I.- UNA VERDAD RECIBIDA
El Apóstol Pablo, como bien sabemos, Realiza 3 viajes misioneros (más el viaje final a Roma). Funda, consolida y establece iglesias, predica el evangelio a judíos, a gentiles, a campesinos, a líderes, principales, procónsules y hasta reyes… Se trataba de uno, sino el que más tras Jesús, de los instrumentos humanos más grandes que Dios ha usado para su evangelio.
Y Pablo escribe, siendo plenamente inspirado por el Espíritu Santo un total de 13 cartas, pero al final de su vida, en torno a 66-67 dC, estando preso en una cárcel de Roma, y poco antes de ser ejecutado, escribe una carta pastoral; la 2ª carta a su hijo en la fe, Timoteo. Allí está prisionero en una oscura y fría celda, arrestado y encadenado. Sólo y abandonado por casi todos, y sin esperanza de ser puesto en libertad, pero con la firme esperanza y con el gozo del Señor, sabe de 1ª mano que le espera la muerte y el martirio para encontrarse con su Señor, pero antes, él escribe esta profunda carta:
«Timoteo, como bien sabes estoy en una prisión, no voy a ser librado, el emperador romano Nerón va a cortarme la cabeza; pero, ¿Sabes qué? Estoy listo para ser un sacrificio porque he Peleado la Buena Batalla, he acabado la Carrera, he guardado la Fe. Me está guardada la Corona de Justicia, la cual me dará el Señor, Juez Justo. Ahora, hijo mío quiero decirte algo y no quiero que jamás lo olvides:
«Esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Pasa y cede el testigo, como estoy haciendo yo contigo ahora. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de Verdad, esfuérzate en ella, escudriña la Palabra de Dios, que es viva y eficaz. Te encarezco, te mando, te ordeno delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos que Prediques la PALABRA; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.»
¿POR QUÉ?
«Porque en los postreros y últimos días vendrán Tiempos Peligrosos y malos cuando NO querrán escuchar la Verdad, la Sana Doctrina, sino que sino que querrán oír palabrería para satisfacer sus deseos carnales y egoístas, apartándose y desviándose de la única verdad. Habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, aborrecedores de lo bueno, traidores, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita, exhorta y redarguye con la palabra, enseña con la palabra. Timoteo, tu arma es la Palabra de Dios»
«Pero tú, Timoteo sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu Ministerio, ¡Persiste hasta el final! Hijo mío, tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, incluso mis persecuciones y padecimientos»
«Recuérdalo y no lo olvides: ¡¡Predica fielmente la Palabra, el Evangelio que nos encomendó nuestro señor y salvador, predica a Cristo, y éste crucificado y no prediques de ti, tus experiencias o de tus emociones. Nunca te apartes de la verdad, nunca suavices la verdad, nunca adaptes la verdad a la sociedad y a la cultura; porque si lo haces dejará de ser la verdad. Y dejará de ser poderosa!!»
Hermanos, la última voluntad del Apóstol Pablo era su gran preocupación por la verdad, y por no sucumbir ante el avance , a veces infiltrado, de la mentira para destruir, desvirtuar, tergiversar, manipular, endulzar, suavizar o torcer la verdad. Aquí vemos un cambio de testigo, una carrera de relevo. No es que Timoteo vaya a ser Apóstol como lo fue Pablo, pero sí debe ser un heraldo y protector de la verdad, sí debe guardar la pureza de la Palabra ante los falsos maestros, los manipuladores y abusadores espirituales. Y este testigo, que Pablo cedió a Timoteo, es el mismo que hoy tenemos nosotros, que nos ha sido pasado a nosotros.
Es similar al relevo de la antorcha olímpica que marcan el inicio de los Juegos Olímpicos. Esta antorcha va pasando de mano en mano, por diferentes personas, lugares y situaciones, pero la llama no se apaga. Salió el pasado 16 de Abril desde Olimpia (Grecia), pasando por varios lugares hasta llegar, en este caso, a Francia. Sale de Grecia, atraviesa medio mundo, y llega a la ciudad que alberga la competición.
De Jesús, la misma verdad encarnada, a los Apóstoles. De estos a Pablo, el último y abortivo Apóstol. Este a Timoteo, su amado discípulo en el Señor. Luego, a los Padres de la Iglesia Primitiva: Clemente de Roma, Ignacio de Antioquía y Policarpo de Esmirna. Más tarde, Agustín de Hipona, y así hasta llegar a Martín Lutero o Calvino. De ello, ha pasado hasta nosotros pasando por hombres como J. Edwards, J. Owen, Spurgeon, Lloyd-Jones, Billy Graham, CS Lewis o RC Sproul.
La verdad del Evangelio del Señor Jesús es nuestra mayor herencia recibida, nuestro mayor tesoro. Es nuestro mayor poder (Rom. 1:16). No llevamos un instrumento de aluminio o metal con fuego; llevamos la mismísima verdad del Dios verdadero.
II.- UNA INCESANTE LUCHA POR DEFENDERLA
Vamos a considerar qué es real y bíblicamente la guerra, lucha o batalla espiritual, la cual NO se trata de perseguir, derribar, atar, desatar, reprender demonios como si fuera un videojuego tipo Resident Evil, como muchos creen y dicen, NO. NO es tan mística, es más ideológica y práctica. Es una clara batalla, una dura batalla por tu mente, por el control de ella.
2ª Corintios 10:3-5 RV60 “Pues aunque andamos en la carne (somos humanos limitados), no militamos (no son humanas, porque son inútiles), sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (cárceles, prisiones), derribando argumentos (ideas, teorías, ideologías, pensamientos, creencias, argumentos, razonamientos, psicologías, religiones falsas…) y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”
2ª Corintios 10:3-5 NVI “Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que obedezca a Cristo. “
La batalla o guerra espiritual en la que estamos inmersos los cristianos, es destruir las ideas equivocadas, los dardos con forma de errores contra la verdad absoluta, primordial y necesaria del evangelio de Cristo. Es demoler, ¿cómo? con la verdad, los engaños de la gente en su mente.
Hoy no solo es necesario, sino que es urgente derribar esas fortalezas, esas prisiones cárceles que aprisionan y nos alejan de la verdad. La mentira encarcela y aprisiona las personas, pero ¿Qué dijo Jesús? «Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».
Os voy a poner un ejemplo real que me ocurrió el otro día: El otro día, ayude a mi hijo de 14 años en la realización de sus deberes escolares. Como no se da la asignatura de enseñanza o religión evangélica en su centro, las 2 opciones que hay disponibles son religión católica o valores, donde el adoctrinamiento de género y feminismo son su fuerte. Lógicamente escogí Religión Católica, y en sus deberes, le hacían las siguientes 2 preguntas:
- ¿Qué anunció el Ángel del Señor en Lucas 1?, ¿Es similar a lo que le anunció al Profeta Mahoma?
Pero, ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?, ¿Qué tiene que ver el Ángel, la Biblia o María con Mahoma, que vino 7 siglos después? Absolutamente nada. Como cultura general, puede que valga algo, pero como revelación de la verdad, no sirve, no tiene lógica y una respuesta acorde y tajante elimina todo atisbo de mentira en la mayor y más trascendental verdad de las reveladas, como es el anuncio y encarnación de nuestro Señor, quien es además el único Salvador de los musulmanes que se arrepienten y acuden con fe a ÉL.
Hermanos ¿Cuál es el propósito de esta guerra, de esta lucha espiritual? Veamos el versículo 5 del capítulo 10 de la segunda carta a los corintios. Dice que es para poder llevar todo pensamiento, para consagrar nuestra mente a la verdad, a Cristo. Solo así podremos, no solo conocerla, sino obedecerla. Se trata de una clara guerra por la verdad. Debemos confrontar el error y la mentira con la verdad. La Verdad es nuestra única arma, y es la más poderosa de todas. ¿Y cuál es la verdad? Juan 17 “Padre, santifícalos en Tu palabra, Tu Palabra es Verdad”
Jesús en el desierto es tentado, ¿Cómo? con mentiras acerca de la Palabra de Dios, tratando de que dudara de ella.
- Eres el Hijo de Dios, ¿no?, ¿Y te tratan así?. Jesús acababa de oír la voz del Padre «Este es Mi Hijo Amado…»
- Eres el Hijo de Dios, ¿no?, ¿Por qué sufrir para ser Rey?. Te ofrezco una exaltación sin sufrimiento, sin dolor, sin la Cruz. Piénsalo, sin tener que separarte de tu Padre.
- Y Jesús le responde a ambas con la Palabra de Dios, concretamente con el Libro de Deuteronomio.
- Y Satanás, de alguna manera le dice «Vale, con que me contestas con la Palabra de Dios, ¿no?. Vayamos a ella para probarla. Tírate de los alto, eres Su Hijo, y el Salmo 91 te garantiza protección, ¿no?. ¿No dice que va a mandar ángeles cerca de tí?»
- Y Jesús contesta nuevamnente con La Palabra de Dios. «No tentarás al Señor, tu Dios. Yo debo confiar en Dios por quién es, y no hace falta que me arroje para ello»
¿Qué pasa a continuación? Que los ángeles de Dios estaban allí, tal como dice la Palabra en ese Salmo 91. No tenía que saltar para que se cumpliera, esa era una mentira.
Mateo 4:10-11 « Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.»
Podemos ver la otra cara de la moneda al leer al profeta Oseas en su capítulo cuatro: «Mi pueblo pereció o fue destruido, porque le faltó conocimiento (…)» Desechar la instrucción de Dios, la verdad, no solo lleva aparejado el aceptar la mentira, sino el juicio de Dios.
Nuestro llamado, como guerreros, protectores y heraldos del mensaje del Evangelio, es derribar y destruir esas ideas falsas que atentan contra la verdad, contra el legado y la herencia que nos ha dejado Jesús, que nos ha dejado Pablo.
III.- UN LLAMADO A LA VERDAD
Hermanos, especialmente jóvenes y adolescentes, que estáis estudiando en universidades o institutos, escucha atentamente ésto: Si duermes 8 horas al día de media, pasáis las restantes 16 horas despiertos. De esas 16 horas, pasáis unas 5-6 en instituto, universidad o en vuestros trabajos. Allí vuestra mente es bombardeada con doctrina e ideología que trata, muchas veces, de desmentir a Dios o simplemente no conociéndole. Os relacionáis con gente que no le conoce, y necesita de la verdad para salvar su alma. Llegáis a casa, ponéis cualquier serie de Netflix llena de ideología donde se destruye la familia, el matrimonio y el hogar cristiano, o jugáis a algún videojuego donde se fomenta la sexualidad o la violencia. Y llegáis a ver y tolerar en vuestra mente más sexualidad o violencia de la que vuestros abuelos vieron, tal vez, en su vida. Vuestra mente está, sin que vosotros os percatéis, siendo constantemente atacada con cañones de mentiras, algunas con apariencia de verdad tolerante, de verdad progresista, de verdad religiosa… Pero mentiras.
¿Os dáis cuenta que necesitamos constantemente ir a la verdad para renovar y transformar nuestra mente, como dice Romanos 12? TU mente no está en un estado de calma , imparcialidad o neutralidad, está en juego, en medio de una incesante batalla. O la nutres de la Palabra de Dios, o el mundo, la sociedad y la cosmovisión y cultura que desprecian y desechan a Dios lo va ha hacer. Y lo hacen, créeme.
Eso pasa fuera de la iglesia, de acuerdo. Pero ¿Y en la Iglesia? ¿Creéis que no hay mentiras, errores o falsos maestros? Por supuesto que hay infiltrados, espías, embajadores del Reino de las tinieblas en las iglesias, incluso predicando, que lanzan mentiras, errores recubiertas con una «semi-verdad», para hacer retroceder y perder al Pueblo de Dios. La Biblia nos advierte claramente contra ellos. Sólo hay que leer la epístola de Judas o 2ª Pedro, sin ir más lejos.
Si hay algo importante, y que merezca toda nuestra concentración, todas nuestras energías y nuestra lucha, es la verdad absoluta de la pureza del Evangelio de Dios. Nuestro eterno destino depende de ello, y NO podemos ser perezosos, pasivos, descuidados, permisivos o cobardes mentalmente. Yo, personalmente, siempre que me cruzó por la calle con un Testigo de Jehová, me acuerdo en mi mente (sí, mi mente) de este versículo. Este versículo, esta carta, nos exhorta a vigilar ante la amenaza de los falsos maestros, y nos ordena a cerrar la puerta a herejes.
2ª Juan 10-11 “ Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.”
Vamos a leer juntos toda una carta del Nuevo Testamento, y no nos va a llevar más que unos pocos minutos. Y créeme que merecerá la pena hacerlo.
3ª JUAN
«El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. Porque ellos salieron por amor del nombre de él, sin aceptar nada de los gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad. Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia. Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero. Yo tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma,porque espero verte en breve, y hablaremos cara a cara. La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos, a cada uno en particular.»
3ª de Juan, escrita alrededor del año 90 dC, trata el tema de la fidelidad y la hospitalidad, la humildad, el servicio y el compromiso, pero también el tema del discernimiento entre los que están comprometidos con la verdad, con el avance y la lucha de la verdad, y los que buscan sus propios intereses
En esta corta, y a veces descuidada y olvidada carta, vemos 3 personajes principales:
- Gayo: Es hospitalario y espiritual. Él abría las puertas de su casa a los fieles predicadores y defensores de la verdad. El que predica y defiende la verdad, es tu hermano, está en tu bando, lucha esta batalla en tu equipo, y como Gayo, merece que le abramos las puertas y semaos hospitalarios y cercanos.
- Demetrio: Es el encomiable portador de la verdad, esto es, de la 3ª carta de Juan. Andaba en verdad y es de buen testimonio ante todos.
- Diótrefes: Es un egocéntrico, orgulloso y manipulador líder dictatorial de la iglesia, con ego, orgullo de posición, celos violentos por su posición, y olvidando que la cabeza no es él, sino Cristo. No solo no recibía y hospedaba a los fieles y loables defensores y proclamadores de la verdad, sino que amenazaba a excomulgar a quien lo hiciera. Es un ejemplo de un farsante, un embajador de la mentira. NO está, aunque lo veas en la iglesia, en tu bando. Cuidado con ellos. Son un peligro en esta batalla espiritual.
Vivimos en una sociedad rápida, convulsa, todo al instante a ritmo vertiginoso. Una sociedad agitada por el auge de las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial (ChatGPT) que parece que facilita todo. Queremos que todo sea cómodo, rápido, instantáneo y fácil; que pulsas un botón y nos lo traen a casa en un furgón de Amazon, la comida rápida, todo es al instante. Quieres ver una serie, la eliges, la pones y puedes ver todos los capítulos de todas las temporadas en un fin de semana. Deseas ir a un sitio, pones el GPS, y a los años descubres que memorizamos menos y el sentido de orientarse se minimiza. Incluso vas a aparcar, y hay cámaras y sensores de cercanía. Luego lo haces con otro coche y te das cuenta que cuesta aparcar o dar marcha atrás. Todo está hecho para que nos sea tan fácil, que nuestra mente se enfrente a menores retos, piensen menos. En definitiva se minimice.
No solo eso. Vemos noticias en televisión, en RRSS, y parece que no existe discernimiento, todo se cree sin comprobar ni examinar absolutamente nada.
Para ir finalizando, déjame contarte una bonita y redentora historia que tiene como principal protagonista al más famosos intelectual ateo de todos los tiempos, llamado Anthony Flew. Escribió y defendió sus libros «Dios y la filosofía” en 1966 y en 1984, “La presunción de ateísmo”. En ellos argumentaba que todos debiéramos ser ateos, hasta que no se demuestre, de forma empírica, lo contrario, esto es, la existencia de Dios. Anthony, mientras se graduaba, asistía a las charlas, conferencias y debates de su amigo, un brillante profesor de Oxford, quien defendía con bastante inteligencia y sabiduría el teísmo cristiano. En este club de su amigo, pronunció su famosa conferencia “teología y falsificación
Flew admiraba la inteligencia de su amigo, no así sus argumentos o razonamientos, éticos acerca de Dios. Es más, este amigo, dio charlas radiofónicas durante la II Guerra Mundial con el fin de evangelizar y defender su fe. Una fe que durante gran parte de su vida negó y rechazó como hacía Flew, oyente de estas charlas radiofónicas.
En una entrevista, muy polémica por cierto, de A. Flew, dijo lo siguiente: «Yo acepto el Dios de Aristóteles, que comparte todos los atributos que usted cita. Como Lewis, creo que Dios es una persona, pero no el tipo de persona con el que se puede conversar. Es el ser último, el Creador del Universo.» Le fue luego preguntado lo siguiente: «Piensa usted escribir otro libro después de Hay Dios?» A lo que él contestó: «Como digo al principio del libro, este es mi voluntad última y mi testamento» ¿Qué libro se refiere? Uno publicado en 2007 llamado «Hay Dios». Le acusaron de estar loco, de que ese libro no fue escrito por él… 3 años más tarde falleció, el ahora, ex ateo más famoso del mundo con la convicción de la existencia de un Dios personal. ¿Sabéis quién era ese «amigo»? Ni más ni menos que C.S. Lewis.
2 de las mentes más avanzadas, desarrolladas y prodigiosas del último siglo, Anthoy Flew y C.S. Lewis pasaron parte de su vida tratando de razonar y argumentar objetivamente la no existencia de Dios, para después acabar defendiendo, de una manera magistral, la existencia de Dios. Hoy, sus escritos son usados tanto por apologetas como cristianos para defender la fe en medio de un contexto de negación, rechazo y mentira. Son usados para, como pasó con ellos mismos, disparar flechas de verdad a sus corazones y mentes y que otros muchos puedan ser salvos, ¿Cómo? mediante la única e irrefutable y absoluta verdad que es Cristo.
- No podemos dejar que una cultura «anti-intelectual» avance y penetre en la Iglesia de Cristo. Que lo fácil y rápido nos haga perezosos, pasivos y dependientes.
- No podemos ser ignorantes, o por lo menos, no avanzar para ir dejando atrás nuestra antigua ignorancia.
- No podemos anteponer la experiencia a la razón, a la mente. Hemos sido diseñados y creados para analizar, racionalizar, pensar. El cristianismo no es, en absoluto, un «salto al vacío», no es dejar la mente pasiva o inactiva. La verdadera fe es totalmente razonable y defendible.
«A medida que aprendemos sobre nuestro mundo, la probabilidad de que este sea el resultado de un proceso aleatorio deviene cada vez más remota, de tal manera que son raros los científicos actuales que defiendan una actitud atea»
Arthur Compton, Premio Nobel de Física en 1927. Por cierto, alrededor del 90% de los premiados con el Nobel en ciencias, son teístas, es decir, creen y defienden la existencia de Dios, siendo la mayoría de ellos cristianos.
Filipenses 1:9-11 «Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios»
Colosenses 1:9-10 «Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios»
2ª Timoteo 2:15 «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.«
Es importante discernir la verdad del error y la mentira, para poder defenderla, para poder proclamarla, para poder obedecerla y vivirla, para poder transmitirla a los demás, a nuestra próxima generación. Pero para ello debemos estar en alerta, debemos no tener una actitud mental pasiva, no ser mentalmente perezosos, debemos ejercitar todas nuestras facultades mentales.
Proverbios 19:15 «La pereza hace caer en profundo sueño, y el alma negligente padecerá hambre.»
Necesitamos ejercitar la mente, poner en obra nuestra maquinaria intelectual, ¿Por qué? Principalmente por 2 motivos:
1.- Para detectar, discernir y refutar la mentira, hallar al impostor y al farsante dentro de la iglesia.
2.- Pero sobre todo, para poder presentar la verdad ante aquellos que creen en la mentira, y ganarles para el Señor.