Damos comienzo al estudio sistemático y expositivo de una de las porciones más espectaculares de la Biblia por su belleza, precisión minuciosa, profundidad teológica, etc.
Estos 3 últimos versículos de Isaías 52, por su contenido y su contexto son irremediablemente inseparablemente del capítulo 53; por tanto, al referirnos en términos generales a Isaías 53, tengan presente y seguro que estos 3 versículos del 52 van incluidos.
Con estos 3 versículos dan comienzo al último cántico del siervo (ver Isaías 42:1-9, 49:1-3 y 50:4-11); y es a la vez un resumen y un pequeño (pero profundo) adelanto de lo que después de estos 3 versículos vendrá, que no es poco.
Isaías 52:13-15 «He aquí (¡»Miren con cuidado y detenimiento!») que MI Siervo (NO es Israel, NO es David, Jeremías, Isaías ni Zorobabel, es el Señor Jesús, Ver Hechos 2:33 y 8:34-35) será prosperado (Textual dice que actuará sabiamente, la NVI dice que triunfará), será engrandecido (levantado, afamado y enaltecido, ÉL triunfará al establecer Justicia y derecho sin igual) y exaltado (Ver Filipenses 2:6-11), y será puesto muy en alto. Como (así como, de la misma manera) se asombraron (quedaron espantados, horrorizados y asolados tras la 1ª Venida.) de TI muchos, de tal manera fue desfigurado (terriblemente maltratado, con el rostro irreconocible, sin rasgos humanos, ni prácticamente apariencia humana) de los hombres su parecer (perdió, por la crueldad, el semblante y apariencia humana. Fue un sufrimiento sin igual; se espantaron de ÉL al verlo), y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así (así mismo) asombrará (de esa misma manera ÉL asombrará en SU Gloriosa 2ª Venida) ÉL a muchas naciones (rociará o esparcirá a muchas naciones con una limpieza espiritual); los reyes cerrarán ante ÉL la boca (los mayores líderes y gobernantes humanos quedarán atónitos y pasmados ante ÉL, ante quien despreciaron un día), porque verán lo que nunca les fue contado (a pesar de que muchos NO han oído el Mensaje del Evangelio, ese Día, sabrán Quién es ÉL), y entenderán (comprenderán) lo que jamás habían oído (contemplará lo insólito dice la Textual).»
Con estos 3 versículos, que bien pudieran ser una introducción, una breve presentación o una transición al capítulo 53, se inicia el minucioso retrato profético del Señor, del Siervo sufriente, de CRISTO.
Isaías profetizó que el Mesías será enaltecido y levantado (aún más que los ángeles, Abraham o Moisés), que será prosperado en SU Obra, y que será muy altamente ensalzado y enaltecido, pero con la misma ímpetu y precisión, el autor nos narra lo opuesto, es decir, que sufriría terriblemente y sería grandemente humillado.
2 ideas que contrastan, pero que NO van separadas, sino más bien de la mano, como bien podemos ver tanto en el Salmo 22, como en Filipenses 2:5-11; donde en ambos hay un claro contraste entre su humillación y su exaltación.
Filipenses 2:5-11 «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.»
ÉL, siendo pleno y Eterno Dios, igual al Padre en Esencia, Naturaleza, Gloria y Atributos se vació y despojó voluntariamente tomando forma de esclavo sirviente.
ÉL declaró: «He descendido del Cielo, NO para hacer MI Voluntad, sino la Voluntad del que ME envió».
El sufrimiento precede a la Gloria, la corona de espinas a la corona de monarca, el siervo sufriente al glorioso Rey Soberano.
Todo en ÉL es asombroso y espectacular, desde Su Humillación, hasta Su Vida, SU Carácter, SU muerte, SU Resurrección y SU Exaltación
ÉL ahora está sentado a la Diestra de Dios, y se le ha dado un Nombre que es sobre y muy por encima de cualquier otro, ÉL es el Señor de Todo y Todos, y absolutamente Todos doblaremos rodilla y confesaremos esta más que verdad total y absoluta.
Asimismo, el profeta predijo la asombrosa reacción del hombre en general ante SU Obra, ante SU Humillación para vivir una vida perfecta y obediente, y morir una muerte horrenda y cruel, siendo nuestro representante en su vida justa y nuestro sustituto en su muerte vicaria.
Una muerte tan horrenda y tan cruel, que antes de que ÉL entregase la Vida en la Cruz, hubo violencia, sangre y crueldad sin igual, sin comparación, sin paliativos pero que formaban parte del Plan y el Eterno designio de Dios, preconcebido desde antes de la fundación del Mundo para nuestra salvación.
ÉL lo sabía perfectamente y así lo decía.
Lucas 24:25-26 « Entonces ÉL les dijo: !!Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿NO era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?»
Lucas 18:31-33 «Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre. Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido. Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará.»
Ya en Getsemaní, debido al estrés y la presión, estallaron los capilares de su rostro y sudó sangre (Hematidrosis), viéndose envuelto en una presión interior y una angustia indescriptible, pues al llevar y portar el pecado de la humanidad entera, bebería la Copa de la Ira de Dios; y sería, por primera vez desde la Eternidad, separado, repudiado y rechazado de la presencia de Dios, de SU Padre con quien compartió y comparte la Gloria.
Además le vendaron los ojos, se burlaron de ÉL, le golpearon y azotaron, le dieron puñetazos, le escupieron, le arrancaron la barba, le flagelaron con un látigo tras atarle a un poste con el cuerpo estirado y expuesto a tal severo castigo, le golpeaban continuamente con una vara en la cabeza, le colocaron una corona de espinas que aplastaba su frente y cráneo con esas afiladas espinas,…hicieron de ÉL un espectáculo, un escarnio, hasta el punto de ser prácticamente irreconocible como ser humano, debido al desfiguramiento de Su Rostro ; y eso que lo peor aún estaba por llegar, la Muerte.
¿QUÉ MUERTE?
NO una muerte cualquiera, por muy violenta y agresiva que sea, sino la peor muerte jamás inventada, LA CRUCIFIXIÓN.
Eso implicaba una agonía insoportable, un dolor terrible y prolongado; carne torturada, músculos constreñidos, terrible sed, insomnio, fiebre traumática, mareos, espasmos y calambres, dolor general en cada soplo de aire, en cada bocanada de aire. El respirar, el estar vivo era lo más doloroso para él, pues sentía tal opresión en sus pulmones que cada vez que respiraba era un auténtico suplicio por la posición estirada de sus brazos, que hacía doloroso cualquier movimiento por minúsculo que sea.
A todo esto le sumamos la vergüenza por el escarnio público de la gente que lo miraba e increpaba, y no sólo eso, sino que hambrientos por más violencia ardían en sus deseos, cómo describe proféticamente el salmista 1000 años antes que sucediera.
Salmos 22:12-18 «Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca como león rapaz y rugiente. He sido derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.»
Podríamos decir muy claramente que Isaías 52:14 es la más gráfica descripción bíblica en un versículo del desfiguramiento extremo de nuestro Señor, quien a causa nuestra fue irreconocible en su aspecto humano.
Salmos 22:6-8 «Mas yo soy gusano, y NO hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele ÉL; sálvele, puesto que en ÉL se complacía».
La palabra literal empleada por el salmista para «Gusano» es «Tolat» que significa «gusano rojo» y su nombre es «coccus ilicis», es un gusano rojo carmesí; el cual, por el tinte fuerte que echaba al ser aplastado, era usado para sacar el color carmesí para las vestimentas sacerdotales y para el velo del tabernáculo que fue rasgado en dos cuando Cristo murió.
Este gusano escarlata, al ser aplastado, expulsaba de él una fuerte tinta roja, que se usaba para teñir tejidos.
De la misma manera, Jesús fue aplastado por SU Padre (Isaías 53.10), y Su Sangre nos tiñe, nos limpia y nos justifica a Todo Aquel que en EL cree.
Pero si el Versículo 14 nos recalca SU Sufrimiento y SU Desfiguración, el Versículo 15, nos lleva a la Exaltación, a un FUTURO GLORIOSO, done ÉL regresará triunfante y TODOS, aún los gobernantes, monarcas y líderes de las naciones, se postrarán ante ÉL, y quedarán estupefactos y atónitos.
Quedarán «pasmados».
Si la profecía comienza hablándonos de cuán humilde fue, la misma va a acabar con cuán encumbrado será
Igual que se asombraron en SU Humillación, asimismo se asombrarán en SU Exaltación; Todos lo verán, y quedarán atónitos, «sin habla», enmudecidos y aterrorizados; las naciones quedarán anonadas, abrumadas.
En el pasado usaron su Precioso Nombre como una palabra de maldición, más ahora caerán paralizados y estupefactos; y se darán cuenta de lo terrible de su torpeza, y la grandeza de su locura al despreciar y dar la espalda nada más y nada menos que al Eterno Hijo de Dios, a su Mesías, al Señor de la Gloria.
Mateo 24:30 «Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.»
Mateo 26:64 «Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.»
Hechos 1:10-11 «Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.»
Apocalipsis 1:7 «He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.»
Estos 4 versículos nos arroja luz sobre cómo será el día referido en Isaías 52:15, y son sólo la «Carta de Presentación», y una breve introducción para lo que sigue a continuación, es decir, el capítulo más impactante, tal vez, de toda la Escritura, ISAÍAS 53.
Estos 3 versículos finales de Isaías 52, donde el que habla es DIOS mismo, nos preparan para el profundo misterio que expresa el capítulo siguiente, y que empezaremos a estudiar expositivamente a partir de la próxima semana.
Dios ensalzó a Cristo lo levantó y lo puso en alto porque se humilló hasta lo más bajo. Gloria a Dios por siempre y siempre
Y ese es el Ejemplo supremo de entrega, de servicio, de humildad, de Amor … «Haya pues en Vosotros ese sentir (…)»
GRACIAS HERMANO POR ESTOS ESTUDIOS DE LA VIDA Y EL SUFRIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO OJALA EN LAS CONGREGACIONES EN EL MUNDO ENTRO DIERAN ESTAS ENSEÑANZAS QUE A PUNTA DE LAGRIMAS NOS LLEVA A CONOCER MEJOR A QUIEN ENTREGO SU VIDA POR NOSOTROS LA HUMANIDAD DIOS LO CONTINUE BENDICIENDO Y CLARO QUE HAY QUE ESTUDIAR MAS Y MAS LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Gracias por esas palabras de agradecimiento, un agradecimiento que debemos sin lugar a dudas a nuestro Excelso Señor, quién se entregó a morir por nosotros, pero sobre todo por y para EL, para SU Gloria.
Nosotros No podemos dejar de predicar de EL…
RECIBE UN FUERTE ABRAZO MI HERMANO, Y QUE CRISTO SIGA SIENDO FORMADO EN TI