¿Por qué el Señor no quería que se labrase la piedra que formara parte del altar dedicado a Él?
Reina-Valera 1960.
Éxodo 20:25
Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares
herramienta sobre él, lo profanarás.
Fijémonos en la obra del hombre, a todo le damos alguna forma: círculo, cuadrado, triángulo; todas las construcciones incluyen esas formas.
Fijémonos en la obra de Dios: cada piedra, cada árbol, etc. Tiene su forma incluso de los que los rodean, todos son diferentes.
Dios no quería que su altar tuviera labranza, quería que SUS piedras fuesen tal y como es su obra, todas diferentes y todas juntas para formar un altar para Él.
Piedras vivas
A día de hoy, nosotros como piedras vivas que conformamos su Iglesia, su Cuerpo, somos todos diferentes y debemos encajar unos con otros juntos para adorar a Dios.
Pretender que todos sean de una misma forma o incluso influenciarlos para ello, es profanar SU altar. Así que siempre debemos respetar la diversidad de cada uno de nosotros.