Su nombre significa literalmente «Paloma», y es protagonista de una de las más asombrosas y memorables historias de toda la Biblia, la cual para unos histórica, sin dejar de ser sorprendente, para otros una ridícula e inverosímil fábula, pero casi por seguro, conocida por todos, aunque malentendida por muchos.
Como historia, como género literario y como profeta, es simplemente diferente a lo demás.
Natural de Gat-hefer (2ª Reyes 1425), a unos 5 km.de Nazaret de Galilea, lugar que vio crecer al Libertador, al Mesías.
Su vida y su historia nos apunta, ya sea por paralelismo o por antítesis al Gran y Perfecto Salvador, a JESÚS.
Efectivamente, hablamos de JONÁS
Aquellos fariseos que se burlaban de Jesús en Juan 7:52, que creían que de Galilea NO se había levantado profeta alguna se equivocaban, pues Jonás era de allí, y era profeta.
Jonás, un profeta hebreo destinado a las 10 tribus del Reino Norte de Israel, y contemporáneo de Amós, en torno al 760 antes de Cristo (a.C.)
¿CUÁL ERA EL CONTEXTO?
Aunque la nación gozaba de relativa paz y prosperidad, espiritualmente era un tiempo de decadencia y pobreza, llena de idolatría, paganismo y de injusticia y abusos sociales, tanto, que pocos años después (722 a.C) Dios traería el Juicio sobre ellos, precisamente con el pueblo al que Dios mandó a Jonás a proclamar y predicar arrepentimiento.
Jonás 1:2 «Levántate y ve a Nínive (importante ciudad y capital de Asiria), aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de MÍ»
Este es el único y excepcional caso donde un profeta es enviado a una nación extranjera y gentil para comunicar un mensaje en su contra; aunque aún en ello, se ve la compasión de Dios por salvar a gentiles (pueblos que NO son Israel)
¿Acaso NO sabía o no recordaba Jonás la promesa que Dios le hizo a Abraham?
Génesis 12:2-3 «Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra».
Israel se olvidó que ellos debían servir de modelo y ejemplo a las naciones, que el nombre de Dios estaba en juego a través de ellos.
Aunque Jonás, por su falta de sintonía y de relación con Dios, pudiera representar al pueblo de Israel; de hecho, Jonás es el único israelita en el libro, no obstante, nos apunta y proyecta a una realidad mucho mejor, al Perfecto y Verdadero Jonás.
¿POR QUÉ VI A CRISTO, TANTO EN SIMILITUD COMO EN CONTRASTE, EN JONÁS?
El Señor manda y comisiona a Jonás ir a Nínive (a más de 1200 km) y predicar la sentencia de Juicio, éste desobedece y decide ir en la dirección opuesta, justo al lado inverso, a Tarsis (se cree que Tartesus, al sur de España), como nos lo indica Jonás 1:2; pues lo asirios suponían una amenaza para Israel.
De hecho es el único caso donde un profeta rehúsa a obedecer a Dios, Pero gloria a Dios que SU Amado y Santísimo Hijo NO rehusó a obedecer, sino que en todo fue obediente a la Voluntad del Padre.
Hebreos 10:5-7 «Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda NO quisiste; mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado NO te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer TU Voluntad, como en el rollo del libro está escrito de MÍ.»
Juan 4:34 «Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.»
Jonás se pasó su vida tratando de eludir a Dios, pero el Dios Soberano utilizaba SU Creación para recuperarlo y cumplir SU Designio y propósito: un enorme pez (Jonás 1:17), una planta (Jonás 4:6), un gusano (Jonás 4:7) y un abrasador viento (Jonás 4:8)
NO había forma de escapar en última instancia de ÉL, pues ÉL es el Dios de Jonás, de Israel, de Nínive y de todo el Mundo.
Jonás pensó o creyó que su pueblo, Israel merecía algo más y mejor que ver a Dios perdonar a sus enemigos, Cristo, al contrario, tuvo la certeza plena que la humanidad estaba bajo condenación a causa del pecado, y por eso vino, para salvar a todo aquel que se arrepienta y en ÉL crea.
Mientras Jonás duerme durante una tempestad en un barco, a la vez que los marinero temían por su vida, el verdadero Jonás duerme igualmente en una barca, mientras sus discípulos están temerosos por sus vidas.
Jonás, en su celo estuvo dispuesto aún a morir para que Israel fuera preservado de la amenaza asiria, él hizo todo lo posible para evitar obedecer a Dios porque eso (así creía él) significaría que implicaría riesgo para su pueblo; Cristo NO sólo estuvo dispuesto a morir, sino que dio completamente su vida, la entregó voluntariamente a manos de inicuos para ser el Perfecto Sacrificio por el pecado, y de este modo, salvar a muchos que creerían en ÉL, SU Pueblo, de manos de un Dios, que es a su vez Juez Justo y estaba furioso por el pecado, y debía juzgarlo, condenarlo y aplastarlo.
Por eso, al acercarse a la última semana de su vida terrenal, antes de entrar en Jerusalén, y conocedor de todo cuanto sucedería, afirmó determinadamente su rostro para ir allí, a Jerusalén, al Gólgota, a la Cruz.
Jesús SÍ que hizo en SU Perfecta Obediencia lo que Jonás estuvo dispuesto a hacer en la locura obstinada de su desobediencia.
Filipenses 2:7-8 «Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Mientras Jonás, de forma casi reacia y muy breve y escueto, predica en Nínive, (sólo se usa un versículo), y sin mencionar el nombre de Dios, Cristo mismo se encargó de llevar el Mensaje y el Evangelio del Reino de Dios allá por donde iba, impartiendo que se predicara por Judea (los primeros en recibirlo), Samaria (los enemigos) y los confines de la tierra (a todos, pues SU Misericordia y SU Oferta es para todos sin excepción)
Jonás 3:4 « Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.»
Nínive se arrepintió, Dios los perdonó, y años después fue el mismo instrumento para enjuiciar a su pueblo, pues el nombre de Dios era blasfemado por culpa de ellos.
Pero como Jonás mismo dijo, LA SALVACIÓN ES DEL SEÑOR (Jonás 2:9)
Y en medio de la desesperanza, Jesús fue enviado, NO a un pueblo en concreto, sino al Mundo, para que éste fuera salvo por ÉL.
Mateo 12:38-41 «Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal;pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás,y he aquí más que Jonás en este lugar.»
Mientras el Pueblo de Israel seguía, como en la época de Jonás, siendo duro, infiel, adúltero e incrédulo aún a pesar de las profecías mesiánicas escritas sobre Jesús, de la señales y milagros, ÉL les da una señal clara e inequívoca que en pocos días sucederá: LA RESURRECCIÓN.
Y para ello, lo ilustra con la hazaña histórica de Jonás, quien era la sombra o el tipo.
Un israelita en su humanidad, al igual que Jonás, y como éste un profeta (aunque no sólo eso, sino mucho más)
Jonás 1:17 «Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.»
Si Jonás era la señal viva para Nínive, Cristo es aún hoy, nuestra gran señal viva; encarnado, muerto, resucitado, ascendido, exaltado, quien ha prometido que vendrá y juzgará.
Así mismo, el Mejor y Verdadero Jonás, el Señor Jesús, estuvo durante 3 días y 3 noches NO en el interior de un gran pez, sino en el interior de un sepulcro; para que, a la salida de ÉL, recobrásemos esperanzas de Vida Eterna, pues NO ha pospuesto el Juicio como con Nínive, sino que lo ha ejecutado, vertido y derramado enteramente sobre ÉL, sobre Jesús, y por eso ÉL, en lo alto de la Cruz lanza una pregunta que nos recuerda a una afirmación que ya hizo Jonás en su oración del capítulo 2
Jonás 2:4 «Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; mas aún veré tu santo templo.
Mateo 27:46 «Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?»
El Mensaje es el Mismo que el de Jonás, ARREPENTIMIENTO y FE.
Si Jonás se lamentó y entró en ira cuando Nínive se arrepintió (Jonás 4:2-4), el Mejor Jonás, Jesús se goza cuando un pecador se arrepiente y acude con fe a ÉL.
Si Jonás quería ver destruido Nínive, Jesús quiere ver la salvación de muchos, de SU Pueblo.
Nosotros, somos a veces como Jonás, incapaces de predicarle a enemigos, pero gloria a Dios que nuestro Señor NO es como nosotros, y ama y desea el perdón, la redención y la salvación de aún aquellos que para nosotros son «enemigos»; y Dios nos envía y comisiona a ir a ellos con un mensaje, un mensaje de arrepentimiento sí, pero también de RECONCILIACIÓN.
2ª Corintios 5:18-20 «Y todo esto (la salvación) proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, NO tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.»
Israel dice
A veces me parezco a Jonàs pero cada vez menos. Más de Jesús y menos de Jonàs
Rubén Gomez dice
Así es…Al final todos nos vemos reflejados en algunos de los personajes del A.t, con sus errores, sus fallos,… aún los que aparecen en el salón de la fama de la fe (Hebreos 11), pero inmediatamente, en el siguiente capítulo de Hebreos, en el 12, al autor nos dice que pongamos la mirada fija en el autor y consumador de nuestra fe, el iniciador y perfeccionador de la misma: CRISTO!!