Los LIBROS DE CRÓNICAS, aunque aporta mucha información histórica y paralela a los libros de Samuel y Reyes, se escribieron más tarde y con un propósito muy diferente al de estos.
Escrita en torno al año 450-425 a.C. está dirigida a una generación (y a los hijos de ésta) que acaba de volver y de regresar de ese tan espantoso exilio babilónico que supuso para ellos, que se produjo en el año 586 a.C. donde las tropas babilónicas de Nabucodonosor invadieron el Reino Sur de Judá y llevaron cautiva al pueblo de Dios que estaba siendo juzgado por ÉL (recordar la advertencia a ellos por parte de Dios en Jeremías 25)
Pero no menos cierto es que Dios prometió a Su Pueblo que tras 70 años de cautiverio, volverían (Jeremías 29:10), y así tal cual, fue.
El pueblo había sufrido una etapa devastadora, pero ellos debían saber que Dios NO se olvidó de Sus Promesas ni la invalidó, sino que precisamente ÉL cumplió Sus Advertencias de que si desobedecían a Dios y caían en apostasía e idolatría, habría serías consecuencias, y así fue.
Pero ahora, debido al Amor de Dios, por Su Soberana Providencia al usar a Ciro de Persia (ya profetizado en Isaías 45), Su Pueblo, un pueblo que había perdido su identidad, estaba regresando a su tierra, pero era necesario animarlos, consolarlos, fortalecerlos y hacerles saber básicamente 2 cosas:
- 1.- Dios NO se ha olvidado de Su Pueblo ni de Su Promesa a David (2ª Samuel 7) de que un descendiente Suyo NO dejaría jamás el Trono.
- 2.- Lo que pasó en el Pasado fue el justo Juicio de Dios, Quién advirtió y volverá a advertir de las trágicas y nefastas consecuencias de la desobediencia a ÉL, a Su Palabra.
Por todo ello, los libros de Crónicas se centran en lo que el cronista (muy probablemente Esdras) considera importante para su propósito concreto, y por ello omite muchas cosas, enfatizando sobre todo en la línea mesiánica de la Tribu de Judá, es decir, el linaje de David, y en el Templo.
Omite casi todo lo malo de esa época idólatra y apóstata, obviando al Reino Norte de Israel (cayó por los asirios en el 722 a.C.), así como los errores cometidos por David o Salomón.
EL PUEBLO DEBÍA APRENDER A ADORAR, Y PARA ELLO ERA NECESARIO E IMPRESCINDIBLE TENER BUENOS EJEMPLOS Y REFERENTES Y RECUPERAR LAS PROMESAS Y LA IDENTIDAD PERDIDOS.
Pero aunque omite todas las sombras de la vida de David, centrándose más en sus luces, en el capítulo 21 del primer libro de Crónicas hallamos la, tal vez, única mancha de David en los libros de Crónicas, y tiene un paralelismo que nos llevará directamente al Gran y Mejor Rey de Judá, al Rey de Reyes, a CRISTO.
I.- EL PECADO Y EL JUICIO DE DAVID
Nos debemos trasladar aproximadamente al año 1000 a.C., al final de su reinado
En su orgullo propio y su autoconfianza en sí mismo, haciendo alarde de un músculo militar muy ajeno a la realidad misma, David realiza un censo, NO por iniciativa de Dios, es más, ni siquiera consultó a Dios tal nefasta decisión.
1ª Crónicas 21:1-2 «Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel.Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa.»
Aunque Satanás es le Tentador y el Adversario, su poder está limitado y supeditado al Soberano del Cielo y de la Tierra, a Dios, Éste permitió que David fuese tentado ya que en su corazón parecía emerger una pequeña raíz del pecado que precisamente llevó a Lucifer a su caída, el ORGULLO.
Ni Dios si Satanás forzaron a David a pecar, pero Dios permitió en Su Soberanía que Satanás tentara a David, y éste escogió pecar.
DAVID QUISO ENORGULLECERSE A SÍ MISMO Y NO A DIOS, Y ESO LE OFENDIÓ.
Esta acción estaba llevando a Israel a un peligroso orgullo nacional, ya que creían que los sus logros y batallas eran debido a ellos mismos.
David debió recordar que ya Dios le dio la Promesa a Abraham, se la ratificó a Isaac y a Jacob, y estableció un pacto con otra Promesa con él mismo, con David, y que Su Palabra se iba a cumplir sí o sí por ÉL, y NO por ellos.
¡Qué pronto olvidaron que su historia fue movida siempre por la Mano Poderosa de Dios!
¡Qué diferencia con respecto a aquel joven David que NO midió sus fuerzas físicas o militares ni calculó antes de enfrentarse lleno de fe al gigante Goliat!
Salmo 20:7 «Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; más nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.»
Isaías 31:1 «¡¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!!»
Jeremías 9:23-24 «Así ha dicho el Señor: NO se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Más alábese en esto el que haya de alabarse: en entenderme y conocerme, que yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas me agradan, dice el Señor»
Joab, su general, muy desconfiado de David y de su plan, NO contó a los levitas ni a la Tribu de Benjamín.
1º Crónicas 21:7-8 «Asimismo esto desagradó a Dios, e hirió a Israel. Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente.»
David se dio cuenta de su error, de su pecado, pero el pecado siempre tiene consecuencias, siempre trae y acarrea castigo y juicio.
David se arrepintió verdaderamente, asumiendo toda la responsabilidad de su pecado, y es por eso que él mismo escribió en el Salmo 118, versículo 8: «Mejor es confiar en el Señor que confiar en el hombre», así como también en el Salmo 71, versículo 1: «En ti, Señor, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás»
2ª Samuel 24:10 «Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.»
Dios en Su Misericordia permitió a David escoger la vara de Su castigo; hambruna, debilidad y desprotección militar o peste, que fue la que escogió para NO librarse y estar expuesto com, ya que cualquiera de las otras 2 opciones podía haber esquivado debido a sus riquezas o a su condición de rey
1º Crónicas 21:12-13 «Escoge para ti: o tres años de hambre, o por tres meses ser derrotado delante de tus enemigos con la espada de tus adversarios, o por tres días la espada de Jehová, esto es, la peste en la tierra, y que el ángel de Jehová haga destrucción en todos los términos de Israel. Mira, pues, qué responderé al que me ha enviado. Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia. Ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo; pero que no caiga en manos de hombres.»
¿QUÉ QUISO DECIR DAVID CON ESTAS PALABRAS?
Que confiaba más en la bondad y Misericordia de Dios, aún en medio de Su Juicio, que en la de los hombres; David verdaderamente conocía a Dios.
David conocía muy bien los versículos 6 y 7 del capítulo 34 de Éxodo
«Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Versículo 14 «Así Jehová envió una peste en Israel, y murieron de Israel setenta mil hombres.»
Al contrario que Cristo, David sí peca y el pueblo (un pueblo pecador, todo sea dicho) sufre las consecuencias por ello; pero en el Versículo 15, tras ver al Angél del Juicio de Dios, con una espada desenvainada en la mano y dispuesto a ejecutar Su inevitable Juicio que como Dios Santo y Justo debe ejecutar, David en el versículo 17 cambia de postura.
II.- LA INTERCESIÓN DE DAVID
Versículos 15-17 «Y envió Jehová el ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando él estaba destruyendo, miró Jehová y se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía: Basta ya; detén tu mano. El ángel de Jehová estaba junto a la era de Ornán jebuseo. Y alzando David sus ojos, vio al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio. Y dijo David a Dios: ¿No soy yo el que hizo contar el pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Jehová Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y NO venga la peste sobre tu pueblo.»
Por algo se dice de él que tenía el corazón conforme a Dios
AHORA SÍ QUE ES UN TIPO DE CRISTO, EXCEPTO QUE CRISTO JAMÁS PECÓ.
AQUÍ VEMOS REFLEJADO A CRISTO PIDIENDO AL PADRE, AL JUEZ JUSTO QUIEN DEBE IMPARTIR JUSTICIA AL PECADO, QUE EL CASTIGO POR EL PECADO RECAIGA SOBRE ÉL, Y NO SOBRE EL PUEBLO, QUIEN REALMENTE SÍ LO MERECÍA.
Por un lado había una humanidad entera pecadora, merecedora de la muerte eterna (Ezequiel 18:4 y 20, Romanos 6:23), por otro lado había un Juez Justo, Dios mismo, quien debe impartir Su Justicia conforme a Su Santidad, y en medio, entre ambos como nuestro Mediador cualificado, el Dios-Hombre.
Hebreos 10:5-7 «Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda NO quisiste; mas ME preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado NO te agradaron.Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer TU Voluntad, como en el rollo del libro está escrito de MÍ»
¿CÓMO REACCIONÓ DIOS ANTE LAS PALABRAS DE DAVID?
1ª Crónicas 21:18 «Y el ángel de Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar a Jehová en la era de Ornán jebuseo»
Justo en ese mismo sitio, en ese preciso lugar exacto donde está la espada desenvainada clamando y exigiendo justicia debe haber sangre, debe haber muerte.
NO es casualidad que en ese mismo sitio se hallaba el Monte Moriah, donde un padre va a sacrificar a su amado hijo, al hijo de la promesa (Génesis 22) pero cuya mano es detenida por un ángel; de la misma manera que el Gran y Verdadero Padre SÍ ofreció en sacrificio al Amado, al verdadero Hijo de la Promesa en lo alto de un monte, uno muy cercano allí, uno justo en el otro extremo del Moriah, el GÓLGOTA.
Dios se encontró con un arrepentido David allí, pero NO para Juicio, sino para adoración.
LA PAGA DEL PECADO SIEMPRE ES DERRAMAMIENTO DE SANGRE, MUERTE.
Hebreos 9:22 «Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.«
Muy similar a lo que ocurrió en el Éxodo, con la 10ª y última plaga (muerte de los primogénitos), donde en todas las casas sí o sí debía haber muerte, y NO sola en la de los egipcios: O el Cordero moría y su sangre en los dinteles era la prueba de ello, o el primogénito en representación de los demás lo haría, pero muerte debía haber.
Dios le manda construir un ALTAR, pues necesita un SACRIFICIO.
Lo lógico hubiera sido que David ofreciera sacrificios en Gabaón (a 13 kilómetros al Norte de Jersusalén), donde estaba el altar del holocausto, pero debido al temor, al arrepentimiento, y a la orden de Dios, David ofrece sacrificios en la era de Ornan Jebuseo, allí mismo.
Pero si el sacrificio NO cuesta nada, NO es un sacrificio, y éste costó 600 siclos de oro, y eso por entonces era muchísima cantidad.
Si David llega a aceptar la generosa oferta de Ornan Jebuseo, el sacrificio hubiera sido de él y NO de David, y eso NO serviría para aplacar la Ira de Dios por el pecado de él.
Versículos 21-25 «Y viniendo David a Ornán, miró Ornán, y vio a David; y saliendo de la era, se postró en tierra ante David. Entonces dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, para que edifique un altar a Jehová; dámelo por su cabal precio, para que cese la mortandad en el pueblo. Y Ornán respondió a David: Tómala para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le parezca; y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para la ofrenda; yo lo doy todo. Entonces el rey David dijo a Ornán: NO, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque NO tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste. Y dio David a Ornán por aquel lugar el peso de seiscientos siclos de oro.»
Los holocaustos trataban directamente la expiación por el pecado; mientras que las ofrendas de paz eran para disfrutar de comunión con Dios.
El mismo Rey (David) se digna personalmente en ir ante el dueño de esa era, postrarse ante él, ante su súbdito, quien estaría perplejo por tal imagen de ver a su rey postrado ante él, y de pedirle, no que le regale esa tierra, sino que se la venda; esto tuvo que ser humillante para David.
El Sacrificio de Cristo costó mucho más que esas monedas, costó la vida misma; y si vemos que David se humilló como rey, hubo una humillación infinitamente superior, donde el Rey de Reyes vino a esta era, a este mundo a pagar una deuda que era mucho más cara, y previo pago de Su Sangre derramada, Su Vida perfecta entregada de forma Voluntaria en representación de Su Pueblo, despojó y destronó a quien tenía potestad y al duelo de este mundo caído.
Filipenses 2:5-8 «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,el cual, siendo en forma de Dios, NO estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.»
Versículos 26-27 «Y edificó allí David un altar a Jehová, en el que ofreció holocaustos y ofrendas de paz, e invocó a Jehová, quien le respondió por fuego desde los cielos en el altar del holocausto. Entonces Jehová habló al ángel, y éste volvió su espada a la vaina.»
Dios, al consumirlo con fuego, acepto el sacrificio de David, y lo honró.
Cristo, muy cerca de ese mismo lugar, edificó allí otro altar, pero esta vez, ÉL Mismo sería el sacrificio en una Cruz, siendo la PROPICIACIÓN de Dios, es decir, un sacrificio que calma, apacigua y aplaca la Santa Irá de Dios desatada por causa del pecado («y volvió la espada a su vaina»)
Romanos 3:21-25 «Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque NO hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como PROPICIACIÓN por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados»
Debido al Perfecto Sacrificio de Cristo, la espada de Dios que estaba desenvainada desde Génesis 3 se ha guardado, pues ya ha habido un sacrificio y Su Ira acumulada desde entonces se ha calmado.
EL JUICIO DE DIOS SE HA DESVIADO DE NOSOTROS, PORQUE FUE VERTIDO SOBRE ÉL ENTERAMENTE
Hemos visto que, aunque primeramente fue por antítesis, al final David pidió para sí mismo el Juicio de Dios, haciendo un sacrificio a Dios para que aparte Su Ira y detenga Su Juicio, y esta acción nos lleva a CRISTO, pero aquí NO acaba…
¿CÓMO EMPIEZA EL CAPITULO 22 DE 1ª DE CRÓNICAS?
1º Crónicas 22:1 «Y dijo David: Aquí estará la casa de Jehová Dios, y aquí el altar del holocausto para Israel.»
Justo en ese mismo lugar donde David ha ofrecido sacrificios a Dios estaría ubicada la Casa del Señor, el Templo de Dios.
Vemos que esta historia que podía haber acabado en tragedia y Juicio de Dios debido al pecado, termina con la elección de Dios para construir el Templo de Dios, Su Casa terrenal.
CUANDO ABUNDÓ EL PECADO, SOBREABUNDO LA GRACIA
Allí mismo, sobre este sacrificio que David hizo se erigirá y se exaltará, se adorará a Dios, pero NO sería David, hombre de guerra que derramó mucha sangre, sino su hijo Salomón, él edificaría casa al Príncipe de Paz.
David quería transformar este lugar, esta era donde se separaba la paja del trigo en un lugar de sacrificio y adoración al Dios Vivo y Verdadero.
Este sería el mismo lugar predicho por Moisés en Deuteronomio 12:11, para la ubicación y establecimiento de Su Templo, la Casa de Su Nombre.
David dejó todo absoluta y minuciosamente preparado, para que su hijo levantase y edificado el Templo; canteros, hierros, oro, piedras, metales, es decir, todo el instrumento y material, y la guía de cómo hacerlo, pero la labor sería para su hijo.
2º Crónicas 3:1 «Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.»
De la misma manera que David, Cristo hizo el Sacrificio, la PROPICIACIÓN, la Obra, pero ÉL ha dejado a Sus Hijos la gloriosa tarea de ir elaborando, edificando y construyendo Su Templo, Su Casa, Su Hogar, Su Morada, Su Amada y reluciente Esposa, SU IGLESIA.
1ª Corintios 3:9-11 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.»
Efesios 2:20-22 «edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.»
ÉL nos da Su Guía, Su Espíritu Santo a cada uno de nosotros para conocer Su Propósito, Su Voluntad.
Ezequiel 36:27 «Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.»
Juan 14:16-17 «Y YO rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de Verdad, al cual el mundo NO puede recibir, porque NO le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.»
Juan 16:13 «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, ÉL os guiará a toda la verdad; porque NO hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.»
ÉL nos ha provisto NO de materiales humanos ni físicos, sino espirituales: Dones, ministerios (algunos en vigor aún, otros no, pero todos en la época de la Iglesia) para capacitar y servir al Cuerpo, a ir edificándolo.
Efesios 4:11-13 «Y ÉL mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas (estos 2 establecieron el fundamento, y por tanto ya NO están en vigor); a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo»
CONCLUSIÓN
1º Crónicas 22:19 «Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová, y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová.»
Pon tu confianza NO en ti, NO en tus medios, NO en tus logros, NO en nada que NO sea el Señor y Salvador
Dios utilizó el engaño y la tentación de Satanás y el pecado de David para traer un lugar de adoración donde por 1000 años aproximadamente se realizarían día tras día, año tras año, sacrificio tras sacrificio, hasta que en el cumplimiento perfecto del Tiempo, se hizo, de una vez y para siempre el Perfecto Sacrificio, el de Su Hijo, el cual NO fue aceptado con fuego, sino con un sepulcro abierto, que nos da la certeza y la esperanza de que, al igual que David hemos pecado, pero hubo Uno mucho mayor y más grande que David, de su linaje, que pagó toda la deuda y quien hizo que la espada del Juicio de Dios NO se envainara nuevamente, sino que recayera enteramente sobre ÉL, traspasando a Su Hijo (Ver Isaías 53:10) para salvarnos a nosotros, a Su Pueblo.