Números 11:1-3 RVR 1960
1 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.
2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió.
3 Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.
Filipenses 2:14 RVR 1960
14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas
Filipenses 4:6-7 RVR 1960
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
En el libro de Número quedan recogidas muchas enseñanzas valiosas acerca del trato de Dios con su pueblo y el orden de Dios.
Cómo bien sabemos, TODA la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia (2 Timoteo 3:16), toda tiene una enseñanza espiritual útil para el Cristiano a día de hoy.
En el pasaje de hoy, podemos ver como el pueblo de Israel, al cual siempre Dios le había sido fiel, que lo había sacado de Egipto de casa de servidumbre, que lo proveía cada día de sus necesidades físicas, que cada día cuidaba de ese pueblo, pues ellos elevaron queja en contra de Dios. Este capítulo 11 es inicio de una serie de capítulos que muestran el fracaso de esa generación que los llevaría a morir en el desierto (Números del 11-17).
¿Qué provocó la queja?
Provocó un gran incendio en el campamento hasta llegar a consumir parte del mismo. Sólo paró esa queja la oración de Moisés a Dios.
Hermanos, a día de hoy es lo mismo, la queja consume, la queja mata. Destruye Fe, destruye propósitos, destruye ministerios. Y no queda en una persona, tiene la triste cualidad de que al igual que el fuego, se propaga. La epístola a los Filipenses nos enseña que debemos trabajar sin murmuraciones y contiendas. Todas nuestras peticiones deben ser conocidas con acción de gracias ante Dios en oración y su paz nos guardará. Fue la oración de Moisés ante Dios la que produjo que Dios pusiera paz en el campamento y apagase el fuego.
Para reflexión hermanos, no debemos tener una actitud continua de queja, la misma acabará con nosotros, oremos, dialoguemos acerca de la Palabra y los posibles defectos que detectemos, pero no caigamos en una actitud de queja que nos consuma en un fuego.