NO se trata de la película protagonizada por Tom Hanks, sino más bien una unificación de ramas teológicas conocidas como angelología (doctrina de los ángeles), demonología (doctrina de los demonios) y satanología (doctrina de Satanás).
Reconocemos que se trata de temas que siempre han generado interés y fascinación en el hombre, pero que han rehusado a ir a la fuente original y verídica como es lo que Dios nos dice en Su Palabra de estas cosas. En la Escritura se evidencia claramente la existencia de ángeles, de hecho se hace referencia a ellos en 34 libros, 17 del AT y 17 del NT.
I.- ANGELOLOGÍA
Un ángel es un ser celestial, a quien Dios le ha encargado una comisión, actuando como mensajero (así mismo lo definió el Hijo de Dios). Podríamos definirlos como «seres espirituales creados con juicio moral y alta inteligencia, pero sin cuerpos físicos». Son agentes de Dios, mensajeros («ángel» significa literalmente mensajero), en definitiva, siervos de ÉL.
Dios los utiliza como instrumentos de su Perfecta Voluntad (Hechos 7:53, Gálatas 3:19 o Hebreos 2:2), así como para revelar sus propósitos (Génesis 18), o para bendecir, cuidar, servir y ministrar a su propio pueblo (Hebreos 1:14). Dios, igualmente, los ha utilizado y utiliza para nuestra salvación, como podemos ver en el relato de la conversión de Cornelio en Hechos 10.
Según el Salmo 148:2-5 (además de Colosenses 1:16 o Juan 1:1-3), los ángeles son, al contrario que Dios, criaturas creadas por ÉL en un número limitado (NO procrean y son asexuales, Mateo 22:30). Son de una orden especial y superior a los seres humanos (Hebreos 2:7, Salmo 8), pero como nosotros, son limitados en poder, conocimiento, actividad , y serán sometidos a juicio (1ª Corintios 6:3, Mateo 25:41). Ellos NO pueden morir, y aunque son más poderosos y sabios (poder y sabiduría limitados), ellos NO fueron creados a imagen de Dios, NO comparten el glorioso destino de la Redención en Cristo, simplemente porque ellos NO han experimentado, como nosotros, la Gracia de la Redención.
El cuándo es algo que no se recoge de manera categórica en la Biblia, pero al estar presentes en la Creación (Job 38:4-7) se entiende que fue antes; otros piensan que fueron creados en el primer día, después de los cielos.
CARACTERÍSTICAS DE LOS ÁNGELES
- Son personalidades con existencia personal, con inteligencia (Mateo 8:29), emociones y voluntad (Lucas 8:28-31), pero una voluntad sometida a la de Dios. Aún los ángeles caídos (demonios) y Satanás, tienen que estar sometidos a la voluntad permisiva del Soberano Dios (Lucas 8:28-31, Job 1:11-12)
- Creados (antes de crear el mundo) en un estado de santidad (Génesis 1:31, Marcos 8:38). NO solo eso, sino que fueron creados rodeados de santidad, y es por eso que enfatizan ese atributo de Dios (Isaías 6:1-3). Ellos son reverentes y adoradores (Nehemías 9:6, Hebreos 1:6)
- Son seres espíritus (Mateo 8:16, Lucas 7:21, Efesios 6:12 o Hebreos 1:14), y como tal son inmateriales e incorpóreos (Lucas 24:39). Debemos decir que NO son seres espirituales infinitos, sino finitos, pero inmortales (Lucas 20:34-36 o Hebreos 2:9). Han aparecido en sueños y visiones han aparecido como hombres, véase Génesis 18:3, Hebreos 13:2. Distíngase el Ángel del Señor (Génesis 16:7-14, 22:11-18, Éxodo 3:2-5, Jueces 6:11:23 o 13:2-23) quien es Cristo preencarnado.
- Pueden ser visibles si Dios nos da una capacidad especial para poder verlos (Números 22:31, 2ª Reyes 6:17 o Lucas 2:13)
- Tiene un poder muy grande, inferior al de Dios, pero superior al del hombre (Salmo 103:20)
- Mantienen un orden jerárquico, Arcángel Miguel (Daniel 10:13, 12:1 o Judas 1:9) como protector/defensor de Israel, Gabriel (Daniel 8:16, 9:21, Lucas 1:26) como mensajero especial del Reino y del Rey Mesías, Lucifer o Luzbel (Isaías 14:12) que significa «portador de luz, o estrella de la mañana», quién estaba en autoridad sobre los querubines que rodean el Trono de Dios. Estos, los querubines (Génesis 3:24, Éxodo 25:17ss, Salmo 99:1 o Ezequiel 1), pertenecen a la clase u orden más alto, creados con una belleza y un poder indescriptibles para proclamar, proteger y defender la gloriosa presencia de Dios, Soberanía, y sobre todo, Su Santidad. La espada encendida del querubín sirvió para prevenir que el hombre ya caído regresara al paraíso. Desde entonces (y mucho antes) sólo hay un camino de regreso, y es Cristo Por su parte, los serafines, cuyo significado es «los que arden», se describen alrededor del Trono de Dios, alabando y proclamando Su Perfecta Santidad (Isaías 6:1-2). Algunos ven ambos términos, serafines y querubines, como sinónimos e intercambiables
- A la luz de la Biblia podemos entender que nos guardan y protegen al pueblo de Dios (Salmo 91:11-12, 34:7), pero de ahí a creer en ese tradicional «ángel de la guarda» de cada uno, es algo muy forzado. De igual manera nos guían (Hechos 8:26 o 27:23-24), nos pueden liberar (Hechos 12). Cuando muramos estarán allí para recibir nuestro espíritu y llevarnos al paraíso, donde nos esperará el Señor (Lucas 16:22-23). Ellos también ejecutarán los juicios de Dios sobre sus enemigos, y tendrán su cometido en el Juicio Final (Mateo 13:40-49, 24:30 o 2ª Tesalonicenses 1:6-8).
- Una cosa importante, los ángeles por ser seres creados, NO aceptan ser adorados (Apocalipsis 19:10 y 22:8-9)
RELACIONES DE LOS ÁNGELES
- CON DIOS; defienden y proclaman Su Santidad, a la vez que rodean el Trono de Dios. Ellos dan alabanza y adoración (Hebreos 1:6, Apocalipsis 5:11-12), a la vez que le sirven (Salmo 103:2) y se presentan delante de ÉL (Job 1:6, 2:1)
- CON CRISTO; predijeron Su Encarnación y Nacimiento (Lucas 1:26-28), le protegieron en Su Infancia (Mateo 2:13 y 20) ante las intenciones de Herodes, le sirvieron después de la tentación (Mateo 4:11), le fortalecieron en Getsemaní (Lucas 22:43), anunciaron Su gloriosa Resurrección (Mateo 28:5-7, Marcos 16:6-7, Lucas 24:4-7 y Juan 20:12-13), le sirvieron en Su Ascensión (Hechos 1:10), y le servirán en Su 2ª Venida (Mateo 25:31) preparando al mundo para su regreso y reuniendo a Israel en su tierra.
- CON CREYENTES; nos pueden proporcionar protección física (Salmo 34:4-7, 91:11-13, Hechos 5:18-19 y 12:7-11), así como provisión física (1ª Reyes 19:5-7), liberación (2ª Reyes 6:15-17). También pueden darnos aliento como a Pablo en Hechos 27:23-25, dirección evangelística como en Hechos 8:26 y 10:3. Nos pueden ayudar en responder nuestras oraciones, como así fue con las oraciones de la iglesia en favor de Pedro en Hechos 12:1-11, y en llevarnos escoltados hasta la presencia del Señor ( Lucas 16:22, 2ª Corintios 5:8)
- CON INCRÉDULOS; han hecho y harán parte del juicio castigador sobre ellos, los incrédulos. Desde el anuncio a Sodoma y Gomorra (Génesis 19:12-13), pasando por Herodes Agripa I (Hechos 12:23), hasta los juicios escatológicos apocalípticos (Mateo 13:39-42, Apocalipsis 8:2-12 y 16:2-17).
Ellos, los ángeles, adoran a Dios y al Cordero (Apocalipsis 5), están continuamente viendo el rostro del Padre (Mateo 18), y sobre todo, pasan una gran parte del tiempo observando y maravillándose de la redención (1ª Pedro 1:12)
Efesios 3:10 «(…) para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales (…)»
De no ser por nosotros, y sobre todo por Dios, ellos NO sabrían nada acerca de la Gracia de Dios, y ahora miran hacia abajo, observan y se maravillan por ello.
Efesios 3:8-11 «A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor».
Como si de una gran obra de teatro se tratara, en el que el mundo es el escenario, los redimidos son los actores y Dios es el director, productor, guionista y actor principal. Pero en toda obra de teatro hay, y debe haber, espectadores; y en este caso son las inteligencias cósmicas, los poderes y autoridades en las regiones celestiales, quienes miran y observan fascinados esta «Obra de Teatro llamada: La Salvación», donde judíos y gentiles (iguales entre ellos) se incorporan a este organismo y cuerpo vivo, donde Dios mismo se imparte en ellos. Ellos, por decirlo de alguna mane, se inclinan y «asoman la cabeza» para ver algo maravilloso: cómo el Poder de Dios para Salvación a Todo aquel que cree, da vida, y los introduce En Cristo. Ellos ven cómo seres muertos, inertes y enemigos de Dios (lo que éramos antes por naturaleza), reciben vida espiritual, son reconciliados con Dios y son introducidos en Su cuerpo (lo que llegamos a ser por Gracia), Su Iglesia, donde EL es la Cabeza, y no les queda más remedio que adorar y seguir adorando a Dios.
Apocalipsis 7:9-12 «Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»
Pero además de estos seres que pueden ayudarnos, servirnos y cuidar de nosotros, hay otros que son nuestros mayores enemigos. Ellos, un vasto ejército de espíritus malignos, se oponen a nosotros y están en contra nuestra y todo lo que tenga que ver con Dios, Su Palabra y Su Voluntad.
II.- DEMONOLOGÍA Y SATANOLOGÍA
Si la doctrina de los Ángeles está descuidada, la doctrina del diablo (significa «el calumniador») y los ángeles caídos lo está mucho más, trayendo confusión y errores en esta área, ya de por sí, auspiciada por una vana y profunda fascinación e interés, llena de mitología pagana y leyendas.
Para entender su origen, hay que partir de qué Dios todo lo hizo bueno (Génesis 1:31), con lo cual es necesario decir que Dios NO creo al diablo como tal es hoy, sino que la satanología (doctrina de Satanás), tiene mucha relación con la hamartiología (doctrina del pecado).
Ezequiel 28:12-15 (y muy probablemente Isaías 14 describiendo el juicio sobre el rey de Babilonia) nos describe a Satanás antes de la caída, donde disfrutaba de una exaltada posición como el querubín ungido y de mayor honor, el ser angélico más resplandeciente en la presencia de Dios. Isaías 14:12 habla de él en términos de «lucero de la mañana», pero debido al enaltecido y corrompido orgullo de su corazón (algo libre e interno en él) deseó entrar en la misma presencia de Dios, ser adorado como ÉL y usurparle el Trono. De una manera arrogante, se sublevó contra Dios, y fue arrojado del Cielo (2ª Pedro 2:4, Judas 1:6, Lucas 10:18), pero arrastró a un ejército de ángeles, probablemente un tercio (Ezequiel 28:16-17, Apocalipsis 12:4). Creemos que este suceso de rebelión ocurrió entre Génesis 1:31 y 3:1. Ello nos da a entender que hay una multitud organizada y jerarquizada, una legión (así mismo se hicieron llamar en una ocasión).
Los demonios, por tanto, son ángeles malos y caídos (no encarcelado aún), que pecaron contra Dios, y que continúan obrando el mal en el mundo, enfatizando su actividad contra el Pueblo de Dios, siendo firmes y hostiles opositores a Dios y a Su Palabra. Ellos son los ángeles caídos aún libres y activos en el mundo. Los otros, son los ángeles atados y encarcelados, quienes «Dios NO perdonó… sino que, cuando pecaron, fueron arrojados al abismo, en tenebrosas cavernas» como dice 2ª Pedro 2:4.
Podemos decir que Satanás (Job 1:6-7), el «adversario», diablo (Mateo 4:1 o Apocalipsis 12:9), la serpiente (Génesis 3 o 2ª Corintios 11:3), destructor (Apocalipsis 9:11), tentador (Mateo 4:3), «Belzebú» (Mateo 10:25), el «príncipe de este mundo» (Juan 12:31), «gobernador de la tinieblas (Efesios 2:2), el maligno (1ª Juan 2:13) es el jefe de los demonios. Fue él, Satanás, quien originó el pecado tentando a Eva (Génesis 3:1-6, 2ª Corintios 11-3). Él es homicida desde el principio (principio de la historia humana), «padre de mentira» (Juan 8:44), y él estuvo detrás del intento de destrucción de la línea genealógica mesiánica escogida, desde Caín y Abel hasta la cruz, como estuvo detrás de la nación de Israel y de la Iglesia
Luego en Génesis 3 vemos cómo nuestros padres, Adán y Eva, le escucharon y cayeron, haciendo que Satanás, la serpiente antigua, controlase el poder de la muerte (Hebreos 2:14). Al escucharle, el hombre se puso bajo su poder y dominio, ya que quien quebranta la Ley de Dios le pertenece automáticamente a él.
¿QUÉ PODEMOS DECIR DE LOS DEMONIOS?
De la misma manera que Satanás tentó a Eva, trató de acabar con la línea mesiánica, que Jesús pecara y fracasare en su misión mesiánica redentora, así mismo son las tácticas y artimañas de sus demonios, usando mentiras (Juan 8:44), tergiversando y manipulando verdades bíblicas (1ª Timoteo 4:1), engañando (1ª Tesalonicenses 3:5, Apocalipsis 12:9), siendo homicida (Salmo 106:37), esclavizando, culpando, trayendo desconfianza, duda, temor, confusión (2ª Timoteo 2:24-26), enfermedad (Lucas 13:11-16) orgullo, difamación, y mucho más con tal de tratar de romper la obra de Dios y que las personas se alejen de Dios, cegándolas al evangelio (2ª Corintios 4:4). Actúan con sutileza, falsedad (2ª Corintios 11:3) y malignidad para destruir y usurpar el lugar de Dios.
Él controla a todos los inconversos, cegándolos a la verdad (2ª Corintios 4:3-4 o Lucas 8:12) imposibilitándolos a que sean salvos, y ordenando y controlando las vidas de ellos, tal como dice Pablo a los efesios en 2:1-3. Sólo un poder superior, el Poder de Dios, puede remover esa ceguera satánica
Y, ¿QUÉ DE LOS CREYENTES?
Hay que ser conscientes de la realidad de la presencia del mal y ver las fuerzas reales que operan en ella y tras ellas, ya que es razonable llegar a la conclusión de que la actividad demoníaca es un factor muy influyente en casi toda maldad y pecado que ocurre hoy. Actualmente existe actividad demoníaca en el mundo, es más, Satanás no está en el infierno, sino vagando por la Tierra tratando de devorar, acusar ante Dios y destruir al pueblo de Dios (1ª Pedro 5:8)
Se opone a nosotros en todos los sentidos, nos acusa ante Dios y ante nosotros mismos (Zacarías 3:1), opone resistencia a nuestras obras y actividades (Daniel 10:13, 1ª Tesalonicenses 2:18), nos desanima, aguarda para engañarnos con sus trampas o dardos envenenados (Lucas 22:31); incluso afecta hasta a nuestro propio cuerpo llegando a producir enfermedad y malestar (Job 2:7, 2ª Corintios 12:7)… Todo esto lo hace el diablo por sí mismo, y por medio de sus ángeles caídos, los demonios (Mateo 25:41), quienes son sus emisarios e instrumentos para su obra (Efesios 6:12)
Si bien es cierto de la existencia e influencia demoníaca, eso no debe servirnos de excusa, pues al pecar, le damos pie a algún tipo de influencia demoníaca en nuestras vidas; y es por ello que Pablo, en Efesios 4:26-27, dice lo siguiente: «Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo»
Pero Dios es el Rey Soberano, y la historia de Job nos deja muy claro que Satanás pudo hacer solamente lo que Dios le dio permiso (Job 1:12 y 2:6). El poder de los demonios y de Satanás (el hombre fuerte armado de Lucas 11:21) está limitado (NO es todopoderoso); ellos NO conocen las cosas futuras, NO son omniscientes, ni omnipresentes (aunque tiene agentes repartidos por todas partes), mucho menos, omnipotentes. Dios SÍ conoce los pensamientos de las personas (Isaías 66:18 o Salmo 139:2-4), Jesús sabía exactamente lo que pensaba la gente y lo que había en sus corazones (Mateo 9:4, Lucas 6:8)
Por alguna insondable e inescrutable, Dios parece conceder cierta posición, y le permite hacer ciertas cosas al Diablo, hasta el fin. Pero aún esa tolerancia a él, esa voluntad permisiva, está controlada y supeditada por el Altísimo, el Dios Soberano. Satanás tiene el límite impuesto por Dios y NO puede excederlo, como vimos en Job 1:12 y 2:6
No olvidemos que el poder del diablo es limitado y está por debajo de Dios. Cristo en Su Vida, en Su Muerte, y en Su Resurrección ha vencido ya al diablo, y nosotros como pueblo cristiano deberíamos estar capacitados por el Señor para resistir
Los planes de Satanás y de sus demonios NO tendrán éxito, Dios nos lo garantiza en Su Palabra, aunque aún hoy se le permita continuar con sus actividades en la tierra
- Su derrota ya fue dictaminada en Génesis 3, con ese anuncio del protoevangelio (Génesis 3:14-15), que le tuvo a él como el principal oyente. Aunque ya antes fue echado de su exaltada posición en el cielo
- Su derrota fue notoria, pública y pública en la Cruz del calvario (Hebreos 2:14 y Colosenses 2:15). Cristo vino a destruir las obras del diablo (1ª Juan 3:8), y en la Cruz conquistó a Satanás y a sus demonios, exhibiéndolos y humillándolos públicamente. Apenas 3 años antes, en un cálido desierto, sólo y con escasez, vence en la tentación siendo el 2º Adán. El primer Adán y representante o cabeza de la humanidad, cayó en un hermoso jardín, acompañado y con abundancia.
- Su derrota final se nos describe en Apocalipsis 20:7. En la Tribulación estará, por la voluntad permisiva de Dios, bastante más activo en su maldad, luego será puesto en el abismo durante el Milenio. Después será suelto «por un poco de tiempo (Apocalipsis 20:1-7), y finalmente, tras haber promovido una rebelión contra Dios, serán arrojados al lago de fuego para ser atormentados día y noche para siempre jamás (Apocalipsis 20:10)
HASTA ENTONCES, ¿QUÉ DEBEMOS HACER?
- Tomar la armadura espiritual (Efesios 6:10-18) para resistir sus asechanzas, pues estamos en medio de una batalla espiritual.
- Someternos a Dios y resistir al Diablo (Santiago 4:7). Por ejemplo, en la iglesia de Corinto hay un grave problema de disensión, y Pablo NO pide que reprendan al espíritu de disensión, sino más bien que todos vivan en armonía, que se mantengan unidos (1ª Corintios 1:10). Nuestro enfoque consiste en obedecer a Dios, creciendo en santidad y fe.
- Sed sobrios, velando y orando, resistiendo firmes en la fe, ya que, al igual que un hambriento y rugiente león, busca a quien devorar (1ª Pedro 5:8-9)
- Conocer la Palabra, donde se nos dice que Satanás es limitado e inferior a Dios, que ha sido ya juzgado y vencido (aunque aún no esté atado), y sobre todo, que Uno quien sí es Omnipresente, Omnisciente y Omnipotente, intercede por nosotros.
2ª Corintios 10:3-5 «Pues aunque andamos en la carne, NO militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo»
El 06 de Junio de 1944 se produjo el Día D, el desembarco de Normandía, cuando tropas estadounidenses, británicas, francesas y canadienses, entre otras, atacaron al ejército alemán nazi en la costa norte de Francia, haciéndolos retroceder y suponiendo el principio del fin para ellos, los nazis, en la II Guerra Mundial. Aunque estaba en clara derrota y retirada, si un soldado de las tropas aliadas se encontraba con un nazi, podía esperar que éste le atacase. De la misma manera, según nos dice Colosenses 2:15, Cristo derrota, exhibe y humilla públicamente a las potestades y principados en la cruz, haciéndoles saber su fin; y aunque están claramente vencidos y derrotados, aún podemos esperar que ataque la obra y la voluntad de Dios.
Esta batalla:: espiritual se vence, mayormente, con la única arma de ataque que Dios nos ha provisto, y es la espada de la verdad, la Biblia, tal como el Señor Jesús hizo en el desierto cuando era tentado por Satanás (Mateo 4:1-11). Por cierto, esta escena (y algunas más) nos enseñan que el diablo es una persona (posee personalidad) y no una influencia.
Nos es necesario y muy aclaratorio decir que un cristiano en quién habite, more y esté sellado hasta el día de la redención por Dios Espíritu Santo (1ª Corintios 2:14-16, 3:16, 6:19, Romanos 8:9-11 y Efesios 1:13), NO puede ser habitado, controlado o poseído por un demonio, aunque sí puede ser oprimido, tentado o influenciado (como en el caso de David en 1º Crónicas 1:21, o Pedro en Mateo 16:23); y es necesario saber distinguir y diferencias tales términos El creyente ha sido comprado a precio de sangre (1ª Pedro 1:18-19), hemos nacido de nuevo, y hemos resucitado juntamente con Cristo para que el pecado no tenga poder ni dominio sobre nosotros (Romanos 6)
1ª Juan 4:4 « Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo»
Cada vez que predicamos las buenas nuevas del evangelio de Cristo, y este crucificado, se ganan batallas, se salvan almas, a la ansiada y anhelada espera de la pronta venida del Señor quien vendrá y eliminará por completo la influencia de Satanás y los demonios de este mundo (2ª Tesalonicenses 2:8)
Romanos 16:20 « Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros»