Los versículos que se van a exponer en este estudio (Efesios 2:11-22); son, tal vez, uno de los pasajes claves de toda esta maravillosa carta que tanto enfatiza la doctrina de la Iglesia, la Eclesiología.
Es uno de los textos más significativos donde se ve la separación y división entre judíos y gentiles; y, a su vez, la unión entre ellos EN Cristo.
Si en el estudio anterior (Efesios 2:1-10) vimos el contraste entre una humanidad caída y sin Cristo (es decir, entre la criatura respecto a su Creador, ahora vemos otro gran contraste entre judíos y gentiles, es decir, las criaturas mismas entre sí.
EN AMBOS CASOS, CRISTO ES LA SOLUCIÓN Y LA RESTAURACIÓN
Aunque en la Iglesia de Éfeso había una pequeña colonia de judíos que habían abrazado el Evangelio, ésta estaba constituida mayoritariamente por gentiles (personas NO judías), de ahí la vital importancia del Espíritu Santo, por mediación de Pablo, de tratar de exponer y solucionar eso, no desde una perspectiva legalista-soteriológica (en cuanto a la salvación), sino más bien desde una perspectiva de identidad y propósito, de unas diferencias raciales, y sobre todo sociales (debido a la creciente adversidad entre judíos y paganos) y espirituales muy acentuadas por una mala interpretación de Israel en cuanto a su papel de ser portadora de luz a las naciones.
Antes de nada, debemos dejar bien claro cuál es el papel o el rol del pueblo judío respecto a los designios salvadores de Dios.
Aunque Dios hizo y estableció una verdadera distinción entre el judío y el NO judío (el gentil), e Israel ocupó una posición y un lugar únicos entre las naciones, debemos recordar que al llamar a Abram, Dios le prometió que en él serían benditas todas las naciones de la Tierra.
Génesis 12:2-3 «Y haré de ti (Abram) una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.»
En Abraham y sus descendientes (en su hijo Isaac) fueron separados de las demás naciones para que fueran SU Instrumento en cuanto la recepción, la conservación y la transmisión de su Revelación escrita; y es por eso que las promesas, los pactos, la circuncisión, la redención de Egipto, la Ley del Sinaí, … sirvió para que ellos fueran los testigos y la revelación del único Dios Verdadero en medio en medio de un mundo sin Dios y, a la vez, con muchos dioses (falsos), pero el orgullo hebreo colocó «murallas», y en vez de ser luz a las naciones, excluían, rechazaban y despreciaban a las naciones a menos que se convirtieran en israelitas (prosélitos)
Y aunque pueda parecer en el Antiguo Testamento como algo secundario, lo cierto es que Dios también pensaba en los gentiles en cuanto a sus propósitos redentores; de hecho muchos profetas hablan en anticipación de éstos (gentiles) como que adorarán al Señor en Jerusalén, o los propios Salmos aluden a la adoración a Dios por parte de todas las naciones.
Isaías 2:2-4 «Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.»
Isaías 45:22 « Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.»
Isaías 56:6-7 «Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto,yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.»
Jeremías 3:17 «En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.»
Malaquías 1:11 «Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.»
Salmos 22:27 «Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.»
Salmos 86:9 «Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán Tu Nombre.»
Salmos 117:1 «Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle.»
Igualmente vemos en la propia genealogía de Jesús que Tamar, Rahab o Rut NO eran judías, sino gentiles, o incluso el propio Señor, partiendo del hecho que ÉL primeramente vino a anunciar el Evangelio a las ovejas perdidas de la casa de Israel, ÉL se identificó una vez y de forma literal como el esperado mesías, y lo hizo ante una mujer samaritana (NO judía) en un pozo (Ver Juan 4), o igualmente sanó a una mujer sirofenicia de Tiro y Sidón, descendiente de los cananeos (Marcos 7:24-30), así como al siervo de un oficial centurión (estaba al frente de 100 soldados) romano (Mateo 8:5-13); es más, en ambos casos, Jesús alabó públicamente la fe de ellos.
En definitiva, ellos (judíos) debían ser LUZ A LAS NACIONES (Isaías 19:24, 42:6, 49:6, Lucas 2:32), pero se envanecieron, y se enorgullecieron, cuando realmente ellos NO estaban en mejor posición que los gentiles (pues ambos necesitaban a Cristo).
Los judíos se creían muy superiores a los NO judíos, de hecho consideraban despectivamente a estos como «perros», indignos, inmundos, fuera del alcance de la Gracia de Dios, y dicho de algún modo «como creados por Dios para ser combustible para el fuego del infierno»
Ellos pensaban que Dios sólo amaba al pueblo judío, y por ese erróneo concepto, erraron y fallaron en su propósito de ser luz a las naciones, de revelar el carácter santo del Dios Santo a las naciones.
¡QUÉ LEJOS Y QUE DESACERTADOS ESTUVIERON POR TANTO TIEMPO!
De ahí la contundencia de las palabras de Pablo en la Epístola a los Romanos.
Romanos 2:17-29 «He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley.Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne;sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.»
Dejaron de ser los testigos del Dios Santo, a manchar y deshonrar SU Glorioso Nombre a causa de su orgullo carnal, creando una fuerte enemistad, la cual sólo pudo ser abolida y quitada por la CRUZ.
Efesios 2:11-22 «Por tanto, acordaos (recuerden, a modo de imperativo. es el único texto de la Biblia que nos exhorta a recordar) de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne (los gentiles de nacimiento, todos los NO judíos), erais llamados incircuncisión (alude a que los NO judíos estaban fuera del pacto de Dios, eran excluidos y llamados «paganos incircuncisos», hubo una alienación social y espiruitual) por la llamada circuncisión (llamados así por los propios judíos) hecha con mano en la carne (la circuncisión era la señal de ese antiguo pacto, una señal externa que sólo afectaba a la carne y NO al corazón, que es realmente la que importa). En aquel tiempo (habla del tiempo pasado respecto a los gentiles que han abrazado el Evangelio en Éfeso, a su anterior y nefasta condición) estabais sin Cristo (apartados y de espaldas a ÉL), alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa (desconociendo totalmente la ciudadanía de Israel y los pactos que Dios estableció con ella), sin esperanza y sin Dios en el mundo. PERO AHORA (gloriosas palabras, al igual que Efesios 2:4) EN Cristo Jesús (recordar que Todo es EN Cristo, unido, arraigado e injertado en ÉL, ya que ÉL es la base de la salvación y de todo beneficio de ella), vosotros (Pablo va a trazar un contraste entre en antes y el hora respecto a la condición de los NO judíos, es decir, de los gentiles) que en otro tiempo (tiempos pasados) estabais lejos (lejos de la salvación), habéis sido hechos cercanos (Toda persona quien confía en Cristo es unida espiritualmente a ÉL y es salva) por la sangre de Cristo (la Obra expiatoria de Cristo, por SU sacrificio en la Cruz, el cual es la base a la restauración, la reconciliación, la paz y la armonía entre Creador y criatura, Ver 2ª Corintios 5:19). Porque ÉL (Cristo Jesús, el Príncipe de Paz, Isaías 9:6) es nuestra paz (por Su Obra tenemos Paz para con Dios, ver Romanos 5:1. NO dice que ÉL es mi Paz, sino nuestra Paz, una Paz colectiva en relaciones interpersonales), que de ambos pueblos (judíos y NO judíos, es decir, gentiles) hizo uno, derribando la pared intermedia de separación (derribó el muro de hostilidad que había, muy representado por el muro en el Templo que dividía el atrio de los gentiles de las áreas que sólo podían ocupar judíos), aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos (en SU Muerte abolió la Ley ceremonial, fiestas, sacrificios y leyes dietéticas que tanto distinguían a judíos de gentiles. Estas leyes servían para apartar y preservar a los judíos de la corrupción e inmoralidad de los pueblos de alrededor) expresados en ordenanzas (ÉL es el cumplimiento de la Ley, una Ley que nos mandaba y apuntaba a ÉL), para crear (edificar) en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre (un sólo y nuevo pueblo EN ÉL, una nueva Humanidad), haciendo la paz, y mediante la Cruz reconciliar con Dios a ambos (judíos como gentiles son reconciliados con Dios sólo y a través de Jesús, y EN ÉL entran a ser una unidad) en un solo cuerpo (NO el cuerpo físico, sino el cuerpo místico de CRisto, esto es, la Iglesia), matando en ella las enemistades (derribando y destruyendo en la Cruz toda hostilidad, ya sea entre criatura respecto a su Creador, o entre criaturas respecto a ellas mismas). Y vino (Jesús) y anunció las buenas nuevas de paz (El mensaje de Salvación, el Evangelio) a vosotros que estabais lejos (los NO judíos, esto es , los gentiles), y a los que estaban cerca (a los judíos, ya que para unos y otros sólo hay uno y el mismo Evangelio de Salvación); porque por medio de ÉL (Gracias a quién es Él, y a lo que ÉL hizo) los unos y los otros (sea quien sea, ya sea judío o sea gentil) tenemos entrada (Cristo es la única Puerta, el único acceso a Dios Padre, a la salvación, a la Vida Eterna, ÉL es el único Mediador entre Dios y los hombres, ver 1ª Timoteo 2:5 ) por un mismo Espíritu (el Espíritu Santo disponible para todo aquel que cree y confiese en ÉL) al Padre. Así que ya NO sois extranjeros ni advenedizos (desconocidos o extraños, sino que ahora EN Cristo hay salvación para TODOS), sino conciudadanos de los santos (ciudadanos junto con el pueblo santo, apartado y escogido de Dios por todos los creyentes de todos los tiempos), y miembros de la familia de Dios (hijos de Dios por la Fe en el amado Hijo), edificados sobre el fundamento (la enseñanza y la doctrina por revelación divina) de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo (Salmos 118:22, Isaías 28:16, Mateo 21:42, Hechos 4:11, 1ª Pedro 2:6-7) mismo, en quien (EN Cristo) todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo (cada nuevo creyente en el Señor es una piedra nueva en el Templo de Cristo, la Iglesia) en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu (por Su Espíritu Santo).»
Para tratar de estructurar y bosquejar este estudio, podemos hacerlo de una forma similar al estudio anterior (Efesios 2.1-10); ya que en parte Pablo utiliza en ambos casos contrastes entre un triste y muerto pasado SIN Cristo y un glorioso presente con Cristo y EN ÉL, enfatizando siempre SU Obra como la base y el fundamento para llevar a cabo dicho cambio.
Por primer ay única vez se nos exhorta a recordar el pasado, pero NO como un fin en sí mismo, ni tampoco para sumergirnos en ellos (a veces pueden ser traumáticos o dolorosos), sino para ver, disfrutar y gozar por el cambo efectuado por Dios EN Cristo en nosotros, y que ÉL sea glorificado, a la vez que tratamos y matamos nuestro orgullo, nuestra autosuficiencia y que sirva para mantenernos vivos y apegados al Dios vivo.
¿NO HACEMOS ACASO LO MISMO CON LA CENA DEL SEÑOR, CUANDO RECORDAMOS LO QUE ÉL HA HECHO POR NOSOTROS?
Gracias, en parte, a los recuerdos es que podemos calificar nuestro pasado, y lo procesamos,a la vez que estructuramos y construimos para el el presente y el futuro; y Pablo quiere que recordemos el trascendental cambio que hemos experimentado los que estamos EN Cristo, donde hemos pasado de estar muertos en pecados, a estar vivos y tener vida EN Cristo.
SÓLO HAY DOS SUCESOS QUE COMO CRISTIANOS NOS DEFINEN, Y ESTOS SON LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓN DE CRISTO, EN LOS CUALES ESTAMOS INVOLUCRADOS POR ESTAR UNIDOS EN ÉL.
1.- LA SEPARACIÓN SIN CRISTO (Vers. 11-12)
Esta era la antigua y nefasta condición de los NO judíos, de los gentiles que Pablo quiere que ellos (ahora que están EN Cristo) recuerden el ANTES y el DESPUÉS, para que sean conscientes de lo que Cristo ha hecho y obrado en ellos
Podemos destacar 5 elementos que resumía la condición de privación y lejanía de los efesios (recordar que la mayoría eran gentiles)
- NO tenían relación con Cristo; que es lo opuesto a estar EN Cristo, es decir, estaban separados de ÉL, y NO tenían nada que ver con ÉL, con SU Promesa mesiánica de salvación ni con SU Muerte expiatoria en la Cruz. Estar SIN CRISTO es un trágico sinónimo de estar sin bendiciones espirituales, sin luz, sin paz, sin descanso, sin seguridad, sin esperanza, sin un Profeta, Sacerdote o Rey
- Excluidos de la ciudadanía de Israel, sin parte en los propósitos de Dios para con ellos.
- Ajenos a los Pactos de la Promesa, aludiendo a la Promesa dada a Abraham en Génesis 12 y ratificada a sus descendientes, y a la promesa mesiánica del linaje de David (2ª Samuel 7), así como la del Nuevo Pacto de Jeremías 31:31-34
- Sin Esperanza, pues al estar «sin Dios» (como tantas personas y tantas religiones) NO albergan esperanza alguna.
- Sin Dios en el mundo, o mejor dicho con muchos inservibles e inútiles «dioses paganos», pero sin el único Dios Verdadero (Ver Hechos 17:23)
ESTA ERA LA TERRIBLE Y NEFASTA CONDICIÓN DE ELLOS (Y NUESTRA) ANTES DE CONOCER A DIOS.
Ellos (los gentiles) eran considerados como inferiores, y sufrieron el oprobio y la consideración despectiva por parte de los judíos, por el mero hecho de un corte o una mutilación externa (y humana) en la carne hecha a los 8 días del nacimiento (Circuncisión) que simbolizaba la pertenencia al Pacto.
La realidad de todo esto, es que los judíos NO estaban ni mucho menos en una condición mejor que los gentiles, pues para ambos vino y se presentó el mismo Salvador, sin el cual nadie es salvo.
Cierto es que lo judíos recibieron y les fue confiada la Palabra de Dios, los pactos y las promesas, vieron las más grandiosas señales,…pero eso es sinónimo de mayor juicio si todo ello NO les lleva a caer postrados y dar las gracias por todo, y sobre todo por Cristo, que tanto y tanto les fue anunciado y profetizado.
2.- LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ CON CRISTO (Vers. 13-18)
El tremendo contraste se evidencia (al igual que Efesios 2:4) con las palabras «PERO AHORA…» del versículo 14, donde el anterior estado tan lamentablemente ha sido cambiado EN CRISTO.
¿CÓMO?
Mediante la Sangre de Cristo, que alude a la Muerte Sacrificial por nuestros pecados, que nos ha reconciliado con Dios y con el prójimo.
ANTES ESTABAN (Y ESTÁBAMOS) SIN CRISTO, FUERA DE ÉL, AHORA ESTÁN (Y ESTAMOS) EN CRISTO, UNIDOS, INJERTADOS Y ARRAIGADOS A ÉL, EN UNA UNIÓN PERSONAL Y VIVA.
Si el problema y la tragedia era la lejanía con Dios, ahora la respuesta y el remedio va a ser la cercanía y la pertenencia para con ÉL.
Hay contrastes de palabras, tales como: separación, enemistades (u hostilidades), reconciliar, lejos, Paz, cerca y entrada (o acceso)
La Palabra que más destaca para estos versículos que exponen lo que ÉL ha hecho por nosotros y para SU Gloria es…
PAZ
Pablo utiliza 43 veces esta palabra («eirene» en el original en griego) en sus escritos, y 8 en Efesios; y alude NO solamente a una ausencia de conflictos o problemas, sino que engloba bienestar físico y espiritual, seguridad, prosperidad, relación con Dios, justicia y justificación, salvación… en definitiva lo que debiera ser la vida con Dios y en Dios
Cristo y Paz son sinónimos, pues ÉL es el Príncipe de Paz (Isaías 9:6), el Señor de la paz y quien la imparte (2ª Tesalonicenses 3:16), a través del Evangelio de la Paz (Efesios 6:15).
Tenemos un Dios de Paz (Romanos 15:33, 16:20, 1ª Corintios 14:33, 2ª Corintios 1311, 1ª Tesalonicenses 5:23), cuyo fruto del Espíritu es Paz (Gálatas 5:17), y es esa Paz la que guarda nuestros corazones (Filipenses 4:7) y los gobierna (Colosenses 3:15)
CRISTO ES NUESTRA PAZ, HACE LA PAZ Y PROCLAMA LA PAZ.
ÉL es nuestra Paz, así como nuestra Vida (Colosenses 3:4) y el Todo en Todos (Colosenses 1:27).
Romanos 5:1 «En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos PAZ con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo»
Una PAZ para con Dios, pero como ahora veremos; también entre nosotros mismos, pues en ese contexto, los griegos llamaban «bárbaros» a los no griegos, los judíos llamaban «perros» a los no judíos, los romanos llamaban «hijos de asno» a los judíos, los samaritanos no se trataban ni saludaban con los judíos, los circuncidados llamaban incircuncisos a los gentiles, así como impuros,…
CRISTO VINO PARA SER EL MISMO PRÍNCIPE DE PAZ PARA TODOS, Y PARA ESTABLECERLA ENTRE ELLOS.
¿CÓMO LO HIZO?
Con SU Palabra rompió toda barrera de separación y división.
Dijo en Marcos 2:27 que el Sábado era para el hombre, y NO viceversa, que es lo que sale de la boca lo que contamina al hombre y no lo que entra en Mateo 15:17-15.
También dijo en Lucas 10:25-37, que un samaritano que práctica la justicia por amor a un judío es mejor que un judío legalista, pero sobre todo dijo que sería levantado y crucificado en alto y que atraería a todos por igual.
Hay grandes ejemplos de personas valientes que actuaron en pos de una necesitada PAZ en este caído mundo, un mundo caído que busca «hombres de paz» de entre sus perversas criaturas, cuando a la vez rechaza al Creador; un mundo que inventa y otorga títulos como el Nobel de la Paz, pero que poco o nada quiere saber del Verdadero Dador, establecedor y fundador de la PAZ, Cristo.
Para Julio César, la paz solamente era la ausencia de guerra, y por estaba continuamente preparado para ella (la guerra)
Tras la I Guerra Mundial, W. Wilson guió a la creación de la Liga de las Naciones, en un intento de mantener la paz ante las amenazas de guerras.
Mahatma Gandhi consiguió la emancipación política, social y económica de más de 300 millones de indios que estaban bajo el régimen inglés.
Martin Luther king, proclamó la paz y la justicia entre blancos y negros, y éste era su sueño,…
Y así muchos más casos, PERO CRISTO ES EL PRÍNCIPE DE PAZ, EL MEDIADOR Y LA SUSTANCIA DE ELLA MISMA.
Sólo ÉL ofreció y estableció de forma definitiva una perfecta PAZ, a través de ofrecerse voluntariamente a morir de forma sustitutiva para cargar con nuestras culpas y pecados, y sufrir enteramente la Ira y el castigo de Dios en la Cruz; y es en esa Cruz donde abolió y destruyó toda barrera de separación y todo muralla de división entre las personas.
Esto puede verse ilustrado tanto en el atrio de los gentiles en el Templo que estaba separado de la zona para los judíos por la Puerta Hermosa (de hecho habían rótulos en latín y griego donde se advertía la prohibición del paso a gentiles bajo pena de muerte incluso), como (mejor aún) en el velo del Templo del Lugar Santo que separaba del Lugar Santísimo.
Es más, la defensa del Apóstol Pablo en Hechos 22 iba bien hasta que habló de los gentiles con igualdad respecto a los judíos; y NO sólo eso, sino que esa defensa vino precisamente porque fue arrestado por introducir aun gentil llamado Trófimo en el área del Templo destinada a judíos
Hechos 21:27-28 NVI «Cuando estaban a punto de cumplirse los siete días, unos judíos de la provincia de Asia vieron a Pablo en el templo. Alborotaron a toda la multitud y le echaron mano, gritando: «¡Israelitas! ¡Ayúdennos! Este es el individuo que anda por todas partes enseñando a toda la gente contra nuestro pueblo, nuestra ley y este lugar. Además, hasta ha metido a unos griegos en el templo, y ha profanado este lugar santo».
Hechos 22:21-22 NVI «Pero el Señor me replicó: “Vete; yo te enviaré lejos, a los gentiles”». La multitud estuvo escuchando a Pablo hasta que pronunció esas palabras. Entonces levantaron la voz y gritaron: «¡Bórralo de la tierra! ¡Ese tipo NO merece vivir!»
EL QUITÓ TODA ENEMISTAD; ENTRE JUDÍOS Y GENTILES Y ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES.
ÉL abolió la Ley de los mandamientos (sí en su aspecto más puramente ceremonial que tenía una vigencia temporal, pero NO en el aspecto moral que aún sigue en vigor), a fin de crear una sola y NUEVA HUMANIDAD EN ÉL, y reconciliar ambas partes de ella con Dios.
ÉL es la Cabeza de una Nueva Raza de Hijos de Dios, en quien (a tenor de Efesios 1:10), Todas las cosas hallarán su cumplimiento, mediante la Reconciliación en la Plenitud de los Tiempos.
De manera exegética, texto habla de la unidad entre los cristianos de origen judío y los de origen gentil, y NO entre judíos y gentiles, la Unidad sólo y únicamente es EN CRISTO
PODEMOS DESTACAR 3 VERBOS PRINCIPALES:
1.- ABOLIR; Cristo anuló y abolió la Ley Ceremonial (mandatos, reglamentos, sacrificios, ordenanzas, rituales de alimentos, festividades y limpieza,…)y lo hizo en SU Carne
Colosenses 2:14 «anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz»
ÉL cumplió todos los tipos y símbolos del sistema ceremonial de la Ley del A.T., y anuló esa deuda que nos era adversa y que NO podía nadie cumplir (Galatas 3:10-13)
La Ley era una barrera insalvable e insuperable entre nosotros, pero la FE nos une entre nosotros y a ÉL.
Ese derribo tuvo lugar EN SU CARNE, aludiendo concretamente a la encarnación, y sobre todo, a la Muerte de Jesús; donde hizo morir con Su Muerte toda rivalidad y hostilidad.
2.- CREAR; ÉL creó (o sigue aún creando) un Nuevo Hombre o una Nueva Humanidad, y lo hizo en Sí Mismo.
Una vez abolida la ley, con la 1ª enemistad de ella que separaba a gentiles y a judíos como era la circuncisión, ya NO había nada que mantuviera separada, enemistada y alejada a las 2 partes de la humanidad, y en un Soberano acto de SU Amor y de Su Gracia hizo de los 2 (judíos y gentiles) un sólo y nuevo hombre, LA IGLESIA (Cuerpo de Cristo), donde ya NO existen diferencias ni divisiones sociales EN ÉL, ya que Todos somos uno e iguales EN ÉL.
Gálatas 3:28 «Ya NO hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.»
Colosenses 3:11 «donde NO hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.»
La reconciliación ha sido completada, aboliéndose toda división y desigualdad, de la forma que los 2 grupos de personas se han fundido en uno.
Toda barrera que bloqueaba o cerraba el paso a ÉL, como el pecado, la hostilidad y la debilidad en la carne ya han sido eliminadas.
NO es que Cristo haya traído a uno al mismo nivel del otro, sino que éste a producido algo más grande: ‘como si alguien fundiera una estatua de plata y otro de estaño, y de las dos se obtuviera oro.
3.- RECONCILIAR; Cuando ambos grupos (judíos y gentiles) van con humildad y en sincero arrepentimiento a la Cruz como pecadores, es ahí cuando nos convertimos en una Nueva Creación (2ª Corintios 5:17), un Nuevo Hombre, el Cuerpo de Cristo, Su Templo vivo del Espíritu Santo, LA IGLESIA.
Ya NO hay Ira de Dios hacia nosotros, pues fue enteramente desplegada, vertida, arrojada y vaciada en Cristo; y se anuló toda dirección de hostilidad posible, es decir respecto a las personas entre sí, y entre Dios y todas y cada una de las personas que vengan a Cristo (hay una Doble Reconciliación)
Y estas Buenas Nuevas (El Evangelio) es predicado a Todo el mundo, pues es el único mensaje de salvación para todos, tanto para los que estaban cerca (judíos), como para los que estaban lejos de él (NO judíos).
DIOS ES EL RECONCILIADOR, Y NOSOTROS LOS RECONCILIADOS.
En el Versículo 18 podemos ver al Dios Trino, y el acceso a Dios que tenemos todos, sin distinción alguna, En cristo; ya que ante la Cruz Todos (judíos y gentiles) somos igualmente indignos pecadores, merecedores de Su Juicio, pero favorecidos por Su Gracia y Su amor derramados por todos por igual.
Y es sólo y únicamente por ÉL y en ÉL que Todos tenemos entrada al Padre por el Espíritu Santo, ya que ÉL es el Camino y la Puerta, y el Espíritu es el agente de la incorporación y de la unión.
Hebreos 10:19-20 «Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que ÉL nos abrió a través del velo, esto es, de su carne (…)»
3.- EL PUEBLO DE DIOS (Vers. 19-22)
En estos versículos vemos lo que hemos llegado a ser; donde pasamos de ser extraños o extranjeros para ser miembros de la misma Familia Celestial de Dios, con una relación íntima que no se había dado ni en el Antiguo Testamento, pues NO somos Sus Siervos como Moisés o David, sino que somos Sus Hijos (a través de Cristo).
Somos conciudadanos, pero NO de Jerusalén, de Israel o similar, sino del Cielo, donde está nuestra ciudadanía (Filipenses 3:20); y somos igualmente edificados sobre un sólido y ya colocado fundamento, como es la enseñanza y doctrina revelada a Profetas y Apóstoles, siendo Cristo mismo la Piedra angular, la cabeza del ángulo, la piedra Preciosa (¡pero también la piedra de tropiezo!)
Destacamos igualmente que hablar de Unidad NO es excluyente de Diversidad, y NO significa que todos/as los /as cristianos/as debamos ser iguales (Ver 1ª Corintios 12:14-26)
Pablo ha pasado de hablar de una familia a hablar y describir un EDIFICIO, un edificio construido sobre el fundamento apostólico y profético (poco o nada tiene que ver con cualquier parecido en el nombre en estos tiempos), quienes recibieron por revelación divina las enseñanzas, la doctrina y las verdades sobre las cuales debe asentarse y afirmarse la Iglesia de Cristo, sin revelaciones nuevas, pues la revelación ya ha sido dada a los santos (Judas 1:3).
Debemos enfatizar que el Don Profético actual NO consiste tanto en la nueva y añadida revelación, ya que ésta es completa; sino más bien en la aplicación inspirada de la propia Palabra de Dios a las diversas circunstancias, siendo ésta una tarea que bien requiere un altísimo grado de sensibilidad, guía e intimidad del Espíritu de Dios, así como un profundo conocimiento de la Palabra.
LA UNIDAD Y CRECIMIENTO DE LA IGLESIA DEPENDE DE SU UNIDAD CON CRISTO Y SU VERDAD
Nosotros estamos fundamentados en esas verdades, y esas verdades debemos asimismo transmitir a otros, donde Cristo es la Verdad más absoluta, el eje central, la Piedra Principal del ángulo, el fundamento mismo (1ª Corintios 3:11)
Salmos 118:22 «La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular.»
Isaías 28:16 « por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.»
Mateo 21:42 «Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo.El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos?»
Hechos 4:11-12 «Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.»
1ª Pedro 2:6-7 «Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado.Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.»
Las Piedras angulares de los edificios antiguos eran las principales y más importantes piedras de carga que determinaban las líneas del edificio, donde perfectamente podían llegar incluso a pesar 570 toneladas de peso.
1ª Pedro 7:10 «El cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y piedras de ocho codos.»
Pero su connotación NO es tanto arquitectónica, sino de mucho más peso y valor, es decir, espiritual.
Mientras a los Apóstoles y Profetas se les menciona por su enseñanza y su revelación, la alusión de Cristo es inmensamente más importante, pues alude a SU Persona y Obra.
ÉL ES NUESTRA ROCA, NUESTRO CASTILLO, NUESTRO REFUGIO, NUESTRA PAZ Y SEGURIDAD.
Mateo 16:18 «Y yo también te digo, que tú eres Pedro («Petros», roca pequeña) sobre esta roca («Petra», piedra de fundación y roca más grande) edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades NO prevalecerán contra ella»
El edificio se edifica y construye sobre ÉL, y se mantiene y existe En ÉL, ya que es ÉL quien lleva a cabo la unificación por el Espíritu Santo, y NO se completará hasta que toda persona que creerá en ÉL lo haya hecho, ya que (de una forma visible) continua en crecimiento desde Pentecostés hasta Su Gloriosa 2ª Venida.
EL EDIFICIO CRECE PORQUE ESTÁ VIVO,Y CRECE PARA SER UN TEMPLO SANTO
¿SABES QUÉ ES LO MÁS CURIOSO Y BONITO?
¡¡Que quienes antes NO tenían acceso al Templo de piedra (gentiles), ahora son ellos mismo el Templo Vivo!!
Templo, ya sea de manera individual, como colectiva:
1ª Corintios 6:19 «¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?»
1ª Corintios 3:16-17 «¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.»
2ª Corintios 6:16 «¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán MI Pueblo.»
Dios ya NO reside en un lugar físico, de hecho el Templo de Jerusalén fue derribado pocos años después de esta carta (año 70 dC), sino que AHORA ÉL RESIDE EN LOS CREYENTES EN CRISTO.
Mateo 12:6 «Pues os digo que UNO mayor que el templo está aquí.»
Juan 2:19-22 «Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?Mas él hablaba del templo de su cuerpo.Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.»
¿CUÁL ES LA FINALIDAD DE ESTA NUEVO HOMBRE, DEL TEMPLO SANTO?
REVELAR LA PRESENCIA, Y SOBRE TODO LA GLORIA DE DIOS SOBRE LA TIERRA, Y QUE ÉL SEA GLORIFICADO.
Y NO deja de ser curioso y sorprendente que mientras Pablo escribe esta profunda y fascinante Carta, allí en Éfeso se hallaba el templo de Artemisa o Diana; y, al mismo tiempo, en Jerusalén se encontraba el Templo de Salomón.
2 templos, uno pagano y otro judío, pero ambos vacíos y carentes del Dios Vivo y Verdadero, pues AHORA HAY UN NUEVO TEMPLO EN CONSTRUCCIÓN, LA MORADA DE DIOS POR SU ESPÍRITU, SU PUEBLO REDIMIDO, EL CUAL ES SU HOGAR EN LA TIERRA Y SERÁ SU ESPOSA EN EL CIELO…¡¡LA IGLESIA!!