Es un tema sumamente importante a lo largo de la Biblia. Como hijos de Dios tenemos el enorme privilegio de ser guiados por nuestro Padre Celestial, Omnisciente y Todopoderoso, quien conoce todos los caminos del hombre y está dispuesto a enseñarnos el mejor camino a seguir. En el Salmo 32 hay una poderosa promesa: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”
La Voluntad de Dios se puede describir como esa perfección de Dios mediante la cual, en un acto muy simple y de una manera racional, sale hacia sí mismo como el bien supremo y hacia las criaturas fuera de Él por su propio beneficio.
Podemos diferenciar tres conceptos o maneras distintas de la Voluntad de Dios:
1.- VOLUNTAD SOBERANA, SECRETA Y DECRETIVA
Es el concepto más amplio de todos, oculta a nosotros (por lo menos hasta después de que haya ocurrido), ya que es un consejo secreto que le pertenece a ÉL, y no es en absoluto asunto nuestro (de ahí la aberración al tarot, adivinadores, necromancia y el ocultismo). Es definitiva, ya que ÉL ordena todo lo que sucede (nada queda fuera de Su Soberanía). Cuando Dios decreta soberanamente que algo suceda, ciertamente va a suceder, y no se le puede oponer resistencia; así fue con la creación y así fue con la cruz de Cristo
Efesios 1:11 «En ÉL asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de Su Voluntad»
La voluntad de Dios es Su gobierno soberano de todo lo que ocurre, de todo cuanto hay en él.
Romanos 9:14-18 » Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.»
Es la voluntad por medio de la cual Dios hace que se cumplan todos sus decretos y ordenanzas. ÉL es Soberano, nos guste o no y, comprendamos o no, podemos estar tranquilos y confiados en que nada de lo que acontece escapa a Su control soberano, aunque aún «permita» o «tolere» lo que sucede y acontece, o muestra una aparentemente actitud pasiva (ante nosotros); pero ÉL ha elegido que sucedan las cosas de una determinada manera, y ÉL tiene el poder y el derecho de intervenir y prevenir las acciones y acontecimientos de este mundo es la medida, y conforme a Su Plan.
Job 42:2 «Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
Juan Calvino dijo: » Cuando Dios cierra Su Santa Boca, dejo de insistir». Martín Lutero, por su parte, hablaba de Dios escondido y de Dios revelado.
Si nuestra búsqueda por conocer la voluntad de Dios es indagar en la voluntad oculta, secreta, soberana y decretiva de Dios, es un sinsentido y es absurdo esa tarea, ya que es algo secreto de Dios, y que a ÉL no le ha plácido compartirlo con nosotros. En definitiva, NO es asunto nuestro. Dios no nos ha revelado todo lo que pudiéramos conocer sobre su persona o sus intenciones para el mundo; hay mucho que no está revelado.
Deuteronomio 29:29 “Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y paran nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley”
Mucho de lo que vemos alrededor es contrario a la perfecta Voluntad de Dios (maldad, pecado, avaricia, odio, codicia, violencia,…), pero ÉL lo permite, lo tolera (por ahora, por un cierto periodo de tiempo), siempre en pos de Su Voluntad, la cual es siempre Perfecta. Dios no aprueba todo lo que ÉL mismo ordenó que ocurriera. Es decir, ÉL censura algunos sucesos que ÉL mismo origina, y ordena ciertos eventos que no aprueba. O para expresarlo de un modo más paradójico: En cierto sentido, Dios aprueba algunos eventos que, en otro sentido, no aprueba.
Un ejemplo sencillo; si una persona fue terriblemente abusada en su niñez, y alguien nos pregunta: « ¿Cree usted que fue voluntad de Dios que ocurriera ese incidente?» Entonces ahora podemos comprender con un sentido bíblico todo lo antes expuesto, y podemos dar una respuesta que no contradiga la Biblia. Podríamos decir: «No, no fue la voluntad de Dios; porque ÉL manda que no seamos abusivos, sino que nos amemos los unos a los otros. El abuso quebrantó su mandamiento y por tanto provocó ira y dolor en su corazón (Marcos 3:5)». Pero en otro sentido, pudiéramos responder: « Sí, fue la voluntad de Dios (su voluntad soberana), porque hay cientos de formas en las que pudo detener aquel abuso. Pero por razones que todavía no logro comprender del todo, no lo hizo». Pero responder de esa manera requiere que tengamos en cuenta que tenemos un Dios tal como para convertir esta situación en un bien (Romanos 8:28); y la otra es un Dios que sea capaz de identificarse con nosotros.
Esta voluntad secreta y soberana no puede ser quebrantada. Siempre se cumple, aunque nosotros no lo entendamos o comprendamos a veces. ÉL actúa conforme a SU Voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra; nadie puede detener su mano, ni decirle: “¿Qué has hecho?” (Daniel 4:35).
Aunque no podemos entender la mente de Dios, menos aún Su Voluntad secreta (y escondida a nosotros), sí que podemos leer la Palabra de Dios. Y es aquí donde entramos en la 2ª clase de Voluntad de Dios.
¿Qué dice la Biblia sobre cómo nos dirige Dios? Dice que si reconocemos a Dios en todos nuestros caminos, Dios enderezará nuestras sendas (Proverbios 3:5, 6)
2.- VOLUNTAD PRECEPTIVA
Se trata de su Santa Ley (Salmo 40:8) o mandamientos revelados por Dios a través de Su Palabra (Romanos 2:17-18, 2ª Timoteo 3:16), y en nuestras conciencias, donde Dios ha escrito Su ley moral en nuestros corazones, y por tanto son de obligado cumplimiento.
Mateo 7:21 «No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos»
Esta es la voluntad de Dios que nosotros podemos desobedecer y dejar de hacer. Podemos decir, que aunque no tengamos derecho a ello, ni autoridad para hacerlo, podemos transgredir esta voluntad, es decir, tenemos capacidad para frustrarla.
No tenemos derecho a pecar contra ÉL, aún cuando Dios en Su Voluntad soberana y secreta, lo permita y tolere; como por ejemplo fue con la traición de Judas. Su Voluntad soberana se cumple, aún con nuestras conductas, acciones u omisiones pecaminosas, y no por ello nos hace menos culpables o pecaminosos ante ÉL. La voluntad de sus decretos, siempre se cumple, ya sea que creamos en ella o no. La voluntad de sus mandamientos puede ser quebrantada, y ocurre todos los días.
Hechos 4:27-28 «Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.»
Juan 19:11 «Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene»
Por ejemplo Su Voluntad es que no robemos, que amemos a nuestros enemigos, que nos arrepintamos y que seamos santos como ÉL es Santo (1ª Pedro 1:15-16), y todo esto está plasmado en Su Palabra Inspirada, escrita y revelada a nosotros; al igual que en nuestras conciencias sabemos que matar desagrada a Dios, y que adulterar atenta también contra Dios.
Hechos 17:30 «Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan«
NO podemos caer en el fatalismo (como la religión islámica), ni excusarnos alegando que «lo que será, será, y Dios ya lo ha determinado, haga lo que haga yo».
Es de nuestra incumbencia Su Voluntad preceptiva y revelada, de hecho es el asunto más importante y urgente para nuestras vidas.
3.- VOLUNTAD DE DISPOSICIÓN, PERFECTA O PERMISIVA
Describe la actitud o disposición de Dios, es decir lo que a ÉL le agrada. Un ejemplo podría ser que Dios no se deleita en la muerte de los malvados o impíos, pero ÉL dispone o decreta la muerte de ellos. ÉL Supremo deleite de Dios está en su propia Santidad y Justicia, y aún cuando juzga justamente al mundo que le dio la espalda y se rebela contra ÉL, ÉL no se complace por haberse vengado y haber actuado con justicia y rectitud.
1ª Timoteo 2:3-4 « Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad»
2ª Pedro 3:9 «El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento»
Juan 6:39 «Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.»
Juan 6:44 « Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.»
Esto NO quiere decir que todo el mundo sea salvo, sino sólo que Dios desea la salvación de todo el mundo.
CONCLUSIÓN
La verdadera señal de una espiritualidad genuina la encontramos en aquellos quienes buscan conocer la voluntad preceptiva de Dios revelada por ÉL para nosotros, meditando en su Santa Ley, día y noche, con la guía y con la iluminación del Espíritu Santo, que ÉL nos ha dado.
Solo conocemos la voluntad escondida (secreta) de Dios después de los eventos. Casi siempre queremos conocer la Voluntad de Dios para el futuro, mientras que el énfasis en la Biblia es la voluntad de Dios para nosotros en el presente, y eso tiene que ver con sus mandamientos, esto es, Su Palabra.
Salmo 143:10 «Tú eres mi Dios; enséñame a hacer tu voluntad, y que tu buen espíritu me guíe por caminos rectos»
¿Quieres conocer la voluntad de Dios para tu vida? Empieza por entender y comprender la ley y los mandamientos de Dios, los atributos y el carácter de Dios, lo que le agrada y lo que le desagrada, … Y todo eso está en la Biblia, Su Voluntad revelada (está sí le ha placido hacerlo) a nosotros.
Willian Carey dijo: «Para conocer la Voluntad Dios, necesitamos una Biblia abierta»
Debemos estudiar la ley de Dios, Su Palabra, para aprender los principios por los cuales hemos de vivir cada día una vida que le agrade, le honre y le glorifique
Para conocer la voluntad de Dios, debemos sumergirnos en la Palabra de Dios escrita, saturar nuestras mentes con ella, orando que el Espíritu Santo nos transforme a través de la renovación de nuestras mentes, para que el resultado sea lo que es bueno, agradable y perfecto – la voluntad de Dios. (Romanos 12:1-2). Por cuanto los «días son malos», debemos entender cuál es la Voluntad de Dios (Efesios 5:16-17), y pedirle a Dios, como hacía el salmista (Salmo 143:10), que nos enseñe a hacer Su Voluntad, o como el propio Apóstol Pablo les pide a los tesalonicenses (1ª Tesalonicenses 4:3-4) o a los colosenses (Colosenses 1:9-10)