A partir de ahora, y concretamente hasta el versículo 14 de este primer capítulo de Efesios damos paso a una de las porciones bíblicas mas magistrales, concentradas, profundas y cargadas; es más, podríamos decir perfectamente que es una de las expresiones de alabanza más impresionantes jamás escritas en la historia de la humanidad.
NO podemos ni debemos perder de vista que se trata de una alabanza, donde el Apóstol se eleva a las alturas celestiales para comenzar a vislumbrar y exponer todo el Panorama de Salvación de Dios, desde eternidad hasta eternidad.
En esta oración de gratitud y alabanza que Pablo hace a Dios, él va a exponer de una forma inigualable e insuperable el PLAN ETERNO DE SALVACIÓN DEL DIOS TRINO, y lo va hacer en términos de:
- PASADO: Elección EN Cristo en la Eternidad pasada.
- PRESENTE: Redención de Cristo en el tiempo presente, y Adopción en la familia de Dios.
- FUTURO: Herencia que tenemos en ÉL, y la unidad de Todo en ÉL, cuando reúna todas las cosas bajo SU Señorío.
Y Todo, absolutamente Todo es EN CRISTO, pues solamente en estos versículos (1:3-14) se va a repetir 10 veces tal conjunción.
Pero como mejor se puede estructurar y sistematizar es en el ENFOQUE TRINITARIO, en el cual Dios Padre en la pasada eternidad nos escoge y predestina en Cristo, Dios Hijo, en el cumplimiento perfecto del tiempo (Gálatas 4:4) viene a la Tierra para realizar la Obra de Redención y Expiación en la Cruz, y Dios Espíritu Santo aplica estas verdades al creyente, guiándolo a la verdad, al arrepentimiento y la fe; y, sobre todo, sellándolo y asegurándolo.
Dios Padre planea la Iglesia, Dios Hijo la compra a precio de sangre, y Dios Espíritu Santo la guía y la protege.
Y como solamente Dios es digno de recibir la Gloria, Pablo glorifica 3 veces al Dios Trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo); siempre que expone la Obra de cada persona de la Trina Deidad. (1:6, 1:12 y 1:14)
Dios es el Dios de la Historia de la Humanidad, del pasado, del presente y del futuro, y la intención de Pablo (hasta el versículo 14) es alabarlo por unirnos a SI Mismo En Cristo (NO tanto mostrar teología, que vemos que es bastante profundo en ello también)
En este capítulo vamos a enfatizar la Obra de DIOS PADRE al planear, predestinar, diseñar y edificar SU Iglesia, de la misma manera que un arquitecto planea, planifica y diseña en su mente Todo antes de ejecutar su obra, así Dios mismo con la Iglesia.
Efesios 1:3-6 «Bendito (Pablo va a bendecir, elogiar y alabar a Dios por las bendiciones de ÉL.Tiene un comienzo exactamente igual a 2ª Corintios 1:3-7 y 1ª Pedro 1:3-9) sea el Dios (bendecir a Dios es el supremo deber de Su Creación) y Padre (Pablo comienza a bendecir y alabar al Dios Triuno, y lo hace con Dios Padre) de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo (habla en pasado, como algo ya hecho y consumado) con toda bendición espiritual (Pablo enfatiza lo que Dios nos ha provisto en Cristo y a través de Su Espíritu, y NO en lo material y terrenal del aquí y del ahora) en los lugares (regiones) celestiales (literalmente, en el Cielo) en Cristo (Toda bendición es EN ÉL, estando unido, integrado y arraigado a Cristo; fuera de Cristo solo hay muerte, juicio y destrucción; Dios NO tiene nada más que darnos fuera de Cristo. ÉL es el instrumento y la esfera de toda bendición de Dios), según nos escogió EN ÉL (elegidos y escogidos EN la persona de Cristo, la cabeza de la Nueva Creación; fuera de ÉL NO somos elección de Dios. Nos escogió en El Elegido) antes de la fundación (Creación) del mundo (Eternidad pasada), para (alude a un propósito, un resultado final y un fin concreto, que es ser la expresión de SU Gracia) que fuésemos santos (nos justifica y santifica, separándonos para SÍ Mismo de lo profano) y sin mancha (intachables, sin defecto y sin mácula a Sus Ojos, ver Romanos 8:29, Efesios 5:26-27) delante de ÉL, en amor (el motivo de Todo; Dios es Amor, y el Amor NO actúa de forma arbitraria y selectiva; y en base a esa Amor que ha obrado para nuestro favor, nosotros le amamos) habiéndonos predestinado («Proorizo» que significa marcados de antemano con un fin, en este caso la Filiación y adopción) para (meta o propósito final, si ser santo es el medio o el procedimiento, ser sus hijos, la Filiación es realmente Su Propósito Eterno) ser adoptados hijos suyos (predestinados para ser Sus hijos, en unión al Hijo, la Filiación de Dios) por medio de Jesucristo (ÉL hizo la Perfecta y Completa Obra de la Redención proveyendo todo lo necesario), según el puro afecto (el beneplácito y la determinación de SU Voluntad) de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia (este es el propósito último de toda Obra e Dios, SU propia Gloria, ver Romanos 11:36, Colosenses 1:18, Filipenses 2:13), con la cual (alude a la Gracia de Dios, una gracia inmerecida para pecadores que merecían su juicio y condenación) nos hizo aceptos (dicha inmerecedora Gracia divina nos agració al proveer todo lo necesario para la salvación de cualquier hombre) en el Amado (EN Cristo; Todo es EN Cristo)«
Podríamos enfatizar, en base a lo revelado en estos versículos, que Dios escoge y elige un Pueblo para SÍ Mismo, y para ello NO debemos ni podemos eludir algo que tanto daño y división ha hecho a lo largo de la historia de la iglesia, cuando debiera dar, como mínimo, seguridad, esperanza y gozo…
HABLAMOS DE LA DOCTRINA DE LA ELECCIÓN DE DIOS
Ver un estudio DETALMANERA al respecto: https://detalmanera.com/i-predestinacion-eleccion-cristocentrica/
Antes de nada, es necesario recalcar las verdades fundamentales a esta controversial doctrina:
- Es Dios quien nos escoge y predestina EN Cristo.
- El hombre, quien ya está condenado a causa de su pecado, es enteramente responsable en cuanto a la respuesta de la Oferta de Salvación de Dios, quien EN Cristo, le tiende la mano y le llama e insta a arrepentirse y a reconciliarse con ÉL.
- Dios escogió a Abraham y a Israel para llevar a cabo una tarea, que es bendecir a Todas las naciones de la Tierra; y en última instancia, y en plena perfección, Jesús asumió la tarea de Israel como el escogido de Dios.
- Somos escogidos y predestinados EN Cristo, para un propósito, y éste es ser hechos hijos suyos, semejantes a ÉL, ser santos y sin mancha a Sus ojos, es decir, revelar SU Carácter.
A partir de aquí, esta doctrina requiere de mucha comprensión, y sobre todo de mucho amor, pues NO todos han pensado (ni lo harán) de igual manera; teniendo en cuenta que entender y expresar con nuestra mente limitada y finita, y desde nuestra óptica y visión lineal y secuencial lo que hay detrás de la Mente Infinita del Dios Infinito, Quien NO está limitado al espacio al tiempo (ÉL vive en un presente eterno), es sumamente difícil aún de explicar.
1.- CALVINISMO: Derivada del teólogo francés del Siglo XVI, Juan Calvino, aunque ya antes, San Agustín la enseñó. En esta doctrina se enfatiza por encima de todo la soberanía de Dios, hasta el punto de afirmar que el hombre NO puede si quiera arrepentirse o creer (su depravidad es tal que no está en condiciones de ello), pues para ello, requiere de una intervención previa y total del Espíritu Santo, más aún, requiere de la regeneración (Nuevo Nacimiento); aunque el hombre es responsable de sus actos.
Además enseña que Cristo murió por los que ÉL ya había escogido, que éstos son y serán atraídos de una forma irresistible por el Espíritu Santo, en base a SU Providencia, y que éstos NO caerán jamás de la gracia, esto es, NO perderán jamás la salvación.
La otra cara de la moneda, es que de igual forma que predestinó a ciertos hombres para salvación, igualmente predestinó a ciertos hombres para condenación (cosa que rotundamente rechazamos y NO abrazamos de ninguna manera)
2.- ARMINIANISMO: Es la doctrina basada en la refutación de Jacobo Arminio, quien ahora enfatiza la libertad y responsabilidad del hombre.
A esto llamamos la «Ley del Péndulo», esto es, como el calvinismo ha enfatizado, y a veces a caído en un extremo de determinismo y fatalismo, a veces el arminianismo nos ilustra a un Dios de brazos cruzados, «maniatado» y expectante a la decisión del hombre (es decir, el lado opuesto); rompiendo en ambos el equilibrio bíblico entre Soberanía de Dios y responsabilidad y el libre albedrío del hombre.
Asimismo el Arminianismo enseña que Cristo murió por todos (de forma potencial), aunque sólo los que se arrepientan y crean en ÉL será salvos (les será eficaz el sacrificio expiatorio); así como que la Gracia de Dios puede resistirse e incluso rechazarse, y que puedes caer de dicha gracia y perder la salvación.
¿QUÉ SOLUCIÓN DARLE A ESTE ETERNO DEBATE?
EQUILIBRIO BÍBLICO-TEOLÓGICO, esto es, destacar que si el Calvinismo enfatiza la Gracia y Soberanía de Dios es porque la misma Biblia así lo hace; y si el Arminianismo destaca el libre albedrío y la responsabilidad del hombre es, igualmente, porque la Biblia así lo menciona.
NO debemos romper esa tensión bíblica que hace posible las dos verdades, las dos caras de la moneda de la Elección, nuestra plena Responsabilidad y SU Soberanía.
Debemos evitar enfatizar excesivamente tanto un extremo que haga decaer el otro, por muy difícil que esto sea comprender con nuestra mente (ver Deuteronomio 29:29); pues un extremo podría llevar a vivir una vida descuidada y no coherente con respecto a tal grande salvación; o por el contrario, podría llevarnos a vivir una vida bajo el yugo legalista, perdiéndonos el gozo de la seguridad eterna que tenemos EN Cristo.
Aunque haya diferencias entre muchos de nosotros, lo más importante es amar al hermano, y predicar fielmente el Evangelio para tratar de ganar almas al Señor; cosa que sí hicieron tanto J. Wesley (arminiano) como G.Whitefield (calvinista)
Las primeras palabras de este juego de palabras de Pablo («Bendito es el Dios que nos bendijo con toda bendición espiritual) nos habla en pasado, como algo tan cierto, que lo dice como algo ya consumado y NO como algo que debemos esperar a recibir en el Cielo; es más, la idea que tiene Pablo es que tales bendiciones de Dios cambien y transformen la vida actual, presente y terrenal del creyente en Cristo.
La adoración de Zacarías en Lucas 1:68-75 es muy similar a esta, ya que comienza de la misma manera: «Bendito es el Señor Dios de Israel (…)»
Y, ¿COMO NOS HA BENDECIDO EL BENDITO (DIOS)?
Por medio del Señor Jesucristo, y EN CRISTO.
2ª Pedro 1:3-4a «Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,p medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas (…)»
Todos fluye y emana de nuestra unión con Cristo (a través de la FE); ya sea Elección, Redención, Justificación, Santificación y Glorificación; y por eso, volvemos a repetir y enfatizar lo importante que es para Pablo (y para nosotros) las palabras «EN CRISTO«, pues ÉL es el lugar en el que los creyentes residen, así como la fuente y esfera de toda bendición de Dios, que nos es beneficiada por nuestra posición de unidad en ÉL.
- La Elección de Dios, así como su Propósito tienen lugar EN Cristo (Efesios 1:4, 1:9 y 1:11)
- SU Gracia y Redención sólo está EN Cristo (Efesios 1:6-7)
- Todas las cosas en los cielos y en la Tierra son y serán reunidas EN Cristo (Efesios 1:10)
- Sellados por el E.S al oír y creer el Evangelio, el Mensaje de Cristo (Efesios 1:13)
- Seguros de la salvación y del amor de Dios que es EN Cristo Jesús (Romanos 8:35-39)
NO se contempla nada fuera de Cristo, excepto ira y juicio de Dios; fuera de ÉL NO somos elección de Dios, sino objetos de Su Ira (Efesios 2:3)
NO debemos vernos como individuos solamente, sino como parte de ÉL (la fe produce unidad con ÉL y EN ÉL), de Cristo; y saber eso, debe producir cambios en nosotros.
Antes estábamos EN Adán, pero ahora (gracias a la Cruz, y sobre todo, al Crucificado), estamos EN Cristo; Todo es EN ÉL, por ÉL y para ÉL
Efesios es por tanto la carta que mejor pudiera tratar y explicar la unión del creyente con Cristo (36 veces lo repite)
Hechos 17:28 «Porque EN ÉL vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos»
Se trata de BENDICIONES ESPIRITUALES; siendo importante y necesario mencionar esto debido al énfasis de la prosperidad con la que muchos farsantes y mercaderes del Evangelio lo predican hoy.
NO se trata de bendiciones terrenales ni físicas como era para Israel (como pudiera ser el maná), sino que se tarta de bendiciones espirituales EN LUGARES CELESTIALES, denotando aquí las esferas o el ámbito de nuestra unidad y asociación con Cristo.
NO quiere decir que las disfrutaremos en el Cielo, sino más bien que tiene su origen allí, en las regiones espirituales; esto es, el mundo de Dios, al que los creyentes tienen acceso, y en el que las fuerzas opresoras de maldad trabajan incesantemente para atacar.
Es precisamente en esa esfera que Cristo ha sido exaltado como Señor, y donde nosotros participamos en unión con ÉL de SU Victoria, a pesar de las embestidas de las fuerzas espirituales de maldad.
En Filipenses 3:20 el propio Apóstol Pablo nos recuerda que nuestra ciudadanía está en los Cielos, donde esperamos al Señor.
Habiendo aclarado que toda bendición espiritual es EN Cristo, y es un hecho ya consumado, debemos regresar nuevamente a la ELECCIÓN DIVINA, la cual es también cristocéntrica (EN Cristo); ya que todos los hombres han pecado, han caído y merecen la condenación , y NO pueden (podemos) hacer nada para ser dignos de salvación (de ahí la necesidad de la Gracia, que NO es otra cosa que un favor inmerecido).
¿POR QUÉ EN CRISTO?
Porque única y solamente ÉL podría proveer la Justificación que el ser humano caído y depravado necesitaba; Dios NO podía elegir al hombre en sí mismo, así que lo eligió EN Cristo, el único que podía proveer Justificación para el ser humano.
Quienes están EN Cristo son pecadores que se han arrepentido y han puesto su fe en ÉL, en SU Obra y en SU persona, y como tal han sido unidos a ÉL.
Dios NO lo determinó, ÉL NO seleccionó a unos sí, y a otros no, sino que ÉL los vio EN Cristo cuando los eligió.
Juan 17:23 «Yo en ellos (Cristo en nosotros, y nosotros en ÉL), y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.»
NO hay base ni sustento bíblico para argumentar que Dios ha predestinado a algunos para condenación; esto simplemente es contrario a SU naturaleza (Dios es Amor), y a SU Palabra, pues ÉL NO hace acepción de personas (Hch. 10:34, Rom. 2:11, Gal. 2:6 y Ef. 6:9), sino que manda a todas y cada una de ellas, en todo lugar a que se arrepientan (Hechos 17:30), NO queriendo que nadie perezca ni se pierda, sino que todos vengan al arrepentimiento (2ª Pedro 3:9), que todos sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (1ª Timoteo 2:4) pues ÉL es la propiciación por los pecados de todo el mundo (1ª Juan 2:2), ya que se dio en rescate por Todos (1ª Timoteo 2:6), siendo el Salvador de Todos los hombres, especial y mayormente de los que creen (1ª Timoteo 4:10)
Elección (que NO es selección, donde de forma arbitraria Dios escoge a unos sí y a otros no) significa que Dios escoge a personas, y ese fue su Propósito Eterno (antes de la caída); Dios busca tener un Pueblo santo, que le ame, para relacionarse con ellos.
2ª Tesalonicenses 2:13-14 «Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.»
La elección y la santificación parecen ir juntas y ambas tienen lugar EN el Señor Jesucristo.
El adjetivo «escogido» en el Nuevo Testamento se aplica a la persona de Cristo, ya que ÉL es el Escogido por excelencia y todos los propósitos electivos de Dios en relación con la humanidad son inseparables y arraigados única y exclusivamente EN ÉL, en el Amado.
Para nuestra Redención, Dios NO escogió a ángeles ni a querubines, (mucho menos a seres caídos y depravados, muertos espiritualmente) sino a su Hijo amado.
Podríamos definir la ELECCIÓN como el acto soberano de Dios en Gracia, por el cual ÉL eligió y escogió EN Cristo Jesús para salvación a todos aquellos que serían salvos, siempre y principalmente en término y con un enfoque colectivo y NO individual.
Nada de lo narrado en Efesios 1 alude o gira en torno de individuos, sino más bien alude de una manera colectiva a todos aquellos que están EN Cristo; esto es, que son escogidas en el Elegido: Cristo.
Los individuos NO son escogidos ni elegidos por sí solos, y después ubicados EN Cristo, sino que están EN Cristo, y por consiguiente, son escogidos; es en definitiva una ELECCIÓN CRISTOCÉNTRICA, ya que ÉL es el fundamento de la elección.
Dios determinó, asimismo, que Todas las personas que, respondiendo a la iniciativa y al llamamiento de la Gracia Divina, se unieran a Cristo por medio de la fe (y del arrepentimiento), fueran salvos.
Dios escogió a todos los creyentes EN Cristo, y fuera de Él Nadie (absolutamente nadie) puede ser escogido.
Dicho de otro modo, si alguno está EN Cristo, el tal pertenece a los escogidos.
La Predestinación como tal se refiere al Cuerpo colectivo de Cristo, la Iglesia Universal que un día se presentará ante ÉL, blanca, sin arruga y sin mancha.
Aunque estamos acostumbrados a leer Hechos 2:47 en la traducción RVR60 donde dice que El Señor añadía a la Iglesia los que habían de ser salvos, en la traducción textual, (y muchas más), más fiel y literal a los manuscritos más antiguos, dice que añadía a la Iglesia los que iban siendo salvados, o se iban salvando.
Aunque la palabra Iglesia NO aparece hasta el versículo 22, aquí se ve y percibe el plan eterno respecto a ella.
No hay ninguna referencia en estos cuatro versículos (los únicos cuatro que se refieren a la predestinación) al cielo o el infierno, sino a la eventual semejanza a Cristo. Ninguna parte de las Escrituras dicen que Dios predestinó a unos hombres para ser salvos y otros a ser condenados.
Y para ello debemos hablar de PRESCIENCIA DE DIOS (si la palabra predestinación es bíblica, también lo es presciencia), que habla de un conocimiento previo o anticipado de todas las cosas (Ver Hechos 2:23).
Este término («prognõsis») significa que ÉL ordenó de antemano, o predestinó, a todos los que voluntariamente aceptaran el don de la salvación a «que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo» (Romanos 8:29). De este modo, en el caso de los seres humanos como agentes morales libres, la predestinación está relacionada con el preconocimiento; pues ÉL, en SU Presciencia, ve hacia adelante todos los eventos de una manera similar a como nosotros los podemos ver hacia atrás, pues ÉL vive en un presente eterno, fuera de las limitaciones físicas y temporales.
De la misma manera que ÉL previó y preconoció que entraría el pecado al mundo, sin decretarlo, también puede prever y preconocer cómo actuarán los hombres sin decretar nada, es decir sin que haya un decreto eficiente que condicione cómo actuarán.
1ª Pedro 1:1-2 «Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.»
Romanos 8:29 «Porque a los que antes conoció (presciencia, que es «proginoko»), también los predestinó (ni uno más, ni uno menos, «proorizo») para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Alguien lo explicó de esta manera: en la puerta del cielo, del lado nuestro, se puede leer: «Yo soy la puerta, el que por MÍ entre será salvo; entrará y hallará pastos». (Juan 10:9) Pero luego, cuando usted pasa, de forma libre, al otro lado de la puerta, cuando usted entra al cielo, puede mirar hacia atrás y ver que en esa misma puerta dice: «Escogidos EN Él, antes de la fundación del mundo»
Dios con anterioridad al tiempo, supo (ÉL es omnisciente, y absolutamente Todo lo sabe) quien podría arrepentirse y creer en el Evangelio, y sobre esa base predestinó «a ser hechos conforme a la imagen de su hijo» y «a la obediencia.
Saber de antemano NO es lo mismo que preordinar.
J. Wesley dijo lo siguiente respecto al tan delicado tema: «Cuando hablamos de la presciencia de Dios hablamos a la manera de los hombres, porque NO existe conocimiento previo ni tampoco pasado para Dios, ya que todo está presente al mismo tiempo con ÉL, y ÉL NO sabe una cosa antes de la otra, o una cosa tras otra; sino que lo ve Todo… desde la eternidad en la eternidad. Como todos los tiempos, con todo lo que existe en ello, está presente con ÉL a la misma vez, es decir, ÉL ve a la misma vez, lo que fue, lo que es, y lo que será hasta el fin del mundo. Pero observemos; NO debemos pensar que son, porque ÉL los conoce; NO; ÉL los conoce, porque ellos son y son EN ÉL..»
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LA ELECCIÓN?
Dios nos ha escogido para algo, para un propósito. Ya sea la elección de Israel (Deuteronomio 7:6), la de un remanente, o incluso un individuo (entiéndase Jeremías o Pablo), dicha elección está estrechamente vinculada a SU Obra y a SU Propósito.
La Elección NO es para salvación, sino para obediencia, ya sea en este capítulo, o en el capítulo 8 de Romanos, el objeto o el fin mismo NO es la salvación en sí, sino el conformarse a la imagen de Cristo.
Llegar a ser santos, separados y consagrados, y sin mancha ante ÉL, ante Sus ojos Y SER ADOPTADOS HIJOS SUYOS, DE SU FAMILIA.
Hablar de Adopción («Uiozesía») que literalmente significa «colocar como hijo», y más en ese contexto, nos lleva a la imagen de una familia, que bien no podía o no tenía hijo heredero, o bien querían añadir otro miembro a dicha familia, y tras una solemne ceremonia le recibían como hijo suyo, con exactamente todos los privilegios, derechos y responsabilidades que tienen los de la casa.
Era un acto solemne de prohijar por medios legales a quien NO lo era por naturaleza.
De esa misma manera; Dios, en base a SU Amor, preordinó una familia y lo hizo EN Cristo desde antes de la fundación del Mundo; y esto es LA IGLESIA.
El Plan de Dios desde antes del Mundo ha sido formar un pueblo particular, y EN Cristo Jesús, EL ha elegido a este pueblo especial, lo ha bendecido particular y especialmente, y preparado para darle honra, gloria y alabanza.
Ser santos, santificados es el procedimiento, pero NO la meta en sí, que es ser hijos de Dios; adoptados, sí, pero sus hijos.
Somos predestinados para ser sus hijos EN Cristo Jesús.
Romanos 8:14-17 «Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.»
Gálatas 4:4-7 «Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.»
La Elección de Dios tuvo por finalidad la preparación de una familia de «Santos», apartados y separados EN Cristo, para ÉL, y se lleva a cabo por medio de la preordinación, es decir, según el Eterno Plan de Dios que se propuso el hacer una familia espiritual de «Santos» EN el Amado, EN el Hijo, EN el Santo.
Dicha Adopción implica 2 cosas:
1.- Ser Regenerados por el Espíritu Santo en el Nuevo Nacimiento.
2.- Nueva posición, nuevos privilegios y un vivir diferente.
Y este Plan revelado y desplegado en la historia de la humanidad, es motivo de fascinación por parte de ángeles y hombres, quienes miran con gran asombro cómo Dios EN Cristo escoge a pecadores depravados, que merecen Su Juicio y Su Ira, para ser reconciliados y transformados en hijos suyos, EN Cristo, SU Perfecto, Eterno y Amado Hijo.
OBJETIVO FINAL Y SUPREMO DE LA ADOPCIÓN/FILIACIÓN
Que Dios sea glorificado; y para ello Pablo usa 3 veces la frase «alabanza de la Gloria de SU Gracia».
Todo este Proceso de Elección, Predestinación y Diseño de la Iglesia de Cristo, aún desde antes de que el mundo fuera, es para Gloria y Honra de Dios.
Cuando Dios se manifiesta, y se revela de tal forma, el resultado inevitable es la Alabanza y la Gloria de SU Nombre.
El conocimiento de Dios, de SU Obra a favor nuestra, nos lleva de forma humilde e irremediable al asombro y a la adoración.
En la Adoración reconocemos a Dios por cuanto ÉL (cuando merecíamos justo lo contrario), nos ha reconocido a nosotros.
Romanos 11:36 «Porque de ÉL, y por ÉL, y para ÉL, son todas las cosas. A ÉL sea la gloria por los siglos. Amén».
Efesios 3:20-21 «Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a ÉL sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.»
Como conclusión, y para finalizar dicho estudio podemos destacar la Obra Triple llevada a cabo por Dios El Padre:
- NOS ESCOGE EN CRISTO.
- NOS PREDESTINA PARA SER ADOPTADOS HIJOS SUYOS.
- NOS HIZO ACEPTOS Y AGRACIADOS EN EL AMADO.
¿CUÁNDO?
En la Eternidad Pasada
¿POR QUÉ?
Para Alabanza de SU Gloriosa Gracia.
TE INVITAMOS A QUE PUEDAS CONTINUAR CON ESTE PROFUNDO ESTUDIO SISTEMÁTICO, DONDE EN EL SIGUIENTE TRATAREMOS DE EXPONER LA OBRA Y BENDICIÓN DE DIOS EL HIJO, EL AMADO,QUIEN NOS REDIME Y COMPRA A PRECIO DE SANGRE (Efesios 1:7-12)
Ver el siguiente estudio:https://detalmanera.com/la-bendicion-del-hijo-redencion/