Si bien en los 8 anteriores temas estuvimos enfocados en la Excelsa y Gloriosa Persona y Ser de nuestro Señor Jesús, desde ahora, y hasta el final de la serie, haremos lo propio centrándonos y enfocándonos en Su ministerio, Su Obra como tal; pues del conocimiento de las 2 grandes divisiones que hemos hecho en esta serie de estudios depende tanto, como decir que la eternidad nuestra va en ello.
- ¿QUIÉN ES JESÚS?
- QUÉ HA HECHO JESÚS?
NO hay nada que preocupe más al diablo, al «Padre de mentira» que extraviar a las personas con respecto a la persona y obra de nuestro Señor Jesús.
Pero antes de iniciar la Obra de Jesús con la Encarnación del Verbo de Dios, con el Nacimiento del Hijo de Dios en el cumplimiento perfecto del tiempo, tal y como dice Pablo a los Gálatas en 4:4, es necesario y preciso hablar del PACTO DE REDENCIÓN del Dios Trino, llevado a cabo muchísimo tiempo antes de Su 1ª Venida a este mundo.
En la pasada Eternidad, antes de que el mundo fuera mundo, hubo un perfecto acuerdo consejo o pacto entre las 3 personas de la Trina Deidad:
- DIOS PADRE diseña el Plan de Redención de la creación aún antes que hubiera, lo inicia e impulsa, pues como Dios sabía que caería, y lo hace sobre el fundamento de enviar y dar a Su Hijo. Es el originador, el «arquitecto» del Plan.
- DIOS HIJO cumple y ejecuta a la perfección la Redención, al venir a este mundo, humillarse haciéndose como nosotros, semejante a un esclavo para pagar la deuda contraria y adversa de la humanidad.
- DIOS ESPÍRITU SANTO aplica la Redención obtenida por el Hijo al pueblo, a los creyentes, haciéndola real en nosotros, a la vez que nos va haciéndonos más semejante al Hijo en el gradual y constante proceso de santificación.
Este maravilloso Plan puede verse en el primer capítulo de Efesios:
Efesios 1:3-14 «Bendito sea el (1)Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,según nos escogió en ÉL antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de ÉL,en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en (2)el Amado,en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.En ÉL asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.En ÉL también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en ÉL, fuisteis sellados con el (3)Espíritu Santo de la promesa,que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.»
NADIE PUEDE VENIR AL HIJO, EXCEPTO POR LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO, Y NADIE PUEDE VENIR AL PADRE EXCEPTO POR LA OBRA DEL HIJO.
Toda vez que hemos conocido este Consejo Eterno, ya podemos iniciar con el MINISTERIO de CRISTO, el cual comienza con Su Descenso, dejando Su Hogar lleno de Gloria para venir a este caído y condenado mundo por medio de la ENCARNACIÓN, haciéndose carne, dando inicio a Su Humillación.
DEL CIELO A LA TIERRA PASANDO POR UN VIENTRE, UNA MATRIZ.
Reconozco que es un tema, una doctrina que no sobrepasa, lleno de misterio (fuera de la razón y del entendimiento humano), y por eso ha generado y genera tanto debate, malinterpretación y rechazo, lo peor, aún por parte de supuestos cristianos.
Siendo pleno y completamente Dios, hace poco más de 2000 años, tomó forma de carne y habitó entre nosotros.
Spurgeon decía lo siguiente al respecto: ¡Maravíllate con este misterio! ¡El Infinito se convirtió en un bebé!
Efesios 4:8-10 «Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.Y eso de que subió, ¿Qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?»
Lo más importante y glorioso NO es el nacimiento en sí de Jesús, sino la ENCARNACIÓN de Dios mismo, mejor dicho, de la 2ª persona de la Trinidad, pues el Dios Trino NO asumió la humanidad, sino Jesús, la 2ª Persona.
Juan 1:1 «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.»
Juan 1:14 «Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.»
Se trata del acontecimiento más importante de la historia de la humanidad, ya planeado desde antes del Mundo como hemos expuesto anteriormente, profetizado en la primera promesa aún en el jardín del Edén inmediatamente al caer en pecado (Génesis 3:15) y prometido a Abraham, a Isaac, a Jacob, a Judá, a David y a una joven doncella, virgen de Belén de Judea, de nombre María.
En el mundo de hoy, cada día nacen más de 370.000 personas, o lo que es lo mismo, más de 135 millones de personas nacen al año en la Tierra (3 veces la población de España), pero aquí vamos tratar de exponer con nuestras limitadas (y mermadas por el pecado) mentes, un nacimiento que fue único, trascendental, preciso, imprescindible, irrenplazable, insustituible, necesario, …
Cuando un marido y una mujer se unen y mantienen relaciones, nace un niño o una niña, un nuevo ser, una nueva personalidad, pero esto NO fue lo que pasó en la Encarnación, pues si tuviéramos un padre y una madre habría sido una persona en línea directa con Adán, y por tanto, pecaminosa, caída, depravada y contaminada. La única forma de evitar y prevenir eso era por intervención divina, llevada por Dios Espíritu Santo.
FUE UNA OBRA ENTERA DE DIOS, AL IGUAL QUE LA SALVACIÓN, DONDE EL HOMBRE QUEDA EXCLUIDO E INCAPACITADO POR COMPLETO DE SER ACTIVO EN AMBAS.
Aquel quien es más grande que todo el Universo, se convierte en un embrión, en un feto, siendo el que sostiene todo el mundo
Asistimos a la culminación del Plan Redentor de Dios en la Gloriosa Manifestación de Su Hijo (Isaías 9:6), a quien se le preparó un Cuerpo para que sea clavado en una cruz (Hebreos 10:5); aunque hay que dejar bien claro que nuestro Señor no tomó para sí sólo un cuerpo humano, sino una naturaleza humana completa que le vino por su madre María, la cual también acarrea un cuerpo humano y físico semejante al nuestro.
EL HOMBRE CAYÓ Y CONTRAJO UNA DEUDA INFINITA, Y NADIE DE LA HUMANIDAD PODÍA PAGAR TAL DEUDA INFINITA A PESAR DE QUE ESTABA OBLIGADO A ELLO, POR ESO DIOS, EL INFINITO, TENÍA QUE CONVERTIRSE EN HOMBRE.
Es necesario desechar el error (me atrevería a definirlo como herejía) de que Jesús dejó Sus Atributos Divinos (Omnipotencia, Omnipresencia, Omnisciencia entre otros) al encarnarse y hacerse hombre.
Esa herejía llamada «Kenósis» (significa literalmente despojamiento o vaciamiento) ha hecho y hace daño a la cristología de la iglesia, ya que niega la Inmutable naturaleza de Dios, y vemos a un Jesús muy mermado y limitado, y NO al Cristo bíblico.
Filipenses 2:5-8 «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, NO estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.»
1ª Timoteo 3:16 «E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.»
Sin dejar para nada el ser Dios en Su Ser y naturaleza, ni minimizar ni un ápice su Deidad (Dios es inmutable y NO puede dejar de serlo, ni rebajar en lo más mínimo), asumió y añadió en su Perfecto y glorioso Ser la naturaleza humana como la nuestra, salvo que ÉL es Santo y nosotros pecadores, salvo que ÉL es el Hijo de Dios y nosotros hijos de ira.
Ni aún en la encarnación, ÉL perdió sus atributos, ni tampoco deificó de alguna manera Su Naturaleza humana, ni comunicó o «traspasó» atributos divinos a su lado humano.
- EL TODOPODEROSO SE HUMILLÓ, HACIÉNDOSE VULNERABLE Y FRÁGIL.
- EL SEÑOR DEL CIELO VA A CONVERTIRSE EN UN SIERVO EN LA TIERRA.
En definitiva, en un ser, en la misma persona, Su Naturaleza humana fue adherida y añadida a Su Plena Naturaleza divina, sin dejar absolutamente nada de lo que ÉL era por naturaleza.
NO FUE UNA RESTA A SU DEIDAD, SINO MÁS BIEN FUE UNA SUMA, UNA ADICIÓN, AUNQUE ES CIERTO QUE CUBRIÓ Y SUS DIVINAS GLORIAS CON LAS SUCIAS VESTIDURAS DEL ROPAJE HUMANO.
Para cumplir a la perfección Su Obra, debía ser a la vez, al mismo tiempo y de manera total, perfecta y completa, verdadero Dios, y verdadero hombre en la misma persona; en lo que en teología se conoce como Unión Hipostática.
- De NO ser realmente un hombre (en quien estuvo recogido y resumido e valor total de la humanidad), NO habría podido representar al hombre caído en el juicio de Dios quien tuvo como escenario principal no un banco de madera en una corte, sino una cruz de madera en un monte.
- De NO ser realmente Dios, su sacrificio expiatorio NO tendría tal valor de poder decir que Él ha muerto por nuestros pecados, que es la propiciación por nuestros pecados y por los del mundo (1ª Juan 2:2). En definitiva, ÉL debía ser Dios para que la satisfacción estuviera a la altura de la ofensa.
ÉL se vació de Su Gloria, de Sus Privilegios, Su posición exaltada, permitiendo que en Su Encarnación, Su Posición exaltada y divina fueron sometidas a la hostilidad, bajeza, vergüenza y humillación propios de la humanidad
Este suceso, DIOS ENCARNADO HACIÉNDOSE HOMBRE SEMEJANTE A NOSOTROS, dividió la Historia en Antes y Después, y la Geografía a derecha o a izquierda de Cristo, y dividiría a la humanidad en reconciliados o condenados.
El Mundo en sí estaba ya condenado; PERO El Salvador del Mundo ha irrumpido en él para salvarlo, para hacer un nuevo hombre, y no sólo eso, sino crear unos cielos y una nueva tierra (Isaías 65:17- 66:2 y Apocalipsis 21)
Y por eso los ángeles, el espectacular y poderoso ejército celestial, rodeados por la Gloria de Dios, se presentan ante unos temerosos pastores que aguardaban su rebaño por la noche, y les anuncia literalmente las buenas nuevas: «NO temáis: os ha nacido hoy, en la ciudad de David (Belén), un Salvador, que es CRISTO EL Señor.»
¿CUÁL FUE EL PROPÓSITO DE LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS?
1.- REVELAR A DIOS A LOS HOMBRES, EN TÉRMINOS ACCESIBLES Y ENTENDIBLES.
Dios, en el Antiguo Testamento se reveló de diferentes maneras, pero ahora en este último tiempo lo ha hecho de una forma especial, personal y completa como es en SU Hijo, en quien mora toda la Plenitud de la Deidad.
Hebreos 1:1-2 «Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo (…)»
Juan 1:18 «A Dios nadie le vio jamás; El Unigénito, que está en el seno del padre, ÉL le ha dado a conocer.»
Por eso ÉL dice: «Quien ME ha visto a MÍ, ha visto al Padre. El Padre y YO, Uno somos »
2.- REVELAR AL HOMBRE
Cristo es el varón ideal, el hombre perfecto, el sublime ejemplo, y es por eso que Dios, a través de la continua obra del espíritu Santo, nos va haciendo cada vez más parecido y semejante a ÉL.
Juan 13:15 «Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.»
ÉL es ahora la nueva cabeza federal representativa de una nueva humanidad, en contraste con Adán (Romanos 5:12-19)
Romanos 8:29 «Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que ÉL sea el primogénito entre muchos hermanos.
3.- DESTRUIR LAS OBRAS DEL DIABLO
ÉL vino a deshacer lo que Satanás había construido en contra de Dios, y por tanto, de SUS Hijos.
1 Juan 3:8 «(…) Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.»
Juan 12:31 «Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.»
Colosenses 2:13-15 «Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.»
Hebreos 2:14 «Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo»
4.- RESTAURAR LO DAÑADO, LO DESTRUIDO POR EL PECADO.
Deshacer y revertir (darle la vuelta) lo que comenzó a pasar de forma negativa desde la caída de la Humanidad en Génesis 3, para darle nuevamente el Diseño de Dios; un diseño que acabará con Sus enemigos bajo Sus pies, con satanás y los ángeles caídos fuera de la escena, y con los redimidos alabándole en unos Cielos nuevos y una tierra nueva.
5.- QUITAR NUESTROS PECADOS DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE, O LO QUE ES LO MISMO, LA CRUZ.
Por eso, nada más verlo, Juan «El Bautista» dijo: «he aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del Mundo» (Juan 1:29)
Y es por esto que la ENCARNACIÓN DE JESÚS fue un acontecimiento único y trascendental en la Historia de la Humanidad, pues había una inmensa brecha, un abismo, una gran división y ésta debía de cerrarse y unirse.
Isaías 59:2 dice así: «Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para NO oír.»
Para restablecer la Relación con Dios, hacía falta un Hombre que representara la Raza Humana, pero que ese hombre pudiera vivir perfecta e íntegramente, que pudiera cumplir la Ley de Dios, y que estuviera dispuesto a subirse a una Cruz para morir en sacrificio por nuestros pecados, sustituyéndonos a todos y cada uno de nosotros; y es por eso que Dios mismo, en la Persona de JESÚS se hace hombre, precisamente para eso, para morir, mejor dicho, para entregarse voluntariamente a morir.
DIOS SE HIZO RESPONSABLE DEL PECADO PARA PODER DECLARAR JUSTO AL HOMBRE
Habiendo expuesto todo lo anterior, es que ahora podemos leer mejor, con mayor comprensión lo que el evangelista, el médico-historiador Lucas, siendo plenamente inspirado por el Espíritu Santo nos dice:
Primeramente la Palabra de Dios nos dice cómo Dios va a llevar a cabo este único e irrepetible (y necesario) nacimiento virginal en el anuncio a María , y luego pasa a narrarla.
El nacimiento virginal es sumamente importante aquí, porque nos muestra que Jesús NO descendió de Adán exactamente de la misma manera en que cada ser humano lo hace, y esto nos ayuda a comprender por qué la culpabilidad legal y la corrupción moral que pertenecen a todos los demás seres humanos NO le pertenecen a Cristo; por eso, como el Ángel Gabriel le dijo a María, ÉL sería llamado EL SANTO.
Ya Dios nos lo profetizó 700 años antes de que sucediera, es más, ya en el Edén, inmediatamente después de la caída y rebelión en Génesis 3:15, Dios nos habla de la continua enemistad respecto de los hijos de Satanás, y sobre todo, la victoria obtenida por la simiente de la mujer, la descendencia.
Isaías 7:14: «Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel («Dios con nosotros»)».
Mateo 1:18: «El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo».
Lucas 1:26-38 «Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.Entonces el ángel le dijo: María, NO temas, porque has hallado gracia delante de Dios.Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su Reino NO tendrá fin.Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues NO conozco varón.Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril;porque nada hay imposible para Dios.Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.»
Lucas 2:1-7 «Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.»
Es nuestro deseo y nuestra fervorosa oración que esta verdad tan sublime y llena de Gracia sea de bendición, de consuelo, de esperanza, tanto para ti, como para una humanidad caída que busca soluciones constantemente en forma de filosofías humanistas, religiones de obras, …