Este último estudio de la serie NO podría ser otro que el último y gran evento que todos y cada uno de nosotros anhelamos, como es la GLORIFICACIÓN final del creyente, es decir, la gloriosa y eterna condición de los hijos de Dios que por fin serán completamente limpiados de todo lo que tenga que ver con la caída, y todas sus consecuencias derivadas del pecado.
Hemos sido predestinados EN Cristo, llamados por el llamado universal del Evangelio, regenerados por el Espíritu Santo de Dios, justificados por la fe y redimidos por la Sangre de Jesús, adoptados en la familia de Dios, y ahora estamos siendo conformados a su imagen, estamos siendo gradualmente limpiados y santificados.
Pero aún falta algo en esta etapa de la total y completa salvación y redención del hombre caído, y de eso va a tratar este último estudio.
Si la paga del pecado es muerte, y esta se transmite a todos a través del primer Adán, es por el Segundo Adán, el postrero, quien pagó en Sí Mismo el precio y el castigo, sufriendo la muerte, y quien transmite la victoria sobre ella, al estar unidos a ÉL, de ahí que Pablo diga en Romanos 8:1 que NO hay condenación alguna para los que están unidos, adherido e injertados a Cristo Jesús.
Ver 2 estudios Detalmanera sobre la Resurrección de Jesús. así como la nuestra.
ÉL se hizo uno con el pecador, tomó la culpa del pecador, identificándose con su naturaleza corrupta y caída, muriendo la muerte del pecador y pagando el castigo del pecador.
A tomar Cristo nuestro cuerpo humano, condenó al pecado en la carne (Romanos 8:3), ya que en Su Encarnación, Su obediente Vida, su Muerte y Su Resurrección, ÉL redimió a la persona completa que está EN Cristo, dándole la esperanza de una resurrección corporal que ocurrirá.
ÉL SE IDENTIFICÓ NOSOTROS, NOSOTROS NOS IDENTIFICAMOS CON ÉL POR FE
Efesios 2:4-6 «Pero Dios, que es rico en misericordia, por Su Gran amor con que nos amó,aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),y juntamente con ÉL nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús»
Hemos sido identificados con ÉL en Su Muerte, pero también en Su Resurrección y en Su Vida Gloriosa
Juan 6:39-40 «Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, NO pierda YO nada, sino que lo resucite en el día postrero.Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en ÉL, tenga vida eterna; y YO le resucitaré en el día postrero.»
Para Pablo se tata del colofón, del broche de oro y del clímax en su cadena de la Redención, de la etapa final de la salvación por Gracia recibida y otorgada por Dios al hombre pecador que merece lo opuesta, Su Ira, una Ira vertida y volcada sobre Cristo, Dios Hijo.
Romanos 8:29-30 «Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Ya los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; ya los que justificó, a éstos también glorificó«
Ya sea que muchos libros lo encajen dentro de la doctrina de la Soteriología (salvación) o en la de la escatología (últimas cosas), lo cierto es que se trata de la total extracción del pecado en la vida del creyente, al final de los tiempos, cuando se produzca la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
Tito 2:11-13 «Porque la Gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo«
1ª Timoteo 6:13-15 «Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores»
Hasta ese glorioso y esperanzador día, luchamos, batallamos y lidiamos con el pecado, con sus consecuencias palpables en este caído mundo, es más, la Biblia entera, salvo 4 capítulos (los 2 primeros, Génesis 1-2 y los 2 últimos, Apocalipsis 21-22) está llena de pecado, es decir, de hombres y mujeres luchando, padeciendo y sufriendo las consecuencias del pecado, y sobre todo, un Soberano Dios que ha trazado un Plan Redentor para acabar definitivamente con él de una vez por todas para que sus reconciliados hijos puedan disfrutar de la gran Bendición de Dios, que no es otra que estar junto a ÉL y con ÉL
Podríamos decir que la Glorificación se refiere al momento cuando, en la Segunda Venida de Cristo, los verdaderos creyentes, tanto los vivos en ese momento como los que hayan muerto, tendrán la Redención completa y final de sus cuerpos y alcanzarán su estado final.
1ª Corintios 15:52-53 «en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.»
Se trata de la transformación total y radical del cuerpo y del alma de todos los creyentes, quienes serán perfeccionados en santidad, siendo de esta manera aptos para una nueva vida de comunión con El Santo, con Dios, y será en entonces cuando se cumpla el deseo de Jesús de ver y tener a Su amada Iglesia radiante, sin mácula, sin mancha, sin defecto y perfecta (Efesios 5:27)
¿CUÁNDO OCURRIRÁ?
Antes de poder contestar a esta pregunta es necesario diferenciar entre el ESTADO INTERMEDIO, que ocurre cuando un cristiano (y antes de que Cristo regrese) muere, y cuya alma va directamente a la presencia de Dios, a tener comunión y compañerismo con Cristo, en un estado consciente, quedando aquí el cuerpo físico en estado de descomposición y/o putrefacción.
Tan pronto como el espíritu del creyente es liberado del cuerpo por la muerte, tiene acceso directo a la presencia de Dios.
Lucas 23:43 «Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso»
Hechos 7:59 « Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.»
2ª Corintios 5:8 «pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.»
Filipenses 1:23-24 «Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.»
La muerte es una cesación temporal de la vida corporal y una separación del alma y el cuerpo, donde el alma del creyente va con gozo a la presencia de Dios, y el cuerpo queda aquí en la tierra.
EL CIELO NO ES NUESTRA MORADA DEFINITIVA, PUES AGUARDAMOS SER RESUCITADOS PARA SER GLORIFICADOS Y VIVIR POR SIEMPRE EN LOS NUEVOS CIELOS Y LA NUEVA TIERRA
Pero la Glorificación del creyente, es decir, la salvación final del creyente, afecta también al cuerpo, (pues el cuerpo es Templo del Espíritu Santo, y éste debe estar en unión con el alma) y tiene lugar antes de la 2ª y Gloriosa Venida de Cristo, exactamente en el Arrebatamiento o Rapto de la Iglesia, el cual precederá a la Tribulación.
ALLÍ LE DAREMOS LA BIENVENIDA AL REY
Juan 14:1-3 «NO se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en MÍ. En la casa de Mi Padre muchas moradas hay; si así NO fuera, YO os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.«
Pablo escribe las cartas a los tesalonicenses, entre otras casa, para dar respuesta a sus angustiosas preguntas en cuanto a la Venida de Cristo, ya que ellos creían que los creyentes que muriesen antes de Su Inminente regreso, se perderían ese acontecimiento, o que incluso que Cristo mismo había venido ya y ellos se habían quedado sin ser arrebatados; pero el Apóstol los llena de tranquilidad y consuelo, y les dice que los que hayan muerto EN Cristo serán precisamente los primeros que se levanten con un cuerpo nuevo y glorificado para recibir al Señor en el aire, inmediatamente después de resucitar los muertos en Cristo, serán transformados en gloria los que vivan por entonces.
1ª Tesalonicenses 4:16-17 «El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.»
La 2ª Venida de Cristo, a pesar de ser poco predicada en los púlpitos de las iglesias hoy día, es tan importante y fundamental que es mencionada 300 veces en el Nuevo Testamento, es decir, 1 vez de cada 25 versículos, 8 veces más de lo que la Biblia da a su 1ª Venida, a Su Encarnación.
La Resurrección de Jesús fue la primera resurrección (1ª Corintios 15:20) y sirve para mostrar el hecho de que todos los creyentes que lo siguen tienen la garantía de tener un cuerpo glorificado, sin pecado como el suyo
Dios NO dejará nuestros inertes cuerpos sepultados aquí en la tierra, pues es parte fundamental de la personalidad humana, y a Su Regreso, las almas de los creyentes serán reunidas con sus cuerpos, y estos serán resucitados de los muertos y ellos vivirán con Cristo eternamente, y es ahí cuando la Obra Redentora de Cristo estará completa en nosotros, quienes seremos libres de los efectos de la caída, con un cuerpo perfecto y glorificado igual al Suyo.
Cuando Cristo nos redimió, ÉL lo hizo de una forma total y completa sobre todo nuestro ser:
- Nuestro espíritu es redimido al instante al impartir Dios al Espíritu Santo en nosotros, y es por eso que somos santos, justificados (Eequiel 36:22-32)
- Nuestra alma (voluntad, intelecto, mente y emociones) está siendo santificada de una manera gradual y progresiva a la imagen perfecta del Perfecto, de Cristo, y en ese aspecto podemos decir que estamos siendo redimidos.
- Nuestro cuerpo físico será glorificado, y es en ese sentido que decimos que seremos redimidos, y esperamos anhelando dicha redención.
Romanos 8:23-24 «y NO sólo ella (la tierra), sino que también nosotros mismos (gemimos y padecemos dolores de parto), que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?»
Tampoco ocurrirá de una forma sucesiva al mismo tiempo, sino más bien de una forma gradual y escalonada; siendo los muertos en Cristo y quienes vivan en el momento de Su Venida glorificados en un abrir y cerrar de ojos a su Regreso, justo cuando nuestro último enemigo, la Muerte sea destruida (1ª Corintios 15:26)
1ª Corintios 15:22-23 «Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.»
1ª Corintios 15: 52 «en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
Los que se arrepientan y acudan a Cristo durante el período de la Tribulación (período de 7 años donde Dios desatará Su Ira ante un incrédulo mundo y ante la nación de Israel, que reconocerá a Aquel a quien traspasaron, y llorarán y se lamentarán por ello. Ver Apocalipsis 6-19), mientras los santos arrebatados estén celebrando el banquete con Cristo en la cena de las Bodas del Cordero, también serán transformados y glorificados al final de la Tribulación para así poder compartir con Cristo y con otros santos el privilegio del Milenio.
Apocalipsis 20:4 «Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.»
¿ACASO NO CREEMOS QUE CRISTO MURIÓ Y RESUCITÓ?
CRISTO TRANSFORMARÁ NUESTROS CUERPOS CAÍDOS EN CUERPOS GLORIOSOS
La Resurrección física de Cristo NO es un evento aislado sino que es el primero de muchos más que vendrán. Cristo se convirtió así en las primicias de los que serán levantados de entre los muertos, y debemos dejar claro y diferenciar que la resurrección final a la cual nos referimos aquí NO es la resurrección temporal que vemos en algunos casos en la Biblia como el hijo de la viuda de Sarepta (1 Reyes 17:17-24), el hijo de la viuda de Naín (Lucas 7:11-15), la hija de Jairo (Lucas 8:41, 42, 49-56) o Lázaro (Juan 11:1-44) entre otros; ya que ellos volvieron a con un cuerpo pecaminoso, afectado por las leyes de la física, exactamente igual al de ahora, y por tanto, murieron, siendo meramente un retorno temporal a la vida, pero en el caso de Jesús es absolutamente diferente, ya que hubo una transformación radical en Su Cuerpo; era la misma persona, era el mismo cuerpo, pero ahora ese cuerpo era GLORIFICADO.
Si las palabras de este estudio NO son reales, si NO hay promesa final de redención total ni glorificación, somos los mas desdichados y lastimosos de todos, los más lamentables y desgraciados, como si fuera una cruel broma, pero tenemos a un digno y gran Redentor que no sólo nos lo ha prometido, sino que ÉL, como el primero, como las primicias, ya ha resucitado con un cuerpo glorificado.
1ª Corintios 15:13-19 «Porque si NO hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo NO resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que ÉL resucitó a Cristo, al cual NO resucitó, si en verdad los muertos NO resucitan. Porque si los muertos NO resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo NO resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.»
¿SE VISLUMBRABA ESTA PROMESA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO?
La Resurrección también (a pesar de tener menor revelación de ella) era la esperanza en el Antiguo Testamento
- Cuando Job se vio sólo, y abandonado por todos, él puso su esperanza en la futura y gloriosa comunión que tendría con su redentor, sabiendo que sus ojos los verán, aún después que muriese (Job 19:25-27).
- Abraham, quien obedeció a Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a Isaac su hijo amado (Génesis 22), porque tenía la fe de que Dios es poderoso en levantarlo aún de los muertos (Hebreos 11:17-19)
- David lo escribió en Salmo 17:15 «En cuanto a mí, veré Tu Rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a Tu Semejanza». Ver asimismo el Salmo 71:20-21, con una clara connotación mesiánica.
- Daniel también supo que muchos de los que duermen (muertos), se despertarían para vida eterna (Daniel 12:2, versículo recogido por Jesús en Juan 5:29)
- Isaías lo escribe en el capítulo 26:19 «¡Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán!. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.»
- Oseas en su capítulo sexto dice que nos dará vida después de 2 días, y al tercero nos levantará para vivir delante de ÉL.
- Marta de Betania también sabía que su hermano Lázaro resucitaría en el día Postrero (Juan 11:24)
- Hebreos 11:10 y 16 enseña que los santos del Antiguo Testamento esperaban heredar una ciudad física que solo podía ser posible mediante la resurrección corporal
¿CÓMO SERÁ NUESTRO CUERPO GLORIFICADO?
Para poder contestar y arrojar luz a esta misteriosa pregunta, debemos ir mayormente otra vez al capítulo 15 de la primera carta del Apóstol Pablo a la iglesia de Corinto, allí Pablo se refiere a la naturaleza de nuestro cuerpo resucitado, en una respuesta clara a la 1ª herejía que surgió, y era negar y rechazar la resurrección corporal del Señor, ya que las influencias filosóficas del estoicismo, de los epicúreos y de Platón amenazaban tal central y primordial doctrina.
Pablo viene a decirles alto y claramente que sin Resurrección, NO hay Evangelio posible, NO hay fe alguna; y tras exponer la Resurrección de Cristo con prueba y proclamándola, ahora pasa a la futura resurrección del creyente.y lo hace con 4 sencillas ilustraciones.
1ª Corintios 15:35 «Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?»
1.- Ilustración de la naturaleza, concretamente en el área de la botánica, al compararla con un grano o una semilla, ya que esta muere al ser sembrada y enterrada, se descompone bajo tierra y nace vida de ella, una planta o un árbol, con un cuerpo totalmente diferente al primero, es decir, al grano o semilla (1ª Corintios 15:36-38). El cuerpo que va a la tumba es como la semilla; tenemos que morir, pero en la muerte el cuerpo será transformado. Es consolador saber que en la Resurrección, los cementerios serán campos de cosecha.
Hay que destacar que el cuerpo resucitado es diferente e independiente al sepultado, aunque está relacionado, y guarda identidad y cierta continuidad con él, siendo una renovación y transformación del mismo.
1ª Corintios 15:36-38 «Necio, lo que tú siembras NO se vivifica, si NO muere antes. Y lo que siembras NO es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.»
2.- Describe los cuerpos resucitados desde el ámbito de la astronomía, ya que se ven cuerpos o formas diferentes en el Universo totalmente adaptados, de la misma manera que Dios puede hacer un cuerpo nuevo para una vida nueva de Resurrección, un cuerpo adaptado al nuevo cielo y a la nueva tierra.
Viendo la cantidad y variedad de cuerpos adaptados a la vida en diferentes medios de tierra, mar, aire y cielo, ¿Es increíble la idea de un cuerpo resucitado en manos de un Dios Todopoderoso que todo lo ha creado y todo lo sostiene?
1ª Corintios 15:39-42a «NO toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción.»
3.- Muestra los contrastes entre ambos cuerpos: el corruptible y carnal, el cuerpo de deshonra y el incorruptible y glorificado, el cuerpo para honra, el imperecedero, el cual nunca se deteriorará ni será débil, ni envejecerá, ni enfermará, ni morirá (ver Apocalipsis 21:4), ni padecerá más vergüenza a causa del pecado, ni será débil en el momento de la tentación, ni estará sujeto a los límites físicos de espacio y del tiempo, un cuerpo real y espiritual y NO natural, preparado para una herencia incorruptible (1ª Pedro 1:4)
1ª Corintios 15:42-44 «Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.»
4.- Nos muestra cuál es el prototipo de la Resurrección final del creyente, Cristo, quien es la gran respuesta planteada en 1ª Corintios 15:35. Si el Primer Adán, en su buen estado pero pecable, trajo y acarreó muerte a los vivos, y de él heredamos un cuerpo terrenal afectado por el pecado, el 2º Adán, el Impecable, trae vida a los muertos y de él heredamos un cuerpo espiritual.
1ª Corintios 15:45-49 «Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.»
Ahora llevamos en nosotros la imagen de lo terrenal, pero estamos unidos a Cristo, y aguardamos una expectativa gloriosa de que un día llevaremos la imagen de lo celestial, y es por ello que seremos transformados, ya que NO podemos vivir en la Gloria Eterna de Dios con esta presente condición terrenal.
LA CORRUPCIÓN NO PUEDE TENER PARTE CON LA INCORRUPCIÓN
Esa es la esperanza de la Resurrección final, que seremos como Cristo porque ÉL nos otorgará la misma Gloria de la Resurrección Glorificada que ÉL mismo recibió.
Aunque No sabemos plenamente cómo es la naturaleza del cuerpo espiritual que recibiremos, sí podemos ver el Cuerpo glorioso y resucitado de Jesús durante esos 40 días de apariciones posteriores a Su Resurrección para llevarnos una idea:
ÉL parecía ser un hombre común, con cierta continuidad de su cuerpo anterior, donde aún exhibía las huellas de los clavos, a la vez que ingirió alimentos, aunque también resultó en algunos casos dificultades en reconocerlo a primera vista, y podía atravesar puertas cerradas.
Fue la anhelada esperanza de un cuerpo nuevo y glorificado la que impulsó a Pablo a rendir por completo su cuerpo terrenal y natural al maltrato y a la persecución que acompañaba su vida como embajador del Evangelio.
Él afirmó en 2ª Corintios 5:1 lo siguiente: “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”
Romanos 8:18 “Las aflicciones del tiempo presente NO son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”
Nuestros resucitados y glorificados cuerpos mostrarán a la perfección el cumplimiento de la sabiduría perfecta de Dios al crearnos como seres humanos, esto es, el pináculo de su creación, los portadores de Su Imagen y Semejanza.
SERÁ CLARAMENTE LA HUMANIDAD TAL Y COMO DIOS QUISO QUE FUERA
Es como si desde la caída en el Edén, con su posterior consecuencia en forma de pecado y maldición, hasta este estado final de Glorificación, hallásemos un inmenso paréntesis de 1.185 capítulos.
1ª Juan 3:2 «Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún NO se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando ÉL se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como ÉL es»
Ahora somos hijos que aguardamos, anhelamos y esperamos a nuestro Señor, pero entonces seremos semejantes a ÉL.
Aquel día, será un día de espléndida victoria, un día de júbilo, donde podremos cantar lo que Pablo anticipa a los Corintios.
«¿Dónde está oh muerte tu aguijón?, y Sepulcro, ¿Dónde está tu victoria?»
Hay mucho desconocimiento sobre el estado final de la glorificación del cuerpo del cristiano en la eternidad, pero a la vez, tan sólo imaginar hoy lo que un día será realidad; que un día estaremos junto con El Señor por toda una eternidad, y sin ninguna relación de pecado alguna, eso proporciona gozo, júbilo y alegría, a la vez que consuelo y esperanza para esperarlo aquí, y sólo podemos decir una cosa, y es la misma que dijo Juan al final de esa visión celestial que le fue dada, «Amén. ¡Ven, Señor Jesús!»
De la misma manera que si cualquiera de nosotros ante una audiencia con el rey de un país se vestiría de etiqueta, de una modo presentable para tal ocasión, nosotros mismos seremos «vestidos» no para tener una mera audiencia con un rey terrenal, sino para tener comunión por siempre al REY DE REYES.
Juan 14:19 «Todavía un poco, y el mundo NO me verá más; pero vosotros me veréis; porque YO VIVO, VOSOTROS TAMBIÉN VIVIRÉIS»
Antes de finalizar este último estudio, nos gustaría enfatizar 2 grandes verdades y sobre ellas asentar las bases de nuestro consuelo, para que nos alentemos los unos a los otros.
- RESUCITARÁS
- ESTARÁS SIEMPRE CON EL SEÑOR
En el contexto hebreo la Maldición NO es igual que en el nuestro, que puede tener una connotación más de esoterismo o superstición. Para ellos ser maldito era el equivalente al juicio de Dios, es decir, ser alejado, expulsado y apartado de Su Presencia (como en el Edén), y por ende, ser bendecido era ver el rostro de Dios.
Por todos es conocida su oración de bendición.
Números 6:24-26 «Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.»
Ellos anhelaban ese día en el cual serían benditos y le verían cara a cara, y es por eso que Moisés deseó y pidió ver Su Rostro aunque sea de pasada, de lejos, como sea, pero verlo a ÉL, contemplarlo, … ¡fuimos creados para ello!.
Éxodo 33:19-23 «Y le respondió: YO haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.Dijo más: NO podrás ver mi rostro; porque NO me verá hombre, y vivirá.Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a MÍ, y tú estarás sobre la peña;y cuando pase MI Gloria, YO te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con MI Mano hasta que haya pasado.Después apartaré Mi Mano, y verás Mis Espaldas; mas NO se verá Mi Rostro.»
¿CUANDO PODREMOS REALMENTE SER BENDECIDOS?
EN LA GLORIFICACIÓN FINAL
la GLORIFICACIÓN DEL CREYENTE es el remedio y la solución provista por Dios al problema de Éxodo 33:20; entonces seremos benditos por siempre ya que Dios ha cambiado y transformado lo carnal por espiritual, lo corruptible e impuro por lo incorruptible y santo, y le tendremos cara a cara, le veremos, NO de pasada como Moisés, sino por una Eternidad.
¿HAY ALGO MÁS GRANDIOSO QUE ESO?
Víctor lora dice
Excelente análisis bendiciones
Rubén Gomez dice
Muchas gracias por su comentario que nos edifica y bendice. Tenemos muchos mas estudios en series, predicaciones y devocionales en la web. Una saludo fraternal y bendiciones desde España.
Rubén Gomez dice
Muchas gracias por su comentario que nos edifica y bendice. Tenemos muchos mas estudios en series, predicaciones y devocionales en la web. Un saludo fraternal y bendiciones desde España.