MI HERMANA, MI FE Y MI DIOS

En este post NO voy a hablar de teología teórica como tal, NO va a ser un devocional o un estudio como tantos otros que he hecho, sino que voy a vaciar mi abatido corazón desde la misma experiencia propia que me está tocando vivir y sufrir estos días. Ahora la teología, la fe y el evangelio son puestos a prueba, a prueba de fuego. Es ahora cuando todo cobra, o así debiera ser, sentido.

Me toca redactar ese post, con abundantes lágrimas en los ojos, desde la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos (U.C.I.) del Hospital Santa Lucía de Cartagena (Murcia, España). Allí mi hermana mayor, la que cuidó tanto de mi, la que me hacía tantos y tantos regalos, la que me quiere con todo su corazón (yo soy su único hermano), se debate (a fecha 24/12/2021) entre la vida y la muerte. Recibimos a diario noticias no alentadoras ni esperanzadoras, pero mi Biblia, la Palabra de Dios queme acompaña en estos oscuros días, dice lo siguiente:

Juan 1:4  « En ÉL estaba la vida, y la vida era la Luz de los hombres.»

Juan 11:25-26  «Jesús le contestó: «YO Soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, NO morirá jamás. ¿Crees esto?»

Juan 14:6  « Jesús le dijo*: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.»

NO sé lo que va a pasar, ni cual será el desenlace de toda esta tragedia, de esta pesadilla, pero Dios sí lo sabe, y me fío más de ÉL que de mí. Pase lo que pase, ÉL seguirá siendo el Dios que está sentado en el Trono, y yo una mera impotente e incapaz criatura, frágil y débil, dependiente de ÉL. Cambiará, o no, mi situación o mis circunstancias, pero nunca cambiará la realidad.

Si hay algo que tengo claro es que cada día que pasa le doy las gracias a Dios por ella, por un día más, y lo que en un principio le pedía, egoístamente para mí, que la sanara, hoy simplemente le pido con agradecimiento, con fe y con gozo que se cumpla Su Perfecta Voluntad, y nos ayude en todo:

• Si la sana (y así lo deseamos con todo el anhelo del mundo), le daremos las gracias al Señor por ella y lo celebraremos todos juntos durante el resto de nuestras vidas, sin duda.
• Si NO sale como nosotros queremos y NO es sanada, igualmente le daremos las gracias a Dios, pues sin merecerlo me ha dado, me ha regalado a la mejor hermana mayor del mundo, y con pena, con tristeza y con dolor (muchísimo dolor), seremos ayudados por el Consolador, el Espíritu Santo, y abrazados por el Amor de Dios en los peores y más oscuros días de nuestras vidas, recibiendo una paz que sobrepasa todo entendimiento. Miraré al cielo y me vendrá estas palabras, extraídas de la Biblia, a mi mente y mi corazón:

«Rubén, bástate Mi Gracia, porque Mi inconmensurable Poder se perfecciona en la debilidad, en tu debilidad»

A veces NO entendemos los planes ni los propósitos de Dios, simplemente nos es imposible como criaturas finitas y caídas albergar a un eterno e insondable Dios que ni aún los cielos de los cielos pueden contenerlo, pero debemos confiar y aferrarnos al Señor como nunca antes. ÉL es inmensamente más Poderoso, más Bueno, más Sabio y más Amoroso que nosotros, aunque a veces me cueste entender el por qué de tantas y tantas cosas…

Isaías 55:8-9  «Porque Mis pensamientos NO son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos Mis caminos, dijo El Señor. Como son más altos los cielos que la tierra, así son Mis caminos más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más que vuestros pensamientos.»

Agradezco a Dios que me permita cada día entrar a verla, tomarla de la mano y orar allí mismo por ella; pero sobre todo, agradezco que el día 05-12-2021, en compañía de mi otra hermana, mi gran sustento y apoyo en la familia en cuanto a la fe en el Señor, pudimos hablarle en términos muy sencillos pero muy contundentes acerca de Jesús, el Señor y Salvador. Ella era muy conocedora de nuestra fe, de nuestro Señor, y es en esos momentos cuando uno se de cuanta que todo es efímero y absurdo, y que ante la certeza parada final de la muerte, sólo puede haber una parada, un transbordo seguro: el Señor Jesús. NO hay opción alguna más.

«Hermana, sólo confía en Jesús, estate tranquila y confía en El Señor… Te lo hemos dicho muchas veces, Jesús murió por nosotros, confía en ÉL. Confía en ÉL»

Noté un fuerte apretón procedente de su débil mano izquierda, que solo Dios sabe qué quería decir ese gesto. Sinceramente nos consolaba saber que de aquella manera ella respondía o contestaba a nuestras oraciones, a nuestras charlas. ¿Era un sí?, ¿Era un por qué a mí y ahora?… Solo Dios lo sabe

Soy humano, aún en proceso de mi progresiva santificación a la imagen perfecta; y por eso tengo miedo, a pesar de que el Señor es mi escudo y mi fortaleza, mi baluarte y mi refugio. Pero, humanamente hablando, tengo miedo.

Salmo 27:1  «El Señor es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor?»

Reconozco que, en mi fragilidad, mi impotencia y mi debilidad, tengo incertidumbre, a pesar que mi fe es firme, sólida y genuina (todo por gracia).

Salmo 42:11  «¿Por qué te desesperas, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues lo he de alabar otra vez. ¡ÉL es la salvación de mi ser, y mi Dios!»

1ª Pedro 5:6-7  «Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que ÉL los exalte a su debido tiempo, echando toda su ansiedad sobre ÉL, porque ÉL tiene cuidado de ustedes.»

Hoy, más de 20 días después de haber sido ingresada en la UCI, clamo, imploro, ruego y acudo con fe a Dios, al Trono de misericordia más que nunca. Día a día, hora tras hora. Mi mente y mi corazón están puestos en ello, mi esperanza y mi fe también.

Acudo a ese Dios que tantas y tantas veces he leído, he meditado y he estudiado. Hoy puedo decir que he aprendido a orar, a orar de verdad, a orar con fe, a orar sabiendo que puedo sufrir el resto de mi vida con la respuesta de Dios. En definitiva, he aprendido a ver la importancia vital de la oración, la cual ahora reconozco haberla descuidado en pos de una sólida y firme teología, la cual hoy me permite conocer a Dios bien para orarle mejor y para entender Su Respuesta, sea la que sea. Todo tiene, o tenía, un sentido, un proceso.

Hechos 12:1-5  «Por aquel tiempo el rey Herodes echó mano a algunos que pertenecían a la iglesia para maltratarlos. Hizo matar a espada a Jacobo, el hermano de Juan. Y viendo que esto agradaba a los judíos, hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió durante los días de los Panes sin Levadura. Habiéndolo arrestado, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro grupos de soldados para que lo custodiaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua. Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él.»

Salmo 141:1-2a  «Oh Señor, a Ti clamo, apresúrate a venir a mí. Escucha mi voz cuando te invoco. Sea puesta mi oración delante de Ti como incienso (…)»

Es por todo lo que he expuesto, y mucho más, que estoy totalmente en contra de ese falso evangelio de la prosperidad, donde te prometen bienestar, riquezas, prosperidad, salud, … a través de pactos con un dios muy alejado del Soberano del Cielo y de la Tierra… Ese NO es mi evangelio, ese NO es el evangelio de Abraham, Pablo, de Job o de Habacuc.

Job 1:21  » (…) y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor dio y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor».

Habacuc 3:17-18  «Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; aunque falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento; aunque falten las ovejas del redil, y NO haya vacas en los establos, con todo yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en el Dios de mi salvación.»

2ª Corintios 12:8-10  «Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí. Y Él me ha dicho: «Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad». Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.  Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.»

Es en estos momentos, en estos días en que tanto medito y leo el Salmo 102, justo en estos momentos en que mi fe está siendo duramente probada, que puedo esconderme, refugiarme y arroparme en el Señor; abatido, con tristeza y mucho llorar, pero aferrado más que nunca al Salvador que tantas y tantas veces le hablé y prediqué a mi hermanita Sara, la misma que puede partir de esta vida en instante.

Hoy, en estos momentos de tribulación y angustias, Dios está más cerca mía que nunca. Puede ser irónico o paradójico, pero esa es la «locura» de ser cristianos, de ser hijos amados y reconciliados de Dios: que cuando parece que las cosas van mal, cuando sufrimos y nos caemos, cuando aparentemente no hay ápice de luz o esperanza alrededor, podemos dar las gracias a Dios y alabarle de que aún en esos momentos nos acompaña, nos da la mano, nos da nuevas fuerzas, nos habla y arroja luz en Su Palabra, nos abraza y nos consuela. ESTE SÍ ES MI EVANGELIO, ESTE SÍ ES MI DIOS.

Nahúm 1:7  «Bueno es el Señor, una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en ÉL se refugian.»

Salmo 145:18  «El Señor está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en verdad.»

Cuando esto, y tantas otras cosas que no entendemos pasen, el Soberano Señor, el Rey de Reyes, seguirá estando en Su Trono, y seguirá haciéndolo todo bien, como hasta ahora, como siempre. Para los que creen, de manera genuina en ÉL, todas la cosas (incluso las peores aflicciones y sufrimientos) nos ayuda a bien (Romanos 8:28)

Al igual que Job, yo tendría tanto por preguntar a Dios, que mi propia ignorancia me impediría entender las respuestas y ver que ÉL es más grande, perfecto, fuerte y sabio que yo lo pueda llegar a ser jamás.

Job 38:31-38  «¿Puedes tú atar las cadenas de estrellas de las Pléyades, o desatar las cuerdas de la constelación Orión?, ¿Haces aparecer una constelación a su tiempo, y conduces la Osa con sus hijos?, ¿Conoces tú las ordenanzas de los cielos, o fijas su dominio en la tierra?»¿Puedes levantar tu voz a las nubes, para que abundancia de agua te cubra?, ¿Envías los relámpagos para que vayan y te digan: “Aquí estamos”?, ¿Quién ha puesto sabiduría en lo más íntimo del ser, o ha dado a la mente inteligencia?, ¿Quién puede contar las nubes con sabiduría, o inclinar los cántaros de los cielos, cuando el polvo en masa se endurece, y los terrones se pegan entre sí?»

Dios a Job: «NO entenderás jamás las respuestas a todas estas preguntas, Job. He creado todo, gobierno sobre todas las cosas. Todo tiene un propósito que jamás entenderías. No trato de confundirte, Job, sino que confíes plenamente en Mí, aún a pesar de que hoy llores…»

Hoy lloro, me toca llorar, pero a la vez tomo la Santa, Infalible e Inerrante Palabra de Dios, la abro en el Evangelio de Mateo, leo el espectacular Sermón del Monte, y me regocijo en lo que nos dice Jesús a nosotros. Es Su Promesa para mí, y está en rojo.

Mateo 5:4  «Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.»

Más que nunca creo en ese Dios que le mostró a un acobardado y escondido Elías que NO estaba solo, que estaba con él, cuidándolo aún en sus miedos y temores. Bastó un silbo apacible y delicado (1ª Reyes 19). Quiero eso. Necesito eso.

Más que nunca creo en ese Dios que calmó y tranquilizó a aquel atemorizado criado de Eliseo que se veía solo e indefenso rodeado de enemigos a su alrededor y que sólo pudo decir: «¿Qué haremos?»

2ª Reyes 6:16-17  «Y él respondió: NO temas, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos. Eliseo entonces oró, y dijo: Oh Señor, te ruego que abras sus ojos para que vea. Y el Señor abrió los ojos del criado, y miró, y he aquí que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo.»

Más que nunca creo en el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, quienes fueron leales a Dios aún cuando iban a morir de una manera terriblemente cruel. Ellos dieron una de las respuestas más heroicas de toda la biblia.

Daniel 3:17-18  «Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente. Y de su mano, oh rey, nos librará. Pero si no lo hace, ha de saber, oh rey, que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado».

«Señor, TÚ SÍ puedes, TÚ creaste todo de la nada con la Palabra, todo los sostienes con Tu Palabra, y todo se llevará a cabo mediante Tu Palabra, pero si NO lo haces, te adoraremos y nos gloriaremos en Ti de igual manera»

Creo firmemente en lo que sucedió 3 capítulos más adelante, cuando Daniel es echado al foso de unos hambrientos leones durante toda una noche precisamente por orar a su Dios, y Dios lo mantuvo con vida, cerrando la boca a esos animales que se sujetaban al Todopoderoso.

Daniel 6:16  «El rey entonces dio órdenes que trajeran a Daniel y lo echaran en el foso de los leones. El rey habló a Daniel y le dijo: «Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, ÉL te librará».

Pero sobre todo creo y me aferro en Aquel que, horas antes de subirse a una cruz por mí, se entristeció y agonizó hasta reventar los capilares de su rostro y sudar sangre en Getsemaní, teniendo que ser incluso fortalecido por un ángel. Siendo Dios encarnado (hecho hombre), Justo, Santo, Impecable e Inocente debía beber enteramente la Copa de la Ira de Dios y, por primera vez desde la eternidad, debía separarse de Su Padre para ser castigado y ejecutado por ÉL. Asumió ese papel, ese rol, y se sometió y se entregó a la Voluntad del Padre.

Murió en nuestro lugar y por nosotros, pero sobre todo, resucitó para nosotros, demostrando ser el Eterno Dios quien sin dejar de serlo, se hizo hombre como nosotros; siendo tentado, pasando hambre, sed y cansancio, e incluso llorando como nosotros, pero quien nos dijo lo siguiente:

Mateo 28:20b  «(…) he aquí YO estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.»

Este mismo Jesús que aparece en mis páginas de la Biblia es el mismo para siempre (Hebreos 13:8-10), y fue ÉL quien sanó con una palabra al criado del centurión en Capernaúm (Mateo 8:5-13), quien levantó a un paralítico en Lucas 5:18-25, quien sanaba aún siendo Día de Reposo (Mateo 12:11-13), quien le preguntó al paralítico de Betesda si quería ser sano (Juan 5:5-9), quien dio la vista a ciegos (Mateo 9:27-31, Marcos 10:46-52 o Juan 9), quien sanaba a leprosos (Lucas 5:12-13, Lucas 17:11-17), quien curó a la mujer del flujo de sangre en un instante (Lucas 8:43-48), quien oído a los sordos y habla a lo mudos (Marcos 7:31-37), quien regeneró una oreja en un instante (Lucas 22:47-51), y sobre todo, quien dio nuevamente vida a la hija de Jairo de 12 años (Lucas 8:41-56), al al hijo de la viuda de Naín en Lucas 7:11-17 y a Lázaro en Juan 11.

EN ESTE JESÚS HE DEPOSITADO TODA MI FE, A ÉL HE ENTREGADO MI VIDA.

ÉL ES MI SEÑOR Y SALVADOR.

---

Hoy, 8 de Enero de 2022, solo tengo sinceras y abundantes palabras de fe y agradecimiento para con Dios, y sí, hace justo una semana (el día 01-01-2022), mi hermanita mayor falleció y partió con El Señor. ÉL Señor la llamó, tal como le dije minutos antes de fallecer, cuando entré a despedirme de ella el día 01 de Enero:

«Sara, hermanita mía, NO te preocupes por nada, ten paz, ten mucha paz, El Señor te ha llamado, vas a verle, vas a conocerle, vas a estar con EL, así que NO te preocupes por nada… hermana te envidio, vas a conocerle mucho más que yo…»

Yo mismo prediqué en su funeral el día 03-01-2022, Dios me permitió poder hablar de ÉL en el entierro de mi amada hermana. Era ÉL hablando a través mía, y fueron palabras dirigidas a la multitud, no a mi hermana. Ella ya no estaba aquí, estaba allí. Pero aquí había, y más ese día, mucha, muchísima necesidad de Dios.

A ella ya le hablé bastante (y este último mes, mucho más), es más, en ese momento ella realmente NO estaba en esa caja de madera, ella estaba con ÉL, estaba en casa (Juan 14:1-6), y yo aquí abajo.

NO era yo el que me iba a casa después de ese acto y mi hermana se quedaba allí, es justo al contrario, mi hermana fue a casa, y yo, miserable de mí, quedaba aquí. Así se los hice saber a los presentes. Lo dije porque lo creía, porque lo creo aún al precio de mi misma vida.

¡GRACIAS SEÑOR POR LA VIDA DE SARA, POR HABÉRMELA REGALADO TANTOS AÑOS!

ÉL es Soberano, y decide, y no yo. ÉL es Sabio y Omnisciente, y no yo. ÉL es el Señor, solo ÉL, y no yo.

Tal vez era su momento para el mayor milagro, para la salvación, tal vez era así y de esta manera o jamás, o tal vez Dios mostró Su Infinita Misericordia en medio de todo este proceso,… y así podría seguir haciéndome preguntas, las mismas que un día cuando yo también cierre los ojos en esta vida y vea a mi Señor, de seguro que tendrán respuesta y comprensión, y sí, la veré a ella, veré a mi hermana, estaré con Sara, pero sobre todo, estaré con ÉL, con mi Señor, con su Señor, con nuestro Señor, con JESÚS .

Hoy me toca consolarme con Dios, vivir día a día por y para ÉL, gozarme con el milagro de la salvación y con Su promesa. ¿Qué promesa?

Apocalipsis 21:1-7 «Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. ÉL enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya NO habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado. Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí, YO hago nuevas todas las cosas. Y añadió: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas. También me dijo: Hecho está. YO soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, YO le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El vencedor heredará estas cosas, y YO seré su Dios y él será mi hijo.»