¿Cuál es el significado de las profundidades de Su Sufrimiento?
¿Qué implica la muerte de un carpintero galileo hace casi 2000 años aún hoy?
¿Por qué debía morir y quién le infligió tal horrenda muerte?
Contestar a estas preguntas tan cruciales supone un gran reto para nosotros, a la vez que nos sirve para recordar (y celebrar) lo que realmente ocurrió allí.
Una vez dejado atrás la que será la futura confesión del remanente de Israel (Isaías 53:1-3), quienes llorarán amargamente por haber desechado la Piedra angular, y mirarán a quien traspasaron y harán duelo como por hijo unigénito; AHORA, nos centramos en los versículos 4 al 6, donde se aprecia el valor vicario de la Obra de Cristo, donde estos judíos, que creían que Jesús era merecidamente castigado por Dios por sus propios pecados y su culpa, en realidad confesarán que Dios Padre sí lo castigo, efectivamente, pero NO por sus pecados propios, sino por los de la Humanidad (ellos incluidos).
Si en los anteriores versículos vimos la horrenda confesión de ellos, ahora vemos la base y el fundamento de dicha confesión.
Y es que NO habrá mayor tragedia interna que darse cuenta que aquel ante quien blasfemabas, que rechazabas, insultabas y NO estimabas, resultó ser el mismo que más te amó, que lo dio todo, absolutamente todo por ti, llegando al punto de venir a este mundo con el gran propósito de morir en una cruz, aplastado por el Juez del Cielo y la Tierra sólo porque te sustituyó y cargó con tu culpa, sufriendo las nefastas consecuencias que tu merecías, como es el derramamiento completo de la Venganza divina contra el pecado.
ÉL era infinitamente más grande que sus erróneas ideas y percepciones mesiánicas terrenales
Esta es precisamente la transformación que ocurre en la mente de una persona que ha sido regenerada por el Espíritu Santo de Dios que ilumina y guía a la Verdad.
EL TERRIBLE SUFRIMIENTO DE CRISTO EN LA CRUZ ES LA SATISFACCIÓN DEL CREYENTE
Se trata muy probablemente de los 3 versículos más profundos y grandiosos para una humanidad caída y depravada que podamos hallar en todo el Antiguo Testamento, ya que vemos como es expiado y quitado de en medio el Pecado.
Isaías 53:4-6 «Ciertamente (verdad enfática de los sufrimientos vicarios de Cristo en tono exclamativo) llevó ÉL (Cristo) nuestras enfermedades (ÉL cargó y soportó todas nuestras debilidades) , y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios (como maldito, por el hecho de morir en una Cruz, como dice claramente Deut. 21:23. Así creían según Lucas 23:35) y abatido (humillado). Mas ÉL herido (abatido, perforado, molido, aplastado) fue por nuestras rebeliones (ÉL NO fue maldito en SÍ Mismo, sino que se hizo maldición por nosotros, 2ª Corintios 5:21 y Gálatas 3:13), molido por nuestros pecados (NO por los suyos que NO tenía como dice Juan 8:46, fue nuestro pecado lo que ÉL cargó, y por lo que fue condenado y ejecutado por Dios); el castigo de nuestra paz fue sobre ÉL (ÉL sufrió y padeció el castigo que apacigua totalmente y frena la Ira de Dios hacia el pecado, y por consiguiente hacia el pecador.Se puso en el lugar del pecador, nos sustituyó), y por SU llaga fuimos nosotros curados (Alude a la Sanidad Física, 1ª Pedro 2:24, Filipenses 3:21).Todos nosotros (Todos son todos, sin excepción, ver Romanos 3.9-10 y 23, Eclesiastes 7:20, 1ª Reyes 8:46) nos descarriamos como ovejas (una oveja perdida queda totalmente a merced de sus enemigos, sin apenas poder defenderse, pues no son rápidas, astutas ni fuertes; y esa era nuestra condición) , cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en ÉL (Dios Padre cargó, trasladó, atribuyó e imputó todo el pecado pasado, presente y futuro de una caída humanidad sobre SU Amado Hijo, y en ÉL, lo juzgó, lo condenó, lo aplastó y lo quitó de un día para siempre como dice Zacarías 3:9) el pecado de todos nosotros (aquí yace y radica todo el corazón y la esencia del Evangelio mismo, y otra vez Todos son absolutamente Todos, como podemos ver en 1ª Juan 2:2) .»
Para estructurar y bosquejar estos 3 grandiosos versículos lo haremos basándonos en la realidad o base setales sufrimiento, el motivo de ellos, así como el resultado y el logro de ellos.
I.- LA REALIDAD DE SUS SUFRIMIENTOS (Versículo 4)
«Ciertamente llevó ÉL nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.»
ÉL vino a este mundo caído y bajo condenación para llevar en SÍ Mismo la carga y la culpa de nuestros pecados, de la misma forma que el chivo expiatorio (Azazel) del Antiguo Testamento.
Levítico 16:21-22 «Y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.»
ÉL NO vino sólo a llevar y cargar con nuestros pecados, sino también con la culpa de nuestro pecado; es decir, Cristo efectuó para nosotros la Sanidad física y la sanidad espiritual, aunque la total y plena disposición de los beneficios que Cristo obtuvo para nosotros no vendrán hasta SU regreso (1ª Corintios 15:23), donde nuestros resucitados cuerpos serán perfectos.
ÉL llevó sobre SÍ Mismo nuestro pecado y todos sus efectos y consecuencias, siendo un sacrificio único y perfecto para satisfacer las demandas de la Justicia Divina.
1ª Pedro 2:24 » Quien llevó ÉL mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.»
La enfermedad, así como los huracanes, los desastres naturales o la tristeza y el dolor son consecuencias, el efecto de la caída, de la desobediencia, del pecado.
Cristo cargó con nuestros dolores NO en el sentido de experimentar ÉL todas y cada una de las enfermedades humanamente hablando, sino que ÉL sufrió y padeció la Ira de Dios contra la maldad humana, la desobediencia y la iniquidad, las cuales causaron esos efectos como el dolor sufrimiento y la enfermedad.
La Sanidad completa para todos aquellos que pongan su fe en Cristo NO es una simple posibilidad, es una certeza que se llevará a cabo y se consumará cuando Él Señor regrese.
Filipenses 3:20.21 «Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.»
¿Puede un creyente recibir la sanidad completa ahora, antes de este tiempo final? Por supuesto que SÍ, y esa es nuestra oración, pues ÉL se ha revelado como «ÉL Señor, tu Sanador» en Éxodo 15:26; o en el Salmo 103:3 nos ha dicho que ÉL es quien perdona todas tus iniquidades , el que sana tus dolencias».
Santiago 5:13-16 nos insta a ello, a tener fe en la oración por sanidad, pues la fe del justo puede mucho; de hecho, en el Capítulo anterios (Santiago 4:2) dice que «NO tienen porque NO piden»
Juan oró por Gayo, por su salud también (3ª Juan 2).
De hecho, al igual que ser sellados por Dios Espíritu Santo son las arras (garantía) de lo que un día tendremos y seremos, así la sanidad divina hoy es una plena garantía, y unas primicias de nuestra plena salvación espiritual, de la glorificación final de nuestro cuerpo que un día gozaremos.
Mateo 8:16-17 «Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.»
Otros versículos como Lucas 10:1, Hechos 8:5-7 y 28:8-9 nos muestra como soberanamente Dios, de la misma manera que hoy puede hacerlo, sanó a varios enfermos, siempre en vista de una sanidad espiritual entera y completa, y como anticipo de lo que experimentaremos en plenitud cuando ÉL regrese.
Como decimos, se trata de un anticipo o un adelanto parcial de la sanidad física que gozaremos en el futuro, que será perfecta y será eterna, NO como aquí, que sí o sí veremos la muerte.
¿Hay alguna enfermedad que ÉL NO pueda sanar o curar? Absoluta y rotundamente NO, pero sí es cierto y verdad que NO todos sanan hoy.
Pues el mismo Apóstol Pablo que sanó al entrar en Malta (Hechos 28:8-9) o que levantó a un cojo de nacimiento en Listra (Hechos 14:9), no solo NO fue sanado de su aguijón en la carne (No hay consenso sobre qué pudo ser), sino que recibió un NO por respuesta («Bástate Mi Gracia»), como podemos ver en 2ª Corintios 12:7-10.
Epafrodito, quien estuvo a punto de morir (ver Filipenses 2:27), NO pudo ser sanado por Pablo, sino que Dios intervino; así como de la misma manera que Timoteo también estuvo enfermo y tampoco fue sanado pro Pablo, sino que le recomendó que bebiera un poco de vino (1ª Timoteo 5:23).
Igual con Trófimo, que lo dejó en Mileto enfermo (2ª Timoteo 4:20).
De hecho, tanto Pedro (1ª Pedro 1.6-7 y 4:19) como Santiago (Santiago 1:2-4), nos ofrecen palabras de consuelo, aliento y consejo para quienes sufran pruebas en esta vida.
A veces NO sanamos, a veces NO comprendemos muchas situaciones, pero siempre hay que orar para que Dios sea glorificado, tanto en la sanidad, como si decide no sanar, y lo soportamos con el gozo y la paz que sobrepasa todo entendimiento, y con la certeza y promesa de que ÉL puede sanar (hablo del hoy, del presente), y que sí o sí, lo hará cuando ÉL venga.
Dios, a veces puede NO sanar, y usar esa enfermedad (que nunca procede de ÉL) para que nos acerquemos a ÉL y que aumentemos en nosotros la obediencia a SU Voluntad (Romanos 8:28, Salmos 119:71 y 67)
Es importante y vital mantener ese equilibrio bíblico entre el «Ya pero aún NO», entre la promesa final, y el estado presente, pues aún tenemos cuerpos imperfectos, los cuales permanecen bajo el poder de la muerte, quien será el último enemigo en ser destruido (ver 1ª Corintios 15:26).
NO podemos recalcar y enfatizar el «Ya», a expensas del «Todavía NO», porque equivale a anticipar la gloriosa y futura Resurrección, la cual es prometida y expuesta en el Libro de la Victoria, esto es, en Apocalipsis.
Estamos en el tiempo entre el «Consumado es» de Juan 19:30 y el «Hecho está» de Apocalipsis 21:6 (ambos escritos por Juan); entre la Obra terminada del Calvario y el hacer Todas las cosas nuevas
Por eso mismo el hombre exterior se va desgastando, descomponiendo, a la par que el interior se va renovando (2ª Corintios 4:16); y aún ese cuerpo mortal y corruptible sentirá dolor, se hará viejo y, tarde o temprano, morirá; a pesar de tener la plena certeza, la garantía y la promesa de la Vida Eterna.
Debemos entender la enfermedad como parte de la maldición tras la caída, una maldición que aún permanece,
Dios, En Cristo, ha vencido y quitado el pecado, pero aún (y podemos verlo en Romanos 7) luchamos y batallamos contra él, solo que NO estamos ya bajo su poder y su dominio.
ÉL fue a la Cruz a pagar el salario y la paga del pecado; la enfermedad es una consecuencia, un resultado y un efecto más de éste, como lo es la muerte, los dolores, el llanto, la angustia, …
ÉL fue hecho pecado (2ª Corintios 5:21) para quitar el pecado, la causa de la enfermedad, y la aplicación a nuestro cuerpo será futura, aunque puede ser presente también, y esa es la oración de la Iglesia de Cristo, orar con fe por los enfermos.
ÉL llevó sobre sí mismo nuestro pecado y todos sus efectos (desde la enfermedad hasta la muerte), aunque era perfectamente inocente de cualquier maldad; es decir, ÉL sufrió al llevar sobre sí mismo la carga total del pecado y la culpa de la gente, con todas sus consecuencias.
Y todo esto serán lamentos de arrepentimiento de parte de un remanente de Israel que se volverán de su rechazo y su incredulidad para creer en ÉL, y lamentarán la vergüenza que supondrá para ellos creer que fue crucificado por ser un blasfemo de Dios, cuando en realidad lo fue por ellos mismos, por sus pecados, sus iniquidades, sus rebeliones y, consecuentemente, como causa-efecto, por sus enfermedades.
ÉL fue herido, destrozado por DIOS, NO por SU propio pecado (NO tuvo), sino porque llevó en sí nuestros pecados, el castigo por la culpa de Su Pueblo.
II.- LA RAZÓN Y EL MOTIVO DE SUS SUFRIMIENTOS (Versículo 5)
«Mas ÉL herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre ÉL, y por su llaga fuimos nosotros curados.»
Aplastado por las perversidades de la humanidad, ÉL sufrió vicariamente por las transgresiones de la gente.
Podemos ver un Devocional sobre los sufrimientos de Cristo: https://detalmanera.com/los-sufrimientos-de-cristo/
Es la esencia de la SUSTITUCIÓN o EXPIACIÓN DIVINA.
En definitiva a todo lo anteriormente dicho, ÉL sufrió en lugar del pecador; y ellos debieron saberlo más que nadie, pues sacrificaban miles de corderos blancos, sin manchas como una paga por el pecado, y esto NO era más que una señal, un símbolo y un presagio de lo que los profetas, como aquí Isaías 700 años antes, anunciaban.
El Pecado de un hombre jamás puede ser atribuido a una bestia o un animal.
Aquí entra en juego la IMPUTACIÓN (Sustitución Penal), es decir, de la misma manera que el pecado de Adán, por ser la cabeza federal de la humanidad, se traslada e imputa a la humanidad entera, así mismo, ese pecado, esa pandemia total que ha afectado totalmente a la humanidad es trasladado, imputado, colocado, atribuido al Señor Jesús en la Cruz (aunque ÉL NO vio corrupción ni depravación alguna y era Santo), ¿Para qué? Para que al quitarlo de en medio mediante SU Muerte en ella, satisfaciendo las demandad de la Justicia y la Santidad de Dios (a tenor de Romanos 3:23 y 6:23), SU Obediencia, SU Vida justa y perfecta ante Dios pueda ser atribuida, colocada e imputada a Todo aquel que en ÉL crea.
2ª Corintios 5:21 «Al que NO conoció pecado (Santo de Dios), por nosotros lo hizo pecado (por imputación), para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en ÉL (por imputación)».
En la Cruz, Dios Padre trató a SU Amado Hijo como si hubiera vivido tu vida de pecado rebelión e iniquidad, para así poder tratarte a ti como si tú hubieras vivido SU Vida Perfecta, recta y obediente a Dios.
ÉL llevó la deuda nuestra como si fuera Suya, tomando nuestro lugar para que nosotros tomásemos el Suyo.
ÉL fue molido a muerte a causa nuestra, y eliminó la enemistad y alienación entre el Dios santo, Justo y Creador y la pecadora, depravada y caída humanidad.
Romanos 5:1 «Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;»
Romanos 5:10 «Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.»
El castigo que hace y propicia la PAZ se colocó sobre JESÚS.
Colosenses 1:20 «Y por medio de ÉL (Jesús) reconciliar consigo Todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los , haciendo la paz mediante la sangre de su Cruz.»
¿Qué significa Paz?
Literalmente que la Guerra se ha terminado, y la Paz entre Dios y el hombre ha sido restaurada (Isaías 59:2), la pared intermedia derribada, y podemos tener relación y comunión con ÉL, sólo en base a la Cruz, sólo debido a lo que pasó en la Cruz.
EL Sacrificio de Jesús ha satisfecho las demandas altas de SU Justicia y SU Santidad, y al morir, Dios ha demostrado ser Justo, ya que ha quitado el pecado de en medio, y ha aplacado la Ira, al Furia y la Venganza de Dios a causa del pecado, y que reposaba sobre todos nosotros.
LA MUERTE DEL MÉDICO HIZO QUE EL PACIENTE SANASE.
«LLAGAS«, es un término general para expresar castigo, y viene de la palabra hebrea que alude a heridas producida por golpes de un látigo.
III.- EL RESULTADO Y EL LOGRO DE SUS SUFRIMIENTOS (Versículo 6)
«Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en ÉL el pecado de todos nosotros»
Hay HISTORIA REAL Y VERÍDICA, sobre uno de los más grandes evangelistas que ha dado la nación de EEUU, y que vivió a mediados-finales del Siglo XIX, D. L. MOODY.
Este evangelista realizaba cruzadas por todo el país, y un día, al acabar una de ellas, Moody se estaba despidiendo de sus amigos por la ventanilla del tren, y de repente, un hombre vino corriendo, se puso a su lado en la ventanilla mientras el tren se marchaba, y gritaba:
«¿QUÉ DEBO HACER PARA SER SALVO?»
Moody dijo: «TÚ NO puedes hacer Nada, ya está TODO hecho. Ya lo hicieron por tí»
«¿CÓMO ME PUEDO SALVAR?»
Este hombre estuvo en la campaña evangelística y el Espíritu Santo de Dios le trajo convicción real de pecado y arrepentimineto, y Moody le dijo lo siguiente:
«ISAÍAS 53, VERSÍCULO 6, VAYA AL PRIMER TODOS, Y LEA DETENIDAMENTE HASTA EL SEGUNDO TODOS. ASÍ RESOLVIÓ DIOS NUESTRO PROBLEMA»
Isaías 53:6 «TODOS nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de TODOS nosotros.»
El primer TODOS alude al Pecado Universal y la Depravidad Total de la Humanidad, y el 2º TODOS alude directamente a la base de la propiciación para la humanidad (1ª Juan 2:2).
Aquí nos dice cómo ve Dios nuestro problema, y lo más glorioso, cómo lo soluciona
1ª Timoteo 2:5-6 «Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por TODOS, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.»
1ª Juan 2:2 «Y ÉL es la propiciación por nuestros pecados; y NO solamente por los nuestros, sino también por los de TODO el mundo.»
Este contraste entre la Caída y la Promesa, entre la condenación y la salvación se ve claramente en Romanos 5.
Romanos 5:18-19 «Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres (CAÍDA), de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida (PROMESA). Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores (CONDENACIÓN), así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos (SALVACIÓN).»
Este versículo (Isaías 53:6) completa la horrenda y humillante confesión del remanente de Israel que mirarán al que traspasaron, y llorarán como se llora por Hijo Unigénito.
Para ilustrar esta gran verdad, Isaías usa la imagen de la OVEJA; indefensa, propensas a extraviarse y a meterse en peligros, sin esperanza, y condenadas a vagar y a morir, salvo que sean halladas por el Pastor; y Jesús es el Buen Pastor que descendió del Cielo a la Tierra y vino a buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10) y a dar su vida en rescate por sus ovejas.
NO es casualidad que use esta ilustración, ya que las ovejas NO saben cuidarse solas, y requieren (mas que otra especie de ganado) mucha atención y cuidado
Salmo 119:176 «Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos»
Y en medio de este clima de oscuridad y desesperanza, aparecen las BUENAS NOTICIAS DEL EVANGELIO.
Dios Padre hizo caer (de una manera violenta) el Pecado de nosotros, y en ÉL lo juzgó, lo condenó, lo sentenció y lo ejecutó
Y ASÍ EL PASTOR HA ENTREGADO SU VIDA POR LAS OVEJAS
Y este es el tema central de Isaías 53, de toda la Biblia entera y de la historia redentora.
Es el Corazón del Evangelio mismo
Romanos 8:32-34 «El que NO escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.»
Dios, en SU Amor, Justicia y Santidad; en vez de permitir que fuéramos devorados por Él, a causa de nuestros pecados; transfirió e hizo caer el Pecado y la iniquidad a Jesucristo, SU Hijo, y Éste cargó, sufrió y padeció con el terrible castigo de nuestros pecados en el Calvario.
Ahora el pecado ya NO está sobre nosotros reclamándonos y exigiéndonos justicias, sino que fue a para a la Cruz, y allí se solventó de una vez y para siempre nuestro más terrible problema.
Dios Padre sometió a castigo a Dios Hijo; un castigo que era sin lugar a dudas para nosotros , para de esa forma, ÉL demostrar ser Justo, al castigar todo pecado, y sobre todo, demostrar ser un Dios de Amor, al ofrecernos perdón y reconciliación.
Jesús murió solo con los pecados del mundo sobre ÉL.
Salmos 103:10-11 RVR60 «NO ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.»
Salmos 103:10-11 NVI «NO nos trata conforme a nuestros pecados, ni nos paga según nuestras maldades. Tan grande es su amor por los que le temen, como alto es el cielo sobre la tierra.»
TODA PERSONA QUE SEA SALVA A LO LARGO DE LA HISTORIA DEBERÁ ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE SU SALVACIÓN A LA CRUZ, A CRISTO Y ESTE CRUCIFICADO.
LA PENALIDAD POR TODO PECADO, POR TODA HUMANIDAD Y POR TODOS LOS TIEMPOS FUE ENTERAMENTE PUESTO SOBRE ÉL, Y ÉL ACEPTÓ VOLUNTARIAMENTE LA VOLUNTAD DEL PADRE.