Hijo de Adán y de Eva, concretamente el segundo, de oficio Pastor, y sobre todo, nos señala, apunta y dirige al Mejor, Verdadero y Buen Pastor, quien SU Vida da por Sus Ovejas, a Cristo.
En cuanto a su nombre se asocia e identifica con el hebreo «hebbel», que significa efímero, leve o soplo, tal vez muy relacionado con la breve duración de su entregada, espiritual y justa vida.
Alguno alegan que su raíz etimológica procede del asirio «habel», que significa Hijo, pues nada más lejos de la realidad a la que nos apunta, al Mejor y verdadero Hijo, a Jesús.
HOY VEREMOS A JESÚS, A TRAVÉS DE ABEL
Génesis 4:3-5 RV60 «Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero NO miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
Génesis 4:3-5 NVI «Tiempo después, Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero NO miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo.»
La Aceptación o Rechazo de las ofrendas por parte de Dios NO radica en la ofrenda misma en sí, sino más bien en la actitud interna del oferente.
Este sacrificio bien pudo haber sido un mandato de Dios como un anticipo al verdadero Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29); esto es, del Plan Salvífico Redentor
Hebreos 11:4 NVI «Por la FE Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía.»
Abel tuvo revelación de Dios, y de ahí su actitud interna en cuanto al sacrificio, una actitud de gratitud, de fe y de obediencia; y de paso decir que siempre se fue salvo por Gracia, a través de la fe (por medio de la Ley, Nadie nuca jamás fue salvo)
Abel tuvo fe en Dios, un Dios que, en el capítulo anterior dio una Promesa Redentora y les anunció el Evangelio a sus padres (Génesis 3:15)
Tal vez (la Biblia NO lo dice), Adán y Eva contaron esta promesa a Abel, quien en su corazón la atesoró con FE.
¿Qué consecuencias tuvo para Abel ser justo, con obediencia y fe?
Las mismas que tuvo Jesús, el mejor y verdadero Abel al ser obediente al Padre y ser justo; las mismas que tuvo el profeta Jeremías, las mismas que tuvo Juan «El Bautista», o los discípulos de Jésus, Pablo incluido, así como Esteban.
Las mismas que tuvieron los grandes nombres de la Iglesia Primitiva como Ignacio de Antioquía, Jústino Mártir, Policarpo de Esmirna, o más adelante en el tiempo Ireneo de Lyon o Juan Huss.
Y, siendo sincero, las mismas que tendremos los que sigamos con fidelidad al Señor en este mundo caído, depravado que no conoce al Señor, y que le rechaza, por ser la Luz que alumbra y señala las malvadas obras de las tinieblas de este mundo.
Juan 16:33 « Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.»
Abel sufrió y padeció hasta el punto de convertirse en el primer mártir de la humanidad, PERO también el primero en entrar a la Gloria de Dios.
Génesis 4:8 «Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.»
La ofrenda de sangre de Abel, la cual fue aceptada por Dios debido a su actitud interna, por ser de lo mejor que tenía, acarreó nefastas y trágicas consecuencias para él.
Caín, hermano de Abel, en lugar de arrepentirse de su desobediencia, llenó su malvado corazón de venganza, celos y de odio hasta el punto de maquinar, tramar y llevar a cabo el asesinato de Abel.
¿NO tramaron los líderes religiosos judío un complot sedicioso y un juicio ilegal contra El Señor, para acabar con su vida, precisamente al salir o a las afueras de la ciudad de Jerusalén?
¿NO fue entregado por envidia, por personas llenas de odio y venganza?
Marcos 15:9-10 «Y Pilato les respondió diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?Porque conocía que por envidia le habían entregado los principales sacerdotes.»
1ª Juan 3:10-12 «En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, NO es de Dios.Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.NO como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.»
La ofrenda de Caín NO fue aceptada a Dios debido a su malvado trasfondo interior, sus celos y su odio, de la misma manera que los sacrificios de los fariseos tampoco lo eran, pues el mismo odio, venganza y celos los movió a ellos a ejecutar a Jesús, siendo ÉL el Mejor y Perfecto Sacrificio.
Si Abel realizó un sacrificio personal sobre sí mismo, es decir en base a él mismo y éste fue aceptable; Cristo mismo fue el Perfecto Sacrificio aceptado por Dios, y para otros, es decir, en sustitución de SU Pueblo, de Todos, un sacrificio eterno (sin necesidad de repetirlo jamás)
Hebreos 9:28 «Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.»
1ª Juan 2:2 «Y ÉL (Cristo) es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Jesús, en definitiva es el Mejor y verdadero Hijo de Adán, asesinado inocentemente; y si la sangre de Abel clama y demanda justicia desde aquellos días, precisamente es la sangre del Gran y Perfecto Abel la que apacigua y aplaca la Justicia de Dios sobre nosotros, quienes somos como Caín en esta historia.
Una Justicia de Dios que fue fue enteramente desplegada y ejecutada sobre Jesús en la Cruz, ya que ÉL tomo nuestro lugar, nuestra condena, nuestra culpa.
Un Caín que vio la inmerecida gracia y el favor de Dios.
Génesis 4:9-15 «El Señor le preguntó a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? NO lo sé , respondió. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?, ¡Qué has hecho! , exclamó El Señor. Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia. Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado. Cuando cultives la tierra, NO te dará sus frutos, y en el mundo serás un fugitivo errante. Este castigo es más de lo que puedo soportar , le dijo Caín al Señor. Hoy me condenas al destierro, y nunca más podré estar en tu presencia. Andaré por el mundo errante como un fugitivo, y cualquiera que me encuentre me matará. NO será así , replicó el Señor. El que mate a Caín, será castigado 7 veces.»
Caín NO se arrepiente de sus actos y muestra aún sarcasmo tras asesinar a su hermano, y es expulsado de la presencia de Dios.
Caín, el labrador, sería maldito en cuanto a la productividad de la tierra que él labraría.
Aunque temía por su vida, más aún siendo un errante trabajador, Dios obra misericordiosamente a su favor, con alguna protección divina, evidenciada por una marca, pero una marca además de vergüenza por lo que le hizo al inocente Abel.
De la misma manera, nosotros, todos culpables, pecadores y merecedores de la Ira de Dios, somos objetos de la Misericordia y la inmerecida Gracia de Dios, quien obró para nuestra salvación, a través de SU Amado Hijo, siendo consciente que nuestra MARCA ahora, como es la morada interna del Espíritu Santo NO es para nuestra vergüenza y recuerdo de lo que ANTES ÉRAMOS, sino para gozo y gloria de lo que AHORA SOMOS EN ÉL.
Adán, padre de Abel, es consolado con el justo Set, de la misma manera que Dios es consolado a través de la muerte de Cristo, por muchos hijos justos (En ÉL), por una multitud incontable de creyentes formados gradual y progresivamente conforme a la imagen de Jesús, el mejor y verdadero Abel, y NO es otro que LA IGLESIA.
Génesis 4:25 «Adán volvió a unirse a su mujer, y ella tuvo un hijo al que llamó Set, porque dijo: «Dios me ha concedido otro hijo en lugar de Abel, al que mató Caín»
Inmediatamente, el Salmista, tras exponernos 1.000 años antes de que sucediera, la obra de la crucifixión de Jesús, ahora va a hablar de la exaltación y las consecuencias del Siervo sufriente, unas consecuencias eternas en SU Iglesia.
Salmos 22:22 «Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.»
salmos 22:25-31 «De ti será mi alabanza en la gran congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen.Comerán los humildes, y serán saciados; alabarán a Jehová los que le buscan; vivirá vuestro corazón para siempre. Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. Porque de Jehová es el reino, y ÉL regirá las naciones.Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo, aun el que no puede conservar la vida a su propia alma. La posteridad le servirá; esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.Vendrán, y anunciarán su justicia; a pueblo NO nacido aún, anunciarán que ÉL hizo esto.»
Sólo mediante el arrepentimiento de nuestra anterior vida, una vida como la de Caín, y por la fe en ÉL, una fe en sU Persona y SU Obra, una fe como la de Abel, es que podemos pasar de muerte a vida, de enemigo de Dios a reconciliado amigo e hijo de Dios.