Tras haber orado e intercedido por ellos, por su gratitud y fidelidad, ahora quiere calmarlos y tranquilizarlos en cuanto a la preocupación que la iglesia de Filipos tenía por él. Ellos al enterarse de su más que difícil situación, decidieron enviar a un hermano, a Epafrodito junto con una buena ofrenda económica para paliar sus necesidades y para ayudar en el avance del evangelio.
En definitiva, si antes hemos visto que Pablo ama con el entrañable amor de Cristo a ellos (1:8), la propia iglesia no es menos, y ellos aman tanto a Pablo que éste decide calmarlos y serenarlos con palabras más que tranquilizadoras y alentadoras.
Ellos estarían preocupados por la condición en que se encontraba Pablo en la cárcel, y es por este motivo entre otros, que él escribe esa carta, para hacerles saber cómo se encuentra realmente él.
Pablo estaba preso en Roma, y desde Filipos resonaban estas preguntas en el corazón de Pablo: ¿estaría padeciendo necesidad? ¿estaría enfermo o sólo?, ¿sobreviviría a esto? ¿se portarían bien con los soldados de Roma?, ¿sería un tropiezo o una vergüenza para todos aquellos que habían recibido el evangelio a través de él? Para nada. En absoluto; es más todo va a ser para acelerar el evangelio.
«NO OS PREOCUPÉIS POR MI, PREOCUPAOS POR EL EVANGELIO»
Él quería transmitirles que NO estaba fuera de la Voluntad de Dios, de la bendición y el poder de Dios
Pablo tenía la suficiente madurez espiritual no solo para no lamentarse por sí mismo a causa de sus padecimientos y aflicciones, ya que estaba prisionero, sino mucho más allá, pues esa situación fue una puerta abierta, una excepcional oportunidad para anunciar y predicar el evangelio; lo más importante para él, sin duda alguna.
Filipenses 1:12-14 «Quiero que sepáis, hermanos («sé que me amáis y os preocupáis por mí, pero os escribo para tranquilizaros»), que las cosas que me han sucedido (en realidad todo cuanto me ha pasado, mi encarcelamiento en Roma), han redundado más bien para el progreso del evangelio (todo ha contribuido y ha sido para el beneficio de las buenas noticias del Evangelio. Todo ha sido útil para difundirlo. De hecho en esa prisión escribió, además de esta carta, Efesios, Colosenses y Filemón), de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio (todo el mundo, aún la guardia pretoriana del palacio, prácticamente saben que estoy preso a causa de Cristo y de su evangelio. Ver Filipenses 4:22 y Hechos 28:16-31) , y a todos los demás (no sólo la guardia pretoriana del evangelio, también jueces y funcionarios, así como la población de allí). Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor (frase muy importante que se repite 9 veces en esta carta) con mis prisiones (y los santos, los creyentes cobran confianza, y también ellos anuncian con valentía y sin temor el mensaje del evangelio, pues ellos me ven preso con gozo anunciándolo), se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor (a predicar con denuedo).»
Aún en las difíciles circunstancias de Pablo como fue su rechazo, su persecución, su captura, y sobre todo, su encarcelamiento, esto NO fue en absoluto un impedimento o un obstáculo para anunciar, proclamar, predicar, exponer y difundir el mensaje de Salvación.
LAS CIRCUNSTANCIAS HUMANAS ESTÁN EN MANOS DEL DIOS SOBERANO, QUIEN LAS USA PARA EL AVANCE Y CRECIMIENTO DEL EVANGELIO
Hechos 28:30-31 «Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.»
Él era muy conocedor del amor que la iglesia de Filipos le tiene, y es por eso que quiere dejarles claro que, lejos de desanimarse, está gozoso y predicando con pasión aún en sus cadenas, en su prisión. Es más, la fundación y el desarrollo de esta iglesia (Filipos) fue precisamente con un Pablo gozoso cantando y alabando, atado en un oscuro calabozo tras ser apaleado, y siendo custodiado por aquel carcelero de Filipos que momentos después de ello, terremoto incluido, se rendiría vendría a la fe, él y su familia (Hechos 16:11-40)
LOS SUFRIMIENTOS Y LAS CADENAS DE PABLO POSIBILITARON EL AVANCE DEL EVANGELIO
Debido a ello, todas las personas pudieron ver y comprobar que él NO era un delincuente, rebelde o instigador revolucionario, sino que debido a la fe en Cristo, y a la predicación con pasión de él es que llegó a convertirse en un prisionero, en un embajador encadenado.
Pablo se goza porque el propósito de Dios se está cumpliendo, aunque haya un alto coste en su vida física y su libertad.
Efesios 6:18-20 «orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de ÉL, como debo hablar.»
¿CUÁL ERA REALMENTE LA GRAN PREOCUPACIÓN PARA PABLO?
QUE CRISTO, Y ESTE CRUCIFICADO SEA PREDICADO
Y debido a este tremendo testimonio de fidelidad, de longanimidad, de valentía, de servicio y de fe, Dios utilizó esta durísima experiencia de Pablo para usarla como ejemplo no solo ante la guardia pretoriana de la prisión en Roma, ante los oficiales romanos del cuartel, sino también ante los cristianos de aquella época y, 2.000 años después, aún para nosotros mismos.
PUEDE QUE PABLO ESTUVIERA ENCADENADO, PERO EL EVANGELIO NO LO ESTABA
Pablo les escribe las 2 formas en cómo el evangelio de la reconciliación está creciendo en medio de esas circunstancias adversas por las que él está pasando:
I.- PABLO ENCADENADO EVANGELIZANDO A LOS DE FUERA
Gracia a Dios, quien se sirvió de Pablo y de su testimonio en estas circunstancias, el evangelio penetró en la corte del César, en el palacio del gobernador y muchos creyeron en el mensaje de Pablo en el evangelio. Para los de fuera de la iglesia quedó claro que NO se trataba de un delincuente, revolucionario o un agitador socia, sino un valiente predicador de Cristo, el Mesías.
Filipenses 4:21-22 «Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan.Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César.»
Pablo bien pudo haber conocido a muchos soldados romanos, pues cada 4 horas se relevaban y turnaban para custodiarle, para atarse y encadenarse junto a él, y ese momento era el que él aprovechaba para inteligente y sutilmente exponerles el evangelio por el cual estaba arrestado físicamente, a la vez que estaba espiritualmente libre.
LAS CADENAS FUERON SU PÚLPITO PARA PREDICAR A CRISTO
Se cumplía a la perfección lo que Jesús le dijo en aquel momento en que la vida de Saulo dio un giro de 180º cuando iba camino a Damasco, pues en padecimientos por su fe en el Señor, muchos gentiles vendrían a la fe.
Hechos 9:15-16 «El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.»
II.- PABLO ENCADENADO ANIMANDO A LOS DE DENTRO
Sus actuales circunstancias personales no solo fueron favorables para el progreso y la expansión del mensaje de salvación, el evangelio, sino que igualmente fue un poderoso ejemplo y estímulo para la mayoría de los hermanos dentro de la iglesia. Dice «mayoría» porque los aludidos en los versículos 15-16 no lo fueron.
La prisión y los sufrimientos de Pablo, sumado de su denuedo y determinación por la predicación del mensaje del evangelio, causó un estímulo, un impulso y fue una fuente de valor y persuasión para los demás, quienes también actuaron con denuedo, pues no tenían temor a ser encarcelados. El ejemplo del Apóstol les impactó hasta el punto de querer ser igual de valientes y atrevidos que él a la hora de evangelizar. Les dio una mayor confianza en el Señor, y los «empujó» a proclamar el evangelio con más valentía.
Ellos sabían perfectamente que pablo estaba encadenado por amor a Cristo, y lejos de avergonzarse, él con gozo y denuedo, trató de seguir siendo valiente y fiel, y eso impactó a la comunidad cristiana.
A veces Dios no solo obra a pesar de las circunstancias adversas, sino por medio de ella. ¿O no escogió la locura de la cruz para su propósito redentor (1ª Corintios 1:18)?, ¿O no escogió lo insensato y menospreciable del mundo para redimir (1ª Corintios 1:27)? Así, de esa misma manera Dios escogió a un hombre, un apóstol endeble, a una vasija de barro para llevar y expandir al mundo entero el mensaje de salvación, y de esa misma manera aún obra hoy para hacer avanzar el evangelio.
DIOS SUELE OBRAR USANDO MEDIOS QUE ESTE MUNDO RECHAZA
De alguna manera, al ver ellos a Pablo, se mostraban mucho más valientes y atrevidos para predicar el evangelio; y esto no es algo único en esa situación, sino que a lo largo de la historia cristiana de la Iglesia, los padecimientos, persecuciones y aflicciones de los santos misioneros han animado y fortalecido la fe de muchos, y han sido útiles para la expansión y extensión del evangelio.
- Ellos veían que Pablo tenía gozo en medio de tales pruebas.
- Que Dios se encargaba de Pablo en tales circunstancias aparentemente adversas para él
- Que Dios todavía podía usar a Pablo a pesar de que él estaba preso, encadenado, cautivo y privado de libertad.
En este estudio hemos visto las bases de por qué Pablo más adelante anima a esta misma iglesia, a los filipenses, a que consideren y tengan en cuenta su sufrimiento (Filipenses 1:30) y a que imite su ejemplo (Filipenses 3:17 y 4:9).
Pablo estuvo dispuesto a poner el avance y expansión del evangelio como lo primero y más importante en su vida, y esto desafió a los filipenses, a la vez que aún nos desafía a todos nosotros hoy.
Apenas 4-5 años antes de escribir esta preciosa carta, Pablo en su regreso del tercer viaje misionero, llega a Tiro. Allí unos discípulos, por el Espíritu Santo, le revela que va a sufrir en su destino próximo: Jerusalén, a lo que ellos le recomiendan que no vaya hasta allí. Siguiendo el camino, en Cesarea, se encuentra con Felipe el evangelista y con sus 4 hijas, quienes tenían el don de profecía, así como con un profeta llamado Agabo. Entonce sucedió lo siguiente:
Hechos 21:10-13 «Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo,quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aún a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.»
Este mismo pablo es el Pablo quien escribió esta carta, y quien estando encadenado a un soldado romano predicaba el evangelio a todos y cada uno de ellos, a la vez que animaba, consolaba y fortalecía a las iglesias.