En un devocional de los ya publicados (La Queja Incendia) vimos como de perjudicial es para nuestras vidas la queja.
Pero, ¿qué pasó después de ese evento en Números 11? Continuamos hoy con ese capítulo, para extraer otra valiosa enseñanza para nuestras vidas.
Números 11 (RVR 1960)
4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: !!Quién nos diera a comer carne!
5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;
6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.
El pueblo de Israel seguía con su peregrinar en el desierto rumbo a la tierra de Canaán, relata la Palabra que en ese peregrinar, a la columna en la que marchaban, se habían mezclado extranjeros entre ellos.
Debemos de entender por extranjero en aquel momento a las personas ajenas a los pactos que Dios había llevado a cabo con el pueblo de Israel, dícese tanto el Abrahámico como el Mosáico.
Y fueron de muy mala influencia para ellos, pues en seguida sintieron ¨añoranza¨ por su anterior vida en Egipto.
Añoraban las supuestas comidas que degustaban estando en Egipto, tierra de servidumbre. Hasta tal punto llegó su estado que llegaron a despreciar el Maná, el alimento que fielmente, a diario Dios les proveía.
¿Pero de verdad iban a estar mejor siendo esclavos en Egipto? Por supuesto que no, allá eran maltratados y obligados a trabajar al extremo en condiciones penosas. La Palabra dice que ¨gemían a causa de la servidumbre, y clamaron…¨ y que su clamor subió a Dios y los sacó de Egipto con mano poderosa.
Las influencias extranjeras les estaban haciendo mirar hacia atrás…
Actualmente debemos entender esas ¨influencias extranjeras¨ como las influencias dañinas del mundo, que atentan contra la Palabra de Dios, esas influencias tristemente se infiltran en las congregaciones y/o nos afectan en nuestras vidas cotidianas. Hay modas que a cualquier cosa le ponen el añadido ¨Cristiano¨ y lo dan todo por valido: discotecas cristianas, centro de citas cristianas y un largo etc. Y en muchas ocasiones no nos damos cuenta que son influencias que nos hacen mirar hacia atrás, hacia nuestra antigua vida de esclavitud en el pecado, tanto que podemos despreciar incluso al ¨Pan que descendió del cielo¨, de verdad llegar a pensar que en nuestra antigua vida ¨estábamos mejor¨.
Debemos tener actualmente mucho cuidado tanto de nuestras amistades, como de las influencias externas que tratan de colarse en las congregaciones, pues pueden llevarnos a despreciar el alimento de Dios. Nos pueden llevar a mirar para atrás y despreciar a Nuestro Señor Jesucristo.
Nuestro Señor Jesucristo dijo ¨Quien pone la mano en el arado y mira hacia atrás no es digno de mi¨. Mantengamos siempre nuestros ojos en Nuestro Señor Jesucristo, autor y consumador de nuestra Fe.