En 1888, el filósofo alemán Friedrich Nietzsche escribió una obra muy polémica, con un tono muy agresivo y duro, llamada «El Anticristo». Fue una feroz crítica al cristianismo, alegando que era la causa de la corrupción y el debilitamiento del ser humano. Al acabar de escribirla, entró en un colapso mental en 1889, con delirios, locuras, demencia. Fue internado en un hospital psiquiátrico, pasó 11 años en estado vegetal hasta que murió en 1900.
En Juan 17:3, Jesús nos dice exactamente lo opuesto, «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.» No hay nada más hermoso, más bonito que hallar perlas preciosas escondidas en la Biblia, que nos tracen una línea directa y vertical a la Cruz de Cristo, y es lo que voy a tratar de hacer en el día de hoy
VAYAMOS AL PRIMER LIBRO DE SAMUEL, CAPÍTULO 25
Nos trasladamos al año 1.000 a C aproximadamente. Mientras el nombre de ella, la verdadera protagonista de esta historia, significa «la alegría» o «el gozo de mi padre», y su acción intercesora-mediadora nos lleva directamente a nuestro gran y mejor mediador e intercesor, CRISTO; el nombre de él, literalmente significa «necio» o «insensato», y NO podría ser más adecuado ese nombre para el personaje, máxime cuando ejerce, en esta historia, de tipo de una necia humanidad que vive como si no hubiera Dios (Sal. 14:1-3)
Con el último juez, Samuel, uno de los siervos mas fieles a Dios, recién fallecido, y toda una nación que llora en duelo su partida, finaliza una época para dar paso a la transición de otra totalmente diferente. Nos debemos trasladar al contexto histórico cuando David aún huye del rey Saúl quien le persigue para matarlo, y depende de la ayuda de otros para sobrevivir.
Mientras el Soberano del Universo va llevando a cabo Sus Propósitos para dar cumplimiento a Su Promesa Redentora, y para sentar perpetuamente en el trono a los descendientes de David, una preciosa y bonita escena irrumpe el relato bíblico para trazar una tangente directamente al Gólgota, a la cruz, al Redentor, a Cristo. Hoy vamos a ver un bonito tipo de Cristo
1º Samuel 25:1b-3 «Y se levantó David y se fue al desierto de Parán. Y en Maón había un hombre que tenía su hacienda en Carmel, el cual era muy rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Y aconteció que estaba esquilando sus ovejas en Carmel. Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras; y era del linaje de Caleb.»
2 antagónicos personajes aparecen en la escena:
- Uno con riquezas materiales, la otra con una riqueza muy superior.
- Uno duro, rudo violento, insolente y de mala conducta, la otra; bella, tanto por dentro como por fuera, inteligente, noble, leal, sabia, prudente…
El lugar era Carmel (en Judá), exactamente donde el Rey Saúl erigió un monumento a su propio honor, y donde inmediatamente fue desechado y rechazado por Dios tras su victoria sobre los de Amalec (1º Sam. 15:12- ss.)
Se trata de Nabal y de Abigail, mejor dicho, de Abigail («el gozo de su padre») y de Nabal («necio»), a pesar de tener el honor y el privilegio de descender del honorable linaje de Caleb (Jos. 14:13 y 15:13)
¿CÓMO PODEMOS DEFINIR A NABAL UN VERSÍCULO?
Isaías 32:6 NVI «Porque el necio profiere necedades, y su mente maquina iniquidad; practica la impiedad, y habla falsedades contra el Señor; deja con hambre al hambriento, y le niega el agua al sediento.»
En medio de ellos, aparece en escena un joven y fugitivo David que acababa de hacer un juramento para con Saúl, un David al que esperaba un trono y una corona. Un David que había sido ungido por Samuel (1 Sam. 16), pero que aún no había asumido el trono. De hecho tomaría posesión en 2 Samuel 5.
Esquilar ovejas era sinónimo de un tiempo de fiesta (2º Sam. 13:23), donde se proveía de abundante comida y bebida, además de felicidad y gozo. Era señal de prosperidad, de abundancia, de que había tenido una buena temporada. Y debiera ser, también, un tiempo de generosidad.
1º Samuel 25:4-12 «Y oyó David en el desierto que Nabal esquilaba sus ovejas. Entonces envió David diez jóvenes y les dijo: Subid a Carmel e id a Nabal, y saludadle en mi nombre, y decidle así: Sea paz a ti, y paz a tu familia, y paz a todo cuanto tienes. He sabido que tienes esquiladores. Ahora, tus pastores han estado con nosotros; no les tratamos mal, ni les faltó nada en todo el tiempo que han estado en Carmel. Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos jóvenes gracia en tus ojos, porque hemos venido en buen día; te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David. Cuando llegaron los jóvenes enviados por David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron. Y Nabal respondió a los jóvenes enviados por David, y dijo: ¿Quién es David, y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos (esclavos) hay hoy que huyen de sus señores. ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua, y la carne que he preparado para mis esquiladores, y darla a hombres que no sé de dónde son? Y los jóvenes que había enviado David se volvieron por su camino, y vinieron y dijeron a David todas estas palabras.»
David manda enviados para ir hasta Nabal, recordándole su benevolencia para con él durante su vida, esperando que en base a lo que ha hecho por ellos siempre, ahora obtenga un mínimo de reconocimiento, literalmente «lo que tuvieran a mano». David y sus hombres han protegido sus rebaños en el desierto, y ahora están necesitados y necesitan provisiones.
Era legítimo para él hacer tal petición por el bien que él hizo a sus grandes rebaños, máxime si se trata del Rey electo
¿NO es lo mismo que ha hecho Dios siempre, ya sea con Israel enviando profetas, o con nosotros aún hoy?, ¿Acaso no nos muestra Dios Su favor, Su Gracia y Su misericordia cada día?
Dios ha sido y es bueno con todos nosotros, haciendo que salga el sol sobre todos y que llueva sobre justos e injustos (Mat. 5:45), y ÉL espera, demanda y exhorta que ahora nosotros nos volvamos a ÉL, que NO seamos ingratos, es decir, que NO seamos necios, esto es, NO seamos «Nabal», quien lejos de ser agradecido, fue íngrato e infiel, fue despectivo y menospreció e insultó al Rey, tratándolo como si de un don nadie, de un impío, de un ladrón… Se niega a ayudarle, se mofa del y le insulta públicamente.
«¡NO DARÉ NADA DE LO MÍO A ESE DAVID!«
Nabal NO sólo se negó, sino que le contestó a David de la manera mas vil y grosera posible, cometiendo de ello, un gravísimo ultraje.
Aún hoy son millones y millones las personas, que al igual que Nabal, saben que hay un Rey, un rey bueno al que dar cuentas y al que deben someterse en señorío, pero lo ignoran, tratando de engañarse a sí mismos, haciendo prevalecer la mentira de que NO lo conoce, o NO existe para tratar inútilmente de calmar y apaciguar una conciencia intranquila.
- John Lennon, cantante de los Beatles, dijo «El cristianismo desaparecerá, se desvanecerá. Somos más populares que Jesús». En 1980, con 40m años, fue asesinado repentinamente, cuando aún tenía planes y proyectos. Creyó que la fama y la riqueza le daban poder sobre todo.
- El famoso filósofo de la Ilustración francesa, Voltaire dijo: «En 100 años, el cristianismo dejará de existir. Será una historia olvidada.»Cuando murió, su propia casa fue comprada por una sociedad bíblica y se convirtió en un centro de impresión de Biblias.
- Lo hemos visto antes, Nietzsche, quien fue famoso por su frase «Dios ha muerto».
- Te he dado ejemplos puntuales, pero en relaidad, la humanidad entera es orgullosa, necia, prepotente y arrogante, y sin Cristo está abocada al juicio y la perdición.
Nabal en esta historia, al igual que lo fuimos todos nosotros, hemos sido egoístas, orgullosos, necios, le hemos dado, no solo la espalda a Dios, sino que le hemos desafiado abierta y directamente y que ante ÉL NO tenemos excusa, pues somos todos pecadores, con una sentencia de muerte.
Salmos 14:1-3 «Dice el necio (significado del nombre de Nabal, y sentido a su conducta y proceder) en su corazón: NO hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; NO hay quien haga el bien. Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido,ue buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; NO hay quien haga lo bueno, NO hay ni siquiera uno.»
¿QUÉ SE SUPONE QUE DEBE DE HACER UN REY ANTE TAL DESVERGONZADA DESLEALTAD?
¿QUÉ SE PIDE Y EXIGE DE AQUEL QUE DEBIERA REGIR JUSTICIA?
1º Samuel 25:13-17 «Entonces David dijo a sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Y se ciñó cada uno su espada y también David se ciñó su espada; y subieron tras David como cuatrocientos hombres, y dejaron doscientos con el bagaje. Pero uno de los criados dio aviso a Abigail mujer de Nabal, diciendo: He aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo, y él los ha zaherido. Y aquellos hombres han sido muy buenos con nosotros, y nunca nos trataron mal, ni nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos, cuando estábamos en el campo. Muro fueron para nosotros de día y de noche, todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas. Ahora, pues, reflexiona y ve lo que has de hacer, porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa; pues él es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle.»
Respecto a la nefasta, orgullosa, desafiante y burlesca acción, sólo queda el castigo del Rey; y es por eso que un enfurecido David envía 40 veces más hombres para acabar con Nabal que los que envío para pedirle una dádiva por la protección, cuidado y seguridad de la que gozó durante tanto tiempo a costa de él.
DAVID VA A CASTIGAR CON SU FUROR A NABAL.
Días atrás, acababa de perdonar la vida a Saúl, quien tan incesablemente le perseguía, obligándolo a huir escondiéndose, pero NO así estaría dispuesto a hacer con Nabal, cuyo nombre significa literalmente «tonto». Tal vez fue bastante impulsivo por parte de David, pero es cierto que Dios enfatizó mucho a su pueblo el deber sagrado de la hospitalidad para con el necesitado.
Él mismo encabeza la comitiva para ajusticiar.
Todos ceñidos para la batalla, se dirigen avanzando hasta Carmel.
ALGO VA A SUCEDER, ALGO VA A ACONTECER…
De igual manera, ante una pecaminosa, perversa y caída humanidad, que vive alejada y de espaldas a Dios, que ha pecado ÉL; Dios, en base SU Justicia, a Su santidad, debe actuar con severidad… Debe hacer justicia, simplemente porque es Justo. Han rechazado a Dios, tal como dice Juan 1:11, «A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.»
Ezequiel 18:4: «He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.»Romanos 6:23a «Porque la paga (consecuencia o salario) del pecado es muerte …«
PERO, GLORIA A DIOS QUE EL VERSÍCULO NO FINALIZA ASÍ…
Romanos 6.23b «Más la dádiva (regalo inmerecido y gratuito) de Dios es Vida Eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.»
1º Samuel 25:18-31 «Entonces Abigail tomó luego doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos. Y dijo a sus criados: Id delante de mí, y yo os seguiré luego; y nada declaró a su marido Nabal. Y montando un asno, descendió por una parte secreta del monte; y he aquí David y sus hombres venían frente a ella, y ella les salió al encuentro. Y David había dicho: Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha vuelto mal por bien. Así haga Dios a los enemigos de David y aun les añada, que de aquí a mañana, de todo lo que fuere suyo no he de dejar con vida ni un varón. Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra; y se echó a sus pies, y dijo: SEÑOR MÍO, SOBRE MÍ SEA EL PECADO; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva. NO haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal; porque conforme a su nombre, así es. El se llama Nabal, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva NO vi a los jóvenes que tú enviaste. Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor. Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor. Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa; pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal NO se ha hallado en ti en tus días.Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven delante de Jehová tu Dios, y él arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda.Y acontecerá que cuando Jehová haga con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te establezca por príncipe sobre Israel, entonces, señor mío, NO tendrás motivo de pena ni remordimientos por haber derramado sangre sin causa, o por haberte vengado por ti mismo. Guárdese, pues, mi señor, y cuando Jehová haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.»
Esta valiente, inteligente y prudente mujer decidió obedecer a Dios antes que a los hombres (Hech. 5:29), actuando con la sabiduría, discernimiento y buen hacer que le faltó a su necio marido. Ella supo del problema y actuó con sabiduría e inmediatez.
Sin consultar nada con él, decide actuar, decide obrar y se pone no sólo en el lugar de Nabal, sino de todos los varones de su casa (versículo 22); pues Abigail sabe perfectamente que su marido es un inmoral y depravado, y que su errada y necia conducta para con el rey le costará la vida.
¿ACASO NO VEMOS AQUÍ A CRISTO, NUESTRO MEDIADOR INTERCESOR, QUIEN SIN DECIRNOS NADA Y, A PESAR DE TODO, DE QUE NO LO MERECÍAMOS, VINO A PAGAR UNA DEUDA ADVERSA QUE ERA NUESTRA, CON INTENCIÓN DE SALVARNOS?
Vamos a enfatizar nuevamente en las palabras de Abigail en el versículo 24, en la traducción LBLA: «Y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, solo sobre mí sea la culpa.»
Unos 1.000 años más tarde, nuestro Redentor dirían en la Cruz casi las mismas palabras: «Padre NO le tomes en cuenta, perdónales, porque NO saben lo que hacen»
El profeta Isaías, 700 años antes que Jesús naciera, lo expresó así en Isaías 53:6 «Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.» Versículo 10 «Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.»
Abigail tomó un lugar que NO le correspondía a ella, para mediar, interceder en favor de alguien que, lejos de merecer ese favor, merecía el castigo bajo la furia del Rey. Ella NO esperó a David; ella, en representación de su marido y su casa, fue a buscar al Rey, al ungido del Señor y le dijo a éste estas impresionantes palabras:
«CARGA SU CULPA SOBRE MÍ«
Dios mismo, en esta historia, y, a través de la bella Abigail, interviene de lo que hubiera sido una injusticia y un acto de arrebato por parte de David; muy al contrario, si Dios hubiera juzgado a una pecadora y desafiante humanidad haciendo alarde de SU Justicia Divina, pero ¿Y SU Amor y SU Misericordia? Dios no puede actuar aislando Atributos. ÉL es justo y recto, sí, pero también es misericordioso y amor.
UNA PALABRA: LA CRUZ
UN VERSÍCULO: SALMO 85:10
«La Misericordia y la Verdad se encontraron; la Justicia y la Paz se besaron.»
Cristo, quien siendo Dios Eterno, vino a la tierra, siendo humano, para interceder por una necia depravada y condenada humanidad, la cual sólo aguardaba el Día de la Ira del Rey del Universo, de Dios, una Ira que tuvo que ser descargada y vertida enteramente, NO sobre los representantes reales de Nabal (es decir, usted y yo), sino sobre alguien que NO lo merecía, sobre nuestro Mejor y Verdadero Abigail, sobre CRISTO.
¿QUÉ HARÁ AHORA EL REY?
¿CÓMO ACTUARÁ DAVID ANTE LA MEDIACIÓN DE ABIGAIL?
1º Samuel 25:32-35 «Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano. Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si NO te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aquí a mañana NO le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varón. Y recibió David de su mano lo que le había traído, y le dijo: Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz, y te he tenido respeto (NVI: te concedo lo que me has pedido»).»
David aceptó la Petición intercesora, el ruego mediador y el regalo de Abigail en favor de Nabal, quedando complacido y satisfecho por la acción de ella. Por medio de ella, David fue impedido de derramar sangre y de vengarse.
Asimismo Dios Padre quedó satisfecho con la Obra Expiatoria del Hijo, quien pagó por nosotros, apaciguando así la Ira y la Furia Santa por juzgar, condenar y sentenciar el pecado.
Dios lo evidenció y exhibió públicamente con la Resurrección, y es por eso que ÉL pudo decir sobre el Hijo:
«ESTE ES MI AMADO HIJO, EN QUIEN ME GOZO Y COMPLAZCO»
¿Acaso NO es ese precisamente el significado literal en el original hebreo del nombre de ABIGAIL?
El FINAL de Nabal fue desastroso y caótico, como el de toda la humanidad que en su necedad persista en darle la espalda a Dios. Fue hallado por su esposa Abigail, completamente borracho, se desmaya, y tras 10 días, al final muere.
1º Samuel 25:38 «Y 10 días después, Jehová hirió a Nabal, y murió.»
PERO el TU FINAL puede ser bien diferente al de Nabal, ¿CÓMO? Viniendo en Arrepentimiento y Fe sobre la Persona y Obra de Cristo, el Hijo de David, el mejor, verdadero y perfecto Rey David, quien intercedió a tu favor para pagar tu condena ante Dios, salvándote de morir bajo la ira del Rey de Universo, y quien ha prometido dar Vida Eterna a todo aquel que en ÉL crea.
CRISTO INTERCEDIÓ POR NOSOTROS PARA LIBRARNOS DE LA IRA DE DIOS
¿SABES CÓMO FINALIZA ESTA HISTORIA? De la misma manera que finalizará la nuestra, la de la Iglesia, con una boda. Abigail se entregó a David y él la tomó por esposa. David reconoció y exaltó a Abigail, de la misma manera que Dios exaltó y reconoció a Cristo por medio de la Resurrección. Y al final, un banquete, una ceremonia, una boda. Abigail, la esposa de David, la iglesia, la esposa de Cristo. Y entre ambos, un sacrificio, una mediación. Y una diferencia enorme: Abigail intercedió, sí, pero no derramó sangre, pero Cristo no solo intercedió, sino que pagó y derramó su sangre, entregó su vida, entregó todo.