Una PARADOJA es una extraña idea, que lleva una verdad, pero que esa verdad va encubierta en una aparente contradicción.
Por ejemplo, tengo amigos que contrariamente a lo que dice la Palabra de Dios, se consideran ateos (es decir, niegan la existencia de Dios), y algunos en su necedad máxima llegan a decir: “Gracias a Dios que soy ateo”. Eso es una paradoja (y también una necedad; pues la creación visible atestigua la clara existencia de un Creador invisible; y nuestra conciencia acusadora lo sabe, y nos lo recuerda)
O por ejemplo un dicho popular que dice así: “Quien más te quiere, te hará sufrir”
En la Biblia hallamos diversas paradojas desplegadas a lo largo de un Plan de Dios, que ya de por sí es aparentemente paradójico.
DIOS PRETENDE SALVARNOS, SÓLO Y ÚNICAMENTE A TRAVÉS DE UNO QUIEN NO PUDO HACERLO, Y RESULTA QUE AQUEL QUE MUERE, ES EL AUTOR DE LA VIDA Y EL QUE VIVIFICA.
DIOS PRETENDE BENDECIRNOS, A TRAVÉS DE UNO A QUIEN EL HIZO MALDICIÓN.
DIOS PRETENDE QUE VIVAMOS Y LO HAGAMOS UNA ETERNIDAD, POR LA FE EN UNO QUIEN MURIÓ.
DIOS DECLARA QUE PARA VIVIR PARA EL, DEBES ANTES MORIR A TI, Y QUE PARA RECIBIR, ANTES DEBES DAR.
Suena un poco raro, suena paradójico, pero es la mayor verdad que jamás puedas escuchar, de hecho, es la verdad absoluta en un mundo donde todo es relativo.
Para unos Locura, para otros Poder de Dios.
Para unos olor de muerte para muerte, para otros olor de vida para vida.
Para los malos (Todos) son las “Buenas Noticias”.
Para los buenos (los que se creen que lo son) serán las “malas noticias”.
1 mundo, 1 planeta, 194 países, 7.000 millones de personas, 4.200 sistemas de creencias o religiones PERO sólo un Plan de salvación: LA CRUZ.
1ª CORINTIOS 1:18 “PORQUE LA PALABRA DE LA CRUZ (Evangelio de Cristo y Éste crucificado) ES LOCURA (Necedad o Estúpido) A LOS QUE SE PIERDEN (NO aceptan, o rechazan este mensaje); PERO A LOS QUE SE SALVAN (Abrazan y aceptan este Mensaje), ESTO ES, A NOSOTROS, ES PODER DE DIOS”
Pablo, en este versículo y en los que le siguen, nos dice que la sabiduría humana , aún en su máxima potencia intelectual está destinada al rotundo fracaso, y a la destrucción.
Es más, dicha sabiduría no ha servido (ni servirá) para llegar a conocer Dios.
Los valores humanos y los valores Divinos están en completo desacuerdo y oposición entre sí; ya que lo que aparentemente parece ser débil e insensato es la más excelsa manifestación de la Sabiduría y el Poder de Dios.
La sabiduría humana siempre ha demostrado ser indigna de confianza, pues ha quedado dañada y distorsionada por causa del pecado.
No quiero decir con ésto que se desheche el intelecto, la capacidad de racionar o incluso la educación, pero sí ese orgulloso y vanaglorioso sentimiento de falsa independencia respecto a Dios, que le rechaza de la ecuación, haciendo al hombre aún más esclavo de lo que ya es, bajo una apariencia falsa de autosuficiencia destinada a autoglorificarse.
Por eso Dios ha establecido que los hombres NO se exalten viniendo a EL a través de la sabiduría de ellos, y desde antes de la fundación del Mundo, SU Plan y SU Mensaje fue uno tan simple y fácil que a día de hoy es rechazado y descartado, es burlado y ridiculizado, es perseguido e incluso castigado.
Y ese mensaje es el que se refiere Pablo en el Versículo 23, y es el que predicamos nosotros: ¡CRISTO CRUCIFICADO!.
DIOS PRETENDE SALVARTE A TI POR MEDIO DE UN SALVADOR CRUCIFICADO.
Parece un plan necio y absurdo.
Para los judíos la cruz era símbolo de maldición (Det. 21:23), algo realmente brutal y abominable para ellos, algo innombrable, y solo reservado para esclavos y terroristas.
Para los No judíos era aún peor, era algo absurdo, ilógico e inconcebible que Dios Todopoderoso se haga hombre y se deje morir por sus enemigos, para así poder perdonarles.
Y, ¿Para Dios? ¿Qué es y qué significa para Dios?
Para Dios era simplemente una gran expresión de SU Sabiduría y de SU Poder.
El mayor despliegue de Sus Atributos.
Procedamos: Mientras externamente los religiosos judíos acusaban falsamente a un inocente carpintero vecino suyo que únicamente hacía el bien predicando el Reino de Dios, y los romanos lo ejecutaban; de una forma interna y paralela, Dios Padre estaba realizando y orquestando magistralmente el PLAN DE SALVACIÓN determinado desde la eternidad pasada, antes que el mundo fuese hecho, y llevándolo todo a cabo.
Y esto fue precisamente lo que Pedro les dijo a ellos en Hechos 2:23 “A éste (Jesús) entregado por determinado consejo y Providencia de Dios, vosotros prendisteis y matasteis por manos de inicuos crucificándole”
Los rabinos y fariseos confiaban en sus tradiciones, los romanos en sus legiones, pero ninguno supo lo que Dios había hecho en ese monte a las afueras de Jerusalén el Día de la Pascua.
Mientras ellos supuestamente ajusticiaban a un malhechor, y dándole muerte, Dios Padre estaba juzgando y dando muerte a Su Propio Hijo; para proveerles una salvación.
Mientras ellos lo trataron vilmente, humillándolo, mofándose y haciendo un escarnio de EL, llegando incluso en su actitud burlesca a disfrazarlo de rey con una corona de espinas, con un manto púrpura, con una caña al grito de: «Salve, rey de los judíos»; y bajo un cartel con una inscripción que decía: «rey de los Judíos»; Su Padre estaba exponiendo y mostrando al Mundo entero, a la Creación que Aquel es el REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES, ante Quien toda rodilla se doblegará, y ante Quien toda lengua deberá confesar sí o sí: «Eres el señor de la Gloria».
Sobre Sus hombros colocó y cargó los pecados de la Humanidad, Toda nuestra iniquidad y sobre EL derramó SU Ira y el castigo por esos pecados.
Cristo bebió hasta la última gota de la Copa amarga de la Ira y la Furia de Dios, la misma que debía derramar sobre tí y sobre mí durante una Eternidad como consecuencia de traicionar a un Dios tres veces Santo.
Dios exhibió al Mundo entero SU Justicia y SU Intolerancia al Pecado, ajusticiando a SU Hijo en la Cruz, quebrantándolo y sujetándole a padecimiento, como dice Isaías 53.
Dios demostró SU Amor al Mundo (a las personas que en él habitan), al entregar a SU Hijo Eterno y amado como sacrificio sustitutorio y vicario, a pagar la deuda que todos ellos debían.
Y puesto que EL murió, tú ahora puedes vivir; ya que tu deuda ha sido cancelada totalmente al grito de: ¡Consumado Es!
Alguien murió por ti, sustituyéndote en la Cruz, y ese alguien era Dios Hijo, siendo 100% hombre.
El Pecador puede ser Justo y Bendito delante de SU Presencia, SÓLO porque el Eterno y 3 veces Santo fue hecho pecado y maldición, separado de Dios.
La brecha por fin se cerró, la Paz y la comunión con nuestro Dios y creador ahora es posible.
Si el Mensaje Divino para tu salvación te parece insensato, débil o absurdo, recuerda que sólo eres una criatura, EL es el Eterno Creador, y que encima eres hombre caído, gravemente afectado por tu condición y naturaleza pecaminosa.
Hoy en día un mundo sumamente “sabio e intelectual” en su propia saabiduría rechaza el Mensaje de reconciliación de Dios, rechaza a Dios mismo quien ruega al pecador que se reconcilie con EL; es más clavó en una cruz al primer predicador y consumador de esta “Buena Noticia”, a Dios mismo encarnado y persiguió ferozmente a los portavoces y mensajeros de EL.
Este mundo que encumbra a famosos y deportistas, es capaz de creer a cualquiera, menos a su propio Creador y Sustentador.
Te hago unas preguntas:
¿Qué es lo que provoca que un acérrimo perseguidor de cristianos, dé su vida literalmente por el ministerio de Cristo?
¿Qué es lo que provoca que alguien deje su comodidad, su familia y su entorno, y vaya a tribus indígenas de la selva a predicar el Evangelio, aunque su vida le valga en ello?
¿Qué es lo que provoca que alguien que ha perdido terrenalmente todo, que esté arruinado, enfermo o haya enterrado a un hijo pequeño recientemente pueda glorificar y alabar a Dios en esas circunstancias?
¿Qué es lo que provoca que cuando estén matándote por causa de tu fe en Cristo, cantes himnos con gozo y paz?
ES EL PODER DE DIOS EN EL EVANGELIO.
ES EL PODER DE DIOS PARA SALVACIÓN.
ES LA CRUZ, ES CRISTO CRUCIFICADO.
En el Calvario vemos perfectamente que SU Santidad y SU Justicia, abrazaron a SU Amor y a SU Misericordia, resolviendo el Gran Dilema o la Gran Tensión que expusimos en el estudio anterior.
Podemos decir que el Evangelio es la Suma de la Sabiduría de Dios; pues allí se juzgó el pecado, allí se satisfizo Su Justicia, allí se tendió la mano desde el cielo al Pecador para que vuelva en paz y reconciliado a EL, allí se borró y canceló la deuda, allí fue encumbrado Cristo y exaltado hasta lo Sumo.
Allí Dios siendo hombre murió, para que los hombres que estaban muertos, puedan vivir.
Allí Dios Hijo murió por los hombres, y a causa de éstos; para que los hombres que estábamos muertos, pudiéramos ser Hijos de Dios.
Allí está la seguridad verdadera del Hombre, y la Justicia Verdadera de Dios.
Allí (y sólo allí) está nuestra entera Salvación: Redención, Justificación, Santificación y Glorificación final.
Allí se halla el bien supremo del Evangelio: LA GLORIA DE DIOS REVELADA EN LA FAZ DE JESUCRISTO PARA NUESTRO ETERNO GOZO.
Este es el Gran Motivo de Todo; que nosotros podamos contemplar para siempre y por una eternidad de eternidades la Gloria de Dios en Cristo y nos deleitemos en ello.
El Evangelio de la Cruz NO es para llevarte al Cielo, sino para llevarte a DIOS mismo.
El Evangelio es el Medio, es el Poder para llevarte a EL, quien es el Fin mismo, y mientras aún NO partes con EL, puedas deleitarte y gozarte en el evangelio de la Cruz, porque es la máxima demostración de Su Gloria revelada y brillando con toda su fuerza.
El Evangelio de Cristo es la “Buena Nueva” de todo lo que Dios Padre hizo y hace a expensas de SU Amado Hijo, para cautivarnos, enamorarnos y llevarnos de vuelta a EL mismo por una eternidad, y que allí contemplemos la Gloria de Dios en la faz de Jesucristo y EL sea Glorificado por siempre y siempre.
Por eso el Apóstol Pablo dijo que estar con Cristo era muchísimo mejor que vivir aquí en este mundo.
Dios se ha dado a Sí Mismo para que nosotros le amemos y gocemos en EL.
Parece una Locura, una necedad, pero es la mayor demostración de Sabiduría y de Poder que jamás puedas oír.
Y es preciso que el hombre rompa y abandone su “sabiduría humana” de hombre caído, extraño y enemigo de Dios para reconocer que SÓLO la aparente “locura” de Dios puede salvarle y llevarle a EL, y ésto sólo se solventa bajo la humillada mirada hacia la Cruz; NO por la Cruz en sí, sino por Aquel que yacía en ella por tu causa, soportando el castigo divino por tus pecados e iniquidades.
El Evangelio de la Cruz jamás será un mensaje popular, porque humilla y destroza nuestro ego, nuestro orgullo, nuestro intelecto y nuestro carácter PERO Cristo, y éste Crucificado es la Sabiduría de Dios, y por consiguiente la Nuestra.
SABIDURÍA DE DIOS en cuanto a que mientras el hombre (vil criatura) estaba asesinando de la forma más abominable y cruel a Dios (SU Creador); Éste, en ese mismo acto, estaba reconciliándose y estableciendo la Paz con él.
PODER DE DIOS en cuanto a que ese sublime, perfecto y único acto es SU Victoria otorgada a nosotros (Nuestra Victoria), y es el Triunfo para nosotros en cuanto a la LEY porque EL la cumplió desde la cuna hasta la tumba (desde el Pesebre hasta el Gólgota) y la clavó en la Cruz, es un Triunfo para nosotros en cuanto al PECADO, ya que allí pagó la totalidad de la deuda que teníamos por pecar, y lo hizo por ti y por mí, en nuestro lugar; es un triunfo en cuanto a la MUERTE, ya que EL gustó voluntariamente el “aguijón de la muerte” para darnos a nosotros Vida en SU Nombre (y muriendo EL, hizo morir a la muerte); y es un Triunfo respecto a NUESTRO ENEMIGO, porque allí le aplastó la cabeza como profetizó en Génesis 3:15, y puso fin a los derechos de Satanás que tenía sobre nosotros, al pagar Cristo enteramente la deuda por nosotros.