Tras da una exhortación a nivel general en cuanto a que NO nos preocupemos (más allá de lo debido) por nada y, sobre todo, para que oremos por todo, ahora Pablo se vuelve a dirigir a ellos para que pongan su mirada, su mente, su concentración y su atención en una serie de adjetivos que bien pudiera tratarse de una definición de Cristo mismo. En estos 2 versículos, el Apóstol de Cristo nos llama a una vida activa y de obediencia.
Primero les dice cómo deben (y debemos) pensar como cristianos, y luego les dirá (y nos dirá) cómo debemos actuar. En definitiva, es un llamamiento a la sabiduría. Por último, Pablo cierra el versículo 9 con una promesa de Dios.
Filipenses 4:8-9 «Por lo demás (una cosa más os digo, «además…»), hermanos, (concéntrense, mediten, pongan su atención en…) todo lo que es (ética y moralmente) verdadero (Efesios 4:24-25), todo lo honesto (honorable y respetable. Ver Tito 1:8), todo lo justo (recto), todo lo puro (ver 1ª Timoteo 5:22), todo lo amable, todo lo que es de buen nombre (lo digno de admiración); si hay virtud alguna (en definitiva, todo lo que sea excelente), si algo digno de alabanza (lo elogiable), en esto pensad (tened todo esto en consideración). Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced («Haced de una manera continua, como yo he hecho, sigan mi ejemplo»); y el Dios de Paz estará con vosotros (Promesa de Dios).»
El Apóstol Pablo elabora una lista de aquello en lo que nosotros debemos meditar, una lista en la cual Cristo mismo reúne de una manera total, perfecta y completa cada uno de estas 6 virtudes:
- Verdadero: lo verdadero, lo real y genuino (NO es ficción) es mayormente Su Inspirada, Autoritaria e Infalible Palabra (Juan 17:17, Salmo 19:9, 119:151). Toda verdad se encuentra en Dios (2ª Timoteo 2:25), en Cristo (Efesios 4:20-21 y Juan 14:6), en el Espíritu Santo (Juan 16:13) y, como hemos dicho, en Su gloriosa y bendita Palabra.
- Respetable: Todo lo noble, decoroso, serio, recomendable,… que sea respetable y reverenciable. ¿Quién hay más honesto, solemne y glorioso que Cristo?
- Justo: Todo lo moral y éticamente recto y perfecto, sin ninguna contaminación. Cristo es el Justo, el Perfecto e impecable quien un día gobernará y regirá con absoluta y perfecta justicia y equidad.
- Puro: Alude a lo santo, sin mancha, sin contaminación moral. ÉL es el Santo, Inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos, quien pudo preguntar con absoluta verdad lo que dijo en Juan 8:46
- Amable: dulce, benigno, generoso, amado, querido. Cristo era y es Misericordioso y Compasivo.
- De buen nombre: De buena reputación o gran estima. ¿Acaso hay algo o alguien digno y merecedor de alabar y adorar aparte de Cristo?
Estas virtudes son el fruto de la mente que es guardada por la paz de Dios cuando NO nos preocupamos ni afanamos y descansamos en ÉL, y cuando echamos sobre nuestras ansiedades y cargas en oración, una oración llena de gratitud y alabanza.
Hay que destacar que pensar en estas cosas NO es un fin en sí mismo sino que es parte del medio para alcanzar el fin. El medio es el proceso de Santificación, y el fin es ser como Cristo, la Glorificación.
Es posible, que en medio del contexto de persecución que vivió la comunidad de Filipos, ellos pudieran verse tentados a desenfocar su punto de atención y concentración. De la misma manera hoy, 2000 años después, tras haber vivido 2 guerras mundiales, un terrible pandemia mundial y otras desgracias, sumado a la maldad de un ser humano cada más más y más inmoral, es posible que perdamos nuestra atención, nuestra mirada y nuestro consuelo en Cristo y en Su Palabra. Jesús ya nos dijo que en mundo tendremos aflicción, pero que confiemos en ÉL, quien ya venció al mundo.
PENSAR Y MEDITAR EN CRISTO, EN SU PERSONA, EN SU OBRA, EN SU GRACIA Y EN SU GLORIA EN PENSAR DE UNA MANERA PERFECTA EN ESTAS VIRTUDES, PUES CRISTO LAS REÚNE A LA PERFECCIÓN EN SÍ MISMO.
De la misma manera que la salud física depende en gran medida de una variada y rica dieta alimentaria, nuestra salud espiritual y nuestra renovación mental depende de todo aquello de lo que nuestra mente se nutre. Y si cada día dormimos una media de 7-8 horas, sumada a una jornada laboral (rodeado de gente incrédula) similar, nos queda unas 8 horas aproximadas, de las cuales algunas de ellas las usaremos para relacionarnos con gente, hacer ocio, ver televisión, leer,…y nos damos cuenta que la inmensa mayoría de todo ello contribuye más a dañar y debilitar nuestra salud espiritual, a adaptarnos más y más conforme a este caído y depravado mundo que se levanta en contra de Cristo y Su Palabra.
Nuestra mente NO va a estar en una estado pasivo; el mundo, la sociedad, esta cosmovisión pagana va a tratar de adaptarla y trasformarla, y salvo que no nos rebelemos contra ello con una actitud radical y activa, lo conseguirá. Es sumamente importante, determinante y crucial escoger y determinar en todo aquello que elegimos pensar, que elegimos para nutrir nuestra mente, ya que la vida de las personas es el resultado de sus pensamientos.
Proverbios 4:23 «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida»
Proverbios 23:7 «Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él»
Marcos 7:20-23 «Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre»
¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN?
2ª Corintios 3:18 «Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.»
CONTEMPLAR, MIRAR, DELEITARNOS Y OBSERVAR A CRISTO, VIENDO LA GLORIA DE DIOS EN ÉL.
Y es por eso que el autor de la carta a los hebreos, tras dar una exhaustiva lista de gloriosos nombres (conocido como el salón de la fama de la fe), para evitar que miremos a ellos y nos desviemos, zanja y disipa toda duda en el capítulo siguiente.
SOMOS CIUDADANOS DEL CIELO (3:20-21), PENSEMOS EN LA COSAS CELESTIALES Y EN AQUEL QUIEN DESCENDIÓ UNA VEZ DEL CIELO Y QUIEN VENDRÁ POR NOSOTROS DESDE EL CIELO.
Hebreos 12:1-2 «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor (iniciador) y consumador (perfeccionador) de la fe, el cual por el gozo puesto delante de ÉL sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.»
La Palabra de Dios es un espejo donde podemos contemplar a Cristo desde la primera página (Creador) hasta la última (Juez justo de todos y Rey), siendo transformados conforme Su Imagen por el Poder del Espíritu Santo (Espíritu de Cristo, el Espíritu Santificador) a medida que vamos haciéndolo.
La Biblia es la única fuente autoritaria de verdad, de conducta, de fe y de moralidad, aún cuando el mundo entero diga y aplauda que algo es bueno y es verdadero según el criterio, pensamiento o moda mundana. Solo la Palabra de Dios nos dice siempre qué es verdadero y bueno.
Romanos 12:2 «NO os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento (mente), para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.»
Efesios 4:23 «Renovaos en el espíritu de vuestra mente»
¿POR QUÉ DEBEMOS RENOVAR Y TRANSFORMAR NUESTRA MENTE?
Porque la mente del hombre natural, caído en Adán es reprobada (Romanos 1:28; 1ª Timoteo 6:5; 2ª Timoteo 3:8), carnal (Romanos 8:5-6) es enemiga de Dios (Romanos 8:7; Colosenses 1:21), cree que las cosas de Dios son locura (1ª Corintios 2:14), es ciega a la verdad espiritual (2ª Corintios 3:14), es cegada y velada por Satanás (2 Corintios 4:4), es vana e ignorante (Efesios 4:17-18) y está corrompida (Tito 1:15).
2ª Corintios 10:4-5 «porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo»
Esta es la verdadera y genuina batalla espiritual, la lucha de la verdad de Dios contra la mentira de satanás y sus demonios, contra la herejía, contra el erro, contra todo aquello que se levanta y se opone a la Palabra de Dios en forma de cosmovisión, ideales, movimientos sociales y culturales, filosofías, religiones falsas,…
PERO NO SÓLO ESO… PABLO VA A MÁS
Si el verbo enfático del versículo 8 es «En esto PENSAD«, ahora en el versículo 9 es «esto HACED«. Los creyentes debemos ser disciplinados, y sobre todo, activos.
NO solo se trata de pensar en las cosas en las cosas del anterior versículo, esto es, Cristo mismo, sino que además deben poner por obra, poner en práctica lo que aprendieron, recibieron, oyeron y vieron en él mismo, en el Apóstol Pablo. Él les llevó y predicó el evangelio, les testificó de Cristo, les mostró a Cristo mismo en su vivir, en su ejemplo y ahora les pide que hagan lo mismo ellos. Ahora les pide que practiquen de forma habitual y continua lo que han aprendido y recibido de él en sus instrucciones y lo que han oído sobre él.
Ya les dijo en Filipenses 3:17 que su vida, así como los que se comportan como él, son un claro ejemplo a imitar. Él obró, actuó mirando a Cristo, tratando de alcanzarlo más y más, luchando cada día por ser más como Jesús y menos como Pablo
1ª Corintios 11:1 «Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.»
1ª Tesalonicenses 1:6 «Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído.»
Como si de alguna manera Pablo les dijera a los filipenses, y a nosotros: «Seguirme e imitarme a mí, ya que yo mismo sigo e imito a Cristo cada día a pesar de las tribulaciones, a pesar de mis prisiones.»
Si en el versículo 7 habló de la Paz de Dios (insondable e incomprensible para nosotros), ahora Pablo habla de la fuente, de ese Dios de la Paz.
Tenemos un Dios de Paz (Romanos 15:33, 1ª Corintios 14:33), que ha provisto la paz con el hombre (2ª Corintios 5:18-20 y Romanos 5:1) y que proporciona y da abundante Paz a Su Pueblo (Filipenses 4:7)
Hacer todo esto no solo garantiza tener y disfrutar de la Paz de Dios, sino más aún, que el mismo Dios de la Paz, el Príncipe de Paz nos guarde y esté con nosotros, y en nosotros para obtener la fortaleza, guía, consuelo, aliento, tranquilidad y el contentamiento necesarios para la estabilidad espiritual, aún en las peores y más adversas circunstancias que se puedan atravesar, como Pablo mismo quien estaba preso en una prisión en Roma. Es por eso que, al igual que hizo el Apóstol, debemos aprender a aceptar las situaciones de la vida como parte del Plan y la Voluntad del Dios Soberano quien, siempre y en toda adversidad y prosperidad, nos va a transformar y hacer más como Cristo (Romanos 8:28)
Debemos recordar que nuestro carácter y nuestra conducta, las cuales está estrechamente vinculadas, empiezan en la mente, en lo que damos cabida y lugar en nuestra mente, en lo que dejamos que ella se vea afectada, moldeada o transformada, ya sea por esta sociedad pos-moderna llena de pragmatismo e inmoralidad, o sea por la Eterna Palabra del Dios vivo.