Muchas personas comenzarán esta semana lo que todos conocen como “SEMANA SANTA”. Unos lo toman como una fiesta más del año, otros como las vacaciones de primavera, aunque es cierto que con el Covid-19, todo ha cambiado, y mucho.
Pero, ¿SE HAN DETENIDO A PENSAR CUÁL ES EL VERDADERO ORIGEN, DE DÓNDE PROVIENE Y A QUÉ SE REFIERE?
Esta semana vamos a desarrollar una serie de estudios acerca de la semana más importante, crucial e impactante de la Historia.
LA SEMANA DE LA CRUZ
Queremos enfocar esta semana desde un único y perfecto punto de vista… LA BIBLIA, nuestra única regla autoritativa de fe y de conducta.
La Biblia es la revelación progresiva de Dios a la humanidad; diferentes idiomas, diferentes géneros y diferentes autores. Sin embargo, en toda la Biblia se habla de una misma persona, “Jesucristo”. ÉL es el tema principal y el hilo conductor.
Todo el Antiguo Testamento es como una sombra de lo que había de venir, de la perfección que iba a llenar esas sombras y dar sentido a siglos de revelación por parte de Dios a la humanidad, la persona y obra redentora de Nuestro Señor Jesucristo.
Quiero poner un poco en contexto de lo que pasó en Jerusalén hace aproximadamente dos mil años.
El pueblo Judío observaba diversas fiestas, todas ellas dadas de parte de Dios y relatadas en la Torah (Pentateuco). Pero, la más importante de todas era la Pascua (Pesaj). La Pascua conmemoraba la salida del pueblo de Israel de la tierra de Egipto.
Durante aproximadamente 400 años, los Israelitas habían vivido la esclavitud, la dura servidumbre en Egipto. Durante esos 400 años, en las casas Judías, se hablaba de sus patriarcas, se habla de cómo su Dios, era el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
De cómo el patriarca José había profetizado que Dios los volvería a llevar a la tierra que un día les prometió.
De cómo saldrían de la esclavitud e irían a la libertad.
Dios efectivamente, cumplió su promesa y envío a Moisés para llevar a cabo el cometido de guiar al pueblo desde Egipto a la Tierra Prometida. No sólo eso, iba a ser un hombre con el cual Dios iba a tratar muy de cerca y le iba a transmitir instrucciones muy importantes para su pueblo (pero eso será motivo de otros estudios).
La noche en la que iban a salir de la tierra de Egipto, Dios iba a herir poderosamente la tierra. Esa noche iban a morir los primogénitos. En cada casa iba a haber una muerte sí o sí.
En casa de los Egipcios su primogénito y en casa de los Israelitas Dios dio unas instrucciones acerca de lo que se debía de hacer.
Éxodo 12
12 Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
2 Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año.
5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.
7 Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.
8 Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán.
12 Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová.
13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.
14 Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.
Para ellos a partir de ese momento ese mes iba a dar inicio al año.
Hasta ese momento iniciaban el año en otoño y desde ese momento pasó a ser el inicio del año en primavera. Y se estableció como estatuto perpetuo para el pueblo de Israel, cómo fiesta conmemorativa de lo que Dios hizo con Su Pueblo.
Debían coger un cordero sin defecto, sacrificarlo y con su sangre marcar los dinteles de las puertas en donde comerían la Pascua, a su vez también debían asar la carne del cordero al fuego, preparar panes sin levaduras, hierbas amargas y se comía en familia.
Todos estos detalles tendrían su perfecto cumplimiento en Jesucristo.
ÉL fue nuestro cordero sin defecto sacrificado suficiente para todos, sufriendo el castigo por nosotros.
ÉL mismo, quien nos llama a iniciar una nueva vida en ÉL, como los Israelitas iniciaban el año; una vida en la cual pasaremos del sombrío otoño a la colorida primavera, de una vida en pecado a una vida en libertad en ÉL, una vida de exclavitud a libertad.
Una vida de muerte a vida
¿Qué has de hacer?
Arrepentirte de tu vida pasada separado de ÉL, de esas hierbas amargas, depositar tu FE en su sacrificio perfecto en la CRUZ, en que ÉL llevo la vida perfecta que tú deberías haber llevado y que murió para que esa vida perfecta se traslade a ti.
Y que empieces una nueva vida en rectitud y honestidad sin ninguna levadura hipócrita.
Estamos llamados a una vida Santa, no a una simple ¨Semana Santa¨.
Le invito a leer los estudios de esta Semana, para que poco a poco conozca acerca de la OBRA PERFECTA que JESUCRISTO hizo por usted hace aproximadamente dos mil años….