Iniciamos con este sermón, una corta SERIE SOBRE LOS ACONTECIMIENTOS de la última semana de Jesús, haciendo especial énfasis en la Pasión, la Muerte en la cruz y en la gloriosa Resurrección. Estamos en el conocido Jueves Santo, donde tiene lugar la cena anual de LA PASCUA. Era la fiesta más antigua de todas, y celebraban o conmemoraban la liberación de Egipto cuando el ángel de la muerte pasó por todas las casas de Egipto (Éxodo 12). En cada casa de Egipto habría muerte:
- O bien el primogénito,
- O bien un cordero, cuya sangre se untaría en los dinteles de las puerta,
Y desde entonces, la sangre y el cordero adquirieron un sentido nuevo y un valor redentor, pues la sangre del cordero sacrificado fue la señal de identificación como Pueblo de Dios, y serían así protegidos y guardados. Pero lo de aquella noche de “Jueves Santo” no se trataba solamente de una celebración pascual, ya que en mitad de la cena hace algo que sorprende y descoloca a los Discípulos. NO se quedó recordando y conmemorando solamente en cómo Dios salvó a Su Pueblo de la esclavitud de Egipto hace 1450 años, sino que además se aplica a Sí Mismo todo aquel significado.
- «¿Os acordáis del cordero pascual? ¡Ese soy yo!»
- «¿Recordáis la sangre que era necesaria para salvar a los israelitas? Es un anticipo a mi sangre que voy a derramar en pocas horas por todos vosotros.»
- «¿Recordáis que fue un sacrificio? Apunta a mi sacrificio perfecto»
Con Judas lleno de Satanás y fuera y de escena, tomó el pan y la copa, trazó una diagonal directa desde el pasado hasta el futuro, desde Egipto hasta el Gólgota, desde el Mar Rojo hasta la cruz.
- INSTITUYE LA CENA DEL SEÑOR, la nueva conmemoración perpetua de Su Obra.
- CONSTITUYE EL NUEVO, MEJOR Y PERFECTO PACTO o Alianza. Un pacto que trae salvación por gracia mediante la fe en Cristo
Ahora tiene lugar unas palabras de ánimo y consuelo con los Suyos. Les habla de Su partida. Ellos se entristecen y les dice que NO les dejará solos, que vendrá el Espíritu Santo. De repente, deja de dirigirse a ellos, para orar por ellos al Padre en una tremenda oración sacerdotal.
“Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste (…) No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”
Después salieron de ese Aposento Alto cantando un himno, el conocido como «Hallel» , que son los Salmos 113 al 118. Una caminata, a media noche, de unos 30 minutos, y de unos 1.200 metros hacia un huerto privado. Es increíble pensar que estando a minutos de ser:
- Traicionado
- Arrestado con violencia, empleando espadas y palos
- Enjuiciado injusta y falsamente
- Abofeteado
- Escupido en el rostro
- Arrancado la barba
- Azotado cruelmente
- Condenado a muerte
- Torturado y crucificado de la peor manera,
Sabiéndolo todo, aun así Jesús cantaba:
Salmo 117:2 “Y la fidelidad de Jehová es para siempre”
Salmo 118:29 “Alabad a Jehová, porque ÉL es bueno”
Ahora cambiamos de escenario, y pasamos del Aposento Alto a GETSEMANÍ. Y aquí tengo que detenerme. Es un pasaje sublime, misterioso, que nos excede a todos y que nos sobrepasa por completo. Jamás el alma de un individuo, de una persona podía albergar tanta tristeza y suplicio.
Hay una escena en la Película de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: LAS 2 TORRES muy significativa para ilustrar el sermón de hoy.
Frodo está agotado por el peso del Anillo Único, que representa el mal, el pecado y la corrupción del mundo. Está desesperado, al borde del colapso, exhausto y a punto de rendirse y arrojar la toalla, en un sufrimiento extremo y agónico, y lo confiesa a Sam en una conversación muy importante:
- Frodo: «No puedo hacerlo, Sam.». Estaba desesperado
- Sam: «Lo sé. Todo está mal. Pero aún hay algo bueno en este mundo, señor Frodo, y vale la pena luchar por ello.» Sam le reconforta, anima y consuela.
Por cierto, el autor, J.R. Tolkien, un cristiano católico, fue el instrumento que Dios usó para traer a la fe a un tal C.S. Lewis. Frodo, al final, llega a la Montaña del Destino y, aunque con ayuda, el Anillo es destruido. Su sufrimiento permite la victoria sobre Sauron
Jesús también sintió el peso del sacrificio, y enfrentó la mayor prueba y angustia de su vida en un pequeño y tranquilo huerto privado, a la orilla del Monte de los Olivos Getsemaní (“prensa de aceite”) pero venció en oración, sumisión y obediencia.
- Este nombre resulta muy adecuado, las aceitunas son colocadas en una prensa que ejerce una gran presión sobre ellas para extraer el aceite.
- Y de la misma manera que las aceitunas son trituradas, el alma humana de Cristo fue triturada.
Hermano si hay un lugar que algún día me gustaría estar o visitar, sin duda, es éste. Ir al Monte de los Olivos y ver algunos olivos de Getsemaní que, dicen, pueden ser incluso de esta misma época. Nosotros, como creyentes, enfrentamos momentos de prueba donde debemos decidir entre hacer nuestra voluntad o la de Dios.
Si ADÁN cayó y perdió en un huerto, JESÚS, el Perfecto y Verdadero Adán, ganó:
- Primero en un desierto
- Y ahora en otro Huerto
Nos adentramos en el clímax y el punto más alto del ataque satánico. Una degustación y un anticipo de la cruz.
Aquí comenzó el tormento interno, la Pasión de nuestro Señor. Realmente aquí tuvo lugar el conflicto en el epicentro mismo del ser humano de Jesús. Es uno de los pasajes más asombrosos, y misteriosos de toda la Biblia
Spurgeon dijo de este pasaje que es “La escuela en la que el alma aprende el precio de la redención”. Dijo que es el Lugar Santísimo de la vida terrenal del Señor
CS Lewis dijo que es la máxima prueba de su Humanidad, que ÉL no deseaba sufrir, pero aceptó hacerlo por nosotros.
Agustín de Hipona dijo lo siguiente; “ Cuando Cristo dice: Padre, pase de mí esta copa, habla como hombre. Pero cuando añade: Hágase Tu voluntad, nos muestra la obediencia perfecta que debemos seguir”
En la cruz sus padecimientos físicos fueron superiores, fue una brutal tortura, sí pero aquí se angustió y tomó la decisión más importante de la historia de la humanidad. La lucha NO fue en la cruz, fue en Getsemaní. Aquí ya siente el peso de la condenación. Aquí El Padre le entrega al Hijo no la corona, aún no , sino la Copa. Le da la copa que empieza a gustarla, a saborearla y que la bebe finalmente en la cruz. Es un CHOQUE FRONTAL entre:
- La LUZ y las TINIEBLAS
- La VIDA y la MUERTE
Voy a tratar de exponer (1) su angustia, (2) la debilidad de sus discípulos y la (3) firme determinación del Señor para cumplir la voluntad del Padre
I.- LA ANGUSTIOSA ORACIÓN DEL SEÑOR (Mt. 26:36-42)
36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. 37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. 39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.”
Hebreos 5:7 «Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.»
Cuando hizo la oración sacerdotal en Juan 17, actuaba como el Perfecto y Verdadero Sumo Sacerdote. Aquí NO. Aquí es la VÍCTIMA que va rumbo al ALTAR, que:
- Siente el CUCHILLO AFILADO de Dios en su cuello,
- Que nota el CALENTOR DEL FUEGO del sacrificio
- Es como, si de alguna manera, Jesús ve el HORNO DE LA IRA DE DIOS preparado para que sea lanzado dentro de él.
¿Os acordáis de la ESPADA DE LA JUSTICIA DE DIOS EN EL EDÉN (Gén. 3:24), cuando Adán y Eva pecaron? Esa espada está preparada, alistada y afilada para, ahora sí, juzgar. ¿Os acordáis del CUCHILLO EN MANO DE ABRAHAM, dispuesto a sacrificar a su hijo, Isaac? Ese cuchillo, en manos de Dios, está listo, en perfectas condiciones, su hoja lista para deslizarse con precisión.
Hay algunas PERSONAS ILUSTRES, consideradas como héroes que enfrentaron y aceptaron la Muerte:
- Sócrates fue condenado A BEBER CICUTA, y lo aceptó sin miedo ni quejas. Rehusó escapar.
- Juana de Arco pidió un crucifijo y gritaba “¡Jesús!, mientras murió EN UNA HOGUERA.
- Policarpo de Esmirna, discípulo de Juan, fue arrestado y CONDENADO A LA HOGUERA. Se podía salvar si renunciaba a Cristo. Y dijo: “Hace 86 años que le sirvo, y Él nunca me hizo mal alguno. ¿Cómo podría yo blasfemar contra mi Rey, que me ha salvado?» Se negó a que lo atarán, él mismo se colocó de pie en la hoguera y dijo: “Te alabo, oh Dios, por considerarme digno de este día y de esta hora, para ser contado entre tus mártires, y beber el cáliz de tu Cristo.»
- W. Tyndale, DESPUÉS DE TRADUCIR LA BIBLIA AL INGLÉS, FUE TORTURADO Y ESTRANGULADO. Una vez muerto, fue quemado en la plaza del pueblo. Sus últimas palabras fueron: «¡Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra!». Irónicamente, pocos años después, el rey Enrique VIII permitió la traducción de la Biblia.
Hermano, todas estas muertes NO tienen nada que ver con la de nuestro Señor. Jesús sufrió directamente el juicio de Dios en su máxima fuerza e intensidad. ÉL NO fue un mártir. ÉL ES EL SALVADOR, EL REDENTOR. NUESTRO SUSTITUTO. Un mártir, en el momento del martirio, goza de una gracia y de un abrazo especial por parte de Dios. Jesús NO. ÉL lo pasó solo.
Un mártir puede ser considerado un héroe, pero su cuerpo queda en la tumba. Jesús NO.
Juan 10:18 “Nadie me la quita, sino que YO de Mí Mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar.»
ÉL PODÍA LIBRARSE, PERO PREFIRIÓ LIBRARNOS A NOSOTROS
Y muchos, a veces, piensan que Jesús SE ATEMORIZÓ Y SE HORRORIZÓ de los violentos Soldados romanos, de los clavos atravesando sus muñecas, la corona de espinas incrustándose en su cráneo, los latigazos con bolas de metal o huesos que arrancaban carne. ¡NO! Jesús NO tenía miedo de eso, para nada. ¿Era, acaso, más valiente Policarpo, Sócrates, Tyndale o aún Martín Lutero que el Señor Jesús, el Señor de la Gloria?
En esta escena, coge a los íntimos, a Simón Pedro, Santiago y Juan. Son los momentos más críticos de Jesús, y desea estar con los íntimos. Los mismos que :
- Vieron a Jesús resucitar a la hija de Jairo,
- Los mismo que vieron Su Gloria en la Transfiguración,
- Ahora van a ver Su Humillación en la Pasión.
NO solo eso. hay más. Ellos mismos se habían jactado más que los demás de su capacidad para sufrir con Jesús.
Pedro en este mismo capítulo
- “Aunque todos se escandalicen de ti, yo no. ¡Estoy dispuesto a dar incluso mi vida por tí!
- Pedro, Satanás me ha pedido ZARANDEAROS COMO A TRIGO pero YO he rogado por ti para que tu fe no falte; y una vez vuelto, confirma a tus hermanos”
Este es el ministerio intercesor de nuestro Señor Jesús. Y es exactamente LO QUE HOY HACE por nosotros; sostiene nuestra fe en la prueba, no nos condena sino que nos levanta,y nos restaura
Los hermanos Zebedeo (santiago y Juan)
- “Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.. ¿Podéis beber de la Copa que yo beberé? Por supuesto, Señor”
1ª Corintios 10:12 “Así que el que piensa estar firme, mire que no caiga”.
Hermano, cuando estés en una crisis, NO lo hagas solo. Rodéate de tus íntimos.
- Ellos VIERON SU GLORIA refulgente. Ellos debían ser los más preparados para ser testigos, ahora, de Su Agonía
- NOSOTROS ES A LA INVERSA; Esperamos reinar con Él en Su Gloria, pero antes debemos esperar sufrir por ÉL y con ÉL.
El Versículo 38 dice literalmente “Mi alma está muy triste, hasta la muerte”
- Ningún humano podría soportar esta agonía. Era una tristeza mortal.
- Hermanos, ÉL se identificó con el dolor humano en toda su magnitud.
Lucas 22:44 «Y estando en agonía, oraba más intensamente; y su sudor se convirtió en grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.»
Jesús padece de HEMATIDROSIS, debido a la extrema y agónica angustia emocional. Eso provocó que los pequeños vasos capilares de las glándulas sudoríparas en el rostro, reventasen y mezclar la sangre con sudor. Ha pasado en algunos casos con prisioneros de guerra en la II GUERRA MUNDIAL, cuando sabían que iban a ser torturados y ejecutados.
Un ÁNGEL entró en escena dice Lucas 23:43. Yo me atrevo a especular en esta escena, como si le dijera, no para convencerlo, sino para fortalecerlo. Primero se postra ante el Rey, y luego le abraza o le pudo decir algo similar a:
- “¡Vamos, Jesús. Es tu hora. Has sido enviado para ésto, para este propósito. El Padre está contigo y te sostiene!”
NO fue tanto para consolarlo o aliviar Su sufrimiento, sino para fortalecer su cuerpo de modo que pudiera proseguir Su camino hacia una angustia mayor. Si hemos leído todo el relato de los evangelios, podemos notar que llegado a este punto, EL Padre siempre, siempre respondió con Amor al Hijo. Hasta ahora. El mismo que dijo: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.» Ahora le gira la cara. Aparece el Silencio de Dios.Aparece la soledad de Jesús:
- Donde iba, las multitudes le seguían.
- Arrastraba aún a enemigos
- Pocos días atrás, entró triunfalmente a la ciudad en medio del júbilo, siendo aclamado.
- PERO ahora en adelante lo va a afrontar ÉL SOLO
¿QUÉ LE PASÓ EXACTAMENTE A JESÚS?
NO hubo desconfianza con Su Padre. NO intentaba huir o escapar de la cruz, sino que ruega en intensa oración para someterse, hacer y cumplir la Voluntad de Dios. NO hubo conflicto, oposición ni desacuerdo con ÉL. Están cumpliendo a la perfección el Pacto de Redención, acordado desde la eternidad pasada.
ES NECESARIO COMPRENDER LA DUALIDAD EN CRISTO PARA NO CAER EN ERRORES:
En ÉL hay 2 NATURALEZAS, una divina y una humana, que no se fusionan, dividen ni se mezclan, no se confunden ni se contraponen. Esto es el misterio, conocido en teología como la Unión Hipostática (1 persona con 2 naturalezas). Por consiguiente, en ÉL habían 2 VOLUNTADES, una humana y una divina. Pero la voluntad humana estaba subordinada a la voluntad divina. NO son 2 voluntades opuestas, sino cooperantes, ya que SU Voluntad humana era, simple y llanamente, cumplir el querer divino; es decir, vivir la Voluntad del Padre.
Juan 6:38 “He bajado del cielo, NO para hacer Mi Voluntad, sino la Voluntad de Aquel que me ha enviado”
En Getsemaní vemos la tensión entre ambas voluntades, y eso te tiene que llevar a pensar 2 cosas:
- “Era hombre como nosotros”
- En el Juicio final, el peso y la carga del pecado será terrible y abrumador. Aquí Cristo lo sufrió por los suyos
En Su naturaleza y voluntad humana sintió el terrible peso del sufrimiento (“Padre, si quieres o si es posible, pasa de mí esta copa”), pero nunca se opuso a la voluntad divina. Se sometió entera y perfectamente a ella (Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»). Había un deseo como ser humano, pero había uno superior, que consistía en hacer la voluntad de Dios por amor a nosotros. En Su Humanidad, tiene angustia y pide ser librado. Como humano, quiere escapar del Juicio de Dios. Y eso experimentarán muchos el día de juicio. Su ALMA HUMANA, rota en mil pedazos, busca alguna otra alternativa para cumplir la misión que se le encomendó, sin tener que tomar esa copa, pero se somete “Padre, glorifica Tu Nombre”
- El SANTO iba a cargar con EL PECADO. Con la losa del pecado.
- El JUSTO iba a ser tratado y considerado como el mayor CULPABLE
- El Justo y el PERFECTO empieza a ser tratado como Injusto y como IMPÍO
Dice la Palabra que “CAYÓ ROSTRO EN TIERRA”. Es un gesto de sumisión extrema a la voluntad de Dios, al abandono y renuncia a uno mismo. Jesús comienza a experimentar el peso del pecado de la humanidad de manera real.
Isaías 53:10 “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; MAS JEHOVÁ CARGÓ EN ÉL el pecado de todos nosotros.”
Cuando descendió del cielo, en Su Encarnación, dejó el atuendo de rey de la Gloria y se enfundó el de hombre, PERO AQUÍ, justo aquí, en esta escena se está vistiendo de esclavo, de “cordero de dios”
Filipenses 2:5-8 “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”
NO era la muerte en sí lo que turbaba su alma. ÉL vino a Morir. ÉL dijo en Mateo 10:28 que NO temamos a los que matan el cuerpo. Se horroriza por tener que beber toda la copa, hasta la última gota. ¿Qué era o qué implicaba beber esa copa que aquí ya empieza a gustar?
- La Santa y Justa Ira del Dios Santísimo por el mal y el pecado
- Su Furia
- Su Justicia
- Su abandono y rechazo judicial
- TODO el pecado, todo el dolor, todo el mal, estaba en esa copa;
- Cada crimen y asesinato, cada blasfemia, cada desobediencia, cada motivación o pensamiento pecaminoso, cada aborto, cada violación, cada traición de su diseño de la familia y del matrimonio, cada acto injusto,…
ESO ES LA COPA. ESO ES LO QUE EL PADRE TENÍA PARA SU HIJO. FUE POR TI Y POR MI
Salmo 75:8 “Porque EL CÁLIZ está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, lleno de mistura; y él derrama del mismo; hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra”
NO fue casualidad que acabase allí. NO fue la hostilidad de las personas, romanos o judíos. Ni siquiera fue el diablo. FUE ENVIADO POR EL PADRE para beber enteramente esa Copa. O nosotros, o ÉL. Alguien debía pagar la deuda. ÉL NO pecó, pero tomó sobre sí la carga y la culpa del pecado de Su pueblo. Nuestros pecados; pasados, presentes y futuros, estaban en esa copa.
2 Corintios 5:21 “ Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en ÉL.”
En esos momentos, Jesús se hallaba en la antesala del Tribunal y Juicio de Dios, donde debía ser considerado y tratado como culpable. En el momento en que toma ese pecado, se experimenta como si estuviera separado de Dios, lo que representa un vacío doloroso para Jesús, quien desde la eternidad había estado unido y con El Padre en una relación perfecta e íntima.
- NO es una separación ontológica o sustancial, sino un rechazo judicial.
- Un abandono o una ruptura de la comunión con ÉL
- El Padre Santo no solo NO puede tener comunión con el pecado, sino que debe aplastarlo, y el pecado estaba en la Copa que le dio a Jesús
Su ALMA HUMANA, perfecta, santa, inocente y sin mancha NO quiere el tormento de separarse del Padre, de sufrir la culpa al cargar el pecado de los suyos.
“Padre, pase de Mí esta Copa. NO quiero tomarla, No quiero beberla. No quiero mirarla. Tiene que haber otra manera. PERO SEA TU VOLUNTAD”
Humanamente hablando, y hablando en términos humanos de Jesús, es normal y natural que le abruma psicológicamente y quiera huir de la torturación, del horror de la cruz, de verse alejado del Padre, de sufrir y padecer el infierno recaer sobre ÉL, de experimentar el peso de la Ira, la Furia y la Justicia de Dios recae, concentrado, sobre ÉL. ÉL fue presa del terror pero todos enfrentamos momentos de angustia y soledad, y es precisamente ahí cuando más necesitamos a Dios.
Jesús nos comprende porque Él mismo lo vivió. Lo sufrió, lo padeció. La solución es buscar a Dios en esos momentos. La respuesta de Dios puede no ser la que esperamos, pero siempre es la mejor. Cuando enfrentamos decisiones difíciles, debemos orar como Jesús: «No mi voluntad, sino la tuya.»
Y hay mucha equivocación con la oración.
- Muchos creen que oramos y ayunamos para, de alguna manera, tratar de persuadir y de cambiar la voluntad de Dios. Error.
- Ayunamos y oramos para, nosotros, prepararnos, obedecer y someternos a Su Perfecta y Soberana Voluntad, la cual es buena y agradable.
Dios fortalece a quienes buscan hacer Su voluntad.
II.- LA DEBILIDAD DE LOS DISCÍPULOS (Mt. 26:40-45)
“Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. 43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.
En estos versículos vemos el contraste entre el Señor y los discípulos. Hasta 3 veces les pide que velen y oren, pero cada vez los encuentra dormidos, totalmente ajenos a la gravedad de la situación y a todo lo que estaba a punto de suceder. No los culpes a ellos, nosotros somos exactamente igual. Luego leemos en Juan 21 que estuvieron toda la noche en vela tratando de pescar, y aquí ni siquiera una hora.
A veces NO nos damos cuenta, o NO percibimos la seriedad de la batalla espiritual en la que están envueltos. Acuérdate de la escena de la película Titanic, cuando los vigilantes o vigías se confiaron, se despistaron y cuando vieron el iceberg, ya fue demasiado tarde. Ya no había tiempo.
Hay una escena en Marcos 4, en que ellos tienen miedo, pánico y pavor en una tormenta y Cristo está durmiendo en la barca. Ahora es a la inversa, Cristo está en agonía, sufriendo al máximo y ellos, en vez de apoyarlo o acompañarlo en oración, duermen. Pero hay una diferencia: Jesús descansaba porque tenía fe y confianza en Dios, en Su cuidado y Soberanía. Ellos descansan por debilidad carnal
JESÚS SIEMPRE ES FIEL DONDE NOSOTROS FALLAMOS
En las tormentas nos atemorizamos, y en las pruebas nos dormimos, pero ÉL siempre vence en nuestro lugar, donde nosotros fallamos. El Señor les enseñó a orar “No nos metas en tentación”, y ahora, en el momento crucial en el momento más determinante NO fueron a Dios a pedir fortaleza, no acudieron a la oración.
¿SABES POR QUÉ LOS DISCÍPULOS NO PERMANECIERON EN VELA?
Lucas 22:45 nos da la respuesta: cuando Jesús se levantó de orar, «fue a los discípulos y los halló durmiendo a causa de la tristeza»
- Las cosas NO estaban saliendo como ellos querían
- NO se dirigían hacia un trono, sino hacía una cruz
- Una especie de mecanismo de defensa para intentar escapar o evadir de una realidad que no les gusta
NO les pidió toda la noche, sino una hora. Y no fueron capaces.
- Cuando desobedecemos al Señor, ya hemos perdido
- Cuando descuidamos la oración, inmediatamente aparece la debilidad espiritual
- Cuando aparece la debilidad espiritual, el enemigo te va a atacar
Él lo advirtió, y les dio el mejor consejo posible “Velad y orad para que NO entréis en tentación”, pero no le hicieron caso y cedieron a la carne, al cansancio, al sueño. Y unas pocas horas vino la tentación, la prueba: Le negaron, huyeron, lo abandonaron, renegaron, renunciaron
“Velad y orad. El Espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”
Se muestra y se evidencia la fragilidad humana, y la necesidad imperiosa de velar y de orar. Pero eso NO es excusa, debemos fortalecernos en el Señor
III.- LA DETERMINACIÓN VICTORIOSA DEL SEÑOR (Mt. 26:45-46)
45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.”
Al final no le queda más remedio que decirles, como un padre amoroso, “Dormid y descansad”, por no decir “Menuda se os viene a partir de ahora y NO os habéis preparado ni fortalecido”
LA SOMNOLENCIA ESPIRITUAL ES LA ANTESALA DE LA DERROTA
La victoria en nuestras pruebas comienza en la oración. Cuando oramos, recibimos fortaleza para enfrentar la voluntad de Dios, aunque sea difícil, dolorosa o muy costosa.
Esa es la verdadera victoria. NO escapar o huir del sufrimiento, sino cumplir con la Voluntad de Dios, aunque ello implique sufrimiento.
Dice Lucas 22:44 que “estando en agonía, oraba más intensamente”. Su tristeza, su agonía y su pasión iban en aumento, y su oración y dependencia al Padre también.
ÉL es NUESTRO MEJOR MODELO:
- De valentía
- De sometimiento
- Y de obediencia.
Debemos seguirle a ÉL, Sus pisadas, aún en los peores momentos. Vamos a tener pruebas, enfrentémoslas con fe, confiando en el Señor. ÉL mismo sufrió una inmensa batalla interna, mucho más de lo que tú puedas soportar, y se aferró al Señor. En el versículo 46 no dice “Levantaos y huyamos, escapemos, ¡NO!”
Dice “Levantaos, vamos al encuentro del peligro”
Jesús ya NO expresa angustia, sino determinación, firmeza, decisión, convicción.
- Ha vencido en la batalla espiritual. Ahora está listo para enfrentar la cruz.
- Al terminar de oral, ya obtuvo la victoria.
- Esta es la batalla más grande de Getsemaní: no fue con soldados, sino con la voluntad. Jesús elige obedecer al Padre, aunque le cueste su vida. No hubo rebeldía, sino confianza y rendición.
NO espera a que lo arresten. ÉL va directo y victorioso a cumplir con la Voluntad de Dios. El pasado 2 de Abril hubo un incendio en un garaje de Alcorcón (Madrid). Eso es algo extremadamente peligroso al tratarse de un espacio cerrado, con poca ventilación y oxígeno y peligro de derrumbe o presencia de material inflamable. Aún así, los bomberos no se lo pensaron, no dudaron y entraron, valientemente como héroes, arriesgando sus vidas. Uno de ellos salió, pero al saber que su compañero seguía dentro, decidió entrar por él. En esos momentos, la Puerta metálica del garaje cayó y cortó el cable que suministraba oxígeno. Ambos fallecieron. Lo arriesgaron todo, sin dudarlo, para salvar vidas. Jesús se enfrentó al fuego de Dios, no arriesgándose sino entregándose, sabiendo y conociendo todo. Y mientras los héroes, como estos bomberos, mueren con honor; Jesús murió en vergüenza para darnos su gloria.
CONCLUSIÓN:
¿SABES POR QUÉ ES IMPORTANTE ESTE PASAJE?
Porque si Cristo No hubiera tomado esa copa de ira hasta la última gota,
- El cielo se habría quedado vacío
- Y el infierno repleto.
- No habría salvación para nadie
- Porque todos habríamos tenido que enfrentar el justo castigo de Dios por cada uno de nuestros pecados.
Créeme que de haber sido posible para Dios perdonar nuestros pecados sin la muerte de Cristo en la cruz, puedes estar seguro de que NO habría permitido que Su Hijo Amado, lo más valioso para ÉL, pasara por esa experiencia tan abrumadora y dolorosa. Pero NO era posible. Jesucristo debía beber esa copa de ira hasta la última gota.
Cuando ÉL GRITA DESDE LA CRUZ “ELÍ, ELÍ LAMA SABACTANI” NO fue emocional, pasional o simbólico. FUE REAL Y FUE HISTÓRICO. Quien rechace a Jesús, deberá beber esa copa el día del juicio. Y pasará miedo, pavor, angustia, agonía, soledad. Se enfrentará solo al Juicio, al castigo y la Ira de Dios. Jesús nos ofrece esquivarlo, ÉL lo hizo. ÉL la bebió. ÉL nos sustituyó.
Este pasaje de Getsemaní nos enseña sobre:
- La angustia y la oración,
- Sobre la prueba y el sometimiento
- Sobre la debilidad humana y la obediencia a Dios
¿Es fácil? NO. En absoluto. NO vence el que NO tiene miedo, como la sociedad o el mundo cree. Ellos dicen que es signo de debilidad y de fracaso. Jesús mismo sintió miedo y tembló. Vence el que ora, el que busca el rostro de Dios y el que se somete a ÉL, aún en nuestro miedo
LA VERDADERA VALENTÍA NO ES LA AUSENCIA DE MIEDO, SINO LA CONFIANZA Y LA OBEDIENCIA A DIOS, A PESAR DEL MIEDO.
Debemos buscar a Dios en oración, sabiendo que nuestra carne es débil, es frágil, y necesitamos depender siempre de ÉL, y que la verdadera victoria es hacer la voluntad del Padre. Sigamos el ejemplo de Jesús, buscando fortaleza en la oración y determinación en la obediencia. Y sobre todo, meditemos en quién es, y qué ha hecho.
1 Corintios 2:2 “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado.
- NO se trata de ser agradable, popular, atrayente y ganar aplausos de la gente
- NO se trata de hacer sentir cómoda a la gente para que asistan otra vez y así llenar iglesias. ESO NO ES EL DISCIPULADO.
- Ve a cualquier compaña evangelística de las de hoy, y verás que NO se habla apenas de la cruz, del pecado y de la justicia de Dios.
LA CRUZ OFENDE, SÍ, PERO SALVA. ES LO ÚNICO QUE TENEMOS. ES LO ÚNICO QUE SALVA
DIOS TE AMA, SI, PERO ANTES ABANDONÓ Y APLASTÓ A SU HIJO. LE DIO LA COPA DEL JUICIO
NO HAY OTRO MENSAJE QUE SALVE, JUSTIFIQUE, RECONCILIE, TRANSFORME, SANTIFIQUE, LIBERE, PERSEVERE Y GLORIFIQUE … SOLO CRISTO, Y CRISTO CRUCIFICADO.
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