NO se trata este post de un debate acerca del continuacionismo o del cesacionismo donde ambas posturas teológicas acerca de la vigencia de dones y ministerios, encuentran adeptos y defensores. Es más bien un lamento seguido de una sólida advertencia acerca de la preocupante irrupción del movimiento carismático neopentecostal que, triste y trágicamente, encuentra las barreras y puertas abiertas de par en par, desprotegidas y sin vigilar en iglesias con tendencia continuacionista y pentecostales.
Igual que no es lo mismo, por parecido que a simple y llana vista pueda ser, la libertad que el libertinaje, la confianza que la soberbia o el agua que el metanol, tampoco es lo mismo un continuacionismo bíblico, histórico y equilibrado que los shows y circos emocionalistas que acaparan lo que antes eran púlpitos y que ahora merecen ser catalogados como escenarios. Por mucho que se tolere o normalice,
Risas descontroladas, llamadas «risa o borrachera santa», caídas en trance, lenguas absurdas e ininteligibles a modo de gritos, saltos, soplidos o imposiciones de manos que hacen caer y revolotear a la gente en el suelo como posesos, ladridos y así un alarde de bobadas ridículas. Casi todo es emoción, mejor dicho emocionalismo subjetivo, fanatismo por lo sobrenatural y misticismo. Y los embajadores o líderes de estos movimientos son, en su amplísima mayoría auténticos analfabetos de la Biblia pero expertos en las más eficientes técnicas de control y manipulación psicológica de masas para crear dependencia a ellos mismos, para pagar a cambio de «pactar» con dios, para culpar por «falta de fe» a quien si quiera duda, o para sugestionar a la gente
Hemos pasado de:
- La adoración genuina a la emotividad experimental desenfrenada
- La oración a balbuceos privados carentes de sentido y lógica, aprendidos por sugestión psicológica.
- La verdadera espiritualidad a un misticismo que no es bíblico.
- La fe genuina a una confesión creativa con deseos materialistas y mundanos.
- La Sola Scriptura a la experiencia, tratando de justificarlo forzadamente en algún pasaje bíblico.
- La predicación expositiva y cristocéntrica a una charla emotiva, psicológica, motivacional y, sobre todo, antropocéntrica.
En definitiva es un auténtico desenfreno caótico, incontrolable que, desde luego, no viene del Espíritu Santo cuyo fruto (uno de ellos) es la templanza y el dominio propio (Gálatas 5:22), y cuyo ministerio es apuntar, señalar, guiar, dirigir a Cristo.
LA EXPERIENCIA DEBE ANALIZARSE Y VALIDARSE A RAÍZ DE LA ESCRITURA, NO A LA INVERSA
Algunos, en gran esfuerzo y alarde de eiségeis, tratan de darle una aparente respuesta bíblica, pero se ven obligados a omitir muchos más versículos que exponen las vergüenzas de eso, de lo que ven. Otros simplemente ni eso, ni cuestionan, ni disciernen, ni dudan, ni estudian… ¿Les habrán enseñado a tener esa actitud? Miedo me da hasta responder a eso.
Pero, ¿Qué es lo peor, lo trágico y lo aterrador de esta vorágine imparable? Que precisamente, de ese montón de espectadores del show dominical se levantarán nuevos líderes, maestros y pastores; por no decir apóstoles o profetas. Ese es otro tema, no muy alejado de éste por cierto. Esos congregantes que, semana tras semana, ven, comulgan, participan y ansían esas indecencias, alborotos, jolgorios y desórdenes parapetados todos y cada uno de ellos bajo la «unción del Espíritu Santo» serán el relevo generacional (y peor) de sus congregaciones. Es similar a esa decadente y descendente espiral que describe Pablo a partir de Romanos 1:18, donde el problema de agiganta a ritmo vertiginoso hasta llevarnos a 3:21, precisamente cuando Dios actúa. Algunos de esos asistentes, hermanos muchos de ellos, que adolecen de una disciplina seria y sistemática de Profundo estudio bíblico, ocuparan ellos esos mismos puestos de liderazgo y servicio.
Con nula o deficiente preparación teológica, se dejará de lado la historia de la Iglesia, se interpretará la Biblia de una forma libre y personal, forzando argumentos, se predicará de cualquier manera menos expositiva, se perderá progresivamente el discernimiento bíblico y se permitirá y tolerará, cada vez más, lo que en tiempos normales y saludables hubiera sido erróneo y sectario, pero que hoy es abrazado.
- Saben, o deberían saber, que el don de lenguas (glossa) en el Nuevo Testamento eran idiomas y dialectos racionales, reales y humanos, pero insisten con esas galimatías o balbuceos ininteligibles que, lejos de edificar, asusta al Cuerpo de Cristo.
- Es más, saben que ya que es un don, «no todos hablan lenguas», pero aún así lo hacen como la marca, señal y evidencia inequívoca del bautismo del Espíritu Santo, y por tanto, debiera ser para todos. No tiene sentido que en el versículo 13 del capítulo 12 de 1ª Corintios diga que todos los creyentes fueron bautizados por el Espíritu Santo, y que, más adelante, diga que no a todos se les ha dado el don de lenguas (1ª Corintios 12:28-30)
- Saben que aquello de «Si yo hablara lengua angelicales» de 1ª Corintios 13:1 no es sino una hipérbole hipotética, una exageración a modo de recurso literario que usa el Apóstol Pablo.
- Saben que, en todo caso, y según 1ª Corintios 14, el uso de las lenguas en la congregación debe restringirse a 2 o 3, en orden y con el don de interpretarla (traducir), pero en la mayoría de veces se hace en pleno descontrol y caos.
- Saben que Apóstoles y Profetas en el sentido estricto y especifico de la Biblia ya NO existen como tales, porque los primeros tenían requisitos que hoy es imposible para cualquier habitante de este planeta, y respeto a los segundos, ya tenemos en canon cerrado y la Palabra profética más segura, pero aún así nombran y venden tales títulos, sobre todo con exclusividad de este último siglo. Ni siquiera los Padres de la Iglesia, ni los grandes como Agustín, Tomás de Aquino, Lutero, Calvino, G. Whitfield o C.H. Spurgeon se atrevieron jamás a tanto.
- Además saben, o deberían saber, que la profecía falible es cualquier cosa menos profecía bíblica, y que ésta debe estar regulada según Deut. 13 y 18.
- Saben que la infinita mayoría de veces las sanidades que alegan ver o recibir , poco o nada tiene que ver con las sanidades prodigiosas, visibles, notorias, innegables, inmediatas e instantáneas que se ven en los evangelios y en Hechos. Algunos, en su máximo fanatismo, alegan haber resucitado muertos tras varios días. Ni qué decir que no se hacían en escenarios previstos o programados, ni mucho menos por dinero o fama (1ª Timoteo.6:5-10), excepto Simón El Mago (Hch. 8:20). Mientras Jesús ordenaba a los sanados que no dijeran nada de lo sucedido a nadie (Mt.8:4, 9:30, Mc. 5:43), hoy los «sanadores» alardean de sus éxitos en RRSS, jactándose de algo.
- Saben, o deberían saber que un cristiano, comprado por Dios y en quien mora el Espíritu santo no puede ser poseído por demonio, y aún así se empeñan en esos cultos de liberación. A los creyentes se les manda a resistir al diablo (Sant. 4:7, 1ª P. 5:8-9) o no darle lugar (Ef. 4:27), pero no a echarlo fuera.
- También saben, o deberían saber, que aunque somos iguales en valor y dignidad, el ministerio pastoral no ha sido entregado a la mujer. Y no por razones sociales o culturales, sino por diseño desde la creación y, sobre todo, desde la caída.
- Saben, o deberían saber, que nuestra palabra no tiene poder creativo alguno. Eso es la Palabra de Dios. Y que la confesión positiva de fe o teología de la prosperidad no es sino un intento burdo de dar apariencia de piedad a un materialismo egoísta. O simplemente pura ignorancia en el mejor de los casos.
Y volvemos a lo mismo; nada se discierne, duda o cuestiona. Absolutamente nada. No hermanos, lo único que es sí y amén son las Palabras y Promesas de nuestro Señor (2ª Cor. 1:20), no las sandeces del charlatán de turno que, para colmo, no pocas veces son personas que viven (y hasta cómodamente) de todo esto. A la gente le encanta la diversión, el espectáculo, el ocio y el entretenimiento y qué mejor manera que esta, que parece ser piadosa o santa.
Reconozco que, aunque con algunas diferencias, he sido muy bendecido y edificado por teólogos y pastores de la talla de Martyn Lloyd-Jones, Wayne Grudem, Miguel Núñez o John Piper, todos ellos defensores del continuacionismo equilibrado, pero nada que ver con lo que este post denuncia, señala y advierte seriamente como un mal endémico generalizado en iglesias evangélicas y que, todo sea dicho, ha obtenido prácticamente la tolerancia, el acomodo y el habituamiento en ellas sin apenas resistencia. Cómo un caballo de Troya se ha adentrado sigilosamente en las iglesias en el último siglo, sobre todo la ultima mitad, hasta crecer a un ritmo vertiginoso y acaparar todo tipo de iglesias, movimientos o denominaciones.
¿No estáis cansados de oír eso de «Dios me ha dicho», o «Dios ha puesto en mi corazón» con suma ligereza y facilidad? Muéstrame con capítulo y versículo, empecemos por ahí.
La reacción adaptativa ha desembocado en una trágica ceguera espiritual que, unido a una creciente y alarme desnutrición bíblica, hace de esta época una de las más tristes de la historia del cristiano, y un escenario perfecto para que proliferen farsantes y charlatanes, embajadores del fraude de este movimiento que, poco o nada, tiene que ver con la obra genuina del Espíritu Santo.
- No todo vale, no todo es saludable, agradable y, lo más importante, no todo es edificable.
- No todo es en pos del Espíritu Santo, y no todo trae gloria a Dios.
¿DIOS OBRA HOY?
Antes de responder debemos ser sinceros al responder y hay que distinguir entre los milagros y los hacedores de milagros, o lo que es lo mismo, entre un milagro general o un milagro específico. Por supuesto que el Dios Soberano puede obrar milagros (y los obra) hoy o realizar sanidades, pero eso es diferente a que exista alguien con el don de sanidad o de hacer milagros.
- En un sentido amplio, un milagro es una exhibición inusual, extraordinaria y no común del Poder Divino. Esto es algo continuo en la vida del pueblo de Dios, ya que ÉL responde a nuestras oraciones, derrama Su Espíritu, transforma nuestras vidas.
- Pero en un sentido más específico, se trataba de una manifestación visible y externa, asombrosa, extraordinaria, redentora y reveladora, hecha por un hacedor de milagros para dar testimonio, certificar, ser señal inequívoca, corroborar, confirmar, validar y atestiguar la revelación divina (Jn. 3:2, 14:11, 2ª Cor. 12:12, Heb. 2:3-4) de la cual él es mensajero. Y es por eso que estuvieron concentrados básicamente en 3 momentos específicos y no de una manera continua y consistente (Moisés en el Éxodo, Elías y Eliseo y Jesús y los Apóstoles). Es en este sentido donde defendemos que tales hacedores de milagros, estando ya el canon cerrado y sin más revelación de la verdad que dar, han cesado hoy.
¿Puede resucitar Dios a alguien? Por supuesto que Dios puede traer vida en medio de la muerte. Es más, lo hizo. Otra cosa bien diferente es que sucedan hoy en día, cosa que no creo que pasen.
LA VERDADERA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
- Es el medio bautismal para todos los creyentes (1ª Cor. 12:13)
- Llama al ministerio (Hch. 13:2-4)
- Es el canal de revelación divina (2ª Sam. 23:2, Neh. 9:30 o Zac. 7:12)
- Capacita (Éx. 32:1-2, Jue. 13:25 o Hch. 1:8)
- Llena (Lc. 4:1, Hch. 2:4, o Ef.5:18)
- Garantiza (2ª Cor. 1:22, 5:5 o Ef. 1:14)
- Guarda (2ª Tim. 1:14)
- Ayuda (Jn. 14:16-26, 15:26 y 16:7)
- Ilumina (1ª Cor. 2:10-13)
- Mora y habita en cada creyente (Rom. 8:9-11, 1ª Cor. 3:16 y 6:19)
- Intercede (Rom. 8:26-27)
- Produce fruto (Gál. 5:22-23)
- Produce virtud espiritual (Gál. 5:16-18 y 25)
- Regenera (Jn. 3:5-8)
- Refrena y convence de pecado (Gén. 6:3, Jn. 16:8-10, Hch. 7:51)
- Santifica (Rom. 15:16, 1ª Cor. 6:11, 2ª Tes. 2:13)
- Sella (Hch. 20:28, 2ª Cor. 1:22, Ef. 1:14 y 4:30)
- Selecciona ancianos (Hch. 20:28)
- Es una fuente de comunión (2ª Cor. 13:14, Fil. 2:1), de libertad (2ª Cor. 3:17-18), de poder (Ef. 3:16), de unidad (Ef. 4:3-4), de dones espirituales (1ª Cor. 12:4-11),
- Enseña (Jn. 14:26, Hch. 15:28, 1ª Jn. 2:20 y 27)
LLAMADO DOBLE
Ante todo, un llamado a la congregación, a los congregantes y miembros de este tipo de iglesias a que vayan a la fuente absoluta, suprema y única. A la norma de fe y conducta, esto es, a la Biblia, pero acercándose desde una posición teológica e histórica correcta. Leer las cartas de Judas o 2ª Pedro puede ser bastante útil. Es urgente que recobren el discernimiento y que sean valientes, predicando la verdad y señalando y evidenciando la mentira y la falsedad que tanto abunda, ya que les va la vida en ello.
Mateo 7:15 «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?»
Hechos 20:29-30 « Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. »
1ª Tesalonicenses 5:21 «Examinadlo todo; retened lo bueno. »
Efesios 4:14 «(…) para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, …»
1ª Juan 4:1 «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.»
A los Pastores o líderes de estos movimiento o que sin serlo, toleran, consienten y permiten estas prácticas: La Biblia es sumamente contundente al respecto y habrá un día en que, como responsables de las almas, deis cuentas a Dios. Creo que hay pocas cosas peores en la vida que distorsionar el mensaje del Evangelio (Gál. 1:8-9).Les vendría bien leer el capítulo 34 del libro del Profeta Ezequiel para ver las serias advertencias que recaen sobre ellos, los falsos pastores. Ningún engaño quedará impune ante Su Juicio. Ninguna alma perdida por la falta de alimento espiritual, sólido y verdadero quedara sin juzgar. Pero la buena noticia es que aún hay oportunidad. El verdadero evangelio de la Gracia ofrece perdón, y hace un llamado al genuino arrepentimiento para que examinen sus enseñanzas, su ministerio y se vuelvan a la verdad, al Señor, a la genuina obra del Espíritu Santo, el mismo que hoy les llama e insta al arrepentimiento
2ª Timoteo 4:3-4 «Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas»
Santiago 3:1 «Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación»
2ª Pedro 3:16 «(…) casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.»
Filipenses 3:18-19 «Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal. «
Hermano en Cristo dice
siento hermano que estás un poco perdido cuando dices que cuando en pentecostés hablaron en lenguas eran idiomas y dialectos racionales, reales y humanos, te propongo leer un poco la biblia donde dice: ….. Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. 14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento……..Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros……Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios…..Recuerda que cuando hay una imitación de algo es porque lo real también existe…..Si tuvieras la pasión que tienes por criticar a hermanos (que de poco sirve porque lo único que hace es ser piedra de tropiezo para los inconversos) en evangelizar a los perdidos, serías un instrumento útil en las manos de Dios….
Rubén Gomez dice
Solo tienes que leer el capítulo entero. Se trata de leer solamente el capítulo 2 para zanjar el debate