Qué dice Pablo al respecto? Romanos 1:16 “El Evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…”. A continuación expone el evangelio y todas sus verdades, y ¿Por dónde empieza Pablo?
“Dios te ama, y tiene un plan maravilloso para tu vida. Él quiere que cumplas tus metas, tus sueños y que seas feliz, lucha por ello” ¡NO!“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”
Empieza por la Ira y la Justicia de Dios. Hoy, en general, hemos endulzado y suavizado el evangelio tanto para evitar compungir, que no tiene poder porque simplemente no es el evangelio. Y como no tiene poder, no vemos conversiones genuinas, y empezamos a añadir, a actuar nosotros y a introducir cosas: música triste de piano a la hora del llamado, luces y humo, psicología motivacional… Y como eso nos gusta, pensamos que eso es poderoso. ¿Dónde está la Cruz y la Resurrección predicada?
Tenemos los mejores medios que nunca para poder predicar y proclamar las maravillas de Dios, pero sin embargo, el mensaje de la Iglesia de hoy es el más ambiguo y distorsionado de todos. No queremos hablar de pecado, de infierno. No hablamos de la Resurrección ni de la 2ª venida.
Lo hemos sustituido por psicología, humanismo y prosperidad. Hermanos, el Evangelio verdadero es “olor de vida para vida, para algunos”, pero a la vez, es “olor de muerte para otros” (2ª Cor. 2:16). Es absolución para algunos (los que se arrepienten y creen), y es sentencia de muerte para otros (los que rechazan y rehúsan creer). Muchas iglesias, precisamente hoy, hacen reuniones de milagros, y parece que se olvidan que el mayor milagro es la salvación de un alma: No hay mayor milagro hoy, que una persona espiritualmente muerta, enemiga de Dios, que rechaza a Dios, que le da la espalda a Dios, y que abrace por fe y se entregue a Cristo. Y esto se consigue con la predicación fiel del Evangelio en el Poder del Espíritu Santo.
Aquí, en el texto, dice que “se compungieron” de corazón y preguntaron ¿Qué haremos? Estaban aterrados, totalmente angustiados. El Espíritu Santo trajo tal convicción, que fue como una espada que atravesó sus duros corazones. Dios les puso un corazón de carne, y pudieron ver la realidad espiritual. Ardieron en deseo de gracia, de salvación.
¿QUÉ HAREMOS?
Es la misma pregunta que dijo el Carcelero de Filipos a Pablo y a Silas: ¿Qué debo hacer para ser salvo?, o incluso Saulo de Tarso al tener ese encuentro con el Cristo Resucitado camino a Damasco: “¿Qué quieres que yo haga, Señor?”. Y es la misma pregunta que cada uno de nosotros debemos sí o sí afrontar en nuestra vida. «¿Qué haré con Jesús?»
Aquí Pedro les dice que hay 2 Imperativos:
- Arrepentimiento: da un giro de 180º en tu vida y vuélvete a Dios.
- Fe: Evidenciado, externamente, en el testimonio público del Bautismo.
Pero también les dice que hay 2 Promesas o Bendiciones:
- Perdón de los pecados (justificación)
- Don del Espíritu Santo.
- Ellos dieron muerte al Hijo de Dios, la 2ª Persona de la Trinidad, y ÉL les ofrece el Espíritu Santo, la 3ª
Ese día se unieron a la iglesia, fueron salvas 3.000 personas, esto es, 1.000 personas por cada negación de Pedro.
Hoy hay libros, cursos, seminarios, técnicas, consejos, estrategias, publicidad…todo para que la iglesia sea relevante. Se trata del Evangelio. Se trata del Espíritu Santo. El Evangelio es Poder de Dios. Y ese Poder lo vemos en Hechos, donde primeramente 11 hombres, pobres, humildes, vulgares y perseguidos, avanzan y no solo llegan al epicentro del Imperio romano, sino que derriba los corazones duros, derriba la cultura y la cosmovisión, hasta derribar el Imperio Romano.
¿CÓMO LO HACEN?
Predicando el Evangelio en el Poder del Espíritu Santo. Fue toda una revolución mundial. Avanzaban, se adentraban en los corazones de las personas, en la sociedad, en la cultura y cambiaba todo: Desde Jerusalén, Judea, samaria y en los confines de la tierra, hasta la mismísima capital del Imperio romano
- NO fue estrategia de ningún hombre,
- NO fueron gobiernos o dirigentes políticos nuevos.
- NO fue por ir en pos de la corriente para que la gente les siguiera.
Fue por ser fieles al Evangelio. Cuando el evangelio es fielmente predicado, las iglesias crecen, vidas son cambiadas y transformadas.
Hermanos, es la única esperanza para este mundo. NO es la ONU, OTAN no son los gobiernos (ni de derechas ni de izquierdas), NO es la filosofía, la educación refinada, la cultura progresista o el avance de la ciencia o la tecnología.
ES EL EVANGELIO. En él vemos:
- Al Inmortal gustando la muerte
- Al Autor de la vida recibiendo la muerte
- Al Inocente siendo culpable, y al Santo siéndole imputado el pecado.
- Al Hijo de Dios separado de Dios y muriendo por los hombres
- Al Señor de la Gloria muriendo solo, desnudo, lleno de sangre y en debilidad
En el Evangelio Jesús recibe lo que nosotros merecíamos, para que nosotros podamos recibir lo que ÉL merece.
Hace 2 días, se celebró aquí, en Alcantarilla (con motivo de las fiestas), la coronación de la reina. La máxima autoridad, en medio de un escenario lleno de ostentación, decoración, luces, música, aplausos… pone la corona de reina a una joven, que va con un bonito y elegante vestido.
Hace 2.000 años, la máxima autoridad del Cielo y de la tierra, en medio una una oscuridad sin igual durante tres horas, en un clima donde no había aplausos ni música, sino acusaciones, insultos, burlas, latigazos y sangre… hubo otra coronación…
Aquí no hubo ostentación mi pompa. Dios el Padre coronó a Su Hijo pero fue con una corona de espinas, que simbolizaba la maldición que tenía en ese momento Cristo.
- Le atribuyó le imputó todos los pecados toda la maldad de todos a ÉL
- Y a ÉL lo consideró, siendo Santo, Justo e Inocente, como el responsable de todos y cada uno de ellos, y lo juzgó. Lo condenó.
- Pero era imposible, como dije antes, que la muerte hubiera reclamado algo de ÉL, y por eso se levantó de entre los muertos.
Ahora, después de la corona de espinos, El Padre le puso la corona de Gloria, lo exaltó a lo sumo, le dio un Nombre que es sobre todo Nombre…
LE HA HECHO SEÑOR Y CRISTO
CONCLUSIÓN
Hermanos, queremos y debemos ser cristianos eficaces. Ya tenemos el Espíritu Santo, ya hemos sido bautizados en ÉL. Debemos entregar nuestras vidas para ser y estar continuamente llenos del Espíritu. Así nació la Iglesia. Así nació el Evangelio. Así se avanzaba, se salvaban vidas y se cambiaba poco a poco la sociedad y el mundo. Así, con una iglesia llena del Espíritu Santo que predicaba con fidelidad, denuedo y autoridad, el Evangelio.
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