Toda vez que ya hemos analizado tanto la Prometida simiente, como el providencial recorrido de ésta durante miles de años, a lo largo y ancho de todo el Antiguo Testamento, es ahora cuando pasamos a analizar la culminación y el cenit del Plan y el Programa de Dios, en el cumplimiento perfecto del tiempo, en el Pleroma, como dice Gálatas 4:4.
Todo apuntaba y se dirigía a un momento determinado, a un evento preciso y a un suceso concreto.
Ver predicación Detalmanera sobre este tema: https://detalmanera.com/nacimiento-y-muerte-de-jesus/
Todo está ya preparado para el acontecimiento más importante de la historia de la humanidad, un acontecimiento planeado desde antes del Mundo, profetizado en la primera promesa aún en el jardín del Edén (Génesis 3:15) y prometido a Abraham, a Isaac, a Jacob, a Judá, a David y a una joven doncella, virgen de Belén de Judea.
El mundo ya conoció a Ciro, Alejandro o César, pero Cristo NO sería otro líder mundial, tampoco sería otro hombre como Abraham, Moisés, Elías o Salomón,… ÉL ES DIOS MISMO.
Alejando Magno entró triunfalmente en Babilonia subido en un carro llevado por enormes elefantes con todo el lujo y la pompa, tras derrotar a Darío III de Persia (333 a.C.), habiendo ganado prácticamente todo, y arrasando por donde iba, muriendo al poco en extrañas condiciones y circunstancias, a la edad de 33 años.
El 3 de Julio de 1800 dC Napoleón Bonaparte, tras sus conquistas en Italia, entró triunfalmente en París con carros y demostración de poder bélico.
PERO JESÚS entró como Rey a la capital del reino humildemente montado sobre un asno prestado, y a los pocos días murió de la forma más vil y cruel, siendo ofrenda por el pecado, para Su Gloria y por nuestro beneficio.
Gálatas 4:3-5 «Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.»
DIOS ENVIÓ A SU HIJO EN EL TIEMPO PROPICIO, POR EL MEDIO PROPICIO Y CON EL PROPÓSITO ADECUADO.
En estos versículos observamos con claridad 3 cosas:
1.- Antes éramos niños en cuanto a nuestra herencia, es decir, teníamos una gran herencia, pero al ser menores de edad, aún NO podíamos disfrutar de ella, siendo además esclavos del mundo, así como del príncipe de este siglo, el gobernador del mundo.
2.- El Propósito, o uno de ellos, era liberarnos de la esclavitud de la ley, la cual, como si de un tutor legal fuera, nos guardó como niños incapaces, pero con una gran herencia. Para ser adoptados como hijos, debíamos ser liberados y redimidos.
3.- Cristo, siendo Dios, el único quien debía juzgarnos por nuestro pecado, y el único que podía salvarnos por Su Valor y por ser Dios, se identifica con nosotros, con nuestra humanidad naciendo del interior de un vientre humano (así lo profetizó en Isaías 7:14), naciendo en la dispensación de la ley, para, y siendo nuestro representante, cumplirla por nosotros para poder tomar una Cruz, y ser ajusticiado por Su Padre, un Dios y Padre que clamaba Juicio desde el Edén, pero que sólo Su Perfecto y Santísimo Hijo lo satisfacía por completo.
ÉL NO nos hizo cumplidores de la ley, ÉL la cumplió por nosotros, y la quitó de en medio (festividades, rituales y ceremonias); además, ÉL fue circuncidado al 8º día, presentado en el Templo y bautizado por Juan, cumpliendo así con toda justicia, tal y como le dijo a él
Entonces, en GÁLATAS 4:4 vemos la culminación del Plan de Dios en la Gloriosa Manifestación de Su Hijo (Isaías 9:6), en que le preparó un Cuerpo (Hebreos 10:5)
747 años después de la fundación de Roma, bajo el emperador de César Augusto y con Herodes «El Grande» como tetrarca o rey de Judea, es decir con el título de «rey de los judíos», es que viene EL REY DE LOS JUDÍOS Y DE LOS GENTILES, y lo hace exactamente donde el profeta Miqueas (Miqueas 5:2) dijo unos 700 años antes.
EL ETERNO SE HUMILLÓ, EL DIOS TODOPODEROSO SE LIMITÓ Y SE HUMANIZÓ.
Sin dejar para nada el ser Dios, ni minimizar ni un ápice su Deidad (Dios es inmutable y NO puede dejar de serlo), asumió y añadió en su Perfecto ser la naturaleza humana como la nuestra, salvo que ÉL es Santo y nosotros pecadores, salvo que ÉL es el Hijo de Dios y nosotros hijos de ira.
Ver estudio Detalmanera sobre este tema: https://detalmanera.com/kenosis-y-union-hipostatica-de-cristo/
Es preciso y necesario el contexto de la Encarnación, pues ello hace que sea un período único y excepcional, sobre todo tras haber estado Dios 400 años en silencio, aguardando el preciso momento en que nos daría al Hijo, en que
CUANDO DIOS ESTUVO EN SILENCIO TRAS MALAQUÍAS, ÉL NOS DIO AL VERBO, A LA PALABRA, POR MEDIO DE LA CUAL AHORA NOS HA HABLADO.
Fue en el Tiempo de Dios, con las condiciones exactas a nivel religioso, cultural, social y político para SU Plan desde antes de la Fundación del Mundo; era el Momento preciso.
Una época marcada por la influencia helenística (Grecia) en artes, ciencia y filosofía, la influencia romana en cuanto al orden y la disciplina militar, política y jurídica, y la influencia oriental en cuanto a las religiones, y la adoración mística y esotérica.
Justo en ese momento habían varios CIRCUNSTANCIAS CARACTERÍSTICAS muy importantes:
- 1.- Idioma Universal (Griego Koiné) para favorecer la evangelización y la expansión del Mensaje del Evangelio sin tropezar con barreras lingüísticas, destacando la gran importancia que tuvo la versión alejandrina del Antiguo Testamento en lengua griega, «la septuaginta»
- 2.- Período de Paz (conocido como la Pax Romana), conseguida mayormente por el gobierno de los emperadores, resultando igualmente un factor clave para la labor evangelística
- 3.- Calzadas y grandes comunicaciones entre una parte y otra del imperio, donde un viaje de España al puerto de Roma NO duraba más de 4 días. Sin estas comunicaciones NO habría sido posible el rápido avance de la fe cristiana; se calcula que Pablo pudo haber viajado más de 24.000 kilómetros por tierra y por mar.
- 4.- Expectación Universal, sobre todo por las Profecías que Dios dio, y más aún tras los 400 años de silencio después de Malaquías, a la vez que Dios preparaba al mundo gentil e idólatra para la recepción del Evangelio de la simiente por la cual serían benditas todas las naciones de la tierra
- 5.- Degeneración Mundial, con conductas inmorales tales como: orgías y libertinaje, sobornos, envenenamientos, incestos, luchas entre gladiadores (más de 10.000 gladiadores perdieron la vida en estos espectáculos); y toda esta conducta no sólo NO era reprendida por la aristocracia o la clase alta de la sociedad, sino más bien encomiada por ellos.
¿POR QUÉ SE HIZO ESPERAR TANTO LA SIMIENTE PROMETIDA?
Esta espera bien contrasta con la excesiva prisa del «Padre de mentira» en tentar y hacer caer a nuestros primeros padres antes que tuviesen descendencia para, de esa manera, contaminar toda la raza humana.
Podríamos mencionar principalmente 2 motivos de esta larga espera esperanzadora:
1.- Para mostrar y demostrar la verdadera malicia del pecado, así como la nefasta y profunda depravidad en la que estábamos inmersos.
2.- Para mostrar y demostrar claramente nuestra incapacidad para restaurar nuestra alienada relación con Dios.
Si el último capítulo del último libro del Antiguo Testamento, referido al último profeta (Malaquías) nos anuncia que vendrá el Sol de Justicia que nos dará salvación, es en las primeras páginas del Nuevo que vemos a la Luz del Mundo venir al Mundo, a la estrella resplandeciente de la mañana irrumpir en él.
EL NACIMIENTO DE CRISTO DIVIDIÓ LA HISTORIA EN ANTES Y EN DESPUÉS, Y LA GEOGRAFÍA A DERECHA O A IZQUIERDA DE CRISTO
Y al fin lo futuro se hizo eterno, las predicciones y las profecías se cumplieron, los anhelos fueron satisfechos y las esperanzas mesiánicas vieron su luz.
ISRAEL LO ESPERABA, EL MUNDO LO NECESITABA, EL CIELO LO ENVIABA
LOS ÁNGELES APLAUDEN SU VENIDA, EL PADRE SE GOZA EN ÉL… ¡EL SALVADOR HA LLEGADO!
Si la finalidad de toda la historia de la Prometida Redención es salvar a pecadores, adoptándolos como hijos y haciéndolos nuevamente a Su Imagen, antes era necesario solventar y liquidar la inmensa deuda entre Dios y el hombre, entre Creador y la criatura; y es por eso que llegó nuestro Excelso Salvador mediante el milagro más sorprendente de la Creación, como es la Encarnación.
1ª Timoteo 3:16 «E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.»
El Señor del Cielo y de la Gloria va a convertirse en un humilde siervo en la Tierra, Dios desciende para que el hombre pueda elevarse hasta ÉL, dejando el Cielo para que podamos entrar en él.
DIOS HIJO SE HACE HOMBRE PARA QUE LOS HOMBRES SEAMOS HIJOS DE DIOS.
Salmo 24:7-10 «Eleven, puertas, sus dinteles; levántense, puertas antiguas, que va a entrar el Rey de la gloria. ¿Quién es este Rey de la gloria? El Señor, el fuerte y valiente, el Señor, el valiente guerrero. Eleven, puertas, sus dinteles; levántense, puertas antiguas, que va a entrar el Rey de la gloria. ¿Quién es este Rey de la gloria? Es el Señor Todopoderoso…
¡ÉL ES EL REY DE LA GLORIA! Selah
¿NOS HABLÓ EL ANTIGUO TESTAMENTO SOBRE CUÁNDO VENDRÍA EL MESÍAS, EL CRISTO?
Todo el antiguo Testamento consiste básicamente en la promesa y la expectación, a la vez que el Nuevo es el cumplimiento y la consumación.
Vamos a destacar 3 profecías que hicieron acentuar la expectativa mesiánica sobre el Pueblo de Dios:
1.- Génesis 49:10 NVI «El cetro NO se apartará de Judá, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que llegue el verdadero rey, quien merece la obediencia de los pueblos.»
Jacob nos dice que un personaje llamado Siloh («aquel que es», el Mesías) llegaría cuando hubiera un cetro real en Israel, un rey, no siendo de la Tribu de Judá, y eso sucedió exactamente al nacer Jesús, el Verdadero rey, ya que Herodes «El Grande», tetrarca de Galilea, NO era judío.
Pero más exacta aún es la precisa y minuciosa profecía de las 70 semanas de Daniel en su famoso capítulo 9.
2.- Daniel 9:24-26 «Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.»
Dios le reveló a Daniel que habría 69 períodos (semanas) de 7 años cada uno, es decir, 483 años entre la orden de reedificar Jerusalén hasta el advenimiento del Mesías; es decir, desde el Edicto de Esdras a mitad del año 457 aC (Ver Esdras 7:12-26) se cuenta 483 años, y nos da 26 dC, justo cuando Juan «El Bautista» lo señalo y apuntó con el dedo, y cuando ÉL empezó Su ministerio terrenal.
A la mitad de la «siguiente semana», es decir 3 años y medio, se quitará la vida al Mesías.
O el Mesías vino en esa fecha, ya marcada proféticamente, o no debemos esperar a otro.
3.- Malaquías 3:1 NVI «El Señor Todopoderoso responde: «Yo estoy por enviar a mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su templo el Señor a quien ustedes buscan; vendrá el mensajero del pacto, en quien ustedes se complacen».»
Este versículo, además del Salmo 118:26, Daniel 9:26, Zacarías 11:13 y Hageo 2:7-9 nos muestra claramente que el Mesías vendría con el Templo de Jerusalén en pie, cosa imposible a partir del año 70 d.C. cuando fue derribado y destruido (y desde entonces NO ha sido reedificado).
O el Cristo vino antes del año 70 dC o Malaquías, entre otros, se equivocaron, y por tanto la Biblia NO sería infalible.
RAZONES PARA SU ENCARNACIÓN
1.- Revelar al Padre (Juan 1:18 y 14:8-10), de una forma personal, visible, palpable y tangible.
1ª Juan 1:1-3 «Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.»
2.- Pagar la deuda del pecado (Romanos 3:23-24, Colosenses 2:13-14), que era impagable por todos nosotros, y que sólo Dios por NO tener pecado, y por ser de un valor eterno y perfecto podía hacer.
3.- Reconciliar al hombre con Dios (Romanos 5:1, 2ª Corintios 5:18-19), de la enemistad y alienación a causa de Su santidad y de nuestra irremediable pecaminosidad, salvándonos de Su Ira que clamaba ardientemente Juicio, a causa de Su Santidad y Justicia.
4.- Destruir las Obras del Diablo (Romanos 6:14, 6:22, 1ª Juan 3:8), ya que el mundo entero estaba bajo su poder, por la «dimisión» de la autoridad delegada por Dios a Adán, pero Cristo, como 2º Adán vino a restaurar lo perdido.
5.- Ser nuestro supremo ejemplo en un modelo de vida (1ª Pedro 2:21 y 1ª Juan 2:6), no sólo señalándonos y mostrándonos el camino con su Palabra, no sólo guiándonos por el camino con Su Espíritu, sino más bien siendo ÉL Mismo el Camino único.
6.- Ser nuestro Perfecto Sumo Sacerdote sentado a la diestra de Dios (Hebreos 2:17 y 9:11-12), tras haber hecho el Único y Perfecto sacrificio llevado a cabo una vez y para siempre.
NINGÚN OTRO PERSONAJE EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD HA INFLUENCIADO TANTO EN ELLA COMO SU CREADOR, SUSTENTADOR, LUEGO REDENTOR, MEDIADOR, Y FINALMENTE SENTENCIADOR…
Y eso a pesar de nacer en una aldea del Oriente Medio, a pesar de NO haber viajado en su vida terrenal más de 300 kilómetros de su lugar de origen y de no haber escrito un libro.
Han pasado 20 siglos desde su Embajada, desde Su Venida, Muerte y Resurrección, y aún hoy es un continuo desafío a una humanidad que, o se vuelve a ÉL, o perecerá.
La Enciclopedia Británica usa 20.000 palabras para hablar de Jesús, mucho más de las que usa para describir las vidas de Aristóteles, Cicerón, Alejandro Magno, Julio César o Napoleón Bonaparte juntos, y jamás insinúa que ÉL NO existiera.
LA BIBLIA, LA VIDA, LA HUMANIDAD Y LA HISTORIA SE TRATA DE CRISTO, DE LO QUE ÉL HIZO Y DE QUIÉN ES ÉL; EL ETERNO Y OFENDIDO CREADOR, QUIEN VINO A SALVAR AL OFENSOR, OFRECIÉNDOSE ÉL MISMO A SUFRIR EL CASTIGO NUESTRO, PARA RETOMAR LA VIDA, ASCENDER AL PADRE, COMISIONAR A SU IGLESIA A PREDICAR MIENTRAS ÉL PREPARA LUGAR PARA NOSOTROS Y VENIR A SALVARNOS A LA VEZ QUE JUZGA EL MUNDO, Y PREPARA UNO NUEVO PARA VIVIR CON SU PUEBLO Y EN SU PUEBLO.