Tras advertir del problema de la intrusión en las iglesias de los legalistas judaizantes (ver Hechos 15), quienes afirmaban ser cristianos y seguir a Jesús a la par que obligan a observar la ley (sobre todo la circuncisión), Pablo ahora, en estos versículos que siguen, nos expone 2 ejemplos, uno bueno (él mismo) y uno malo (los enemigos de la cruz), y 2 soluciones preventivas o «antídotos» para NO caer en los errores que advierte, y para huir de estos enemigos de la cruz:
- Seguir el patrón de su conducta, de su ejemplo mismo.
- Recordarnos que somos ciudadanos del Cielo, nuestra mancomunidad es el Reino de Dios.
Filipenses 3:17-4:1 «Hermanos (3 veces en un capítulo, 3:1 y 3:13), sed imitadores (NO dice que le escuchen, ahora va más allá, dice que le imiten. Ver 1ª Corintios 11:1 y 1ª Tesalonicenses 1:6) de mí (Pablo se pone como ejemplo para ellos, para los filipenses en contraste con los judaizantes legalistas), y mirad (poner la mirada o fijaos) a los que (Pablo NO es exclusivo, sino que honra a cualquiera que ande como Timoteo, Epafrodito, Pablo, y sobre todo, Jesús) así se conducen (se comportan) según el ejemplo que tenéis en nosotros. (Pablo da una severa advertencia y un fuerte aviso como ya hizo con los efesios en Hechos 20:28)Porque por ahí andan (como hambrientos leones rugientes, como aves rapaces) muchos (falsos maestros), de los cuales os dije muchas veces (cuando estuvo físicamente en persona con ellos), y aún ahora lo digo llorando (la advertencia es seria, es urgente y Pablo en la lejanía siente tristeza por ello. Hechos 20:31), que son enemigos de la cruz de Cristo (mientras afirman ser creyentes, sus vidas dice lo contrario); el fin (el destino último y eterno) de los cuales será perdición (NO es aniquilación, sino eterna condenación bajo la ardiente Ira de Dios), cuyo dios es el vientre (alude a los desenfrenos y placeres sexuales), y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal (ellos piensan en lo que Pablo definió como basura y excrementos). Mas (tremendo contraste de Pablo y la Iglesia respecto a estos falsos cristianos) nuestra ciudadanía (nuestra forma de ser, de vivir, de pensar,…) está en los cielos (NO es terrenal como ellos, es del cielo. Ver Colosenses 3:1-3), de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo (el retorno y la 2ª Venida del Señor será desde el cielo); el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra (Romanos 8:23, 2ª Pedro 3:11-12, 1ª Corintios 15:51-57), para que sea semejante al cuerpo de la Gloria Suya (tendrá lugar la glorificación del cuerpo nuevo transformado), por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas (Efesios 1:19-22). Así que (en consecuencia a todo esto que os acabo de decir), hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía (Pablo empleaba un tono afectivo, cercano y cariñoso con la iglesia de Filipos), estad así firmes (Filipenses 1:27) en el Señor (similar a Efesios 6:13), amados.»
Después de ensalzar el supremo ejemplo de servicio desinteresado como es el de Cristo (2:5-11), después de los ejemplos de Timoteo (2:19-24) y de Epafrodito (2:25-30), ahora el propio autor, el Apóstol Pabblo se pone como ejemplo a seguir para ellos, pero lo hace después de escribirles que aún NO había llegado a la meta había alcanzado la semejanza de Cristo, la Glorificación, pero seguía adelante en ello con firmeza y perseverancia. Pablo NO era un ególatra como hoy tantos abundan en esta antropocéntrica y materialista sociedad. Él NO era un ejemplo perfecto como sí era Cristo (solo ÉL), tampoco era sin pecado (de hecho aún se considera como el primero de los pecadores en 1ª Timoteo 1:15), pero él aun, a pesar de ello, era un buen ejemplo para ellos y para nosotros, quienes somos igualmente imperfectos y estamos necesitados de buenos y piadosos ejemplos en nuestra continua e incesante búsqueda de la semejanza a Cristo, la meta y el propósito de la vida.
1ª Corintios 11:1 «Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo»
1ª Tesalonicenses 1:6 «Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo»
NO se trata de imitarlo a él en sí, sino más bien de seguir su ejemplo, lo que él hizo, y sobre todo, por qué o por quién lo hizo, y es por eso que en el texto original griego pone literalmente «sean imitadores conmigo».
El andar y el caminar de Pablo, fiel a la cruz, es totalmente opuesto al descrito en los siguientes versículos, los enemigos de la cruz.
A partir del Versículo 18, Pablo pasa a dar una seria advertencia e insiste en ello, a fin de que NO caigan en los errores doctrinales. Tal vez el mal recuerdo de la iglesia en Corinto o la comunidad de Galacia le hace que insista en este punto.
Hechos 20:28 « Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ÉL ganó por Su propia Sangre.»
Al igual que en nuestro vivir cristiano hay ejemplos en el que poner la mirada, también hay ejemplos a evitar que debemos huir, ejemplos peligrosos que se infiltran en la iglesia (aún en puestos de liderazgo) bajo piadosa apariencia (2ª Corintios 11:13-15). La Biblia nos advierte en reiteradas ocasiones contra estos últimos:
Mateo 7:15 “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”
Mateo 24:4-5 «“Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán”
1ª Juan 4:1-3 «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo»
2ª Juan 7 «Muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo”
Podría seguir hablando de 2ª de Pedro, de la epístola de Judas, de Simón El Mago (Hechos 8:9-24) de Elimas (Hechos 13:8-11), o las mismas advertencias a Timoteo (1ª Timoteo 1:4) y a Tito (Tito 3:9).
TODO FALSO MAESTRO ES UN CLARO ENEMIGO Y ADVERSARIO DE LA CRUZ DE CRISTO, LO MISMO QUE SATANÁS Y, COMO ÉL, TENDRÁN EL MISMO FIN.
NO solo eran perros, malos obreros y mutiladores del cuerpo, eran enemigos de la cruz, ya que para ellos NO les bastaba que Dios clavara a Su Amado Hijo en la Cruz por nosotros, sino que eso no era suficiente y ellos debían añadir y colaborar con Dios en su propia salvación.
Aunque es una clara advertencia contra los judaizantes, en estos versículos en concreto Pablo está haciendo referencia a los que promueven la libertad y la promiscuidad, los que abrazaban los placeres de la carne y daban rienda suelta a sus instintos y deseos, tergiversando la libertad cristiana como licencia para justificar el pecado y e descontrolado libertinaje.
Como tales falsantes, engañadores y oponentes de la verdad (ya sean legalistas judaizantes como libertinajes), su destino es eterna perdición, eterna condenación y tormento en el Infierno.
2ª Tesalonicenses 1:7-9 «(…) y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder»
A pesar que estos falsos maestros NO conocían al Dios de la Biblia plenamente revelado en Cristo, ellos NO estaban desprovisto de adorar a una deidad (un ídolo, mejor dicho), y en este caso adoraban a sus propios apetitos e impulsos desenfrenados, sensuales, carnales y corporales, es decir, a su propio vientre. Su gloria de la cual se jactaban era precisamente su propia vergüenza. Es decir, para Pablo todo eso era basura, era estiércol y excrementos comparado con conocer más a Cristo (3:7-8), para ellos era su gloria (aunque realmente era su vergüenza).
La necia actitud de estos enemigos del evangelio era similar a la del avaricioso y necio rico de Lucas 16.
Lucas 12:16-21 «También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.»
De Pablo NO se nos dice que llorase cuando fue perseguido, o cuando fue encerrado en cárceles, pero en el versículo 18 se nos dice claramente que derramó lágrimas ante la conducta y la condena de estos enemigos de la cruz, y ante la posibilidad que pudieran adentrarse con su «veneno teológico» en la iglesia de Filipos.
Ellos tenían una mentalidad terrenal, es decir, una mente y una cosmovisión totalmente opuesta y excluyente a Dios: Inmoralidad y libertinaje sexual, impurezas, bajas pasiones, malos deseos, avaricia, egoísmo y egocentrismo enojo, ira, deseos desenfrenados, contienda, lenguaje obsceno, … Todo ésto son valores que esta sociedad, este mundo y esta cosmovisión que se opone a Dios y a Su Palabra tolera, permite, abraza e impone, pero que el Reino de Dios NO.
Santiago 4:4 «¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.»
1ª Juan 2:15 «NO améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre NO está en él.»
Justo en este momento Pablo rompe y traza un tremendo contraste sin igual con estos valores y con todo aquel que sigue este patrón de vida, este mal ejemplo digno de los enemigos de la cruz, y lo hace de la siguiente manera.
«Nosotros NO seguimos ese patrón, esa cosmovisión del mundo, ¿Sabéis por qué? Porque somos ciudadanos celestiales del Reino de Dios y NO de este mundo, aunque vivamos aquí»
CRISTO ESTÁ EN EL CIELO, DEBEMOS TENER LA MIRADA EN LAS COSAS DE CIELO. ES MÁS, ÉL VA A VENIR DESDE EL CIELO POR NOSOTROS Y NOS VA A SACAR DE ESTE MUNDO, DE ESTA COSMOVISIÓN, ¿CÓMO PODEMOS ABRAZARLA?, ¿CÓMO PODEMOS AMAR ESTE MUNDO?
Aunque los creyentes viven en este mundo, son ciudadanos del cielo, es más, aunque aún NO vivimos en el cielo, sí vivimos en el reino celestial (Efesios 2:6), experimentado de algún modo la vida celestial aquí en la tierra.
¿QUÉ TIENE DE PECULIAR PARA LOS FILIPENSES ESTA EXPRESIÓN?
Filipos era una colonia romana compuesto en su mayoría por ex soldados ya retirados, y gozaban de los privilegios de esa ciudadanía, a pesar de que vivían lejos de Roma, y eso para algunos de ellos era motivo de orgullo, de jactancia (Ver Hechos 16:21). Pablo les viene a decir que son ciudadanos del cielo, a pesar de que están ahora lejos de él, y eso sí que es verdadero motivo de orgullo, de identidad, de jactancia.
«Si vosotros que estáis lejos de Roma sois ciudadanos de Roma con sus derechos sociales y políticos y libertades, NO debéis olvidar que antes y primeramente sois ciudadanos del Reino, también con sus derechos, sus libertades y con tu identidad celestial, a pesar que estáis lejos del cielo. Sois ciudadanos del Cielo, pero con residencia temporal en la Tierra, con una pasaporte pasajero, NO olvidéis jamás eso»
LA IGLESIA HOY Y AQUÍ ES UNA COLONIA DEL CIELO
O ciudadanos del cielo o ciudadanos terrenales, o fieles amigos de la cruz o enemigos de la cruz, o discípulos o que viven en la libertad de Cristo o falsantes que viven en libertinaje, o hijos amados que viven la ley de Cristo, la ley del amor a Dios y al prójimo, o judaizantes legalistas que viven en el férreo legalismo, o resurrección para vida o para muerte…
Pablo va más allá en este versículo 20, y llama a Jesús con el mismo título que se llamaba a César (y que antes ya se autodenominó Julio César), y lo hace en una carta escrita a súbditos de Roma, como eran los filipenses. Pablo llama a Jesús SALVADOR, un título honorable que a Él, y sólo a Él le pertenece por derecho propio, pues Él es el único Salvador de la humanidad.
Lucas 2:10-11 «Pero el ángel les dijo: NO temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.»
Y por si fuera poco, Pablo nos dice algo que nuestro Excelso Salvador hará, cosa que ningún otro vil pecador podría jamás decir ni hacer, ni aún ningún césar. ÉL transformará nuestros miserables y humillados cuerpos caídos a la gloriosa imagen y semejanza Suya, un cuerpo nuevo y adaptado, precisamente para que vivamos en nuestro hogar celestial junto a ÉL, un cuerpo saturado de la Gloria de Dios (Lucas 24:26) y trascendente sobre la corrupción, la enfermedad y aún la muerte (Romanos 6:9).
1ª Corintios 15:50-53 «Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: NO todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.»
ÉL se vistió con nuestro corrupto cuerpo (aunque era sin pecado), para poder vestirnos y transformarnos a nosotros con Su Glorioso Cuerpo, siendo ÉL las primicias de esa gran cosecha incorruptible (1ª Corintios 15:20-23).
ÉL vio los catastróficos efectos del pecado y tomó para Sí Mismo un cuerpo humano como el nuestro para someterlo a la muerte en nuestro lugar, siendo nuestro representante por el pago de la Ley ante la Ira de Dios, aboliendo así la Ley de la muerte y el cumplimiento de la pena impuesta al pecado (todos nosotros morimos en ÉL) y haciendo a la muerte perder su poder sobre nosotros al ser enteramente vertido sobre Cristo. Todo esto lo hizo para revertir la corrupción en incorrupción, la humillación en gloria, la muerte en vida y la condenación en eterna redención
El primer versículo del último capítulo de Filipenses (Filipenses 4:1) lo conecta con todo lo que les acaba de decir. En consecuencia, o debido a lo que ÉL ha prometido que hará al resucitarnos, nosotros debiéramos estar más firmes en el Señor, siempre en unión con ÉL.
Filipenses 1:27 «Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio (…)
Efesios 6:13 «Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes»
Y nuevamente Pablo utiliza términos cariñosos que no vemos en otra carta dirigida a otras iglesias. En este caso les llama gozo y corona mía.
El gozo es la palabra y el sentimiento clave para esta preciosa epístola, siendo una actitud interna, y la corona alude más bien a algo externo, al logro o trofeo que se daba como premio, en este caso su arduo trabajo apostólico.
«Estén firmes, perseverando y comportándose como lo que sois, ciudadanos del Reino de Dios con una residencia temporal en esta tierra, porque Cristo va a regresar precisamente del cielo, y cuando lo haga nos va a transformar para llevarnos y estar junto a ÉL. ¿NO merece la pena? Os aseguro que sí»
Y es útil y necesario que Pablo hable de la firmeza a permanecer unidos a ÉL, ya que en los siguientes versículos va a dar unas exhortaciones individuales originadas en el contexto de la iglesia por haber roto o fracturado la unión fraternal de la fe entre ella, y busca reconciliar y restaurar la armonía dentro de la comunidad de la fe.