Tras estudiar los 3 versículo anteriores (Isaías 52:13-15), los cuales nos sirven de inicio e introducción a este capítulo, ahora abordamos de lleno ISAÍAS 53.
Desde ahora en adelante se nos va a dar un relato mucho más vivo de la crucifixión de Cristo , que el que se pueda encontrar en cualquier otra parte de la Biblia, y NO olvidando que estos versículos fueron escritos unos 700 años antes que Cristo se encarnara y viniera a la Tierra.
Isaías 53:1-3 «¿Quién ha creído a nuestro anuncio? («¿Quién realmente creyó el mensaje del Evangelio de que el Mesías moriría por SU Pueblo?» NADIE. Ver juan 12:38 y Romanos 10:16) ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? (el Poder de Dios revelado en SUS Palabras, SUS Milagros, SUS Señales y SU Resurrección)Subirá cual renuevo delante de ÉL (muy reconocido por DIOS, creció en SU Presencia. Ver Juan 15:1), y como raíz de tierra seca (menospreciado, insignificante e irrelevante para muchos, tratado como un «Don nadie», como un árbol pequeño descuidado en medio de una gran sequía espiritual); NO hay parecer en ÉL (nada majestuoso en su porte externo, en su aspecto físico), ni hermosura (SU Piedad y Humildad era un contraste y una antítesis con las falsas expectativas terrenales judías, ellos jamás esperarían de ÉL que sería el Mesías); le veremos, más sin atractivo para que le deseemos (obsesionados con la apariencia externa de las cosas, ver 1ªSamuel 16:7). Despreciado y desechado (abandonado y deshonrado) entre los hombres (el profeta ve en un futuro, el odio y el rechazo general del mundo por su Salvador, especialmente Israel. Ver Mateo 26:57), varón de dolores, experimentado en quebranto (NVI: hecho para el sufrimiento); y como que escondimos de ÉL el rostro (le dimos la espalda), fue menospreciado, y NO lo estimamos (lo consideraron vil, menospreciable, castigado por Dios, y digno de vergüenza y burla; en definitiva, lo tuvieron/tuvimos por nada, NO le reconocieron/reconocimos. Ver Salmos 22:6).
Si en los anteriores versículos expuestos en el estudio anterior (Isaías 52:13-15), los cuales nos sirve como introducción a este capítulo es Dios mismo quien habla en 1ª persona ahora en estos 3 primeros versículos de Isaías 53 quienes hablan desde el futuro, mirando hacía atrás (en retrospectiva), son precisamente los judíos, su pueblo; precisamente quienes más le rechazaron.
Se trata de una terrible y horrenda confesión de los judíos; con lo cual estos versículos nos habla de 2 sufrimientos concretamente:
1.- Los Sufrimientos del Mesías, DE CRISTO en SU Obra a favor nuestra y para SU Gloria, donde se entregó a SÍ Mismo como pago por nuestros pecados, para ser ejecutado y aplastado bajo la furia de Dios, de un Dios Santo y Justo que debía condenar y aplastar el pecado y al pecador, y que NO lo hizo con quienes los merecía, porque lo hizo en SU Santo Hijo.
2.- Los horrendos Sufrimientos DE LA NACIÓN DE ISRAEL, concretamente del remanente que creerían en ÉL, y tras serle abiertos los ojos, y entender que Jesús debía padecer, morir y resucitar, se lamentan profundamente por el obstinado rechazo que tuvieron con ÉL. Habla de una futura conversión de Israel, tal como Pablo cita en Romanos 11, y como el profeta Zacarías ya profetizo muchos años antes incluso, de que ÉL viniera a la Tierra.
Zacarías 12:10-11 «Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido».
Oseas 3:5 «Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey (clara referencia mesiánica a Cristo); y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.»
Si crees, como muchos judíos que el siervo sufriente de Isaías 53 es Israel; debes, por consiguiente y necesariamente, creer que tus pecados y rebeliones fueron puestos y cargados sobre Israel, porque eso es lo que pone este capítulo.
Como hemos dicho, ahora NO es Dios quien habla directamente, sino que es Israel mismo; es decir, lo que aquí vemos será nada más y nada menos que la futura y horrenda confesión llena de arrepentimiento, de lamento y de dolor que los judíos (los que finalmente crean en ÉL) harán de Jesús, de su Mesías que rechazaron, ningunearon, torturaron y, finalmente lo clavaron en una cruz.
Ellos, en el futuro dirán llenos de dolor y abatidos: «¡NO creímos!», ¡ÉL estuvo aquí, anduvo entre nosotros, y NO creímos!, ¡Le rechazamos a pesar de todo, a pesar de las escrituras, a pesar de lo que hacía y decía de sí mismo!, ¡Dios nos mandó a SU Hijo, al Salvador y nosotros no sólo no le creímos, sino que le rechazamos y nos opusimos abierta y fuertemente a ÉL, ¡Le vimos inútil, inservible, sin apariencia, como un mero galileo más, NO nos imaginábamos que ÉL era ye realmente el Cristo!, ¡NO lo vimos, NO supimos verlo, NO lo estimamos, escondimos el rostro de ÉL, creíamos que era uno más, y resulta que es el Gran Dios y Salvador, quien se entregó y murió por nosotros, cuando merecíamos justo lo contrario»!
Juan 1:11 «A lo suyo vino, y los suyos NO le recibieron (le rechazaron)»
De hecho, el Apóstol Pablo citó la pregunta de Isaías 53:1 cuando él habló con los judíos religiosos quienes fueron muy ignorantes y errantes sobre la justicia de Dios que es en Cristo Jesús (ver Romanos 10:1, 14 y 16)
Ellos tuvieron las promesas de Dios, las profecías, disfrutaron de las ventajas espirituales pero cerraron sus ojos, sus mentes y su corazón a su único Salvador, y por ello recibirán mayor condenación (Marcos 12:40)
ESTA FUTURA CONFESIÓN SERÁ UNA HORRENDA SITUACIÓN PARA ELLOS, LLENA DE ARREPENTIMIENTO, DUELO, LLANTO Y DOLOR
Harán honor al tan famoso «Muro de las Lamentaciones», pues se lamentarán y mucho de haber rechazado a Aquel quien vino con los brazos abiertos, SU Mesías.
NO sólo para ellos, sino que cualquiera que rechace al Único Salvador del Mundo, igualmente se postrará ante ÉL, y le confesará (Filipenses 2:5-11)
La gente NO va al infierno por quebrantar la Ley de Dios, pues Todos, absolutamente todos, lo hemos hecho; a gente va a la eterna condenación por rechazar a Jesús y NO venir a ÉL, siendo ÉL el Salvador, el Redentor y la única esperanza y fuente de perdón.
Hoy, el Mensaje o la Palabra de la Cruz es «locura» para muchos, que la desprecian, la rechazan, la pisotean.
ÉL es como una «raíz de tierra seca»; Israel estaba bajo yugo romano, la línea davídica de la promesa fue eliminada en cuanto al reino se refería, en definitiva, Dios había estado 400 años en silencio, y SU Pueblo pasaba por una decadencia espiritual, llena de religiosidad y ritualismo, pero carentes de misericordia y bondad. Así la flor más hermosa de la historia humanidad brotó en el lugar y el período más seco, oscuro y estéril, de la historia del mundo, siendo «contra natura»
De la misma manera que si encuentras en un desierto arenoso una bella, hermosa y colorida planta; aunque según nos dice el versículo 2, NO había hermosura externa en ÉL, a pesar que en ÉL habitaba corporalmente toda la Plenitud de la Deidad (Colosenses 2:9).
Sólo reconocido por muy pocos en SU Nacimiento: los pastores, Simeón, Ana, y algunos otros que esperaban la redención en Jerusalén (Lucas 2:38)
ÉL era el hombre perfecto, el Mejor y Postrero Adán, desfigurado, demacrado y triturado por nosotros y para nosotros, pero sobre todo, para SU Gloria propia.
Pero ellos buscaban y anhelaban a uno que viniera en majestad, pompa y gloria, y NO a un siervo sufriente que vendría humilde e inocentemente, nacido de una virgen, en una despreciada región, quien ministró a los marginados, repudiados y rechazados de la sociedad.
Para la teología mesiánica judía NO existía la posibilidad de un mesías agonizante, de una muerte expiatoria ni de una resurrección, NO formaba parte de su concepto, pues ellos creían (para su fatalidad) que podían ganar la salvación por sus propios esfuerzos, y rechazaron el Evangelio.
Inconcebible para ellos que alguien tan humilde, tan servicial, tan misericordioso pudiera ser su Mesías tan y tan esperado.
Ellos NO buscaban un salvador (creían no necesitarlo), sino que buscaban un político militar, un héroe de capa y espada.
Juan 12.32-34 «Y YO (Jesús), si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir. Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre?»
Su errada expectativa mesiánica fue parte de la culpa del tropiezo en reconocerlo, a pesar de todas las profecías que apuntaban directamente a ÉL; en definitiva, su prejuicio les cegó del todo.
Al igual que SU 1ª Venida NO contentó ni atrajo a SU pueblo que anhelaba el atractivo de la carne y el poder, asimismo, pasa hoy con el mundo religioso que NO ven SU Belleza y Gloria
ÉL es el «Varón de dolores, el experimentado en quebranto»
Mateo 27:29-30 «Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: !!Salve, Rey de los judíos!Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.»
Si hay alguien en la historia de la humanidad que jamás debió sufrir ni un ápice de sufrimiento, ese es sin duda CRISTO, pues ÉL es Santo, sin mancha y sin pecado, perfecto en Todo; pero si hay alguien en la historia de la humanidad que verdaderamente ha sufrido, y ha sentido al abandono, rechazo y escarnio de Dios, ese es sin duda, JESÚS.
A eso precisamente vino, a sufrir y a morir, para acabar con el sufrimiento y la muerte a causa del pecado, quitando de en medio el pecado del mundo, una vez y para siempre, llevando sobre sí mismo en la Cruz, y siendo juzgado, condenado y aplastado por Dios Padre.
ÉL fue desechado, despreciado y ninguneado por los hombres, por unos hombre que amaron (y aman aún) las tinieblas a la Luz Admirable
Juan 18:40 «Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.»
Juan 5:40-41 «Y NO queréis venir a mí para que tengáis vida. Gloria de los hombres NO recibo.»
1ª Corintios 1:23 «Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura»
Lucas 19:14 «Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: NO queremos que éste reine sobre nosotros.»
JESÚS SUFRIÓ UN DESPRECIÓ EN SU MÁXIMA POTENCIA, MÁS AÚN, POR AQUELLOS QUIENES DEBIERON RECONOCERLO Y GLORIFICARLO.
Pero un día, como hemos visto en este estudio, la Nación (el remanente que sí crea) se volverá a ÉL; aunque de momento, hasta entonces, predicamos el Evangelio, predicamos fielmente a Cristo y éste Crucificado, Poder de Dios para salvación a Todo aquel que cree.