Dios es el Creador de todo, de eso no hay duda, pero además sustenta, preserva, cuida y gobierna todo, de acuerdo a Su Perfecta Voluntad, conforme a Su Plan y para Su Gloria (Efesios 1:11)
Si la creación es dar existencia a algo que antes no la tenía, la Providencia significa la continuación o la causa de la continuación de aquello a lo que se ha dado existencia, es decir es la continuación de lo creado para dirigir las al final que les ha preparado, y para ello establece, ordena y ejecuta leyes, como las leyes de la naturaleza (la gravedad) para ordenar providencialmente su universo, manteniendo en existencia las cosas que haya creado junto con sus propiedades y poderes.
La Confesión de Westminster la define de esta manera: «Dios, el gran Creador de todas las cosas, sostiene, dirige, dispone y gobierna a todas las criaturas, las acciones y las cosas, desde la más grande hasta la más pequeña, por medio de su más sabia y santa providencia, según su infalible presciencia y el libre e inmutable consejo de su propia voluntad, para alabanza de la gloria de su sabiduría»
ÉL NO CREA TODO PARA LUEGO DEJARLO A «LA DERIVA» O AL AZAR
Salmo 103:19 «El Señor estableció en los cielos Su Trono, y Su Reino domina sobre todos»
Mateo 5:45 «… hace salir su sol sobre malos y buenos y que hace llover sobre justos e injustos»
Hechos 14:17 «si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría en nuestros corazones.»
Leer el Salmo 104 es una oda a la doctrina de la providencia divina.
Martyn Lloyd-Jones decía que esta doctrina nos dice que el universo, y todo lo que en él hay, es como un gran barco pilotado día a día, hora a hora, minuto a minuto y segundo segundo, por Dios mismo.
Aunque la Biblia en sus idiomas originales (arameo, hebreo y griego) no menciona ni destaca la palabra «Providencia» como tal, sí que nos muestra a un Dios que se preocupa de los seres creados y les imparte lo necesario y conveniente para su existencia.
LA PROVIDENCIA DE DIOS IMPLICA AL MENOS 3 ASPECTOS:
- Presciencia del futuro. Dios todo lo conoce y nada le pilla por sorpresa. De ahí la importancia de la profecía en la Biblia.
- Total planificación de la historia del mundo y de la humanidad. ÉL hace que llueva, que salga el sol, que se levanten naciones y reinos. ÉL tiene contados los cabellos de nuestra cabeza, y los días de nuestra vida.
- Gobierno eficaz para llevar a cabo su programa.
¿CUÁLES SON LOS TRES ELEMENTOS DE LA PROVIDENCIA DIVINA?
A.- PRESERVACIÓN: ÉL mantiene, de forma continua hasta el final, todas las cosas que él ha creado junto con sus propiedades y poderes que les ha otorgado. Es como si de alguna manera, mantuviera vivo lo que ha creado. Hebreos 1:1-3 dice que Cristo sustenta (está continuamente sosteniendo) todas las cosas con Su poderosa palabra. Podemos ver además del Salmo 104, Hechos 17:28, o Colosenses 1:17.
Las leyes de la naturaleza son las reglas y los principios que Dios estableció para determinar cómo se desarrollarán las cosas.
B.- GOBIERNO: es la actividad continua de Dios por la cual gobierna todas las cosas y de una manera eficaz para su fin concreto. Todo lleva el propósito que Dios tiene para ello, y todo se va a cumplir tal cual.
Salmo 97:1 » El Señor reina, regocíjese la tierra»
Isaías 40:15 «Las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas».
Romanos 8:28 «Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman los que han sido llamados de acuerdo con Su Propósito»
Job 12:24 «el quita el entendimiento a los jefes del pueblo de la tierra, y los hace pagar como por un yermo sin camino»
Igualmente podemos verlo también en Daniel 4:34-35, donde Nabucodonosor reconoció su soberanía y su cuidado providencial sobre todo y todos. La mención de Ciro por Isaías, un siglo antes de que el subir al escenario de la historia para dar curso al plan de Dios para Israel, es una evidente prueba de que Dios prevé y ordena todo el panorama humano, sin violar en absoluto la voluntad de Ciro, quién fue libre y responsable en todas sus decisiones, acciones u omisiones (Isaías 44:28, 45:14 y Ezequiel 1:1-6)
Es cierto que se han levantado líderes como Hitler o Stalin quiénes han cometido actos malvados inimaginables, pero Dios en su mayor Providencia finalmente hace que la ira de los hombres le adore y quepan el plan divino de profecía. Nada escapa a su perfecto plan.
C.- CONCURRENCIA: es la cooperación de Dios y su poder divino con todos los poderes subordinados (acciones coincidentes de Dios y los seres humanos), de acuerdo con las leyes preestablecidas de su actuación, siempre en pos de Su Voluntad. Nosotros, como criaturas racionales y morales que somos con una voluntad propia, podemos provocar y causar acontecimientos y eventos en el tiempo según nuestros deseos y motivaciones, sin embargo, ese acto y obrar nuestro y que ejercemos, es meramente secundario y subordinado al poder y voluntad de Dios
Dios obra y actúa por medio, y en las causas secundarias que ÉL ha creado, y que para nada son independientes de ÉL (leyes de la naturaleza, por ejemplo). Ver Salmo 148:8, Job 38:12 y 32.
Dios lo ha hecho de modo que esas cosas por sí mismas producen los resultados, siendo ÉL, la causa inicial. ÉL obra indirectamente a través de estas causas secundarias para cumplir Su voluntad.
Amós 3:6 «¿Se tocará la trompeta en la ciudad y no se alborotará al pueblo?, ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?»
En Efesios 1:11 Pablo dice que Dios hace (obra, opera) todas las cosas conforme al designio de Su Voluntad.
Dios está detrás de todo, ÉL obra través de esas causas o fuerzas secundarias, y por medio de ellas. ÉL no está lejos o separado de ellas. NO es un mero observador de lo que EL ha creado. ÉL alimenta los animales (Mateo 6:26), los cuida (Mateo 10:29). ÉL está detrás de lo que nosotros llamamos suerte o azar (Proverbios 16:33). ÉL controla el devenir de las naciones (Job 12:23 o Salmo 22:28). En definitiva, ÉL planea todos nuestros días y toda nuestra vida, Pablo dijo que Dios le aparto desde el vientre de su madre y le llamo por (Gálatas 1:15), y y David afirmó que Sus Ojos vieron su cuerpo en gestación, que todo estaba ya escrito en su libro y que todos los días de él estaban diseñados (Salmo 139:16). Podemos ver que igualmente de Jeremías se dice que antes que fuera formado en el vientre ya lo conoció y que le dio por profeta a las naciones (Jeremías 1:5), o incluso de los hijos de Isaí en 1ª Samuel 16:1.
Se puede decir que de una manera genérica y normal, Dios obra por medio de estas causas secundarias, siempre de acuerdo con las leyes que ÉL mismo ha depositado, pero providencialmente y de manera extraordinaria, ÉL también puede obrar de una forma inmediata, directa y sin causa segunda; y estos son los milagros. Un milagro es que Dios, de forma temporal, elude el orden natural de las cosas para realizar Su voluntad y Sus propósitos.
Porque hay que recordar que Dios es Inmanente y ÉL no está subordinado a su propia ley.
EN ÉL VIVIMOS, EN ÉL NOS MOVEMOS Y EN ÉL EXISTIMOS
Dicho esto debemos tener cuidado de un malentendido, y es que no nos debe llevar a negar la realidad de nuestra responsabilidad, es decir de nuestras decisiones, acciones u omisiones. El Dios Soberano que todo lo hace los rige y lo controla, nos ha hecho con responsabilidad y con capacidad de tomar decisiones responsables y voluntaria, las cuales tienen resultados reales y eternos.
Uno de los mejores ejemplos de concurrencia en las Escrituras, además del caso de José y sus hermanos, se ve en la muerte de Cristo. Dios ordenó la crucifixión y los hombres malvados actuaron para llevarla a cabo. Ambos eran necesarios para que la muerte de Cristo tuviera lugar. Pero Dios tenía la buena intención de salvar a su pueblo y exaltar a su Hijo por su obediencia sacrificial, mientras que los hombres que mataron a Cristo tenían la mala intención simplemente de eliminarlo. Dios es soberano sobre el mal, lo que le da a cada mal un propósito último, pero Él permanece enteramente bueno.
Y aquí entramos en un eterno debate teológico, ya que la Biblia no explica cómo Dios combina su total y absoluto control providencial con nuestras decisiones totalmente voluntarias y significativas; con lo cual no podemos negar ninguno de los dos aspectos, ni enfatizar más allá alguno de los dos. En nuestra limitada mente, ambos conceptos son como las dos vías de un ferrocarril que nunca se cruzan por más que avancen, pero en la mente de Dios sí.
Si Dios es soberano y tiene cuidado providencial de todo, ¿Somos nosotros libres y responsables? La Biblia enseña que sí, aunque no nos dice exactamente cómo Dios hace que estos dos verdades no se antepongan, excluyan ni afecten la una a la otra. Así que si Dios guarda aquí silencio, por la razón que sea, cuanto más nosotros. Es inviable pensar en un Dios «maniatado» que depende de nuestras acciones, pero también es inviable pensar en ese fatalismo y determinismo que caen muchos hoy día.
Pero está claro que su providencia se levanta más allá, y muy por encima de nuestras acciones. Aunque suene paradójico, ÉL ejerce Su Voluntad a través de las acciones libres de la voluntades humanas. Judas fue libre y, en su voluntad, decidió entregar a Jesús, pero es que ese hecho, y desde una visión y una óptica inmensamente más elevada, ya formaba parte del Plan de Dios. Dios hace que el corazón de un rey haga lo que ÉL quiere (Proverbios 21:1), y el Señor volvió el corazón del rey de Asiria para ayudar al pueblo a construir el templo (Esdras 6:22)
Cuando nos adentramos en esta doctrina, tarde o temprano vamos a llegar a un punto en el que nos será imposible seguir avanzando y dónde no podremos entenderla plenamente. Hay que tener muy claro que nuestro entendimiento es finito, nuestra mente limitada y afectada por el pecado, y Dios es Infinito e Insondable.
Romanos 11:33-34 «¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?»
Hay que tener en cuenta que si Dios no está en control de todas las cosas, entonces ÉL no es soberano, y si no es soberano, entonces, no es Dios y si nuestro “libre albedrío” sobrepasa la providencia de Dios, entonces ¿Quién es Dios al final de todo? Somos nosotros. Seamos humildes, menos antropocéntricos y más teocéntricos.
Otra típica pregunta dentro del estudio de esta doctrina es: Si Dios gobierna y controla todo ¿Cuál es su relación con el pecado?
- Todo acto pecaminoso está bajo su control divino y sólo ocurre porque lo permite y está de acuerdo con su propósito fundamental. La mayor demostración de pecaminosidad de la historia de la humanidad fue, como hemos expuesto anteriormente, la crucifixión del Hijo de Dios, y leyendo el libro de Hechos, podemos ver que, aún hasta eso, estaba siendo totalmente guiado y controlado por Dios, dentro de su plan establecido en la eternidad pasada.
- Existe una gracia común en la cual Dios contiene, retiene, frena y controla el pecado (Salmo 76:10).
- Tal como dijo José en Génesis 50:20, o como Pablo escribió en Romanos 8:28, Dios predomina el pecado para bien.
- Dios nunca causa el pecado ni lo aprueba, solo lo permite, lo dirige, lo refrena y lo limita. Siempre es responsabilidad de las personas, nunca de un Dios quién ha puesto provisión y soluciona el pecado, en Cristo
Al margen de la Providencia general, que alude el control de todo el universo, existe una providencia especial donde Dios tiene un cuidado especial sobre cada parte concreta del universo (montañas, ríos, valles, estrellas … hasta la última mota de polvo), sobre cada persona (ya sea buena o mala), y especialmente sobre su Pueblo (Salmo 4:8)
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ESTÁ DOCTRINA HOY DÍA?
Está doctrina, en medio de esta sociedad secular que avanza vertiginosamente por estar en contraste y oposición con Dios, es sumamente importante por varias razones:
- Hoy más que nunca se pone en tela de juicio, y se duda sobre el cuidado de un Dios de amor, observando un mundo que ha sufrido guerras mundiales, e incluso una reciente pandemia mundial.
- Aún en medio de esas situaciones terribles de guerra, enfermedades o pandemia, ha habido y habrá intervenciones especiales de la providencia de Dios (milagros)
- Hoy esta doctrina pierde popularidad en pos del racionalismo y la idea científica.
- Para nosotros los cristianos, hablar de la oración o incluso de la doctrina de la salvación requiere mucha humildad, y requiere no alejarnos de la doctrina de la Providencia. Nosotros oramos, porque creemos que Dios lo controla todo, de no ser así no tendría ningún sentido para nosotros la oración.